Nuestras aventuras por Siria - Libano - Jordania nos llevan a uno de los lugares más mágicos que hay en este mundo, el oasis de Tadmor.
Palmyra es la capital del reino de Zenobia que osó enfrentarse a Roma. Ha atraido desde siempre a multitud de artistas y escritores. Las increibles y maravillosas ruinas de esta antigua ciudad caravanera son visita obligada para cualquier amante de la historia.
Y aunque el presupuesto tenemos que apretarlo todo lo posible (ya lo haremos en otro lugar), no hemos podido resistir la tentación de alojarnos en el Zenobia Hotel (que tampoco es tan caro), hotel que la condesa francesa Margot d'Andurain junto con su marido abrió en los años treinta utilizando para ello algunas de las piedras del recinto arqueológico. Lugar donde también se alojó la propia Agatha Christie para escribir alguna de sus novelas.
El hotel actualmente se llama Hotel Zenobia Cham Palace 4* (Check In 2pm - Check Out 12 pm) ya que en el año 2007 la famosa cadena Cham lo adquirió y renovó. Antiguamente el hotel con este nombre estaba ubicado a las afueras de las ruinas pero se renombró a simplemente Palmyra (y sigue siendo de la cadena Cham). Dispone de dos partes o edificios, la sección llamada Palace´s Room de solo 26 habitaciones (de la 101 a la 106 incluso da a las ruinas, en la 102 estuvo Agatha Crhisthie alojada) y la sección llamada Oasis Room de otras 104 habitaciones de tipo beduino y vistas al jardín, que es donde nos alojaremos (las otras son más caras y no aportan demasiado)
Con la agencia siria Silkroad International, como hemos hecho en todo el viaje, hicimos la reserva. Su pagina web tiene también tiene una apartado "RESERVATION" para realizar directamente la reserva de manera muy intuitiva.
El precio por día y para 2 personas en habitación con cama doble o dos camas ronda los 40-50 euros al cambio en las Oasis Room. Si nos vamos a las habitaciones con más historia estariamos en 70-80 euros.¿Hace falta hablar de su ubicación? No es que esté cerca de las ruinas, o se vean a lo lejos, es que está ... !!EN LAS MISMISIMAS RUINAS!! formando parte de ellas. Fue contruido entre 1920 y 1930 al lado del Templo Baal-shamin, en el complejo arqueológico. La situación es magnifica así como las vistas desde el patio y el restaurante.
La habitación que hemos elegido está, como hemos comentado, situada en la zona de las Oasis Room. Lo cierto es que no sabemos muy bien lo que nos vamos a encontrar de un alojamiento tan antiguo. Dispone de aire acondicionado, calefacción central, teléfono, etc...
En cuanto a la limpieza y al baño, al contrario que en el alojamiento antiguo de Damasco, las criticas son dispares. Hay gente que le ha encantado y gente que considera que no estaba todo lo cuidado que deberia estar. Ya veremos.Dispone además de otros dos restaurantes, el Wahab Ellat Restaurant (de cocina oriental y occidental) y el Al Tannour (en una tienda beduina con musica y cocina tradicional y oriental) así como de un Lobby Bar. Pero sin duda, el principal reclamo de esta ubicación es su restaurante "Le Terrace", donde podremos desayunar (ya que lo tenemos incluido) frente a las ruinas o, con su agradable terraza sombreada de olivos, tomar una cerveza y picar unos aperitivos (mezze).
Por último, destacar que entre sus complementos, el hotel dispone de internet, sala para reunión y banquetes, piscina, parking exterior, etc...
Y, como se puede salir literalmente andando del hotel a las ruinas, no nos perderemos Palmyra de noche.
Ya de vuelta del viaje, os invitamos a una "VISITA GUIADA" del hotel con nosotros.
En pocos lugares del mundo permiten meter un hotel dentro de una zona protegida, cultural o Patrimonio de la UNESCO (y sinó es para matarlos). En este caso tampoco, pero el Zenobia Hotel ya data de 1920 y le han permitido su permanencia. Esto hace que su ubicación sea excepcional, al lado de las mismas ruinas, respirando su tranquilidad.
Cuando en 2007 la gran cadena Cham lo adquirió y renovó, pidió permiso para ampliación. El Antiguo Cham Palace pasó a llamarse solo Palmyra Hotel y éste, antiguamente llamado Zenobia Hotel pasó a llamarse Zenobia Cham Palace. La ampliación no podía ser una gran obra, sino que tenía que ser muy limitada. Así el hotel se dividió en dos partes, las antiguas históricas habitaciones y unos nuevos módulos prefabricados en lo que antiguamente era su jardin trasero.
Las habitaciones son chiquitas pero acogedoras. El baño es proporcional a la habitación también. Disponen de todo, incluido minibar, televisión, mesilla, champus y jabones, teléfono, aire acondicionado. Sobre todo, lo más importante, están muy limpias. Desconocemos como serán las antiguas habitaciones donde se alojaron personajes de la talla de Agatha Christie, situadas en el edificio principal.
Como comentabamos en la presentación, el complejo dispone de 3 restaurantes, aunque en el momento de nuestro alojamiento la tienda beduina permanecía cerrada. De los otros dos, uno de ellos es el Wahab Ellat Restaurant que está completamente cubierto (cosa de agradecer si la mañana o tarde-noche es fría) y el otro es el Le Terrace, la principal atracción por sus vistas.
Entre los servicios del hotel destacar que dispone de internet (pero solo a partir de las 20.00), servicio de habitación y parking. NO dispone de piscina, contrariamente a lo que dice su web. Pero todo esto es secundario si nos centramos en su ubicación y sus vistas...
... pocos hoteles en el mundo pueden presumir de poder servirte una cervecita bien fresquita sentado en su terraza mientras el sol se pone en el horizonte entre el silencio y la tranquilidad que se respira en Palmyra. Muy de agradecer que en el hotel no se monten ninguna turistada como pasaría en otros paises, para poder disfrutar de esta paz.
Respecto al desayuno, es completisimo, así como el servicio bastante atento. De hecho, el día que dejabamos el complejo aprovechamos para hacernos un picnic en el buffet del desayuno: zumo, café, té, quesos, tostadas, pan de pita, bollos, tortilla francesa, huevos duros, salchichas, comida árabe, etc..
¿Lo recomendaríamos? Desde luego, por el precio que tienen las Oasis Room, sin duda ninguna merece hacer el esfuerzo, así que la respuesta sería un SI ROTUNDO. No podemos hablar de las habitaciones más antiguas, pero si decir que no es la habitación lo realmente importante, sino su ubicación, tranquilidad y terraza, así que no creemos que merezca la pena pagar el doble por otro tipo de habitación.¿Regresaremos algun día? Quien sabe...
Isaac, desde Palmyra (Siria)