Es curioso ver como cambian las tendencias viajeras mes a mes, año tras año. Nosotros lo detectamos especialmente en las preguntas que nos llegan a los correos de la web o por las redes sociales, y son esos los que nos han orientado a realizar este artículo, coincidiendo con la actual oferta de vuelos a Australia, especialmente a su costa Este y a una de las ciudades con más encanto del mundo, Sidney (o Sydney), que visitáramos en la vuelta al mundo por los Mares del Sur por 6 noches... ¿Qué ver en Sidney si solo tuviéramos 2 días?
Siempre hemos pensado que cada viajero tiene un ritmo, y resulta complejo el poder recomendar ciertas rutas e itinerarios, y aunque Sidney bien se merece sus 3 o 4 días, vamos a intentar proponeros un itinerario adaptado a los viajeros que cojan alguna oferta de vuelos Australia y quieran aprovechar hasta la última hora del día.
- ITINERARIO DÍA 1, El Sidney de los iconos
- ITINERARIO DÍA 2, Disfrutando de un emplazamiento privilegiado
ITINERARIO DÍA 1, El Sidney de los iconos
Sidney es una ciudad de iconos. ¿Quién no reconoce el edificio de la Ópera o su Puente de la Bahía? Observar el escenario que cobija una ciudad símbolo del mundo, a la altura de las Nueva York, Tokyo, París o Londres, es un auténtico privilegio desde el Barrio de The Rocks, el primer asentamiento colonial de la ciudad y que hoy se reconoce por sus laberintos de callejuelas en diferentes niveles y sus casas de ladrillo rojo.
¿Qué os parece poder desayunar en alguna de sus múltiples cafeterías y/o restaurantes de este barrio con estas vistas?
Desde aquí hasta Circular Quay se llega casi sin querer. Estamos en el centro de vida social, gastronómico y neurálgico de la ciudad, desde donde gracias a sus buenas comunicaciones de transporte (autobús, ferrys, ..) podemos ponernos en cualquier punto de la ciudad en apenas unos minutos. Por supuesto, también es el paseo que alberga algunas de las mejores vistas del Harbour Bridge o de la Ópera, verdaderos iconos de la ciudad
Para los más apasionados a este tipo de edificaciones, existe la posibilidad de visitarla por dentro en forma de tour, sin duda un gran atractivo para una construcción Patromonio de la Humanidad
Los Jardines Botánicos Reales, gratuitos y abiertos todos los días, sirve de pulmón a la ciudad y de recinto para el activo deportista australiano. Sus pintorescas esculturas, sus parques y sus fuentes, contrastan con los grandes rascacielos del Distrito Finaciero de fondo.
Una extraña ave abunda en la ciudad y puede verse más que nunca en estos jardines. Su alargado pico y aspecto desafiante, el Ibis es un habitual habitante de la capital de Nueva Gales del Sur y ciudad más poblada de Australia.
Los amantes de lo cultural están de suerte en esta parte de la ciudad ya que una fila de edificios históricos se nos presentan de forma ordenada (y de la que podéis saber más en nuestro diario de viaje). Biblioteca del Estado, Casa de Parlamento, Hospital de Sidney con su famosa estatua del jabalí, The Mint o Barracks Museum son la antesala de una preciosa catedral de estilo gótica datada de 1868 que imita las más importantes medievales europeas, la Catedral de Saint Mary of the Cross
Estamos en Hyde Park, el más grande de la ciudad y que alberga la figura del Capitan Cook, todo tipo de plantas autóctonas o el memorial de las victimas de la guerra Anzac, aunque nuestra ruta hace que los altos rascacielos de este área nos deje ver menos el cielo.
La gran avenida George Street, Autralia Square, y tiendas y plazas de estilo colonial con múltiples memoriales, homenajean a aquellos que dieron vida a que el sueño australiano fuese realidad hoy por hoy
Iconos, parques, cultura... ¿qué puede faltar a una ruta perfecta? !!Un mercadillo!! Este se llama aquí Paddys Market, toda una institución en Sidney donde los 250 puestecillos más antiguos de la ciudad ofrecen artículos a veces inimaginables, ¿verdad Paula?
Apenas a unos metros, también podemos pasar a visitar el Chinatown de la ciudad, una calle sin demasiado encanto, pero que se encuentra en frente de la parada de un monorail orientado al turista que, además de proporcionar un paseo agradable en altura a través de las calles de la ciudad, tiene parada en Darling Harbour.
Si el paseo ha ido bien, llegaremos a este enorme centro comercial al aire libre a la hora de comer. Decenas de lugares de entretenimiento, bares, cafeterías, tiendas y restaurantes, a cual más apetitoso, hacen de este lugar un verdadero lugar de encuentro para ciudadanos y visitantes, lejos del astillero que fue en los años 80 y cuya transformación se antoja profunda.
Un zoo, un museo de cero de Madame Tussauds y uno de los acuarios considerados como de los mejores del mundo por variedad de especies y acondicionamiento, nos permiten disfrutar de una tarde de lo más atractiva.
A estas alturas de día, es muy posible que nos hayamos preguntado varias veces que es esa torre alta que hemos dejado de lado hasta estos momentos. Se trata de de la Sky Tower, uno de los edificios más altos de la ciudad y segundo más alto de Australia con 305 m, desde donde se puede observar una panorámica de 360º de las mejores vistas de la ciudad.
Se puede acceder a lo largo de todo el día, pero es quizás el atardecer, cuando el sol se pone por el horizonte y la ciudad comienza a iluminarse, cuando podemos obtener instantáneas realmente preciosas.
Para los más atrevidos, o los que todavía tengan energías, tras una cena de regreso por el área de The Rocks, o Circular Quay, las zonas de ocio nocturno de Sidney se pueden encontrar tanto en King Cross, de nuevas tendencias más modernas, o en el propio barrio donde comenzamos por la mañana. ¿Nos vamos de fiesta?
ITINERARIO DÍA 2, Disfrutando de un emplazamiento privilegiado
Si la resaca nocturna nos lo permite, no debemos olvidar que Sidney está enclavada en un emplazamiento privilegiado, cuya bahía alberga además lugares que seguramente a todos nos suenan como Manley o Watson Bay. Con ellos comenzaremos la jornada.
Manley, junto con Bondi, es una de las playas más importantes de Sidney y un pueblo con encanto en toda época del año. La arena fina y blanca de sus playas, su gran variedad de tiendas y restaurantes, sus paseos y mercadillos callejeros de artesanía y decoración, son sus principales reclamos.
Watson Bay respira, sin embargo, de un aire diferente. Se trata del pueblecito más antiguo de la bahía desde 1788, al que se accede por un pequeño embarcadero, y donde en su otra vertiente una vez atravesado el Robertson Park, encontramos Gap Bluf, una paisaje realmente amenazante de enfilados acantilados que caen verticales hacia el océano.
Ambos destinos, o cualquier otro de esta privilegiada bahía, nos hará disfrutar de una mañana más que apetecible. Incluso podemos plantearnos comer en algún establecimiento en la zona del embarcadero principal, donde años de historia y los mejores productos del mar no faltan.
Pero este paseo no acaba aquí. Regresar al puerto protegido de Sidney dando la bienvenida a su fotogénico Skyline, es algo que un viajero que se precie no debería perderse.
La maravillosa Ópera de Sidney, o el caos organizado de Circular Bay, sirven de punto final cuyo telón de fondo pone el Puente sobre la Bahía, el cual no faltará en nuestra cita de dos días.
Y es que si la propuesta de atardecer de ayer la hacíamos desde el panorámico de la Sky Tower, hoy os llevamos a una experiencia realmente única. ¿Por qué no disfrutarlo desde la cima del propio arco del Harbour Bridge?
Esta experiencia es posible gracias al Bridge Climb, donde por grupos organizados y con arneses preparados, nos elevamos hasta los 134 metros que nos da el arco para obtener las mejores vistas de la ciudad mientras anochece (y de la que podéis saber más en el día correspondiente del diario de viaje)
¿Y para la noche? ¿Todavía queda algo que hacer? Sidney es una de las ciudades que más nos han gustado en nuestros viajes (de hecho, siempre que hablamos de irnos a trabajar fuera sale el coger un vuelo a Australia y plantarnos en esta ciudad) y si no hay espectáculo nocturno de fuegos artificiales en el Darling Harbour...
.. te puedes plantear cruzar los 1.149 metros de un puente que alberga 8 carriles para automóviles, 2 líneas de ferrocarriles y una ciclovía, para obtener unas de las mejores instantáneas desde otro punto de vista diferente.
Aunque Sidney es mucho más, son museos y galerías, es su zoológico, son sus excursiones en crucero o la visita a las cercanas Blue Montains, por lo que si puedes reservarte algún día más, no tengas la menor duda.
¿Te has decidido ya? ¿Y tú cuando vienes a visitar una de las ciudades con más encanto del mundo?
Isaac y Paula, desde Sidney (Australia)