FLASHBACK: "22 DE JULIO DE 2009. 31 añitos. Me observo de reojo en el espejo y no me veo tan mal. Es más, creo que estoy en uno de los mejores momentos de mi vida. Miro hacia atrás y recuerdo todas las ilusiones con las que afrontaba los 18 años. Comenzaba la vida universitaria, muchisimos sueños... viajar, encontrar una pareja con la que ser feliz, conservar buenisimos amigos, conocer nueva gente, vivir nuevas experiencias... Han pasado muchos años desde entonces, y lo cierto es que no me arrepiento de nada. He viajado por multitud de lugares (y más que quedan), tengo un trabajo que no me puedo quejar, tengo unos amigos increibles y he conocido muchiiiiiiiiiiiiiiisima gente en este tiempo. ¿Entonces por qué no estoy completo? ¿que me falta?"
Las 8 de la mañana. Hoy mi despertador es único, las olas rompiendo a excasos metros de mi (le gustaría mucho a una que yo me se, y no otro que pita que no calla).
Me siento un rato a escribir (SIGO SIN PODER QUITARME EL DÍA DE AYER DE LA CABEZA, TE RECOMIENDO LEERLO SI NO LO HAS HECHO ANTES DE SEGUIR CON ESTE), pero María ya está en pié y me da la primera conversación de la mañana mientras me sirve un café y unas tostadas. Al poco rato se levantan Julia y su padre Jorge, su mujer y Virginia, una amiga argentina. El "cuarteto calavera" duerme (y creo que irá para largo). Yo tengo una ligera resaca del grapamiel de marras...
Me entero que Jorge, el padre de Julia, es el dueño del Red Hostel (ARTICULO COMPLETO SOBRE EL ALOJAMIENTO AQUI), en el que estuve alojado el día 3 en Montevideo (¿casualidades de la vida o la magía de Cabo Polonio? jajaj). Julia es una niña muy fotogénica... y esta enamorada de Lobo, el nombre del perro de Alfredo.
Hoy es día de elecciones en Uruguay (según escribo esto ya se sabe que ha ganado la izquierda, Mujica, como todos esperaban). Realmente es una segunda vuelta, ya que en la primera no han sido capaces de superar el 50% ni unos ni otros. Aún así siempre se oyen quejas de todo tipo (en política todo vale, jeje, y es un tema de conversación que no me motiva demasiado). Uruguay es un pais sencillo y muy democrata, que al contrario que Argentina, ha apostado por dejar a un lado los horrores y las muertes de las dictaduras del pasado. Las elecciones han dejado el pueblo muy vacio, ya que la gente tiene que salir a votar fuera.
La conversación luego torna a que "otros" están peor y Jorge y Virginia se ensarzan al hablar de Cuba (ver viaje Cuba 2008).
Llega la hora de abandonar Cabo Polonio, pero no podré olvidar el mágico día que disfrute ayer en este lugar. VOLVERÉ, lo se.
Enrique me está esperando para continuar nuestro trayecto hacia Punta del Diablo. No tardamos mucho, ya que está apenas a 45 minutos.
El día se torna en gris, como si se hubiera quedado el buen tiempo en el Cabo. Supongo que eso y que mi cabeza sigue en otro lado (quizás tendría que haberme quedado otro día más y dejar de avanzar) hace que no le saque todo el partido a este lugar.
Punta del Diablo es un pintoresco pueblecito que da al mar abierto, con rompientes en rocas realmente impresionantes y unas buenas playas, aunque algo peligrosas.
Es muy bohemio aunque el turismo ya ha pasado por aquí haciendo de las suyas, y se empieza a ver carteles de alquileres para temporada, negocios cada vez mayores y edificaciones en casi todos los lados. No obstante, es un lugar agradable y relajante para pasar el resto de la mañana.
Las casas, como ayer, parecen sacadas del pasado, como si el tiempo se hubiese detenido también en este pueblo. Casitas rústicas de madera, con carteles indicando sus funciones.
Aún con todo, el mayor atractivo de Punta del Diablo es su pesca, y con ella sus grandes tiburones. Estamos en una zona del Atlántica propicia para su captura y lo marco como mi próximo objetivo. Tras una vuelta por el pueblo, me decido a entrar en el Restaurante Malecón, también muy "enxebre".
Averiguad el plato del día... !! TIBURÓN AZOTADOR A LA PARRILLA !! Vamos allá. Unas croquetas de Siri, unos buñuelos de algas, una Clericó (ensalada de frutas con mucho vino y soda, una especie de sangría a la uruguaya, que quería probar) y el plato estrella (todo ello y un helado, 675 UYU incluida propina). Lo cierto, es que para un no muy "pescadero" (soy carnivoro por excelencia), he de reconocer que llevo dos días comiendo de lujo, entre el lenguado de ayer y el tiburón de hoy (muy parecido en sabor al emperador).
Es curioso ver como actuamos personas de distintos paises. Cuando entro soy el primer cliente del día y me atienden de manera excepcional. Con todo el tiempo del mundo, observo ir entrando clientes. Primero unos argentinos que saludan cordialmente y se pasan todo el rato a su bola, sin nisiquiera cruzar una mirada. Posteriormente entran unos franceses que también saludan efusivamente, el hombre con la tipica barba viajera. La mujer lo observa todo. Me cruzo multiples miradas. Posteriormente entran unos alemanes y unos brasileños, ninguno saluda. Ninguno observa. La brasileña es "muy mona" pero aún así solo la pareja de franceses observa y observa. Los alemanes no callan. Los brasileños no hablan. El camarero se satura con tanta gente y el servicio empieza a ser deficiente. Desde mi esquina, acabando mi Clericó, pienso que no hace falta ir a ningún lugar del mundo para reunir la fauna más variopinta que podemos observar, el propio ser humano.
En fin, después de esta rayada que hace "la soledad del viajero", me doy un último paseo por la playa antes de ...
... tomar rumbo junto a Enrique hacía mi destino del día, donde pasaré un par de noches y utilizaré de base para lavar y organizar un poco mis cosas, Punta del Este. El trayecto dura unas 2 horas y media.
Y aquí estoy, recien llegado al Hotel Remanso (ARTICULO COMPLETO SOBRE EL ALOJAMIENTO AQUI). No quiero ser pesimista respecto a este nuevo destino pero me da mala espina. Tras entrar en el Uruguay menos explotado, me ha dado la impresión de ser una especie de "Varadero" a lo uruguayo, pero no quiero hablar antes de tiempo, ya que mañana será otro día. Lo que si he hecho es cenar algo en una parrilla cercana antes de ponerme un ratillo aquí en el ordenador. Y como no, quería probar la famosa PARRILLADA URUGUAYA (que contiene chorizo, chinchulines -intestino delgado- y mollejas). Supongo que es "desagradable" a quien no le gusten estas visceras, pero yo soy un amante de los sesitos, criadilla, mollejas... Eso si, los chinchulines no me han gustado nada.. No ha sido caro, unos 510 UYU
Bueno amigos, lectores y demás, hasta aquí el día de hoy. Familia, como he hablado por el MSN con "la mami" hace un rato se que estais bien y que ya anda la Abuela Vale por ahí, así que cuidaros mucho, que yo lo haré por aquí también. Cia, y tú también eh, jeje. Un abrazo muy fuerte
Isaac, foto de Punta del Diablo pero ya en Punta del Este (Uruguay)
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