Durante nuestro Viaje a Cuba 2008 hicimos base tanto al llegar como antes de la vuelta en la ciudad de La Habana. La Habana es la capital de Cuba, también conocida como Villa de San Cristobal de La Habana y La Ciudad de Las Columnas. Su fundación data de la época colonial y su situación es privilegiada, en la Bahía del mismo nombre, considerada como una de las bahías más seguras y grandes de toda América y del mundo.
Si buscas recomendaciones sobre alojamientos en La Habana, lee nuestro último artículo actualizado "Dónde alojarse en La Habana: MEJORES ZONAS y hoteles"
Realmente no hemos buscado alojamiento en este destino, simplemente nos hemos limitado a utilizar de base el hotel que venía con el paquete elegido (que luego no utilizariamos pero que salía más económico que coger un vuelo sólo). Éste no es otro que el Mercure Sevilla.
Por tanto, al contrario que en otras ocasiones no hemos tenido que reservar nada, y nisiquiera gestionar ningún papeleo.
Interesante podría ser el precio del alojamiento de referencia, que ronda los 60-80 € la noche y habitación, incluyendo desayuno, y que se puede gestionar desde su propia web.
La ubicación es privilegiada, en pleno centro de La Habana y a pocos pasos del Capitolio, al que se accede caminando por el Paseo del Prado. Su fachada, así como el hall están muy cuidados, siendo incluso una de las visitas obligadas de la ciudad (por éste último y por su zotea, con preciosas vistas sobre la ciudad).
Según podemos leer en internet, desde 1908 se da alojamiento, con actualmente 178 habitaciones que se encuentran en perfecto estado de conservación.
Se destaca entre sus huespedes también el buen estado de sus baños y la limpieza absoluta de todo el hotel.
A destacar también que dispone de 2 restaurantes, 3 bares, sala de reuniones, servicio de comida y desayuno y piscina.
Ya de vuelta, hacemos la “VISITA GUIADA” del alojamiento con detalles e impresiones que nos ha causado.
En lineas generales el Mercure Sevilla es un hotel viejo y poco cuidado, exceptuando sus espacios comunes (piscina, hall y bares). Dispone de vigilancia absoluta en todo el hotel y multiples servicios pero nos hemos topado con un servicio maleducado y falto de experiencia.
Su ubicación si es envidiable, a pocos minutos del Capitolio y de la zona centro de la ciudad de La Habana.
Las habitaciones se ven viejas, no por estar poco cuidadas (ya que el servicio las hace todos los días) sino por la antiguedad del edificio combinadas con un estilo poco moderno (incluyendo moquetas).
El baño fué un desastre en las dos ocasiones (y dos habitaciones distintas) en las que estuvimos alojados, incluso encharcándose completamente en una de ellas al encender la ducha. No es excesivamente pequeño
La limpieza no es mala, sino que como hemos comentado, el problema es la edad del edificio.
En cuanto al desayuno y comidas, uno de los restaurantes del hotel (donde se sirve) dispone de un buffet completo con una variedad más que suficiente.
Lo que sin duda hace que el Mercure Sevilla sea tan famoso son su zonas comunes, empezando por la zotea, desde la cual (además que desde las habitaciones en pisos altos) ofrece unas excelentes vistas sobre la ciudad aprovechando la inmejorable ubicación.
Destacar a mayores la disposición de ordenadores para acceder a internet (lentos y caros), piscina (aceptable), tiendas y un precioso hall decorado con estilo "al-andalus" español con un bar en una especie de patio simulando los de la mismisma Sevilla, donde tomar unos mojitos muy sabrosos animados con grupos de música cubana.
Las reflexiones de Juve: "En el Hotel Mercure Sevilla, son muchas las imágenes que me vienen a la cabeza… esos ordenadores del pleistoceno donde nos hacíamos viejos esperando para subir cuatro fotos, las primeras cervezas cubanas que nos tomamos en compañía de una voluminosa señora que tardo varias horas en darnos el coche de alquiler <<me estáis estresando>>, los mojitos en la fuente del patio con unos músicos todos ellos geniales, las privilegiadas vistas que tenia el restaurante del ático, los gorilas de la puerta del hotel y de los ascensores con esa sonrisilla falsa y corrupta “¿Un taxi señores? ¿Quieren Puros? ¿Alguna cosa más?”, y por supuesto el día que aparcamos frente a la puerta del Hotel y soltamos la celebre frase “Que palqueo ni palqueo, a tomar x … con el parqueo” jajaja Fue una buena base de operaciones..."
¿Lo recomendaríamos? Rotundamente NO. Muy caro para lo que ofrece (a no ser que lo tengas dentro del paquete como nos ocurrió a nosotros). Hay opciones en casas particulares mucho más asequibles económicamente, bien ubicadas y que te darán mayor contacto con la vida cubana.
Juve e Isaac, desde La Habana (Cuba)