Zenobia, esposa de Odenato de Palmyra, fué la reina de Palmyra tras la muerte de su esposo, una reina que fué capaz de, no solo expandir su imperio hacia Asia Menor y Egipto, sino enfrentarse al todopoderoso Imperio Romano. Pero Zenobia no solo fué famosa por su reinado, también lo fué por ser una reina culta y cortesana
Palmyra nace a orillas del neolítico oasis de Tadmor, una fértil tierra rodeada de palmeras datileras en medio de ... la nada, de un desierto inmenso de arena y sol.
Cuando Petra decayó, el imperio nabateo se movió con las caravanas, hasta llegar a Palmyra, fundando la efimera capital entre el 262 y el 272 a.C. hasta que finalmente en este año fue derrotada a manos de los romanos y tras posterior revuelta, arrasada. Sin embargo, Diocleciano reconstruyó una ciudad más pequeña de la que hoy aún se conservan restos (a pesar de terremotos).
Nos encontramos en una de las más bellas y extensas ruinas de una antaño ciudad caravanera, un oasis de palmeras y columnas de color de oro en pleno desierto, en el romanticismo de un paraje de aquella que osó enfrentarse a todo un Imperio Romano..
Buenoooos dias!!! ¿Quien ha dicho que las vacaciones son para descansar? !!Las 7 de la mañana!!! Pero si nos levantamos antes que para ir a trabajar. Después de refunfuñar unos minutos, nos levantamos. Hoy el día merece la pena. Desayuno, propinilla al maletero (100 SYP) y rumbo a !!PALMYRA!!, con parada incluida en un tenderete improvisado para comprar fruta (2 bolsas de naranjas y manzanas por 90 SYP).
Tras observar ayer los tesoros de Damasco (!!que gran día!!) hoy nuestro paisaje cambia completamente. Nos adentramos en el desierto de Siria que ocupa más de un 55% del pais.
El viaje es largo (alrededor de 250 km - 3 horas), pero muy chocante. Lo mas sorprendente es que cuanto mas nos adentramos en este nuevo paraje y sin ninguna población a la vista, nos encontramos a numerosos beduinos con sus ovejas pastando por el desierto, una central electrica, un campo de frutales... Decidimos hacer una primera parada del día, en un lugar que despierta nuestro interés, estamos en el famoso Bagdad Café. Allí aceptamos la invitación de un beduino para hacernos una foto en su Haima con la consiguiente propina (50 SYP) por su amabilidad (suponemos que la "turistada" del lugar).
Además, aprovechamos para tomarnos un té con menta (cuatro por 200 SYP), la bebida que nos acompaña durante estos días y hacer un poco el "guiri".
Nos sigue resultando raro que, aunque todos sabemos que Siria no es un pais turístico, lugares como este no estén llenos de extranjeros. !!Vaya!! Para que habremos hablado... ahi viene un bus. Corre corre.. salgamos de aquí.
Continuamos el viaje... pero ya llegando a Palmyra surge una parada improvisada, no lo podemos evitar. Es el cruce Homs/Palmyra/Baghdad (Iraq). Es una pena el pensar que a lo mejor nunca podremos visitar este país de Oriente Medio. Aunque en unos días vayamos a estar a tan solo 15 km de su frontera, nuestro consuelo es este...
Se abre en medio del desierto un verde en el infinito. Tras éstas horas sin ver más que este árido paraje, parece sorprendente que exista un lugar así. Es Palmyra. Fotogénica, deslumbrante, preciosa. Hemos preparado este mapita, con una foto sacada por la tarde-noche desde lo más alto del castillo de Qaala´at Ibn Maan.
El recinto se encuentra abierto a todo el mundo, y sólo algunos complejos son de pago. Las cuatro mejores visitas son, sin duda, el valle de las tumbas (16), el templo de Bel (1), el teatro (5) y el Castillo de Qaala´at Ibn Maan (18), aunque el resto no desmerece. Ni falta decir que las ruinas son Patrimonio de la Humanidad por UNESCO, y eso se nota, pues el dinero llega y después de la restauración francesa antes de la Independencia se mantiene todo en muy buenas condiciones. Mohin nos apura, están a punto de abrir dos tumbas muy famosas (abren a distintos pequeños intervalos muy singulares "8.30, 10, 11.30, 16.30"). Estamos en el Valle de las Tumbas (16), y la primera que vemos es La Tumba de Elabel, que es una torre de tres plantas, perteneciente a un familia noble y muy bien conservada. Las paredes están llenas de nichos donde aún se ven los bustos de los difuntos.
La otra que vemos es todavía más misteriosa. Se trata del Hipogeo de los Tres Hermanos que aún conserva en sus paredes gran cantidad de frescos. Se encuentra debajo del nivel del desierto, y hace las delicias especialmente de Juve (aunque no se pueden sacar fotos de su interior). Los Tres Hermanos murieron por causa de una epidemia, aunque en realidad era una tumba para el entierro de todo el pueblo (hay más de 400 nichos en su interior).
Ya ambientados, y gracias a las Mohin y sus grandisimas explicaciones históricas (no sabemos aún la suerte que tenemos), nos dirigimos hacia la que es posiblemente la mejor visita de todo el recinto: El Templo de Bel (1). Mandado construir por Tiberio en el 19 d.C para conmemorar y afianzar la anexión de Palmyra en el Imperio Romano, este templo es un prodigio de arquitectura y decoración. Sus titánicas dimensiones hacen una idea de lo que debió suponer en su día. Sigue pareciendonos imposible.. !!estamos casi solos!!!. Que gozada para el disfrute. Para algunos, porque Isaac y Mohin discrepan en el origen del edificio y los adornos. Que si origen Palmyreño (que se se inspiran en lo que el Imperio Romano venía construyendo), que si entonces es de origen romano y no palmireño.. Ahi quedan mientras el resto disfrutamos del lugar, jejejejeje.
Desde el perimetro del Templo de Bel se puede observar al fondo la ciudad moderna de Palmyra, un verdadero Oasis en el desierto, nunca mejor dicho.No os lo hemos comentado, pero hemos elegido el Hotel Zenobia Cham Palace (ver ARTICULO COMPLETO AQUI), en pleno recinto. No fué muy dificil decidirnos, sobre todo porque queríamos disfrutar de la noche y el amanecer en él. Además, desde el Templo de Bel nos hacemos nuestra propia ruta para acabar en el alojamiento. Así, nos acercamos al Arco del Triunfo (2), único en el mundo romano (lleno de ellos) pues comprende dos en uno formando entre si un angulo de 30º.
Nos estamos adentrando al Cardo, lugar de paso de las caravanas que venían a la ciudad para ejercer el comercio. Es impresionante pasear por entre estas columnas de la Calle Columnata (4), el Templo de Nebo-Apolo (3), El Ágora (6) , .. Un pensamiento nos aterra. Sería una pena que siendo uno de los lugares mas bonitos de Siria, el turismo o el poco control y el mínimo cuidado de las ruinas, lo echasen por tierra.
Siguiendo, a mano izquierda, llegamos al Teatro (5), completamente reconstruido y habilitado para bailes folclóricos y otros espectáculos. Las gradas, el anfiteatro, los pasillos, ... todo de este pálido color amarillo referente en cualquier construcción en Palmyra, que le da un sello muy particular.
Lo cierto es que nos hemos convertido ya en unos "coleccionistas de teatros romanos". Entre el que recientemente vimos en Cartagena, en la propia Roma, el que veremos en próximos días de basalto negro en Bosra, el de Petra y decenas más... cada uno con su propio sello. !!NOoooo Ruth!!! Ahg ahg. Juve e Isaac derrotados!! (mira que somos gansos, jajaaja)
Acabamos el agradable paseo en el momento que más empieza a pegar el sol, viendo las antiguas cloacas de la ciudad (8), El Templo Funerario (10), El Campamento de Diocleciano (11), .... y, sobre todo, el mítico Tetratyplon (9) que marca el cruce de caminos.
El hambre aprieta, así que torcemos hacia la derecha (que gozada tener el hotel en las ruinas) y pasando por delante del Templo de Baal-Shamin (14) llegamos al Hotel Zenobia Cham Palace (ver ARTICULO COMPLETO AQUI), donde hacemos el Check-In, dejamos las maletas, y vamos a comer.
El lugar elegido es el Palmyra Gate Restaurant, que habíamos visto a la izquierda de la carretera segun veníamos. Como se nota que aún llevamos solo dos días, probamos de todo: Cerveza Libanesa Albaza (riquiiiiiisima), Cerveza Siria Barada (horrible, y con sabor a ... ¿queso?), Mezzes varios, Arroz con Pollo, etc... (Más información sobre la comida árabe en ESTE ARTICULO DE MEZZEs, ESTE DE PLATOS ÁRABES y ESTE DE BEBIDAS). Eso si, tanto abusar se nota en la cuenta (2.975 SYP). Aprovechamos para hacer nuestras primeras compras (monedas antiguas, unas postales para enviar, anillo, pulseras y billetes antiguos por 1.200 SYP)
Acabada la rutilla por las ruinas (posiblemente medio día madrugando llegue sino fuera porque no hay que perderse un atardecer o un amanecer), aprovechamos para instalarnos en nuestras habitaciones, en las cuales el botones se las ingenia para llevarse en su móvil una foto de las chicas. Ainsss.
Aún riéndonos de la anécdota, nos sentamos en la terraza del Zenobia con las ruinas al fondo y con una cervecita turca Turborg (rica también, aunque más cara -por cuatro 800 SYP-) mientras escribimos unas postales. ¿Que sería de Zenobia? Dice la Leyenda que fué ella la que envenenó a su marido para expandir su propio Imperio. También que se enfrentó al propio Aureliano Augusto (de ahí que se la conozca como la Cleopatra de Siria). El caso es que Aureliano redobló su ejercito y pasó por encima del ejercito de Zenobia y la llevó a Roma. Se dice que allí fué exhibida como trofeo por toda la ciudad atada con cadenas de oro. Y finalmente... !!se desconoce!!. Unos dicen que se retiro a un pueblo, otros que se suicidó y otros que la asesinaron. En cualquiera de los casos, su Reino y su Espiritu sigue en Palmyra, y nosotros con él mientras baja el sol.
Y la mejor vista de todo Palmyra y de un atardecer aquí está en el Castillo Qaala´at Ibn Maan (18), pero parece que el tiempo no nos ayuda y aparecen unas nubes que nos fastidian la estampa. Sin embargo, tenemos nuestro plan B y aprovechamos para hacer un pequeño botellón gracias al buen vino blanco regalo de nuestro amigo Sameh. !!! Un brindis por el viaje que nos espera !!
Ya entonados, decidimos acabar el día en la Palmyra Moderna, pasear por la pequeña calle principal al-Quwatli (donde se concentran todos los restaurantes y tiendas de recuerdo) y buscar un lugar donde degustar los manjares típicos beduinos, con una cervecita bien fresquita y rematar fumándonos una seesha.
Hay multitud de opciones, el Spring Restaurant, el Venus Restaurant, el Palmyra Restaurant, el Pancake Restaurant o el Garden Restaurant, pero finalmente el que mejores vibraciones nos da es el Traditional Palmyra, en una terracita en esa misma calle. Sin duda la mejor elección (cena, bebidas, seesha, internet -tiene dentro- y postre por 1.700 SYP los cuatro). (Más información sobre la comida árabe en ESTE ARTICULO DE MEZZEs, ESTE DE PLATOS ÁRABES y ESTE DE BEBIDAS)
Volvemos hacia el hotel andando, estrenando nuestras nuevas linternas ya que el camino no está muy iluminado, aunque apenas hay 10 minutos, y vemos de fondo las ruinas preciosas, todas iluminadas. A pesar de que el cansancio ya pesa, no podemos irnos sin acercarnos a sacarnos unas fotillos. !!Que gran idea la del tripode del padre de Ruth que se han traido Juve y Ruth!!. Y sobre todo, que tranquilidad y paz estar allí sentados, solos, disfrutando de una soledad que no debería perderse nunca...
Mañana toca madrugón para ver el amanecer entre las ruinas de Palmira. Buenas noches a todos. Ah, hoy es el cumpleaños de un buen amigo que está pasando un mal momento personal. Desde Palmyra... !!! FELIZ CUMPLEAÑOS SERGIO !!!
Isaac y cia, desde Palmyra (Siria)
GASTOS DIA 3: 5.915 SYP (aprox 96.95 €)
COMPRAS: 1.200 SYP (aprox 19.67 €)