Liendo y su playa de San Julián, una joya en el camino

¿Os contamos un secreto? Partimos de A Coruña buscando esa España desconocida, inalterada, auténtica o incluso salvaje. Según nos adentrábamos desde el valle de Liendo en este singular paraje de acantilados abruptos con calas que en verano deben ser un tesoro para el viajero, especialmente la playa de San Julián, sabíamos que habíamos llegado a la puerta de lo que estábamos anhelando.

Nos adentrábamos así en uno de esos tesoros que ya de por si Cantabria esconde, pero en un área menos conocida en uno de esos paisajes que merece apuntar para ver una vez en la vida. Puedes ver más en los 21 lugares que ver en Cantabria imprescindibles

Qué ver en Liendo, el valle de entrada a Cantabria Oriental

Quizás no sea de todo correcto considerar el valle de Liendo como la puerta de entrada a Cantabria Oriental, pero su estratégica ubicación unida al mar entre los municipios de Laredo y Guriezo, su buena comunicación con la A8 y su valle cerrado protegido de vientos, hacen que la sensación que tiene un viajero al llegar sea esa.

Hemos de reconocer que mucho ayudó esa parada en el Mirador Antonio Ruiz, antes de entrar a la población desde el km 160 de la A8 y en la subida al Alto de Candina, desde el que se tiene la mejor panorámica de esta hermosa cuenca.

En si el mirador no deja de ser un aparcamiento con algunas mesas de picnic, pero merece la pena esta parada en la antigua carretera N-634

No obstante, las mejores vistas no están arriba del todo, en el propio mirador, sino en un pequeño senderito que se abre entre la vegetación nada más hacer la primera curva de la pequeña subida.

Las vistas desde esta panorámica son limpias, al contrario que las del mirador, cuya vegetación ha crecido demasiado para poder apreciar bien el valle

Liendo, formado por varias poblaciones, destaca en el aspecto histórico-artístico, con edificaciones como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, situada en el barrio de Hazas, de estilo renacentista del S.XVII o la ermita de San Andrés, situada en el barrio de Villaviad, del siglo XVI. Perfectamente puede formar parte de esa selección de pueblos bonitos de Cantabria Oriental

Arquitectónicamente hablando es el Palacio de la Yseca Vieja, las casonas del barrio de Hazas y Villaviad (y sus escudos) y las amplias galerías acristaladas, jardines y otras edificaciones del S.XIX y S.XX, las que bien merecen una paseo

Por no hablar de nuestro alojamiento, del que os dejamos una pequeña reseña en los datos prácticos

Playas de Liendo: La playa de Sonabia o de La Arena

Llegar a Liendo y no acercarse a una de las costas más abruptas que presenta el Cantábrico sería no haber visto parte de su esencia. Así nos acercamos a la Playa de Sonabia o de La Arena, a los pies del monte Candina y oculta tras un enorme macizo llamado la Ballena, por su forma, encontramos una de las primeras playas nudistas aún cuando estaba prohibido hacerlo (aprovechando su privilegiado enclave)

Además del tema nudista, el aislamiento y la absoluta falta de urbanización, hace de esta cala encajada entre las verticales colinas adyacentes que nada tengan que ver con otras costas de la España más turística e ideal para los que buscan esa desconexión, como nosotros

Aquí nos enteramos que parece ser que en los siglos IX y X, Liendo era paso del Camino de Santiago por la costa, lo que dejó algunas instalaciones e iglesias.

También que los canteros del Valle de Liendo tiene una larga historia que viene de la Edad Media, y su fama actual tiene muchos años de camino detrás

Para llegar a la playa, que en verano debe ser una gozada, el camino bordea una pequeña finca privada aunque está bien señalizado

El día no acompaña, así que nosotros dejaremos nuestro baño para "ocasiones más apropiadas"

Playa de San Julián, un paraje de acantilados espectacular

No te quedes sólo con la opción anterior, y es que la joya que descubririmos minutos después fue la culminación de saber que habíamos encontrado lo que buscábamos.

Los acantilados de la Playa de San Julián son accesibles desde el barrio de Villanueva, pero ocultan el valle que vimos detrás. Pasamos por un humilladero ascendiendo y dejando a la derecha un bosque de eucaliptos también. Hay dos parking, el segundo es donde estacionan las caravanas y más cercano para acceder a la playa o ver los impresionantes acantilados.

Nos adentramos en una zona que nos recuerda mucho al Norte de la isla de Madeira, especialmente al área de Panha de Aguia por la similitud con aquellos precipicios rocosos de gran altitud.

En un entorno rural, vemos abajo la playa de San Julián cuya brisa y protección del turismo masivo en verano debe ser un reclamo estupendo para tomar el sol o simplemente tener un rincón de relax

Es como si hubiésemos puesto una pared al mar, protegiendo la hermosa cuenca de verde intenso de la que venimos, donde personas, cabras, ovejas viven ajenos al azote del oleaje. Estamos entre los acantilados del pico de Las Minas y Peña Candina.

Leemos que el aislamiento de este lugar es tal, que hay historias que cuentan que contrabandistas, a la luz de pequeños faroles, descargaban la droga en este lugar. ¿Será cierto? De piratas no sabemos ninguna

Muy cerca se encuentran las ruinas de la ermita de San Julián (que pena que nos se haya conservado, tenemos tantos vestigios así), construida entre los siglos XII y XIII

Parece ser que recientemente se ha acondicionado el entorno de esta ermita, aunque su principal interés es que se trata de la construcción más antigua del municipio, rodeado de bellas vistas de todo el valle. En su día debió ser una maravilla

Atardece en los acantilados de la Playa de San Julián. Liendo despide un nuevo día, esta vez con unos invitados muy chavetas

Datos prácticos para tu visita

Cómo llegar a Liendo

Como hemos comentado, la A8 comunica perfectamente esta población ya vengas de Bilbao o Santander y siendo una parada casi obligatoria para aquellos que vengan a la costa de Cantabria

Dónde dormir en Liendo

Nos alojamos en la Posada La Torre de La Quintana por 65 EUR. Se trata de la mejor forma de integrarse en un entorno que recuerda a otros tiempos en que nobles y aristócratas paseaban por este hermoso paisaje. Ya tenemos review de La Posada Torre de la Quintana en Liendo si quieres visitarla.

Hay otras opciones de casa rural pero nosotros estamos en una casa del siglo XVII con una torre adyacente del siglo XV, un escudo de armas y objetos medievales, pero con todas las modernidades del S.XXI (sauna, hidromasaje, Wi-Fi gratuita)

Sin duda alguna, y a falta de pasar la noche (según escribimos este relato), un acierto pleno por el carácter que le da a la escapada a esta Cantabria Oriental ya de por si tan auténtica

Dónde comer en Liendo

Nosotros llegamos tras comer en Laredo, por lo que sólo podemos hablaros de un buen restaurante para cenar. Teníamos un par de opciones en Liendo: un tal Roble y el restaurante Ambigu. Nosotros elegimos este último (39 EUR), cercano a la iglesia y a pocos minutos de nuestro alojamiento.

Otro acierto total, y es que se trata de un local renovado de hace poco tiempo, que han sabido decorar con gusto de forma diferente, y dotar de un ambiente adecuado, de tal forma que han creado una atmósfera más de cañas y tapas en su parte de bar, y una parte de cenas pero que deja abierta la posibilidad a pedir a gusto de las necesidades del cliente. Esto significa que si quieres una hamburguesa o un sandwich, podrás hacerlo, si quieres raciones también, pero si tu día pide carta tienes elecciones de comidas y vinos de gran diversidad

¿Te hemos convencido para una escapada al valle de Liendo? !Estamos seguros que si y de que no olvidarás visitar la playa de San Julián y desconectar del mundo por unas horas!

Isaac y Paula, desde nuestra posada en Liendo (Cantabria Oriental)