El 12 de Octubre de 1492 Colón, con 90 hombres y 3 carabelas, "descubrió" América, un "Nuevo Mundo", en su intento de búsqueda de una nueva ruta hacia las Indias. San Salvador, actual Bahamas, fue la isla del primer desembarco y, posteriormente, el 28 de Octubre y tras su paso por otras islas de este archipiélago, tocaría las tierras de "Juana" en Bariay (aunque sigue habiendo polémica sobre el emplazamiento exacto). No obstante, el lugar donde Colón desembarcó en Cuba que supuso su primer encuentro con los aborígenes fue "río arriba" en lo que es hoy el bonito pueblo de Gibara, la Villa Blanca. ¿Lo recorremos en coche?
La jornada además nos llevará hasta una de los lugares más singulares de Cuba, Cayo Saetía, aunque eso formará parte de otra historia que os contaremos mañana.
- Parque Nacional Monumento Bariay, el lugar donde desembarcó Colón en Cuba por primera vez
- Gibara, la Villa Blanca y el primer encuentro de Colón con aborígenes de Cuba
- Cueva del Silencio o de los Panaderos, un "tesoro secreto" de Gibara
- Ruta hacia Cayo Saetía, la otra sorpresa del viaje
Parque Nacional Monumento Bariay, el lugar donde desembarcó Colón en Cuba por primera vez
Podemos discutir más o menos si realmente ya había expediciones vikingas muy anteriores o hitos históricos todavía sin aclarar, pero lo que es innegable es que aquel momento, ese 12 de Octubre de 1942 en que Rodrigo de Triana divisaba tierra, daba el pistoletazo de salida a la exploración y colonización europea del continente americano. Y, para nosotros, hoy es un día muy especial porque recorremos en coche ¡530 años después! los emplazamientos en que días después tocaría las costas de Cuba.
ITINERARIO DEL DÍA:
🏁 Ruta y paradas: Bariay, Gibara y Cayo Saetía
👣 Distancia: 224 km
🛌 Alojamiento en Cayo Saetía: Villa Cayo Saetía
🚙 Coche utilizado en el viaje: Hyundai Accent reservado previamente online con EnjoyCuba
(+Info Alquiler de coche en Cuba)
🗃 Consejo para diseñar itinerario: Esta jornada es perfectamente repetible. Aquí puede surgir la duda si plantearse alguna jornada en la zona turística de Guardalavaca, famosa por sus playas como Esmeralda y Pesquero. En nuestro caso decidimos seguir hasta Cayo Saetía por su singularidad pero puedes valorarlo en tu ruta.
💥 Excursión opcional: Excursión a Gibara
👨🏫 Todos los recursos:
- Internet en Cuba (SIM)
- Seguro médico obligatorio
Volvemos a madrugar y hacer desayuno temprano en uno de los salones del Hotel Caballeriza donde caímos rendidos anoche. No son más de las 8 cuando salimos de Holguín para coger una bonita carretera en buenas condiciones hacia Cayo Bariay donde se supone que fue ese desembarco de Colón en Cuba por primera vez e incluso algunos historiadores sitúan este lugar como primer encuentro con aborígenes pero esto parece ser que no fue así, sino en Gibara como os contaremos más abajo.
Los puestos en la carretera nos siguen fascinando. Hoy hemos cogido otro manojo de plátanos, unos 20, por unos 50 CUP -que no dejan de ser 50 céntimos al cambio- pero el puestecillo era para enmarcar, así como la amabilidad del cubano de lo que no hemos hablado en exceso. ¡El pueblo cubano es maravilloso!
No mucho después llegamos al Parque Monumento Nacional Bariay. Estamos a casi 800 km de La Habana y, si bien es cierto que es un lugar bastante apartado de la ruta turística, nos sorprende percibir el poco eco se ha hecho Cuba de un enclave natural tan bonito donde se supone que la Niña, la Pinta y la Santa María encontraron protección y desembarcaron por primera vez en Cuba. De hecho, las notas de Colón se refieren a esta localización en su diario diciendo que "ésta es la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto".
Tras pasar un control donde no nos han pedido entrada (aunque si suele tener coste -entendemos que para incentivar el turismo-), un pequeño empedrado nos separa del llamado Monumento Conmemorativo del Medio Milenio del Encuentro entre las Dos Culturas, realizado por Caridad Ramos en 1992 para celebrar los 500 años del hito. Esta obra congrega algunos elementos de la Europa Neoclásica y Objetos nativos encontrados en las excavaciones cercanas.
El punto exacto del desembarco se encuentra en otro punto de este Parque Nacional plasmado con un pequeño monumento de 1952 (con todo un estudio detrás). La realidad dice que Colón esperaba encontrar en este asentamiento alguna población y, sin embargo, los taínos atemorizados al divisar las embarcaciones tuvieron como reacción la de irse a refugiar a la vegetación de los alrededores y ese encuentro nunca se produjo. Por eso hay otro lugar todavía más importante...
¿Y si el desembarco de Colón en Cuba hubiese sido en otro lugar?
Existe otra tesis, menos extendida pero apoyada por algunos estudiosos, que dice que Colón descubrió Cuba de forma fortuita el 27 de octubre de 1492 navegando por la costa norte de la provincia de Camagüey. En su diario el habla de un río llamado “Río de los Mares” que se cree que podría ser el área de Nuevitas donde hoy hay un faro con una placa de bronce en su honor que data de 1847. No obstante, no debemos olvidar que el diario de Colón hace referencias a el paisaje y los cerros con apelativos en referencia a sus formas como "la mezquita", "la silla" y todos ellos han sido perfectamente identificados en el área de Gibara y Bariay.
No obstante, antes de abandonar el cayo, nos desplazamos a una especie de museo al aire libre que se encuentra en otro área cercana dentro del Parque Monumento Nacional Bariay y que presenta como debían ser esos poblados así como piezas encontradas en las excavaciones.
¿Y dónde se produjo ese encuentro de Colón con los aborígenes en Cuba? Para ello nos desplazamos a la bella población de Gibara. Eso sí, ¡no estábamos avisados de la carretera!
Entre Bariay y Gibara apenas hay 27 kilómetros. ¿Cómo puede ser que tardásemos casi 1 hora en hacerlo?
Gibara, la Villa Blanca y el primer encuentro de Colón con aborígenes de Cuba
Siempre que nos preguntan por carreteras solemos decir que la parte Occidental de la isla, el viaje clásico, está bastante bien salvo alguna pequeña excepción (En el artículo "Alquiler de coche en Cuba: comparativa y precios" tienes más información). Las complicaciones comienzan cuando uno se adentra en el Este de Cuba como nos pasó ayer con aquella carretera entre Minas y Siboney que te contamos en "Holguín, ruta hacia el Oriente de CubaHolguín, ruta hacia el Oriente de Cuba"
La carretera que separa Bariay y Gibara es una tortura aunque, en este caso, de menor recorrido. Vías del tren (que no hemos visto todavía el primero), socavones, camiones en sentido contrario que ocupan toda la pista de arena y grava y hasta guajiros en sus caballos que nos obligan casi a detenernos por completo.
El premio final, una de las poblaciones más bonitas de Cuba, sin duda alguna, y donde nos dirigimos directamente hacia la la Punta de Yarey a aparcar el coche, junto a la Batería de Fernando VII (quedan algunos vestigios, fortines y las ruinas del Cuartelón), contiguo a la Bahía de Gibara. Aquí hemos quedado con José Corella Varona que nos va a hacer de guía.
La Villa Blanca de los Cangrejos, conocida así por las paredes blancas de sus antiguas murallas y la gran cantidad de cangrejos que habitan la zona, emergió desde la primera piedra que se colocó en 1817 dando origen al Fuerte de San Fernando con el objetivo de proteger los barcos de los ataques de los piratas. Y de ahí surgió la ciudad colonial de Gibara que ahora paseamos.
Tengo que reconocer que no había leído nada de Gibara y me sorprendió gratamente. Es como una población aislada, olvidada, envuelta de leyendas de antiguos piratas y tesoros perdidos y en el hecho de ser el primer encuentro de Colón con aquellos aborígenes cubanos. Uno de esos lugares donde te apetecería quedarte una noche de cervezas escuchando las historias de algún anciano lugareño. El centro histórico actual fue declarado Monumento Nacional en el año 2004 y no es para menos con sus habituales Plaza Mayor o de Armas, jardines, Iglesia Parroquial y edificios con fachadas, columnas y detalles coloniales
Gibara tiene un Museo de Arte, un Museo de Historia Natural, un himno deportivo, una playa dentro de la reserva ecológica Caletones y hasta una cueva natural con más de 90 millones de años que visitaremos tras la comida.
Pero si hay un emplazamiento en Gibara que uno no debe perderse es coger perspectiva desde la altura de "El Balcón del Atlántico", un restaurante privado en el punto más alto de la ciudad que permite disfrutar de la mejor comida criolla y mariscos mientras imaginas a la Niña, la Pinta y la Santa María, la 3 carabelas de Colón, aproximarse por el horizonte. Si estuviera cerrado, existe un mirador cercano.
Mientras Colón aquellos 11 días que se refugió aquí estuvo reparando los barcos, aprendiendo sobre la cultura local y descubriendo el tabaco, nosotros más de 500 años después lo que hemos hecho es pegarnos un buen empacho (2.900 CUP) que ya nos lo merecíamos.
Cueva del Silencio o de los Panaderos, un "tesoro secreto" de Gibara
La recomendación de José Eliecer Corella Varona como guía local por EnjoyTravelGroup cobraba especial sentido en un lugar más desconocido del sistema cavernario La Polja de Cementerio al que nos dirigimos a las afueras de Gibara y que acumula más de dos kilómetros de galerías exploradas.
José es miembro de la Sociedad Espeleológica de Cuba y nos cuenta, en los 15-20 minutos de recorrido andando desde donde dejamos el coche, que vamos a un emplazamiento importante por su desarrollo geológico, su fauna endémica y por el hecho de que somos los primeros turistas que venimos en 2 años y medio.
Uno, que ha estado en muchas cuevas por el mundo, tiende a subestimar más de lo que debiera determinados lugares. Ni os imagináis lo ignorante que me sentía en mi pelea interna cuando con los cascos y frontales facilitados por José, accedíamos por aquel primer pequeño recorrido con formaciones rocosas identificables (Casper, el Mamut,..) de los más de 780 metros de longitud que se compone la principal cavidad del sector.
Aquello que verían mis ojos minutos después me dejaría temblando. La Cueva de los Panaderos, llamada Cueva del Silencio en los libros del S.XIX cuando se descubrió, da su nombre a un grupo de personas del oficio que frecuentaban estas cavernas a principios del S.XX y que iban grabando sus nombres según la exploraban. Una antigüedad de más de 90 millones de años (formada en el período Cretácico inferior de la era Mesozoica), un entramado de galerías, estalactitas, estalagmitas y, lo mejor, una importante fauna endémica local como el pseudoescorpión, el grillo de las cavernas o varios tipos de murciélagos (2 insectívoros -no hay mosquitos-, 1 amante de la fruta y 1 de otras aves). Y esa imagen... ¡ALUCINANTE!
Tengo que admitir también que calculamos mal el tiempo. En lugar de irnos hacia Cayo Saetía hoy hubiera sido día para regresar a Holguín y aprovechar la jornada en más profundidad a tesoros como este.
Ruta hacia Cayo Saetía, la otra sorpresa del viaje
Pero 150 km y 2h30 nos separaban de nuestro destino y había que poner rumbo primeramente a Holguín para repostar e intentar evitar la noche en las carreteras. Además, nos costó dar con una gasolinera aunque el Maps.me nos iba orientando bien. La primera no tenía combustible y la segunda tenía bastante cola. También hubo que comprar un nuevo CUPET (1.000 CUP) del que te hablamos en el artículo "Alquiler de coche en Cuba: comparativa y precios"
Del resto del trayecto poco que contar más que seguimos enamorados de ese parque de coches de época que inunda la isla y que te vas encontrando cada pocos kilómetros. Comiendo plátanos, admirando paisajes, extrañándonos con aquellos colas inmensas esperando por la llegada del bus (incluso la "botella" es distinta a la que yo recordaba de mi anterior viaje y ahora ofrecen dinero por que les lleves) y disfrutando de los pueblos y escenarios de una buena carretera, los kilómetros pasaron rápido. También identificamos alguna de las poblaciones de la famosa Chan Chan de Compay Segundo como Mayarí.
Ya con los últimos rayos de sol, aquel puente controlado (donde te piden datos y pasaporte) suponía nuestra entrada a una de las sorpresas de este viaje. Lo que no sabíamos todavía, mientras hacíamos el check-in en el Villa Cayo Saetía donde dormiremos y teníamos una bienvenida a base de "mucho ron", es que aquel excéntrico rincón de Cuba iba a depararnos una jornada extraordinaria mañana que jamás hubiéramos adivinado.
El Villa Saetía es un pequeño resort gestionado por Gaviota (por tanto, no aceptan moneda cubana y es necesario pagar con tarjeta de crédito) con un entorno maravilloso de jardines, piscina y cabañitas, que se nota que ha vivido tiempos mejores pre-pandemia y se encuentra algo descuidado estos días pero perfecto como despedida de esta jornada.
Una cena agradable -incluida con el alojamiento-, algunas cuantas rondas de cervezas (88 CUP cada una pero pagadas con tarjeta de crédito, por tanto, 3.38 EUR y no 0,88EUR -en total nos dejamos 20 EUR-) y caer en cama rendidos, despedían otra maravillosa ruta siguiendo los pasos de aquel almirante y sus 3 carabelas en Gibara y Bariay, el que será para nosotros siempre el lugar donde Colón desembarcó en Cuba.
Isaac, con Moro y Charlie, desde Cayo Saetía (Cuba)
GASTOS DÍA8: 20 EUR y 3.950 CUP (apróx 39,50 EUR)