Los Alpes Japoneses son una cadena montañosa que separan la isla de Honshu en dos partes. Están formados por las montañas Hida, Kisa y Akaishi. Shirakawago, a los pies del monte Hakusan, es posiblemente, en su interior, uno de sus pueblos más aislados y tradicionales. Takayama, a su vez, representa periodos pasados en pleno S.XXI. ¡¡Nuevo día en Japón!! Y nueva aventura...
Hoy no veremos templos, ni castillos ni jardines. La jornada nos adentra en esos pueblos del Japón tradicional, diferente e interior entre las montañas de más de 3.000 m que los aísla y ha impedido, de momento, que la tecnología y las tendencias cosmopolitas del resto del país los absorba.
- Shirakawago, el pueblecito de las casas en A
- Shirakawago, ese pueblo con encanto en el interior de los Alpes Japoneses
- Takayama, retroceder en el tiempo en los Alpes Japoneses
Shirakawago, el pueblecito de las casas en A
Sigue haciendo mucho calor pero se nota que hay menos humedad asi que lo vamos resistiendo mejor pero nuestras piernas empiezan a resentirse (pese al gel refrescante y baños de agua fría, jaja). Además a las 7:00 ya teníamos los ojos como platos y hemos bajado a desayunar (anoche pedimos el desayuno para las 7:30). Madrugar en Japón por su horario de sol es fundamental. Por cierto, vaya desayuno en el Nakayasu Ryokan (puedes leer ya nuestra review del Nakayasu Ryokan)!. Check-out , esos segundos minidesayunos en las máquinas de vending que tanto nos gustan (zumo y agua por 230 Y) y ruta hacia la Kanazawa Station pasasando por el Omichi Market
Omichi Market es un mercado tradicional de fruta y pescado en Kanazawa. ¡¡¡Y cómo se nota que el mar de Japón esta al lado porque hay buenos "bichos" aquí a primera hora de la mañana!!!
Partimos de Kanazawa destino Shirikawago a las 8.40 desde la terminal de Bus, al lado de Kanazawa Station, sin la certeza de que una vez alli pudieramos ir hacia Takayama, ya que solo llevábamos reservado este trayecto (recordad que es de los pocos trayectos no incluidos en el Japan Rail Pass pero aún así sigue compensando). En el bus (BUS 2) coincidimos con unos catalanes muy majetes con los que fuimos hablando de las impresiones que ibamos sacando sobre Japon y otros viajes. Con eso el trayecto de 1 hora y 15 minutos apenas se hizo largo. Tenemos el presentimiento que los volveremos a encontrar. El mundo es muy pequeño y Japón más, jeje. Un saludo para ellos, !!una gente encantadora!!
Shirakawago, ese pueblo con encanto en el interior de los Alpes Japoneses
Shirakawago es una pueblecito aislado metido en un valle al que solo se puede acceder por dos túneles. Su estilo de vida se basa en la agricultura y su principal característica son sus casitas en forma de A de paja y madera.
Nada más llegar reservamos sin problemas el trayecto Shirikawago - Takayama (2.400 Y cada uno) a las 14:20. Hay muchos buses, compañías y horarios, así que nuestro temor inicial se ha quedado en nada, cogemos un folleto-ruta (100 Y). Y como estos japoneses piensan en todo, hay disponibles unas consignas (300 Y) donde dejamos la mini-mochila para ir más relajados en nuestro paseo que comienza cruzando un puentecito...
El buen día nos acompaña para comenzar un recorrido entre montañas de fondo, verde intenso, pintorescas casitas, como decíamos en forma de A que tienen un estilo arquitectónico muy particular llamado Gassho-zuruki.
Se trata de casas de 18 m de alto, 10 de ancho y 4 pisos que pueden albergar a varias generaciones. Los tejados están tan bien acabados de paja que solo se repasan cada 40 o 50 años. Por supuesto, es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Hay además varios museos (Museo Doburoku, Myozenji,...) y tiendas que visitar (regalos 1.580 Y)
Pero lo que le da realmente encanto a este lugar es su atmósfera de un Japón diferente al que hemos visto estos días. Así, pasamos la mañana caminando por sus senderos, viendo una casa por dentro, la Kanda-Ke House (entrada por 300 Y cada uno). Pero...las mejores palabras son unas buenas fotos....
Un lugar como éste bien merece la pena unas vistas que lo contextualicen. El observatorio Shiroyama, subiendo un senderito lateral, es uno de los lugares para comtemplar la magnitud de esta "aldea"
La vista desde este punto es la más privilegiada de toda la visita. ¿Os imagináis este lugar en invierno completamente nevado?
Y como buen día "de campo", el hambre aprieta cuando uno menos se lo espera. No hay muchos lugares para comer en Shirakawago pero sí hay sitios donde preparan unas excelentes kushiyaki (brocheta de buey). !!QUÉ VICIO!!! (3 pinchos y una Coca Cola por 1.320 Y)
Alrededor de la 1pm estábamos de vuelta por la zona de la estación. Con toda la tranquilidad del mundo el paseo lleva alrededor de 3 horas. Mmmm... ¿y por qué no intentamos adelantar la ida hacia Takayama a las 13:20 ya que había posibilidad? Dicho y hecho, no tuvimos ningún problema para que la "japonesita" nos cambiase la hora, además en el bus apenas íbamos 7 o 8 personas. ¡¡Cabezadita!!
Takayama, retroceder en el tiempo en los Alpes Japoneses
En 50 minutos se muestra ante nosotros el pueblo de Takayama. Se ve que los pinchos no nos han llegado y lo primero que hacemos es comprar unos bocatas en un supermercado (547 Y) y hacer el Check-In en el Rickshaw Inn (puedes leer ya nuestra review del Rickshaw Inn). Tenemos que dar las gracias a Térmico (de los foros) ya que fue recomendación suya y hemos de decir que está genial, amables, acogedor, céntrico... Junto al de Kanazawa, otra de las gratas sorpresas en cuanto a los alojamientos de Japón.
Takayama es otro tipo de pueblecito metido en las montañas pero muy distinto del que venimos. ¿Cómo explicarlo? pasear por sus calles es como retroceder en el tiempo a ese Japón ancestral donde sigue habiendo casas de otras épocas. Se nota además que por aquí todavía no ha pasado la fiebre futurista de otras partes del país aunque si se ve que el turismo ha llegado porque su calle principal está llena de tiendas de recuerdos, cerámica y sake del lugar, además de restaurantes de la famosa carne de Hida. Y hoy, 9 de Agosto, se respira un ambiente especial ya que hay una exhibición de fuegos artificiales en el río.
Lo primero que hacemos es acercarnos a Takayama Jinya o Casa Gubernamental Histórica (420 Y cada uno) que fue una de las mansiones del Señor Kanamori del Castillo de Takayama. Después del linaje Kanamori pasó a estar bajo el control directo del Shogunado Tokugawa, utilizándola como oficina para gobernar Hida. Es el único edificio que queda de este género en el país.
Lo cierto es que es más bonito por fuera que por dentro ya que solo quedan los huecos donde se hacían ciertas tareas echándole bastante imaginación, claro. Todo el mobiliario ha desaparecido por arte de magia, jejee, si bien es cierto que los tatamis y las paredes de papel dejan claro que esto debió ser en su día ... ¡un lujazo de los Kanamori!
Desde allí, tras hidratarnos (agua 130 Y) y comprar regalos (2.425 Y), cruzando el río por el Puente Naka-bashi vamos a la zona estrella de Takayama, Sanmachi Suji.
La vieja Takayama disfruta de un dinámico ritmo paralelamente al río Miyagawa. Es como volver al período Edo, allí con aquella atmósfera que se respira entre edificaciones de madera, fábricas de sake y casas de comerciantes con ventanas de celosía (regalos 420 Y) a lo largo de la calle.
Ponemos rumbo al santuario de Higashiyama para volver a la zona del río y ver los fuegos más tarde. Las piernas están agotadas y el paseo no dió para mucho más. Pagábamos lo que fuera por una cervecita pero tendremos que conformarnos con un agua y una pepsi (230 Y).
A las 7:00 de la tarde parece que todo Takayama se vistiese de gala para acercarse al rio a ver el espectáculo. Hemos coincido con el festival de verano de fuegos de artificiales Tezutsu donde nos quedamos alucinados de esos cañones de fuego que sujetan con los dos brazos esperando a que estallen. ¡¡¡Son especiales hasta para esto los japoneses!!!
La verdad es que es una chulada ver las chispas caer en el río Miyagawa mientras tocan los tambores. Los fuegos artificiales son puestos en cilindros de bambú mientras los voluntarios los cogen en la mano.
Acaba el show así que es hora de decidir un lugar para cenar. Antes de entrar en ninguno hemos encontrado otro regalo en una tienda de la calle principal (1.000 Y) y, en ese momento, nos damos cuenta que al salir del ryokan hemos pasado al lado del restaurante Mikado que tenía pinta de la típica taberna japonesa y pensamos en que de vuelta podíamos cenar allí. De hecho, lo hicimos en la barra como en muchos sitios de este pais. Sashimi, cerdo frito, patatas, miso, arroz, huevo... y por supuesto ¡¡ONE BIG BEER!! Muy recomendable. Hace esquina entre la calle principal y la calle del hotel y nos ha costado 3.650 Y.
Agua para la noche (120 Y) y ya estamos en el Rickshaw Inn (puedes leer ya nuestra review del Rickshaw Inn). Hemos alquilado un portátil (que te dejan subir a la habitación por 500 Y cada media hora -hemos cogido 1 hora-) y caeremos rendidos de sueño. Mañana madrugamos (como siempre, ¡menuda novedad!) porque ponemos rumbo a Hakone que sera nuestra próxima parada y mejor destino para descansar del viaje (una especie de capricho) dejando atrás los Alpes Japoneses y los pueblos con encanto de Shirakawago y Takayama. ZzZZz
Isaac, desde Takayama (Japón)
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