El Parque Nacional Queen Elisabeth

Compartimos un ancestro común con ellos. Fue hace 7 millones de años cuando seres humanos y chimpancés decidimos tomar rumbos diferentes aunque aún hoy las similitudes son asombrosas. Incluso un reciente estudio comparó 14.000 genes de ambos y la sorpresa fue que fueron los genes de los chimpancés los que habían evolucionado más. No nos extraña, a veces parece que el hombre desevoluciona, destruye, ... Hoy llegaremos al Parque Nacional Queen Elisabeth, uno de los parques más importantes de toda África en cuanto a aves se refiere.

Nos ha tocado madrugar. Kibale Forest es un encantador parque lleno de lagos, pantanos y praderas. Parece sacado de una de esas películas de aventuras de exploradores perdidos en la jungla. Casi el 80% del parque se encuentra cubierto por bosque de hoja perenne. Pero Kibale Forest es sobre todo famoso por ser la selva tropical que contiene más concentración de primates en el mundo, desde guerezas, papiones oliva, mangabeys de mejilla gris, potos, galagos de Demidoff y cercopitecos de cola roja. ¿Os suenan? A nosotros no hasta hoy. Pero lo que realmente veníamos buscando es por una de la posibilidades que brinda el bosque, el rastreo de una de las especies en extinción del mundo y más queridas por muchos, los chimpancés (aquí viven unos 500 ejemplares)

Juve y Paula no han dormido demasiado por los continuos ruidos de los animales del extenso bosque que nos rodea, incluso intentando entrar en las habitaciones rasgado la puerta. En la habitación de Juve y Ruth han entrado, creemos que ratones, y se han comido algo de comida que quedó en la mesa del día anterior. Isaac y Paula se han despertados sorprendidos por el escandalo que se oia fuera que han resultado ser monos de cola roja subidos a los arboles próximos. Estando en medio de la naturaleza esto es lo más normal que le puede pasar a uno. Las habitaciones estan muy integradas en el medio. Habría que quedarse al menos una semana para poder disfrutarlo en su explendor. Eso si, algunas comodidades basicas han hecho que Paula buscase el cobijo de la cabaña con agua caliente para su ducha matutina. A Isaac parece que la ducha fria para el "lavado portugués" le ha llegado. La caldera aquí se calienta con leña y ese día olvidaron encenderla.

Otro animalito que nos da los buenos días es una araña del tamaño de un puño, que por supuesto, dedicamos a Feli al que le habría encantado.

Antes de empezar con la ruta por el bosque, rellenamos la documentación que nos exigen y nos dan unos consejos para la marcha como no fumar, cuidarse de las hormigas, no hablar en voz alta, intentar ir en fila india, apagar los moviles y permanecer en grupo. En nuestra aventura de hoy nos acompaña Ronald que será nuestro rastreador, una pareja de italianos y una Ranger armada que se encargaría de intentar ahuyentar a los elefantes si estos apareciesen en nuestro camino (y parece que pueden pegar algún buen susto)

El bosque de ficus es tan denso que a penas podemos ver claramente mas alla de unos 20 metros y la niebla con la que partimos al principio del día hasta le da un toque mágico. A cada paso que damos nos sorprendemos por los inmensos árboles cubiertos de musgo, retorcidas lianas, y la frondosa vegetación que hace un poco arduo el camino, aún así nos sentimos inmersos en una jungla propia de una historia de Tarzán.

A medida que avanzamos cada vez ponemos mas atención a las copas de los arboles intentando ver alguna figura reconocida, a lo lejos del bosque se oyen ruidos de lo que podrian ser varios chimpances enfadados. Derrepente una sombra pasa velozmente en nuestro camino. Roland gira la cabeza y retrocede por los pasos ya andados. Llevamos casi 40 minutos de camino.

Casi por intuición, aparece la primera silueta claramente definida en la copa de un arbol. !! Es el primer Chimpance !!

Un cuerpo recubierto de un pelo liso, de color tirando a negro, no demasiado vello, y con ese hocico tan peculiar, se divisa allá a lo alto que casi hay que dejarse el cuello para verlo

Nuestros ojos dificilmente alcanzan a ver los chimpances que disfrutan de su desayuno encaramados en las copas de los arboles pero aún así cada vez que somos capaces de distinguirlos o percibimos movimientos allá arriba. nuestro corazón se acelera y sentimos una emoción indescriptible.

De pronto Ronald recibe una llamada por radio y nos dice que tenemos que desplazarnos a otra zona, donde parece que han visto chimpances comiendo a ras de suelo, así que inmediatamente nos ponemos en marcha a través de la jungla rápidos como flechas. Resulta increible como esta gente es capaz de orientarse ya que cada árbol, que a nosotros nos parecería exactamente igual que el anterior, a ellos les sirve de señal para reconocer los caminos.

Llegamos a una zona donde encontramos a otro grupo reunido mirando hacia arriba. Intentamos en silencio distinguir algo entre la maleza, y de pronto, a unos escasos metros vemos un chimpance agarrado al tronco de un árbol que nos mira y chilla como protestando por interrumpir el desayuno de su familia. En cuestión de segundos se pierde en lo alto. Buscamos la posición adecuada para finalmente conseguir distinguir tres o cuatro miembros de la familia, e incluso conseguimos sacar alguna foto más decente, aunque esto resulta francamente dificil por lo alto que se encuentran y la frondosa vegetación, digamos que de unas 100 fotos pocas conseguimos salvar.....

Los chimpacés son una especie en extinción y en Uganda hay casi 5000, pero lo más increible de todo es que tienen un comportamiento y una vida social no tan distinta a la del ser humano, reuniendose en grupos más numerosos cuando tienen ganas de jugar, aunque sin vivienda fija.

Posiblemente este treking, que duró casi !! 4 horas !!, no sea la forma más clara de verlos, pero desde luego si que es la experiencia más gratificante, virgen y auténtica que hemos tenido en plena naturaleza, lejos de otros edulcorados escenarios. Y por supuesto, lo más importante es que lo que parecía imposible .. !! lo hemos logrado !! y no es tarea fácil ya que hubo grupos que vinieron con nosotros que no consiguieron verlos. Gracias también a nuestro ranger que creemos que iba echando miguitas de pan como Pulgarcito para saber como salir de esa inmensidad que es la jungla de Kibale y gracias también a "nuestra vigilanta" que con rifle en mano iba protegiendo al grupo

Como si la naturaleza también conociese nuestro desenlace, tras una noche de lluvia intensa y una primera hora de "chimpances en la niebla", el cielo ha abierto completamente y nos muestra un sol atravesando los pocos espacios que dejan las copas.

Y si por si fuera poco el conocer Kibale como el mundo de "los primates" (con más de 12 especies de monos como comentabamos ayer), lo que es un verdadero espectaculo es ver decenas, incluso nos atreveríamos a decir que cientos de mariposas revolotando a nuestro alrededor. Son escenas para esa gran botella de recuerdos que nos llevamos. Incluso parecen que nos siguen, acompañándonos con sus mútiples colores (azules, verdes, rojas, blancas -no podían faltar-) y dibujos (de rayas, franjas, cuadros, puntos) en nuestro viaje. ¿Por qué será? Nosotros sí lo sabemos.

Abandonamos el Primate Lodge, tras comer (bebidas 5500 UGX) y hacer el checkout (5000 UGX), una experiencia que recomendaríamos siempre, y seguimos en nuestra ruta al sur del país.

De lo que nunca podremos dejar de hablar es de su gente, sus niños, su "How are you? How areeee youuu?" emocionados, de la forma de vida que les ha tocado vivir, como por un simple caramelo te regalan la mejor de sus sonrisas, y ahí está Juve para recibirlas, dando caramelos a todos cuántos puede, y Paula entregando una camiseta a una madre en un gesto que emociona a ambas. Son escenas tiernas, mucho más que cualquier animal que podamos contemplar en este mundo y de los que tenemos mucho que aprender.

En nuestro camino seguimos viendo el paisaje del que se compone Uganda, uno de los más bonitos que hemos visto en cualquier viaje, nuevas inmensas plantaciones de plátanos u otras cosechas o lagos escondidos (más de 30 pequeños lagos) que hacen de este país un lugar con el que agotar calificativos

Ayer hablabamos de las vacas Ankole, procedentes del antiguo reino de Ankole. Hoy nos hemos parado a verlas. Realmente meten miedo y, aunque son mansas, alguna se ha mostrado ciertamente desafiante. Esos cuernos no tienen nada que envidiar los de algún Big Five

Al igual que hicieramos en Kenia, esta vez también de Norte a Sur, volvemos a parar en el Ecuador. Aquí en Uganda no hay nadie que te explique el efecto coriolis ni saque ningun barreño para explicarte algún otro cientifico italiano loco. Un cartel indica ese paso y una foto también queda para el recuerdo. Juve, Isaac... mucho habeis aprendido de esos chimpacés, ¿no? Siiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Sin llegar a las 2 horas y media, acometemos la siguiente parada. Estamos entrando en el Queen Elizabeth N.P., en la base de las enormes montañas de Rwenzori (la tercera más alta de África tras el Kilimanjaro y el Mt. Kenya), adyacentes al Lago Edward y al Lago George. Aunque mañana lo recorreremos, en esta ocasión nos reciben una curiosa ave martillo y un desafiante búfalo lejos de ninguna manada.

Nuestro destino está en una pequeña península en el punto en el que el Canal Kazinga que une los lagos anteriores, se funde con el Lago Eduard, en uno de los Lodges más chulos que hemos encontrado (vamos dando una de cal y una de arena en alojamientos, hoy toca lavar algo). Además, hoy vamos a pegarnos un pequeño capricho, ya que hay un pequeño Spa. Masaje Quick Fix (o también llamado MASAJE TORTURA por 25 USD por persona ... la próxima vez uno aromático, por favor)

Aunque nuestras habitaciones tienen terraza, cualquier punto del hotel es un lujo para observar unas vistas magnificas del canal, de los hipopotamos, cocodrilos, elefantes o búfalos en la otra orilla, o escuchar los sonidos que nos brinda la naturaleza, siempre acompañados de una diversidad de aves INACABABLE e incluso algún otro simpático animalito

Mientras las chicas acaban sus sesión de "tortura", Juve e Isaac nos pegamos un bañito. La piscina no sólo es más que apetecible, sino que también te permite disfrutar del panorama

La noche comienza a caer y con ella aparecen los mosquitos (el lugar donde más hemos encontrado, hay verdaderos batallones), aunque aquí hemos encontrado un partícular aliado, o más bien varios. !! Son murcielagos !! Y se pegan buenos tortazos contra cristales y paredes comiéndoselos. Mientras nosotros acabamos de cenar (6750 UGX por pareja bebidas)

Pero las aventuras no acaban aquí, mañana habrá muchas más... ¿os hemos contado la del elefante que corría tras nosotros hasta que nos cazó? ¿Que como estamos escribiendo? Esto... ejem.... mejor verlo vosotros mismos, jajaja

En fin, esas para Fito, jajaja. Un abrazo muy fuerte a todos, desde uno de los parajes más bonitos de todo el viaje. Y como siempre, estamos !! DE 10 !!

Juve, Ruth, Paula e Isaac, desde el Queen Elizabeth N.P. (Uganda)

GASTOS DEL DÍA: 50 USD (apróx 35.71 EUR) y 17.250 UGX (apróx 4.46 EUR)