Nuestro viaje por Perú 2010 nos lleva en esta ocasión a otro lugar especial, Puno, a orillas del Lago Titicaca.
Puno, en la orilla oeste del Lago Titicaca y rodeado por cerros, es uno de los poblados con más antigüedad de Perú. Cuenta la historia que fué uno de los centros neurálgicos de la cultura Pucara, previa a la leyenda de los origenes Incas.
Hay dos emplazamientos para alojarse en Puno, en el poblado o a orillas del Lago Titicaca. Nosotros hemos optado por esta última aunque en una opción muy económica, ya que el poblado no ofrece prácticamente nada. Tras valorar la posibilidad de dormir en el Casa Andina Private Collection, finalmente lo hemos descartado por su alto precio optando por el Eco Inn Lago Titicaca y con habitación con vistas al Lago
La reserva, como en el resto del viaje, la hemos realizado con Inkadina Travel & Tours, la agencia local receptiva que nos ha gestionado varios servicios en Perú, aunque se podía haber realizado mediante su propia web.
El precio de este alojamiento, aunque en principio pensabamos que se podía disparar, está en las fechas que vamos entre los 50-60 $USD por noche y habitación
Este alojamiento está ubicado en frente de la Isla Esteves, a las afueras de Puno y a menos de 5 minutos andando del puerto que nos llevará a las principales visitas del Lagot Titicaca.
Sus habitaciones, de las 61 de las que dispone, tienen diversas orientaciones siendo la de vista al lago la elegida por nosotros (no hay grandes diferencias de tarifas). Están además equipadas con TV con cable, secador, calefacción, room-service hasta las 23’00, teléfono, voltaje 220/110V, WIFI, servicio de lavandería y servicio de correo.
La limpieza de todo el complejo y de las habitaciones es adecuada.
Algo a destacar en este privilegiado lugar son sus amaneceres. Parece ser que merece mucho la pena levantarse a verlos. También el trato y la amabilidad del servicio entran dentro de sus puntos fuertes. Sin embargo, su cómida es simplemente correcta para los viajeros que se han alojado en él.
Ya de vuelta, como siempre, hacemos nuestra habitual "VISITA GUIADA" del alojamiento con todos los detalles e impresiones.
Cuando abandonamos Puno, la idea inicial que teníamos era poner muchas pegas a este complejo, pero siendo objetivos y ya en frío, quizás sea una opción económica con un servicio semi-correcto.
Las primeras pegas comienzan con su ubicación, lejos de Puno para ir andando (Puno es feo a rabiar, así que tampoco se pierde mucho, pero si para ir a su embarcadero) y sin vistas a nada en particular, pues entre el Lago y el Eco Inn hay una carretera y un paso ferroviario. Sus exteriores más de lo mismo.
La recepción y sus empleados dejan mucho que desear desde el momento que entramos. No nos aceptaron dolares para pagar, el cambio no tenía que ver con la realidad (nunca lo es en los hoteles pero aquí absolutamente desvirtuado) y otros pequeños detalles de servicio.
La habitación sin embargo está genial. Espaciosa, con todo tipo de complementos y mobiliario, caja fuerte, maleteros, detalles.
La limpieza también es escrupulosa, así como el baño también amplio y con buenas separaciones, geles, champús, secador de ducha, etc..
El restaurante, donde se sirve el desayuno (y en nuestro caso también la cena porque no había donde ir en la zona), está también muy bien preparado disponiendo de una amplia carta. También sirven en el lobby.
En cuanto al resto de servicios, destacar que NO hay WIFI en las habitaciones (no llega) pero si en el Lobby. Si usas el pc que tiene acceso a internet y no llevas tu propio portatil te cobran una pasta. Hay también servicio de lavandería, correo postal, etc..
¿Lo recomendaríamos? De primera nos sale un NO, pero los alojamientos de la zona son caros por la privilegiada ubicación frente al Lago. Yéndose a Puno hay opciones más económicas pero en callejuelas sucias y perdidas de una fea ciudad. No sabríamos que decir... lo dejamos a gusto del consumidor.
Isaac y Paula, desde Puno (Perú)