Hace no mucho tiempo, cualquiera de los habitantes de Moynaq podía ver desde su puerto pesquero un precioso atardecer que uno de los mares interiores más extensos del planeta les brindaba. Ahora, el Mar de Aral "se ha ido" en lo que se considera una de las mayores catástrofes ecológicas de la historia moderna, reduciendo su volumen apenas a un 10%, matando por su alta salinidad toda forma de vida y dejando en el camino un vasto desierto, cuna de enfermedades, de la República de Karakalpakstán. Hoy hemos vivido en primera persona un lugar fantasma, un cementerio de barcos, un pueblo sin futuro de una región autónoma que podría ser independiente de Uzbekistán si así lo decidiese...
El día ha dado para tanto que ahora mismo, según escribimos estos textos dormimos en una Yurta a los pies de Ayaz Kala, junto a los espíritus de una civilización enterrada ya camino de Jiva y bajo las estrellas que nos guiarán hasta ese oasis de Aladdin perdido en el desierto
Karakalpakstán, la república que no se independizó
Son las 8 de la mañana cuando, tras desayunar y hacer el checkout en el Hotel Jipek Joli, nos espera el conductor que negociamos ayer para una jornada compleja de planificar con transporte público.
ITINERARIO DE UZBEKISTÁN:
Aquellos que en su viaje no se planteen entrar en Turkmenistán este sería su día 8 de viaje en Uzbekistán, es decir, quedaría algo así
DÍA 1: España - Taskent
DÍA 2: Taskent - Samarcanda
DÍA 3: Samarcanda
DÍA 4: Samarcanda - Urgut - Shakhrisabz - Samarcanda
DÍA 5: Bujará
DÍA 6: Bujará
DÍA 7: Bujará - Nukus (correspondiente a nuestro itinerario por Turkmenistán)
DÍA 8: Nukus - Mar Aral - Ayaz Kala
DIA 9: Ayaz Kala - Jiva
DIA 10: Jiva
DIA 11: Jiva - Taskent
DIA12: Taskent - España
!Anda! Si es el mismo chico joven que vino ayer a por nosotros en la frontera. !Bieeen! No podía ser más majete... ¿Salimos Paula?
Más allá del museo de Bellas Artes con la colección Savitsky, habíamos leído que Nukus era una ciudad prescindible. Está claro que no aporta demasiado tras conocer Samarcanda o Bujará (o la futura Jiva que alcanzaremos mañana) pero a 2016 es mucho más moderna de lo que se dice, con grandes avenidas y casas de nueva construcción
Pero, ¿qué es eso de una república? La República de Karakalpakstán, cuya capital es esta Nukus donde dormimos anoche y despedimos ahora, tiene un estatus especial dentro de Uzbekistán que le permite independizarse con solo realizar un referendum recogido en la constitución. Si es así, ¿por qué 25 años después este plebiscito no ha llegado a producirse? Seguramente, gran parte de la culpa proviene de la catástrofe que sufrió el Mar de Aral gracias a la intervención soviética que ha provocado que, literalmente, se haya "ido" dejando miles de personas sin fuente de ingresos en un cada vez más grande desierto, cambiando el clima y provocando extrañas enfermedades producto de la salinidad.
Karakalpakstán es, en la actualidad, totalmente dependiente de Taskent ya que no es capaz de hacer frente a semejante desastre. Sin embargo, la república es rica en grandes yacimientos de gas natural, oro, petróleo y otros minerales que no son capaces de explotar además de los tesoros milenarios que esconden las arenas de sus desiertos de la que vimos en la primera parte de la jornada. También, por contar más anécdotas de un área del planeta olvidada, aquí murió la persona más vieja del mundo a los 134 años de edad, Tuti Yusúpova, nacida el 1 de Julio de 1880, la que era "8 años mayor que la Torre Eiffel" (como decían los periódicos) y bastante más longeva que la que aparece en el Libro Guiness de los Records con 117 años de edad, la japonesa Misao Okawa.
Pero, con todo, Karakalpakstán es un territorio triste, melancólico, deprimido... incluso surrealista por momentos. La degradación ecológica ha dado paso a un desierto envenenado que vemos según avanzamos por sus carreteras que comienzan verde verde, lleno de canales como pasaba en Turkmenistán pero, en cuanto te alejas del río y los canales de irrigación, se transforma en el desierto más absoluto.
Tras una primera 1 hora y 15 minutos de carretera buena y otras tantas de camino no tan bueno, de paisajes desoladores (también se puede plantear la excursión desde Jiva) llegamos a Moynaq tras 2 horas y media (10'30 de la mañana) donde solo encontramos el más absoluto vacio para alcanzar una población enferma, de escasa salud y de ausencia total de oportunidades para salir de esa situación
Moynaq, la ciudad de donde huyó el Mar de Aral
"El Mar de Aral se ha marchado. Cuando Dios nos amaba creaba ríos, cuando dejó de hacerlo nos envió ingenieros rusos". Con esta explicación, un amable anciano sentado en el viejo porche de lo que debió ser una lonja de pescado, nos explica uno de los desastres naturales más importantes de la historia de nuestro mundo. ¿Cómo un florenciente puerto de pescadores cuya industria generaba riqueza en Moynaq y todo el área del Mar de Aral se ha convertido en esta imagen?
Desafortunadamente, no todo es bonito cuando viajas. En Groenlandia nos tocó vivir en primera persona los devastadores efectos que el calentamiento global está generando en el desierto helado en lugares como Qaleraliq. El mismo hecho también lo apreciamos en Svalbard en el glaciar Ymerbukta, lejos de lo que fue antaño. El desastre ambiental sobre las islas de los Mares del Sur resultaba todavía más aterrador, encontrando su punto más crítico en Kiribati, la futura Atlántida del Pacífico. Aquí, el Mar de Aral ha desaparecido y en Moynaq solo queda de su recuerdo una broma de mal gusto con la típica señal soviética con decoraciones de mar y pescado que, al menos, sirve para atraer a algunos viajeros como en nuestro caso hoy
Moynaq (o también Muynaq) parece sacada de una película del oeste, donde solo falta la barrilla o bola de heno llevada por el viento. El pueblo no sabemos ni de que vive. El viajero que llega hasta aquí, como nosotros, lo hace por conocer una parte triste de la historia de nuestro planeta, lejos de interés turístico, pero que apenas da para que haya un par de albergues casi fantasmas, algún stolóvaya para comer y gente intentando hacer algo de vida lejos de las ciudades monumentales
También hay un pequeño museo (10.000 UZS + 3000 USZ de fotos por los dos) al que entramos para ver como era el antes y después de la ciudad, en un vano intento de dotar de una perspectiva turística a un agonizante pez sin agua. Abre de Lunes a Viernes de 10 a 13 y de 14 a 17 y Sábados de 10 a 13.
"El agua y el aire eran muy limpios . Todo era verde . Todos los días , después de salir de la escuela, íbamos a nadar"
"Los peces eran muy grandes y sabrosos, porque comían la hierba del fondo del mar. Comíamos pescado tres veces al día"
El Mar de Aral era hermoso, un milagro surgido entre dos desiertos inmensos. Tenía en 1960 alrededor de 68.000 kilómetros cuadrados que le hacían el cuarto lago más grande del mundo con 1.100 km3 de volumen, con una biodiversidad variada que daba peces grandes y sabrosos alimentados de su lecho marino que permitía trabajar día y noche y generaba un área verde y pura, un aire fresco y que aportaba riqueza a su población
¿Y qué queda ahora? Tras llevarnos un pequeño regalito (10.000 USZ) nos vamos al norte de la ciudad, apenas a 1 kilómetro, donde una mole triangular de hormigón señala una especie de mirador y explicación de un mar que ha huido.
Hoy solo queda un 10% de lo que fue.. !una tragedia! !una verdadera catástrofe ecológica! Donde había agua y vida ahora solo queda desierto, barcos varados, absoluto silencio y una vasta zona desértica deprimida, sin nada de aquel lugar florenciente que nos mostraba el museo. Allí bajamos, casi 30 metros.
Resulta increíble recordar la imagen que vimos en el museo con esas barcazas llegando a puerto tras su jornada de pesca.
Pero, ¿qué ocurrió en aquel lugar? Que los soviéticos decidieron que, en pro del cultivo de algodón, "el Mar de Aral debía morir como un soldado en la batalla" y diseñaron una estrategia por la cual comenzó a desviarse agua del Amu Darya y del Sir Daria para regar cientos de miles de hectáreas para el cultivo de algodón, arroz, melones y otros cereales, cultivos que exigías grandes cantidades de agua.
Todo lo que hemos visto estos días en Turkmenistán y hoy para llegar aquí encuentra sus consecuencias finales
Desde 1975, cada día te bañabas un poco más allá del día anterior. La costa del mar retrocedía más de 150 km, pero nadie se quejaba, porque la producción de algodón en Turkmenistán, Uzbekistán y Kazakhstán aumentaba y daba prosperidad a millones de personas. Los ferrys de pasajeros dejaban paso a los camiones de algodón y nadie se preguntaba porqué el cultivo de algodón solo ocupa un 2,5% de las tierras del mundo, donde 25 millones de toneladas anuales se reparten entre China, India, Benin, Burkina Fasso, Estados Unidos, Australia, y...Uzbekistán. ¿Qué sentido tenía esto? Un cultivo que requiere grandes cantidades de agua en un país donde no es un recurso abundante
El panorama por el que caminamos resulta todavía más desolador que la propia historia. El Mar de Aral ha dejado paso a un escenario tétrico donde lo que se ven son barcos oxidados varados y habituales tormentas de arena.
El agua ya ni la vemos, y los fertilizantes y pesticidas acabaron no solo con los primeros peces, sino también con insectos y microorganismos beneficiosos para el suelo. La enorme salinidad del 10% de agua que queda hizo el resto, matando cualquier posibilidad de vida como ya viéramos en el Mar Muerto en la parte de Jordania o Israel
El aire también se vio afectado. La salinidad de las aguas causó la muerte completa de flora y la fauna y los pesticidas quedaban al descubierto, elevados ahora por las mortíferas tormentas de polvo, fuente de enfermedades. Tuberculósis, fiebres tifoideas, hepatitis o cáncer se multiplicaron como nunca se había visto, veranos más cortos y calurosos e inviernos muy fríos y secos llegaron.
El Mar de Aral en Moynaq deja ahora escenas parecidas al comienzo de la película "Encuentros en la Tercera Fase", con un cementerio de barcos abandonados a su suerte. La brisa del mar, el olor a pescado fresco de lonjas o conserveras son ahora simplemente recuerdos de los más ancianos del lugar que pronto caerán en el más absoluto olvido
EL DIARIO DE PAULA:
No soy capaz de llegar a comprender en que se basaban las decisiones de la época soviética por el mundo que han dejado ciudades fantamas en el mejor escenario del mundo, pozos en el desierto, enormes canales de irrigación comiéndose ríos caudalosos o moles en forma de ovni en lugares perdidos. Lo que estamos viendo pone la piel de gallina. !Hemos acabado con un mar! Se dice pronto…
No nos hemos dado cuenta, pero realmente estamos pisando las profundidades de lo que fue en su momento el fondo marino donde ahora solo quedan esqueletos
Si ya el panorama es bastante surrealista, el paso de animales al lado de barcos que antiguamente tocaban agua de mar, resulta absolutamente cómico
Regresamos del más subrealista fondo marino y volvemos a subir las escaleras que nos hace ser conscientes del enorme volumen de agua evacuado.
¿UN RAYO DE ESPERANZA? KAZAJASTÁN
Con todo lo anterior, ¿el Mar de Aral ha muerto? En el año 2003, el gobierno de Kazajstán tomó la decisión de salvar el Mar Aral en su parte norte, la que está en su territorio. Así construyó el dique Kokaral hasta 2005 y comenzó a retener muy poco a poco el caudal del Sir Daria, apenas escaso por la cantidad de regadíos, pero que ha ido logrado elevar el nivel del agua y subir de 30 m a 42 m de profundidad máxima y de 2.500 km2 a 3.300 km2 de extensión y se está pensando en trasvasar agua desde ríos siberianos. El dato es que la pesca ha regresado y el clima ha mejorado. ¿Sobrevirirá el Mar de Aral? Sin duda, el Mar de Aral del Sur ya sin el caudal del Sir Daria está muerto
La visita no da para mucho más. Son alrededor de las 12'15 y es una buena hora para poner rumbo, tras coger agua fría (5.000 USZ), al "otro Karalpakstán", el de las fortalezas fantasmas en el desierto y el que nos va a contar mucho sobre esos enigmas del zoroastrismo que venimos buscando, pero ya de vuelta .. !paramos! Nos ha parecido ver...
Efectivamente es lo que parece. ¿Cuántas veces habremos leído que la necesidad agudiza el ingenio? Este es el caso más claro.
LA SERIE DE "UZBEKISTÁN Y TURKMENISTÁN" YA EN YOUTUBE:
Aquellos que prefiráis la EXPERIENCIA AUDIOVISUAL más completa tenéis en nuestro Canal Youtube la SERIE COMPLETA DE UZBEKISTÁN Y TURKMENISTÁN y, a continuación, el capítulo de este día sin salir del artículo que estás leyendo (Mar de Aral, catastrofe ecológica)…
El agua procedente de los últimos canales de irrigación se esparce por algunas zonas de cultivos kilómetros antes de Moynaq. Aquí, al más puro estilo tradicional, se ha pasado de la pesca a la "caza" del pescado atrapado en sus dominios.
El recorrido de vuelta es deshaciendo nuestros pasos pero ahora el hambre aprieta así que, con la libertad que nos da tener conductor, alrededor de las 14'00 paramos en una especie de "restaurante de carretera" innombrable donde hacemos una de las mejores comidas (28.500 USZ) de nuestra estancia en Uzbekistán (lo mismo que los mesones de carretera donde paran los camioneros en España pero a lo exótico, jajaja)
La jornada de la tarde se presenta apasionante aunque formará parte de otro capítulo. Atrás dejamos una de las catastrofes ecológicas más tristes de la época moderna y ese Mar de Aral del que solo queda ya un vago recuerdo.
(Continua el DIA 15 (II): Corasmia, nacimiento del zoroastrismo y ciudad de muertos)