Cuando en 2003 se encontraron más de 84.000 rollos tras una pared de 600 m2 en el monasterio de Sakya nadie podía creérselo. Más de 84.000 rollos de escrituras budistas, obras de literatura, filosofía, astrononomía y otras ciencias que habían permanecido ocultas e intactas durante cientos de años en el principal santuario sagrado de la secta sakyapa que hoy hemos visitado, una de las últimas sectas de viejas escuelas no reformada de origen indio que nos faltaba por conocer en este viaje. Es, sin duda, la biblioteca de oro del budismo tibetano dentro de un monasterio muy diferente a los que venimos acostumbrados.
La jornada de carretera ha sido larga pero menos intensa que en días previos desde Shighatse a Shegar o Shelkar donde escribo a estas horas.
- Desde Shigatse a Shegar por la Carretera de la Amistad
- Monasterio Sakya, las casas grises y la biblioteca de oro
- El nuevo Shegar, nuestra estancia para esta noche
Desde Shigatse a Shegar por la Carretera de la Amistad
ALTITUD 3.670 m Hemos vuelto a dormir a "alturas razonables" en Shigatse aunque más con esa sensación de calma que precede la tempestad que nos espera en el campamento base y que todavía me inquieta. 5.200 metros son muchos metros para pasar una noche aunque no he sentido todavía ni la más mínima molestia y hemos rebasado los 5.000 m en varias ocasiones. Con esos pensamientos, tras desayunar y buscar un banco -misión imposible- que nos cambiase algo de dinero, hemos puesto rumbo alrededor de las 10'00 hacía el territorio tibetano más próximo a Nepal.
Rodamos por la famosa Carretera de la Amistad o Carretera China-Nepal, esa nacional china 318 que en estos 806 km que separan Lhasa (Tíbet) de Katmandú (Nepal) toma el nombre del Puente de la Amistad que se encuentra en la frontera entre los poblados de Zhangmu y Kodari y que va dejando algunos de los paisajes más impresionantes del mundo entre grandes extensiones de prados y las más altas montañas. Nuestra ruta del día será esta ...
También la misma que deja a lo lejos monasterios auténticos e inexplorados para muchos extranjeros como los que conocimos ayer en Samding o Ralung. Un consejo: incorpora al menos uno a tu itinerario si quieres conocer el Tíbet más espiritual y menos adulterado.
Mañana la abandonaremos para dirigirnos al monasterio de Rongbuk y a la cara norte del monte Everest.
NOTA IMPORTANTE QUE DEBES LEER:
Si has llegado hasta este artículo del diario de viaje al Tíbet y te sale esta caja es que ya estamos dentro de la Región Autónoma del Tíbet y debes conocer 3 datos:
- 1. Este relato forma parte de una guía completa de nuestro viaje al Tíbet y dispone de muchos más artículos que te servirán para preparar el tuyo. Ojo, Tíbet es más que Lhasa aunque muchos paquetes se limiten a ella.
- 2. NO es posible viajar al Tíbet por libre. Más allá del propio visado chino, es necesario obtener un Permiso de Entrada a Tíbet que se te exigirá para coger cualquier vuelo/tren que se dirija a su interior y más veces durante tu viaje. Este trámite SOLO Y EXCLUSIVAMENTE se puede conseguir contratando un tour con una agencia especializada. Nosotros hemos viajado con Youlan Tours que además te permite diseñar un viaje a medida con experiencias únicas diferentes a las rutas tradicionales en toda China y trabaja con guías en español.
- 3. Ni decir tiene que debes tener un seguro de viaje pero OJO, TEN CUIDADO, necesitas uno apropiado que te permita realizar actividades hasta los 5.200 metros y no todos tienen esa cobertura (o casi ninguno). El nuestro, como siempre, es el de IATI Seguros aunque en esta ocasión necesitamos la modalidad MOCHILERO para tener toda la cobertura en esas altitudes
Aunque la Carretera de la Amistad realmente se considera solo este tramo entre Tíbet y Nepal, la nacional china 318 parte de Shanghái, esa mega urbe que parece que ya hace 6 meses que pisamos pero que realmente va a cumplir ahora 2 semanas de viaje. Hoy hemos parado junto a un viejo dzong en el kilómetro 5.000 de dicha nacional que llaman "la más bella carretera escénica del mundo" (también hemos comprado algunos regalitos por 70 CNY)
Bueno, ya sabéis como son estas cosas, también lo era la "Denali Highway, la mejor carretera escénica de Alaska" y otras tantas conocidas en los viajes. Así, poco a poco, volvemos a tomar altura y paramos en un paso de montaña ya a 4.500m que destaca por el precioso colorido que dejan las banderas de oración que no nos abandonan en todo el viaje
Cosas de la tecnología, ¿cómo puede ser que a más de 8.400 kilómetros de mi casa me llegue que la pequeña Olivia tiene fiebre por eso que llaman "el internet de las cosas" -el termómetro conectado a casa y nosotros al router móvil-? ¿Quién me iba a decir a mi esto hace 12 años cuando abrimos el blog?
Monasterio Sakya, las casas grises y la biblioteca de oro
ALTITUD 4.320 m Son alrededor de las 14'00 cuando, tras coger un desvío (y pasar otro punto de control) y recorrer algunos kilómetros, entramos en un paraje gris que da nombre al monasterio Sakya (literalmente "tierra gris" en tibetano). Pronto nos damos cuenta que Sakya no es un monasterio más, es un inmenso "pueblo mongol" de 45.000 m2, que parece una fortaleza de base cuadrada que lo domina de colores que nada tienen que ver con otros monasterios, de tintes rojos, blancos y grises que parece ser que representan a Manjushri, Avalokiteshvara y Vajrapan
El monasterio Sakya fue construido en 1073 por Khon Khonchong Gyalpo, ideado en la India por el maestro Gayadhara, cuando era rey del Tíbet. Sin embargo, el aspecto de fortaleza viene de su transformación posterior en el 1268 con fines defensivos.
La secta sakyapa tiene otras muchas diferencias con todo lo que hemos visitado en este viaje pero antes de seguir, tenemos que coger energía para visitar el interior del templo.
RESTAURANTES EN TIBET| SAKYA: Manoxarovar Restaurant
Singular restaurante lleno de imágenes y thangkas en la calle principal
Con cocina tibetana y platos chinos, nepalís y mongoles
Con el estómago lleno recorremos algunas calles del pueblo. La atmósfera está enrarecida aunque seguro que no ayuda que el día amenaza tormenta (por favor, por favor, que mañana abra para ver el Everest). La mantequilla de yaks, tan usada en el té local, aquí se vende en botes enteros.
Así, nos aproximamos a la entrada de esa enorme fortaleza gris y empezamos a darnos cuenta de la importancia de este lugar
La historia de Sakya está intrínsecamente ligada al linaje de los Khön y nada tiene que ver con la reencarnación ni decisión de los monjes en su sucesión sino que siempre se ha permitido el matrimonio y se ha heredado dentro de la familia Khön desde hace ya 41 generaciones y son los encargados de custodiar lo que llaman la enseñanza del Lamdré o "Camino del Fruto".
Pero cuenta la leyenda que diez generaciones antes de la llegada de Guru Padmasambhava, los Khön eran una raza de seres celestiales que descendieron de los cielos para residir en las montañas nevadas del Tibet. Esto adorna hoy la mayoría de las salas que comenzamos a ver desde las primeras plazas de edificios rojizos según nos adentramos en el monasterio
Y allí está, la sala más bonita e impresionante de todas las que hemos visto en el Tíbet, un hall donde imponentes troncos de árboles sostienen techos de casi 20 metros haciendo de columnas; murales, obras de arte de valor incalculable y preciosos thangkas cubren las paredes y monjes de gorro rojo, de loto se visten con túnica roja y pasean por sus estancias (no se permiten fotos, una pena)
PINCELADAS PARA ENTENDER EL BUDISMO TIBETANO (VOL8):
Asistir a un funeral celeste tibetano es casi imposible para un extranjero y para cualquier persona ajena a la familia no invitada pero es importante conocerlo. Se trata de un ritual MUY DURO donde un sacerdote descuartiza el cuerpo del muerto delante de los allegados y se lo entrega a los buitres para "ascenderlo al cielo". Podría considerarse una versión diferente a la función de las Torres del Silencio que viéramos en otros viajes, procedente del Zoroastrismo como Irán o Uzbekistán pero aquí la ceremonia sigue con la trituración de los huesos y mezclado con harina para facilitar su digestión a las aves.
900 años de historia dan lugar a pasillos grises, un laberinto de pequeños y desordenados santuarios, largos bancos rojos de una sala de audiencias, una zona para actividad tántrica y una pared venida abajo que antes ocupaban docenas de budas dorados. ¿Qué hay detrás? Un pequeño pasillo tiene la respuesta. Es el lugar más mágico jamás visto y que te deja sin aliento, una biblioteca olvidada en un pueblo perdido del Tíbet con más de 100.000 manuscritos, libros y pergaminos, verdaderos tesoros de una escritura abandonada, en una inmensa sala llena de cajones de tela roja, naranja y dorada con una atmósfera sacada de una película de Indiana Jones (Fotos: Shuttershock)
Y como si los dioses celestiales que protegen el monasterio Sakya lo hubiesen querido, ese extraño ambiente enrarecido que percibimos desde nuestra llegada deja la primera nevada sobre nosotros a más de 4.000 metros y nos invita a salir junto a algunos de los rostros de peregrinos más singulares de todo el viaje.
¿Creéis en las señales? Algo nos decía en ese momento que nuestro tiempo se había acabado y aquel monasterio gris de bellos techos y paredes, filas de estatuas doradas y grandes libros nos avisaba de algo que nunca llegaré a comprender.
El nuevo Shegar, nuestra estancia para esta noche
Podríamos haber llegado al Campo Base del Everest hoy, seguro que si, pero creo que nuestra anfitriona en este viaje (Irene) es especialista por algo y sabía que teníamos que dormir antes de afrontar nuestro camino sin prisas.
Un importante punto de control que da acceso al oeste del Tíbet (que queda para otro viaje) y un nuevo paso a 5.100 metros sin mayores problemas, ocuparon las siguientes horas de carretera.
Incluso tuvimos tiempo a hacer un "particular safari" de avistamiento de aves de alta montaña y parar en el kilómetro 5.114 a contemplar a lo lejos las tiendas de los Dropa, familias de pastores nómadas que sobreviven ausentes al mundo con apenas velas de mantequilla y alguna improvisada estufa a una de las climatologías más adversas del planeta. Hay quien dice haberlos escuchado cantando mantras en la distancia
Son alrededor de las 19.30 cuando llegamos al Shegar Rooftop the World Grand Hotel, una especie de motel de carretera en muy buenas condiciones, donde pasaremos esta noche tránsito (e incluso cenamos en un gran salón con todo tipo de comida).
Atrás quedaba una apasionante y extraña jornada donde nos hemos acercado a uno de los lugares más místicos del Tíbet, el monasterio Sakya y su biblioteca de oro del budismo tibetano. Mañana nos espera el gran objetivo de la aventura. ¿Seremos capaces de "sobrevivir" a los 5.200 m de altura del Campamento Base del Everest?
Isaac (con Sele), desde Shegar (Tíbet)
GASTOS DEL DÍA: 0 CNY [y REGALOS: 70 CNY (apróx 9.34 EUR)]
