En nuestro viaje a Perú 2010 nos adentraremos en uno de los valles que más legados ha dejado para la humanidad, el Valle Sagrado de los Incas.
El Valle Sagrado de los Incas, en los Andes Peruanos, está compuesto de numerosos ríos que descienden por quebradas y pequeños valles, allí donde los Incas, debido a sus excelentes cualidades geográficas y climáticas, asentó su imperio, paralelo al río Vilcanota.
En nuestro primera parada en este valle llegaremos al pequeño pueblo de Ollantaytambo. Tras valorar varias opciones finalmente hemos optado por alojarnos en el Ollantaytambo Lodge.
Nuevamente, la reserva la hemos realizado con Inkadina Travel & Tours, la agencia local receptiva que nos ha gestionado varios servicios en Perú, aunque su propia web nos facilita también mucho la tarea.
El precio de este alojamiento ronda los 40-60 $USD por noche y habitación
El alojamiento se ubica en un lugar privilegiado, en una zona céntrica y muy tranquila, desde donde se pueden ver las hermosas montañas, el Valle Sagrado, el templo de Ollantaytambo y hermosas terrazas incas que son cultivadas con productos oriundos por los habitantes locales.
Sus habitaciones, de las 24 de que dispone, son muy cómodas y se encuentran decoradas con todo el equipo adecuado para su categoría de una experiencia divertida e inolvidable. Éstas tienen baño privado y moderno, agua caliente, caja de seguridad, secador de pelo, servicio de lavandería,...
Además, la limpieza es esquisita.
Entre el resto de servicios, el hotel destaca por su restaurante donde sirven un desayuno buffet de gran variedad, café bar, area de aparcamiento, area verde, consigna para maletas, servicio de oxigeno, cambio de moneda, etc…
Ya de vuelta, vamos a nuestra "VISITA GUIADA" del alojamiento con nuestras impresiones.
Al principio nos costó encontrar el hotel, y es que su ubicación queda al final de una calle abajo del pueblo, en una zona tranquila donde parece que ya no queda nada. Ollantaytambo no es grande, así que estamos hablando de 3 minutos desde la Plaza de Armas.
Sus habitaciones, que nos saban un poco de respeto a priori, cumplieron perfectamente ser un alojamiento de paso. Echamos de menos una cama doble, pero estaba todo en perfectas condiciones de limpieza y con el mobiliario y complementos necesarios.
Igualmente el baño cumple, aunque quizás es excesivamente pequeño y no disponía de complementos (geles, champús, etc..)
Lo mejor del complejo son sus fenomenales jardines exteriores donde, además de un pequeño local con mesas para tomar el desayuno (bastante sencillo), alojan un bar con servicio de restaurante con una carta algo limitada.
Más datos interesantes son que dispone de WIFI pero sólo en su zona cercana al lobby y va bastante mal, además de que hay que timbrar para que te abran, pues la puerta se encuentra permanentemente cerrada.
¿Lo recomendaríamos? Pues es de esos alojamientos que no pudimos disfrutar demasiado (buena cosa, lo cual quiere decir que el día fué muy completo) así que lo vamos a dejar a gusto del consumidor, dejando claro que cumple perfectamente su función.
Isaac y Paula, desde el Valle Sagrado (Perú)