Cuenta la historia que, hace más de un siglo, dos cazadores de tesoros encontraron (casi por equivocación) un rico mineral en lo más profundo del actual Parque Nacional Wrangell-St. Elias. La mayor concentración de cobre en el mundo emergía desafiando a duros inviernos, peligrosos osos, el más absoluto aislamiento y un imponente glaciar. Sin embargo, el 10 de noviembre de 1938 y por diversas circunstancias (y muchas incógnitas), el último tren partía dejando atrás Kennicott, un pueblo fantasma de Alaska, una mina abandonada, 7 millas de túneles en las montañas y un paraje desolador. ¿Dudábais que 80 años después entraríamos a su estructura?
A estas horas, estamos a punto de acostarnos ya de vuelta a la Richardson Highway apenas a 17 millas de Paxson desde donde sale la Denali Highway
- Kennicott, un pueblo fantasma de la 'verdadera' Alaska
- Visita a la mina abandonada de Kennicott
- McCarthy Road en 2 horas y rumbo a Paxson
Kennicott, un pueblo fantasma de la 'verdadera' Alaska
Aún recordamos las palabras de la chica del centro de visitantes de Chitina antes de emprender la aventura de ayer a través de la McCarthy Road. "Entráis en la verdadera Alaska" dijo y en ella, aislados de cobertura móvil, de carretera asfaltada y de transporte para movernos, nos hemos levantado hoy con más ganas que nunca. Tras desayunar, hemos desplazado la autocaravana hasta el parking de pago (5 USD) más cercano al puente (el único tramo posible) que nos permite atravesar al otro lado del río donde crea una especie de frontera invisible hacia el Lejano Oeste
Ayer habíamos cogido ya los bonos del shuttle Footbridge-McCarthy-Kennicott con intervalos de 30 minutos, se ha presentado puntual a las 9'30 a pie del puente. El día se ha levantado con una espesa niebla, extraño, como si de alguna forma supiera poner un telón de fondo inteligente al escenario que nos esperaba 5 millas adentro por una solitaria carretera de grava
No engaño a nadie si admito que soy un apasionado de este tipo de lugares esotéricos (y mi compañero de aventuras, Sele, también). Los viajes me han permitido llegar a emplazamientos abandonados originados del oscurantismo comunista como la ciudad fantasma de Pyramiden en el Ártico Noruego, el Pozo de Darvaza en Turkmenistán o el extraño ovni Buzludzha en Bulgaria, los caídos en el olvido como Rasafa en Siria, las ciudades muertas en Siria , Kharanaq en el corazón de Irán o las que directamente se comió la jungla en Pulemelei Mound en Samoa, entre otras. Kennicott, al menos, ha logrado ser designado como Monumento Histórico Nacional y su valor turístico ha permitido mantener los edificios intactos e incluso con obras lentas de restauración
Caminar por Kennicott a las 10'00 de la mañana de un día cualquier logra transmitir esa sensación de desasosiego que define como un próspero pueblo cayó en el abandono tan rápido como emergió. Apenas hay turistas, la McCarthy Road es posible que tenga mucho que ver, pero sí encontramos una pequeña casa a mano izquierda que anuncia las posiblidades de visita guiada a las 9'30, 13'30 y 15'30 a la vieja fábrica en la que se procesaba el cobre y a los edificios aledaños que solo puede hacerse de esa forma.
MÁS EXCURSIONES POSIBLES EN KENNICOTT:
Además de las comentadas en la jornada de ayer (vuelo escénico, rafting, etc..), desde Kennicott también salen, además de la visita guiada mencionada, un tour a las minas de alta montaña y excursiones al llamado glaciar Root. Tienes la experiencia muy bien descrita en el blog de nuestra compañera De Ilusión a Recuerdo
Por supuesto, cogemos nuestra visita guiada a la mina para las 13'30 ya que a eso hemos venido (56 USD)
Cuenta la historia que Jack Smith y Clarence Warner eran dos exploradores que, en el 1900 buscando dar de comer a sus caballos, llegaron hasta el verde en las laderas del sur de las montañas de Wrangell, muy cerca del glaciar de Kennicott. Sin embargo alli, por pura casualidad, encontraron algo más que alimento... ¡el mayor depósito de mineral de cobre del momento en el planeta! No tardaron, junto a otros socios inversores, en fundar Kennecott Mining Corporation y en construir un ferrocarril (del que ayer vimos algunos puentes que serían obras de la ingenería todavía hoy en la McCarthy Road) que transportara el mineral desde las minas al puerto de Cordova desafiando a los inviernos más duros con temperaturas bajo cero gracias a, Michael J. Heney (y su experiencia en el Yukon), trineos de perros que transportaban barcos enteros y caballos
Paralelamente, se fundaba en 1911 Kennicott Mining Town, la empresa minera de la ciudad de Kennicott que atraía a trabajadores a lo más profundo de Alaska engatusados por salarios altos a cambio de una vida aislada de duras condiciones climatológicas, con casas pagadas por la empresa en la propia ciudad, trabajando 7 días a la semana, sin poder traer a la familia y sin acceso a bebida, ocio ni mujeres. Surgía así el McCarthy del Lejano Oeste de Alaska que conocíamos ayer a 5 millas, proporcionándoles todo aquello que les faltaba. Kennecott Copper Corporation produjo más de 200 millones de dólares de mineral de cobre en Kennicott en tiempos en que sostenibilidad e impacto ambiental no iban de la mano
Resulta impresionante ver la transformación del paisaje que la extracción de la mina causó. Parece ser que hubo intentos de ecologistas de la época defendiendo los derechos de caballos de carga y estragos que la minería podía causar en esa Alaska profunda pero ni el mismo Theodore Roosevelt pudo pararlo. La minería a gran escala había ganado su batalla y Kennicott marchaba a toda máquina
En total fueron 5 minas, la principal Bonanza, su ampliación a cielo abierto llamada Glacier y Erie, Jumbo y Mother Lode unidas a la primera por 7 millas de túneles en las montañas. Todo ello comunicado con una fábrica principal, la estación de trenes, el edificio postal, los almacenes y los edificios donde podían alojarse las más de 300 personas que llegaron a trabajar en la mina
Sin embargo, algo previsible pasó. Corría 1925 cuando un geólogo predijo que la extracción de mineral pronto llegaría a su fin aunque 1939 marcaría la fecha final. El hecho de que el cobre estaba prácticamente agotado unido a su bajo precio durante la Gran Depresión hacía que el 10 de Noviembre de ese año saliese el último tren de la estación. Atrás quedaron la ciudad, la mina, el ferrocarril, los edificios y todo el equipo y aún hoy, casi 80 años después, permanecen aislados del mundo en pleno corazón del actual Parque Nacional Wrangell-St. Elias
Con los pelos de punta, aprovechamos que nos queda todavía tiempo para acercarnos al Kennicott Glacier Lodge, un famoso alojamiento entre viajeros con 24 habitaciones (+20 nuevas en el Ala Sur) ubicado en el centro de la histórica ciudad de Kennicott con vistas espectaculares desde su porche del glaciar, el Mount Blackburn y las montañas Chugach
Por supuesto, hemos aprovechado para escribir a las chicas con el pobre WIFI de recepción, comer muy bien -todo sea dicho- (39 USD) y comenzar a ver algo de gente para dejar atrás la tétrica imagen que niebla y soledad hacían de Kennicott un verdadero pueblo fantasma. También hemos abandonado la idea de hacer un vuelo escénico de 50 minutos (o el de 70 minutos), el día no acompaña para eso, ya habíamos disfrutado del mejor en la excursión de avistamiento de osos en Lake Clark y teníamos casi decidido que iba a ser demasiado para el equilibrio de nuestro presupuesto
Visita a la mina abandonada de Kennicott
15'30. Resulta apasionante (a la vez que inquietante) plantarse delante de semejantes instalaciones construidas tan cerca de un glaciar en un lugar remoto del mundo. Lo repito una y otra vez pero es difícil describir esta impresionante obra de comienzos de siglo que tengo delante y a la vez transmitir ese sentimiento de aislamiento
Sorprende el buen estado de conservación del complejo, dentro de lo que cabe, ya que los años no pasan en balde y menos sufriendo los peores inviernos del planeta. Parece ser que en 1960, por fin, la compañía ordenó destruir el poblado tras un tímido intento por reanudar la extracción. Nunca se llegó a hacer y Kennicott pasó de mano en mano hasta que en la actualidad cuando, viendo posibilidades al turismo, se realizan lentos pero eficaces trabajos de restauración
Precisamente esta última foto de los edificios periféricos de la derecha, pasado el edificio de correos y la estación de tren, son de los que mejor se encuentran, correspondiéndose con el primer hospital que albergó una máquina de rayos X en Alaska. No obstante, no hay duda de cuál es ya nuestra vista preferida del pueblo fantasma de Kennicott...
... ese inmenso edificio de color rojo vivo que albergaba la vieja fábrica Kennecott Copper Company (si, con e y no con i, parece ser que debido a un error de Stephen Birch, ingeniero impulsor y presidente de la compañía). Ni más ni menos que ¡14 pisos de altura! siendo la estructura de madera más alta en América
A su parte superior nos dirigimos un reducido grupo de 6 o 7 personas junto a nuestra guía que será la encargada de darnos acceso, seguridad y explicaciones en el interior del mismo mientras comienza contándonos la historia que ya conocemos de esta misma mañana
Digamos, siendo livianos, que el aspecto del acceso a esta vieja fábrica y planta de concentración no transmite excesiva confianza pero si llevan haciendo esta visita varios años, suponemos que estará más que estudiado que aguanta, ¿verdad?
Las vistas desde las alturas son extraordinarias y las que realmente te dan la magnitud de la extracción que en este lugar se llegó a realizar
No obstante, este edificio principal (que se puede considerar el corazón de todo) comenzó a construirse en 1908 pero no fue hasta 10 años después cuando se dio por acabado.
Cascos puestos, vamos descendiendo poco a poco por escaleras de madera nuevas, entablados habilitados y vallas de protección mientras nuestra guía nos explica el funcionamiento de cada elemento
Básicamente el proceso consiste en la trituración y paso a través de diversos tamizados que va eliminando todas las impurezas, acabando en depósitos de amoníaco
La salida inferior tras casi 1 hora y media de visita (en total dura en torno a 2 horas), nos lleva hasta el apeadero de ferrocarril que era el término final para las vagonetas de cobre y desde donde salía el mineral hacia el noroeste. Hoy no me gustaría pasar en esta zona una noche, posiblemente la que transmite mayor inquietud por su silencio.. y sus fantasmas
Talleres, almacenes y la planta de lixiviación, construida en 1916 y utilizada para procesar el cobre de menor calidad de las minas, completan la visita
Aquel 10 de noviembre de 1936 Kennicott quedaba completamente desierta. El último tren dejaba una mina abandonada y un pueblo fantasma. Sin embargo, la historia no estaría completa si no habláramos de los verdaderos cuidadores de esta Alaska profunda, una comunidad indígena, los atabascas, que fue capaz de mantener a los rusos fuera del valle del río Copper y que conocía y veneraba el mineral de cobre desde mucho antes de la llegada del hombre blanco. La compra de Alaska por Estados Unidos y la fiebre del oro cambiaron "el cuento" para, con su avaricia satisfecha, abandonarla a su suerte...
DECISIONES SOBRE LA MARCHA:
Aunque pensábamos que nos llevaría más tiempo (posiblemente es necesaria la jornada entera si haces el trekking al glaciar) finalmente podemos aprovechar la tarde para hacer unas cuantas millas en la ruta. Decidimos intentar alcanzar la Richarson Highway de nuevo rumbo a Paxson hasta donde lleguemos y mañana afrontar otra carretera escénica por excelencia, la Denali Highway
Pegamos una carrera ya que el shuttle de las 15'30 está a punto de salir. Llegamos por los pelos
McCarthy Road en 2 horas y rumbo a Paxson
Como aprovechamos para comer a la 13'00, nos hemos preparado un cafecito y a las 16.10 hemos cogido carretera McCarthy Road dirección Chitina con el objetivo de cerrar el día ya en asfalto y plantear mañana una ruta más productiva. ¿La temible McCarthy Road decíamos ayer? Hoy no hemos parado y las 30-40 MPH nos han puesto en Chitina a las 18.15.. poco más de !2 horas! con una autocaravana de 9 metros y sin hacer locuras.
ITINERARIO Y RESUMEN DEL DÍA:
La McCarthy Road entre Chitina y el centro de visitantes de McCarthy antes del puente ha completado nuestra ruta del día (+Google Maps con todas las paradas detalladas)
Distancia recorrida: 178 millas en autocaravana (tienes toda la info en "Alquiler de autocaravana en Alaska: comparativa y precios" o utiliza directamente el comparador)
Recomendación hotel (para viajeros coche+hotel): Kennicott River Lodge and Hostel
Del resto de la jornada tenemos poco que contar. Lograr mantener el guión es difícil con una historia tan apasionante. Pasado Chitina he cogido yo los mandos de nuevo para llegar a la Richardson Highway aunque esta vez dirección norte. Eran alrededor de las 21.10 cuando el cansancio ha empezado a aparecer y una amplia explanada separada de la carretera a 17 millas apróximadamente de Paxson se nos ha mostrado como un lugar ideal para cenar y caer rendidos. Si aquel tren dejaba atrás Kennicott para siempre, quién sabe si esta autocaravana también lo ha hecho para nosotros. Lo que aún no sabíamos es que la "verdadera Alaska" todavía tenía algún capítulo que contar...
Isaac (con Sele), desde algún lugar de la Richardson Highway (Alaska)
GASTOS DEL DÍA: 100 USD (apróx 90,91 EUR)
Curiosa la historia de Kennicott...y un poco inseguro el aspecto de la fábrica de madera....😬😬😬......Aunque yo tambien me hubiese aventurado a visitarla!!
Jaja, la verdad es que tienes toda la razón, daba un poco de "miedillo" pero... apuf, a mi estos lugares...
quieroooooooooooooooo
Jaj, no se porqué no lo dudaba 😉
Me gusta disfrazarme de Indiana tanto como a ti 😉 (en Armenia hay unos cuantos lugares así, por cierto)
Armenia lleva tiempo en los "a corto plazo". Una cuna como esa no debe pasar desapercibida, jeje. Un abrazote Dani 😛
Jeje, caerá, seguro. Y lo disfrutaréis muchísimo. Avisadme cuando ocurra, así os doy contactillos locales o whatever 😉
Hecho! Ya estás grabado en mi libreta 😛
El invierno en Alaska sobretodo ha de ser muy frío por lo que vivir en estas regiones tiene que se todo un desafío
El invierno de Alaska es muy duro. Salvo que te encapriches con auroras boreales en Fairbanks, nosotros descartaríamos Alaska en esa época 😉
La "verdadera Alaska"!!! Oh yeaaaah!!!! :p
Precioso el pueblecito abandonado (me encanta la fábrica, y me flipa que sea el edificio más alto de américa en madera!). Otra aventuraza más!
Ni lo dudes Javier! Este es de esos días por los que uno ama viajar a lugares perdidos (todavía) del planeta 😉