Los Gorilas de Montaña de Uganda

Hay experiencias únicas en la vida que jamás se podrán olvidar. Encontrarse cara a cara con alguno de los apenas 800 Gorilas de Montaña que quedan en el mundo es una sensación tan difícil de expresar como verdaderamente emocional. Es un privilegio. Es un regalo. Hoy es de esos días para marcar en un calendario y nunca olvidar. 22 de Agosto de 2011, el día de nuestro encuentro con los Gorilas de Montaña ...

Han pasado 6 meses desde que logramos tramitar los permisos. 6 meses en los que hemos soñado más de una vez como sería este momento. Hemos visto fotos, vídeos, hemos hablado, resoñado y vuelto a imaginar. Quizás todo ello hace que hoy hayamos dormido bien. Es posible que también el cansancio acumulado (especialmente Paula e Isaac) influyera.

Desayunamos y no más tarde de las 7'40 estábamos en el centro de trekiing de Gorilas de Ruhija. Allí una decena de porteadores esperan su oportunidad de sacarse unos durillos

Una extraña sensación de emoción nos invade cuando nuestra rastreadora se nos presenta. Un chica de pelo rapado, con una sonrisa y voz templada, nos sienta en una especie de cabaña y comienza a explicarnos POR ENÉSIMA VEZ las reglas. No acercarnos más de 7 metros (¿cuantos serán esos?), no tener ninguna enfermedad contagiable, no hacer ruido, permanecer juntos, seguir las instrucciones siempre de los rángers,...

Vamos a visitar la familia Bitukura, una familia que tenía 14 miembros pero de los que cuatro habían hecho su propia vida recientemente. Ndahura es el espalda plateada que pone su respeto y Betina y Betina Baby sus principales hembra y reciente hija. Luego hay varios machos jovenes más y otro espalda plateada viejo, al que se le permite permanecer en el grupo por su edad.

El equipo final que vamos en su búsqueda está formado por la rastreadora, un ránger armado, 6 porteadores (2 de ellos nuestros a razón de 20 USD aunque piden 15 USD -nos dan mucha pena-), 4 "Bradys" (se parecen a los de la tribu favorita de los americanos en los 70, jaja) y nosotros.. Inicialmente nos iban a asignar un porteador que apenas superaba los 18 años pero aparentaba 14. Finalmente nos lo cambiaron pero Paula emocionada y apenada le da 10.000 UGX que le agradece enternecido.

La expedición comienza desde allí mismo aunque otros grupos rastreando otras familias tendrán que ir en coche hasta 25 km para iniciar su partida. Las horas que estaremos es una incógnita, dicen que puede ser desde 1 hora hasta las 12 que ha estado algún grupo. Y, una cosa en la que la rastreadora ha puesto especial énfasis, es que se trata de una aventura MUY DURA, que la forma física depende de nosotros y que aquellos que no aguanten el ritmo esperaran a que vengan a buscarlos y no se les devolverá el dinero, ya que el "jogging personal" es tema de cada uno y se sabe antes de contratar esta experiencia.

Tras unos primeros 30 minutos en el que todavía se intuye una especie de camino, nos comenzamos a adentrar en la frondosa vegetación que oculta el Bwindi Impenetrable N.P.

"!! Ehhhhhhhh !! Ehhhhhhhhh !! Esperad!" ¿Quién llama? !Andaaaaaaaaa!! Es Norman!! Nuestro guía que ha .. digamos... hecho una pequeña negociación con el jefe de los rángers y ha logrado colarse en el grupo. Él tampoco ha visto nunca gorilas y esta va a ser su oportunidad. La rastreadora se muestra extrañada y hace una llamada al centro. Parece que dice algo que le convence y asiente. Seguimos adelante....

Gertru se llama nuestra cabecilla. Está en comunicación por talkie en todo mometno con los otros rastreadores que han salido a las 4 a las mañana para localizar nuestra familia. En un momento dado a lo largo de la caminata Gertru sonrie y nos da la noticia. !!Ya tienen localizada a los Bitukura!!

Los bastones de ramas de árboles que nos han proporcionado toman importancia en esta parte del trayecto. !!UNA BAJADA CON UNA PENDIENTE DE MÁS DE 45º!! en la que más de un resbalón, alguna postura "matrix" y algún trasero al suelo, nos demuestra que esto no es para cualquiera. Vemos algún toraco y también atravesamos zonas en donde Gertru nos recomienda correr. ¿Correr? Pero si no podemos con los ... Resulta que hay zonas de muchas "hormigas safari". Mejor que se nos salga el corazón, que nos coman vivos...

Tras casi 2 horas intuimos los primeros rastros... la cama y restos de lo que fue la estancia de alguno de los gorilas

Una de las sensaciones más increíbles que nunca olvidaremos es la escuchar a lo lejos los bramidos y chillidos de dos gorilas. Es un sonido sacado de las mejores películas de aventuras. Norman nos explica que parece que hay un miembro que quiere aparearse y está muy excitado en estos momentos.

El camino se complica. Ahora además está lleno de barro y lodo. Pisamos como podemos entre las ramas y los arbustos. Estamos al final de una profunda ladera. No queremos ni pensar en el regreso o nisiquiera nos lo planteamos, un objetivo nos tiene obsesionados. Ya están casi ahí. Y por fin nos reunimos con los otros rastreadores. Están a menos de 200 metros de nosotros.

Los porteadores se quedan aquí. No comida, no bebida, no bastones. Sólo cámaras de fotos y nuestros ojos.

Los rastreadores abren camino a machetazo. Metemos los pies en el barro hasta los talones. Gertru colabora con su pequeña hoz. Los mosquitos en esta parte nos comen vivos. Está lleno. A Ruth le pican dos avispas a pesar de que vamos cubiertos de relec.

!!ESTÁN AQUÍ!! !!ESTÁN AQUÍ!! En completo silencio, casi sin respirar, intuimos la primera mano. Es un brazo que triplica el de una persona... allí tranquilo, comiendo

Entre las malezas los comenzamos a divisar. De momento ni rastro del espalda plateada, líder de la familia. Lo que si observamos es un viejo gorila de un tamaño que mete miedo, un poco desplazado del resto.

Subida ligeramente a un árbol divisamos a Betina, una joven gorila con una cara de ternura que dan ganas achucharla.

En un momento, "la tribu de los Brady" siguen a los rastreadores y nos quedamos un poco atrás con Gertru. Vamos a acercarnos un poco al viejo espalda plateada. Abriéndonos camino llegamos a menos de 5 metros. Gertru se queda paralizada y nos deja hacer unas fotos, consciente de que estamos algo más cerca de lo que deberíamos.

Tenemos ganas de llorar, es un encuentro que jamás olvidaremos. El viejo gorila se levanta y en posición casi erguida nos observa. Gertru nos dice que apartemos la mirada. Parece que quiere cruzar y le estamos interrumpiendo el paso. !!QUE VIENE!! !!QUE VIENE!! "Acojonados" (no sabemos que definición mejor podría encajar aquí), poco a poco nos retiramos hacia atrás y el gorila toma su camino. Puf! Impresiona!

Volvemos por nuestros pasos y seguimos al resto del grupo, están observando al espalda plateada que en ningún momento nos vuelve a mirar. Hace su vida ignorándonos. Los rastreadores emiten un pequeño bramido al que parece que contestan, intentando que de la vuelta. Allá va, atrás de los arbustos donde le espera Betina.

Otro gorila más joven se encuentra sentado comodamente en medio de una zona de menos vegetación. Parece como si estuviera meditando sobre algo muy profundo porque de allí no se mueve, aunque éste si responde a los bramidos que esta vez emite Norman.

Se cree que sólo quedan unos 786 Gorilas de Montaña en todo el planeta y eso gracias a una leve recuperación iniciada por Dian Fossey en una labor que le costó hasta la vida (¿quién no ha visto Gorilas en la Niebla?). Es más, estos menos de 800 gorilas se encuentran sólo y exclusivamente en esta parte del planeta, en las montañas Virunga en los parques de Mgahinga (Uganda), de los Volcanoes (Rwanda) y el del mismo nombre, Virunga (R.D. Congo) y en Bwindi Impenetrable N.P. donde nos encontramos. ¿Paula, vamos a su encuentro?

Las principales causas que los amenazan son la deforestación, los cultivos de palma de aceite, la caza furtiva, la militarización de la selva, la corrupción y las minas de coltán. ¿En alguna tiene que ver el hombre? Si es que ...

El ADN de un Gorila es 97-98% como un ser humano, y tras el chimpance que viéramos hace unos días, es el animal más cercano al hombre. Su pelo es largo y oscuro, lo que le permite vivir a grandes altitudes y adaptarse

"Quedan 16 minutos" ¿Cómo? ¿Ya? Habíamos leído que la 1 hora que te permiten en esta espectacular experiencia se pasa volando y así es. Gertru intenta llevarnos a ver a Betina, la pequeña que nació recientemente, lo más cerca posible. No se atreven demasiado pues descansa con el espalda plateada y su madre detrás de una vegetación muy espesa. Casi apenas la intuimos

El tiempo se agota. !!No queremos irnos!! !!No queremos!!

El regreso es de lo más duros que hemos afrontado en un viaje, posiblemente no tanto como aquella subida al Hyana Picchu que era ciertamente peligrosa pero cada poco el "stop to take a breath" de Gertru nos permite oxigenar y rápido nuestros porteadores se ponen delante de nosotros para ofrecernos agua (nos vaciamos las 8 botellas de medio litro que llevamos), como si para ellos no llegase el cansancio.

Gertru apenas suda. Ríe y habla continuamente. Ella lo hace todos los días. Menuda forma debe tener.

Tras la subida más empinada, Gertru encuentra un lugar que le gusta para comer el pequeño picnic que nos hemos traído. Nos viene fenomenal.

5.80 km de subidas y bajadas por en medio de la selva después y casi agotadoras 6 horas divisamos el cartel del centro donde iniciamos la expedición. Posiblemente uno de esos momentos en que se para el tiempo y sabes que viajar es algo más que conocer lugares y gente. De esos recuerdos que siempre quedarán en nuestra retina. Hasta nos reciben unos curiosos "blue monkeys" cerca del complejo a los que apenas hacemos caso (¿Quién quiere ver monos azules ahora?)

Tras esto, comentar algo de lo que hicimos por la tarde/noche puede resultar carente de sentido. Ni siquiera esos regalos (50.000 UGX), esa tromba de agua que parece como si jamás hubiese llovido encima de nuestra cabaña en la que sin luz, ni agua caliente pasamos la noche. Apenas unas velas y un confortable fuego tras la cena. Jamás seremos capaces de explicar con palabras un encuentro con los Gorilas de montaña. Quizás no sea necesario. Eso es algo que se lleva con uno y siempre estará ahí.

Hasta mañana a todos, hasta siempre familia Bitukura. ¿Será esta la última visita que haremos a los gorilas?

Paula, Isaac, Juve y Ruth desde Ruhija - Bwindi Impenetrable N.P. (Uganda)

GASTOS DEL DÍA: 20 USD (apróx 14.29 EUR) y 10.000 UGX (apróx 2.58 EUR) [y REGALOS: 50.000 UGX (apróx 12.92)]