FLASHBACK: "Septiembre de 2012.Es la primera vez en nuestra vida que regresamos de viajar un mes fuera. Anteriormente habían sido hasta 25 días, pero nunca un mes. Es complicado combinar trabajo y viajes, pero esta vez lo hemos conseguido, y hay una persona de la que siempre recibimos un 'Carpe Diem' cuando emprendemos la siguiente locura. Es Dani, que junto a Isabel están haciendo su vida lejos de su hogar. Son luchadores y llevan la sangre de la abuela chavetas, y muchas veces nos sentimos muy identificados con ellos..."
NOTA IMPORTANTE: Esta guía/diario está pendiente de una revisión ortográfica y semántica importante que haremos en próximas fechas. Fue realizado con el fin de servir como "cartas a la familia". Disculpad mientras si dedicáis unos minutos a su lectura.
La diferencia entre esta foto de la Casa de la Opera en Sydney ...
... y esta otra del mismo icono de la ciudad iluminado ..
... además de la evidente diferencia de perspectiva, son 8 o 9 horas de luz en esta época del año. Horas entre las cuales hace la rutina diaria un 'aussie' en la capital de Nueva Gales del Sur, una población donde ya no tenemos ninguna duda, vendríamos a hacer nuestra vida con los ojos cerrados.
Una vida cuyo nivel es excesivo hoy por hoy para nuestros bolsillos, y que nos ha desbordado un poco los presupuestos en apenas unos días, por lo que hoy comenzamos haciéndonos nuestro propio desayuno (14 AUD) en la cocina del Sydney Harbour YHA donde nos alojamos. También hemos aprovechado para poner una lavadora y una secadora (3 AUD cada una), ya que también hay sala para ello, aprovechando los tiempos libres para escribir un poco en Chavetas, y de organizarnos un poco para afrontar la recta final en Japón.
Como visitantes de Australia, nos ha apasionado especialmente la cultura aborigen que todavía sobrevive, quizás más o menos explotada, pero que bien merece un viaje sólo y exclusivamente a este país. Las galerías de la ciudad permiten disfrutar de este arte basado en historias y temáticas centradas en la tierra y su espiritualidad. Es posible que los objetos más destacados sean sus lanzas, boomerangs, cestas, diferentes herramientas ceremoniales, así como pinturas, esculturas y otras obras, pero la que nos ha gustado, sin duda, es un instrumento músical que además es decorativo llamado didgeridoo.
Un 'aussie' da la espalda al resto del mundo. Mientras en Europa la negatividad crece, especialmente en España, con todo el tema de la crisis de confianza, la prima de riesgo, etc.. y la gran mayoría de países del mundo excepto los emergentes están sumidos en la grave crisis que afrontamos, los australianos abren negocios, siguen su vidas ajenos en gran medida a ello. Se respira optimismo y buen ambiente. La gente corre hasta los días de la semana por las calles de la ciudad, otros hacen spining en los grandes centros en medio de las grandes avenidas, otros pasean...
Otros simplemente toman una cerveza en una terraza de Circulas Quay (8 AUD) mientras ven como las gaviotas han desplazado a las palomas de las plazas, o aparece algún Ibis despistado que pasa a ser el rey del corral.
Si bien es cierto que la barrera del idioma es importante para nosotros, en 36 días con el de hoy de viaje, y más de un mes desde que abandonamos Estados Unidos donde escuchamos las últimas palabras con regularidad en Español, no ha supuesto especial importancia y nos hemos entendido con cierta comodidad. Si ya en los países del Pacífico la amabilidad de la gente ha hecho por entenderse, aquí en Australia nos hemos encontrado un país lleno de optimismo y alegría que nos recuerda a la España de hace 5 o 6 años, donde todo el mundo era feliz.
Además, la eficacia y eficiencia de los autralianos es grande, sus medios de transporte, su atención en los sitios, su rapidez
Un claro ejemplo son sus servicios gratuitos de bus en la ciudad, o la agilidad de sus aeropuertos, donde hemos quedado realmente prendados. Colas inmensas de facturación se despachan con una prontitud que asusta. Eso por no hablar de los controles de equipaje, donde primero no hay 300 personas pidiendote la tarjeta de embarque, segundo no te hacen quitarte ni relojes, ni zapatos, y después hasta te ayudan a colocar las cosas. El embarque no es menos, un avión de 150 pasajeros se llena en 10 minutos, ya que nadie pide pasaporte ni dni, tu tienes tu tarjeta de embarque y ellos y le muestras el codigo de barra y ellos te checkean sin casi detenerte. !!Nos gusta!!
Pero no menos su hosteleria, donde exceptuando determinados sitios turisticos, desde que pides hasta que encuentras tu comida en la mesa (27 AUD), no te ha dado ni tiempo de ir al servicio. !!Estamos fascinados!!. Es posible que los 'Fiji Time' 'Faa samoana' y tiempo de las islas del Pacífico nos hagan ver todo con otra perspectiva, pero no lo creemos.
ORGANIZANDO SOBRE LA MARCHA:
No tenemos novedades. Mañana Brisbane, y pasado Tokyo, si todo va bien y Virgin Australia y Jetstar se portan
El 'aussie' que da la espalda a los tabús y a ciertas reglas preestablecidas en otros países, el que ha cogido lo bueno de cada cultura occidental y lo ha optimizado, el que ha creado ciudades realmente planificadas como Camberra para que sea su capital como vieramos ayer, además es amable y respetuoso. Nos habían hablado mal de los Australianos. !!NOO!! Son realmente encantadores. Esa chica que viene a ti por la calle sin pedirtelo a sacarte una foto, o la que deja su llamada de móvil para ayudarte porque te ve despistado, o todos aquellos que han ayudado a integrarnos en lugares como Tanna (Lynn), Uepi (Kattie, Danielle, David e Ian), Mounu (señores Hood) o Kiribati (señor "embajador")...
Una nueva puesta de sol, la última que veremos, no vuelve a faltar a su cita. No ha faltado ningún día y hoy para despedirnos tampoco lo hará
Nos cruzamos decenas de japoneses por el Puente de la Bahía por el que estamos caminando aunque hoy no por sus alturas como hicieramos el segundo día. forman parte ya de la vida de los australianos. Es posible que junto a Indios (que también hemos visto muchos), Chinos y Coreanos del Sur, sean los que más vienen tanto de turismo, como a estudiar, y Australia los acoge encantados. !!Muchiiisiimos!
Recordamos las vistas que tanto nos gustaron, posiblemente las mejores de la ciudad, y atravesamos a una zona nueva para nosotros, la orilla norte, donde se localizan algunos de los barrios residenciales más concurridos incluyendo Mosman, Kirribilli y Neutral Bay.
Dejamos a un lado el parque de atracciones Luna Park, hoy cerrado, para bajar un centenar de escaleras por las que luego retrocederemos sobre nuestros pasos. El sol ha dejado paso a la luna, en periodo creciente, y sus rayos a las luces de la ciudad que cambian la foto de su portada
El Harbour Bride se ilumina. Desde hace años es el que tiene mejor situación para controlar la ciudad, y sobrevolar a millones de barcos, ferrys, botes, chalanas, veleros y cruceros que atraviesas las aguas que sobrevuela cada año.
Lo mismo que la Opera, cuyas funciones deben ser realmente apasionantes, y que es la encargada de dar la bienvenida a todos aquellos afortunados que vengan por mar
Las vistas desde este lado del antiguo puerto natural de Port Jackson, hoy la bahía de Sydney, posiblemente las últimas que nos faltaban, son posiblemente las mejores que hemos tenido y la tranquilidad que se respira, con apenas alguna otra pareja despistada en este pequeño mirador rodeado de jardines también.
Regresamos sobre nuestros pasos, para dos personas amantes de la gastronomía como nosotros y, a pesar de nuestro apretado presupuesto, no podíamos perder la oportunidad de probar algunas de las delicias locales en algún bonito emplazamiento
Hemos optado por el famoso Waterfront (136 AUD), desde donde se pueden ver los dos iconos, además de disfrutar de una terracita sin tener que pasar frío en este invierno austral (sigue haciendo 7 o 8ºC de noche). El cielo está completamente despejado y, aunque suele ser dificil, se ven estrellas desde la ciudad
Nos acordamos de nuestros amigos Joseba y Margari, que pasaron aquí una nochevieja. Debe ser realmente increible, con todos los fuegos artificiales iluminando la bahía, tal y como vemos todos los días 31 de Diciembre desde España (aunque últimamente no pasamos casi ninguno entre Salzburgo, Praga, etc..) mientras esperamos nuestra propia entrada de año (fotos del Google Imagenes)
Una copa de vino blanco, salmón, cocodrilo y un delicioso canguro (hay más de 35 millones de canguros y solo 21 millones de australianos, !!que nadie se preocupe!!) despiden nuestra última noche ...
.. de una ciudad preciosa, mágica, encantadora, de esas que tardaremos mucho tiempo en olvidar, y como antes no nos había conseguido enamorar otra. Está muy lejos de nuestro hogar pero, ¿quién sabe? quizás sea posible algún día soñar con vivir aquí...
Isaac y Paula, desde Sydney (Australia)
GASTOS DEL DIA: 191 AUD (apr´x 173,64 EUR)