La milenaria Bujará (nombre en español aunque también Bukara o Bukhara) como llamaremos nosotros en este diario de viaje a Uzbekistán, es monumentalmente la ciudad más especial del país. Samarcanda es la que evoca la imaginación de aquella maravilla que Alejandro Magno admiró, Marco Polo nos contó o Tamerlán glorificó pero es Bujará la que invita a sobrevolar con una alfombra mágica el casco histórico más maravilloso, el que guarda en cada rincón un pedazo de las etapas de su larga historia. Os llevamos por los principales atractivos qué ver en Bujará con todas las rutas y mapa detallado, para que organices tu propio viaje, y os contamos en cuantos días hacerlo.
Ni decir tiene que nuestra experiencia por libre en Uzbekistán está siendo, después ya de 5 días, excepcional. Su gente, su tranquilidad, su ausencia de turismo masivo pero también de problemas en el que está envuelto la mitad de este loco mundo, nos aisla y permite disfrutar de un verdadero viajazo por el legado de la Ruta de la Seda
- Qué ver en Bujará, ruta con detalle y mapa para recorrerla
- Ruta del día 1, en alfombra mágica sobre el casco histórico
- La Plaza Liabi-Khauz (1), el ambiente de Bujará
- La madraza de Kukeltash (2)
- La madraza de Nadir Divan-Begi (3)
- La khanaka de Nadir Diván-Begi (4)
- La mezquita Maggoki Attori (16)
- Complejo Poi Kalon, el tesoro de Bujará
- Buscando los orígenes de Bujará
- El Complejo Khodja Zaynuddin (17)
- Las madrazas de Madari Khan (6) y de Abdulla Khan (7)
- Mausoleo de Ismail Samani (8)
- Mausoleo de Chasma Ayub (9)
- La mezquita Bolo-Hauz (10)
- Zindan (11)
- Ciudadela El Ark (12)
- Bujará de noche sobre la alfombra mágica
Qué ver en Bujará, ruta con detalle y mapa para recorrerla
Te das cuenta de que la disposición de Bujará resulta completamente diferente a Samarcanda desde el momento que te adentras en ella (y más sin has dormido cerca del propio casco histórico como en nuestro caso -cerca de la animada plaza Lyabi Hauz-). Estamos dentro de esa historia de la Ruta de la Seda que describe aquellas ciudades amuralladas donde llegaban las grandes caravanas cargadas de seda, joyas o especias, procedente de todos los lados del mundo.
Bujará es una verdadera ciudad museo con muchisimos atractivos, llena de callejuelas que descubrir y, sin duda, en la que deseas perderte. ¿Qué ver en Bujará si o si? Te dejamos el siguiente mapa que montamos para nuestro viaje...
Nosotros, con la intención de adentrarnos en Turkmenistán, le hemos dado 2 días a Bujará. ¿Cuántos días hubieran hecho falta? Se puede ver todo de sobra en esos 2 días pero le hubiéramos dado 3 perfectamente (o incluso 4).
+ El primer día (es decir, hoy), comenzaremos la ruta en la Plaza Liabi-Khauz (incluyendo la madraza de Kukeldash, la khanaka Nadir Diván-Begi y la madraza de Nadir Divan-Begi) para asomarnos a la mezquita Maggoki Attori antes de afrontar el mayor tesoro que guarda la ciudad, el complejo monumental Poi Kaljan con su minarete y madraza Miri-Arab. Desde ahí nos iremos hacia los límites amurallados de la ciudad pasando por el complejo Khodja Zaynuddin y afrontar el parque exterior con las dos madrazas Madari Khan y Abdulla Khan que nos llevan a los mausoleos de Ismail Samani y de Chasmai Ayub. Regresaremos sobre nuestros pasos antes de ver algún espectáculo o cenar en algún sitio bonito, visitando la mezquita Bolo-Hauz, Zindan y la ciudadela El Ark
+ El segundo día (mañana), más liberado de la parte monumental, lo utilizaremos para salir de Char Minar y su 4 minaretes al lado del hotel y acercarnos a las madrazas pegadas de Ulugbek y de Abdul-Aziz-Khan. Usaremos la mañana para mercadear y disfrutar de los bazares que Bujará nos brinda, la mejor ciudad para hacer compras en Toki Zargaron, Toki Telpak y Toki Sarrafon e incluso buscaremos la tienda de algún artista. ¿Y la tarde de despedida? Intentaremos acercarnos a otras 3 joyas en los alrededores de Bujará: Bakhaouddin Naqshbandi, Sitorai Mohi Hosa y Chor Bakr
¿Estamos listos para salir Paula? Aquellos que deseen un tercer y cuarto día, no duden en acercarse al mercado de Bujará o incluso pueden buscar alguna opción con alguna agencia para acercarse al cercano lago Tudakul a 20 km, de aguas turquesas, donde pegarse un buen baño.
Ruta del día 1, en alfombra mágica sobre el casco histórico
O al menos, como decíamos arriba, esa alfombra mágica es lo que evoca a la imaginación Bujará aunque, por el hecho de acostamos tarde procedentes de Samarcanda, poco tiempo hemos tenido a soñar hoy en nuestra madraza convertida en alojamiento con encanto llamado Amulet Hotel donde estaremos las próximas noches y cuyo patio sirve ahora para un desayuno inmejorable
Si en Samarcanda hablábamos de la imponente capital de Tamerlán desde 1370, Bujará tuvo su cenit con sus siguientes conquistadores, los shaybánidas uzbekos, desde el 1500 hasta 1598, que la convirtieron en su imponente capital de un área que se extendía a Irán, Afganistán y Turkmenistán con más de 360 mezquitas y 80 madrazas (de hecho la mayoría de los monumentos datan del período shaybánida). Posteriormente serían los janidas hasta 1785 y el sha de Persia Nadir Sah, los que llevarían sin grandes modificaciones el khanato (ya como emirato) antes de la conquista rusa.
Hoy por hoy, como en Samarcanda y otras tantas ciudades importantes, el laicismo de su época soviética se ha impuesto a su pasado más religioso, pero eso no nos impide vislumbrar uno de los pasados más apasionantes de la historia donde el mundo persa se respira todavía en cada piedra. Bujará fue capital de una satrapía persa en el año 500 a.C., cayó bajo Alejandro Magno y sucumbió al Califato Omeya de Bagdag con la invasión árabe en el siglo VIII que trajo el islam. En los siglos X y XI fue la capital nuevamente de los persas sasánidas hasta Gengis Khan y su gran Imperio Mongol y Tamerlán y el Timúrida para llegar a su apogeo.
La Plaza Liabi-Khauz (1), el ambiente de Bujará
Los que nos leéis habitualmente, sabéis que los Chavetas tenemos una "ley no escrita" que dice que todos los viajes de duración mayor a 12 días tienen que ir "increscendo", es decir, seguir la máxima que cada día tiene que ser mejor que el anterior o al menos que lo mejor siempre esté por llegar. Según esa teoría, si alguien viene a Uzbekistán, sin duda nuestra recomendación es ir desde Taskent a Jiva y no al revés aunque es una opinión MUY MUY personal que es posible que no todo el mundo comparta. Para nosotros adentrarnos en estos momentos en la Plaza Liabi-Khauz (1), la cual coge su nombre del embalse que en el siglo XVII proporcionaba agua potable a la ciudad, es ese añadido.
Estamos en el principal área de ambiente de la ciudad, especialmente por la noche (volveremos luego), "alrededor del estanque" (significado en tayiko de la plaza) y rodeado de árboles centenarios, varios bares, una tetería y mucha vida local. Aprovechamos para abastecernos de agua (1.000 USZ)
Lo mejor de la plaza es el conjunto monumental que lo rodea, formado por la madraza de Kukeltash, la madraza de Nadir Divan-Beg y la khanaka de Nadir Diván-Begu.
La madraza de Kukeltash (2)
Con el nombre de un general, resulta impresionante. Es la mayor madraza de Asía Central según leemos y fue construida entre 1568 y 1569
Su interior, al igual que nos pasaba en alguna que viéramos en Samarcanda, no merece demasiado la pena.
La madraza de Nadir Divan-Begi (3)
Esta escuela coránica lleva el nombre de una especie de "ministro de Finanzas" y fue construida en 1622. La fachada es impresionante, con símbolos que vuelven a desafiar la prohibición de la decoración islámica del arte figurativo, como viéramos días atrás en el Registán, representan el sol y dos pájaros volando. Delante la estatua del sabio maestro sufí Nasr-ed-Din, personaje mítico en la cultura popular y amiguito de Paula desde estos momentos..
Entramos y volvemos a ver celdas ocupadas por vendedoras de artesanías locales, que quitan un poco de protagonismo al monumento.
También vemos unas mesas preparadas que sirven, parece ser, para bailes folclóricos que hay a partir de las 19'00 en Julio y Agosto, y 18'00 en otros meses pero a un precio de 55.6000 USZ por persona, lo cual nos parece quizás excesivo.
La khanaka de Nadir Diván-Begi (4)
Hablábamos de sufíes. Seguramente mañana tengamos ocasión de entrar más con ello ya que Bujará fue un centro muy importante del Sufismo, en especial de la orden Naqshbandi,
Esta khanaka, de 1620, sirvió de alojamiento para estos sufíes en ruta y aunque hoy por dentro no queda más que el espíritu de aquella época, merece la pena pasear por su patio e imaginarse lo que llegó a ser pero fuera....
... !fuera está Emma! y la gran familia viajera (Ricard, Arnau y Marti), recién llegados de Turkmenistán. Una parte importante de nuestra incursión se lo agradecemos a ellos y toda la información que nos dieron. Hemos quedado para cenar mañana. !Genial! Sabemos también que Joan anda por Bujará
La mezquita Maggoki Attori (16)
Rumbo al norte, casi por casualidad, tropezamos con un emplazamiento con más historia que interés en la actualidad, con una bonita fachada de ladrillo ornamentado con hermosos mosaicos, baldosas cerámicas y más detalles en las columnas.
Se supone que es un museo de alfombras y tapices pero leemos que aquí se situaron altares paganos, un monasterio budista, un templo zoroástrico y hasta una incendiada mezquita árabe durante sus primeros siglos, hasta llegar a la actual. Estos días ha permanecido cerrado, una pena, pero aprovechamos para tomar unos cafés rápidos y coger más agua (10.000 USZ) y de camino unos regalitos que nos han hecho especial ilusión (5 USD y 15.000 USZ)
Complejo Poi Kalon, el tesoro de Bujará
!Imposible no encontrarlo! Su gran minarete resulta inconfundible desde cualquier punto de la ciudad, como si estuviera permanentemente vigilante y guiara nuestro caminos. Adentrare en su plaza resulta IMPRESIONANTE y es uno de los imprescindibles que ver en Bujará sin duda alguna. La atmósfera de la aventura cambia de nuevo por completo.
El conjunto del complejo Poi Kalon (5) está formado por el minarete, una madraza y una mezquita y allí estamos, casi solos, sin tiendas ni vendedores ni grupos de turistas y con una entrada válida para dos días (6000 USZ cada uno y 2.000 USZ las fotos) así que volveremos. Es el momento mágico de Bujará, ese en el que nos subiríamos a la alfombra mágica para sobrevolar un lugar tan especial
EL DIARIO DE PAULA:
Aunque todos los monumentos son espectaculares desde el punto de vista arquitectónico, es de agradecer cuando la atmósfera te atrae de forma especial. Esto nos ocurrió en la Necrópolis de Sha-i-Zinda en Samarcanda, en Shakbrisabz y nos ha vuelto a "visitar" en el complejo Poi Kalon
El minarete Kalon (o también Kalian) es de forma circular de 9 metros de diámetro en su base y 6 en su cúspide con todo tipo de ornamentos y formas geométricas sobre el barro cocido y es conocido como la "torre de la muerte" con sus 47 metros de altura, lo que le convirtió en su día en el más alto de Asía. Lo más increíble es que permanece levantado desde la anterior mezquita del S.XII y ha soportado todo tipo de invasiones, incluida la del terrorífico Gengis Kahn, que asolaba por donde pasaba.
¿Y los terremotos? Nos reímos de los modernos sistemas actuales de los países más avanzados. Un colchón de juncos en su base ha servido para resistir durante siglos.
Hemos visto muchos minaretes a lo largo de los viajes pero este resulta simplemente majestuoso. ¿Cuántas historias se habrán vivido desde él y dentro de él? Nos consta además del canto a la oración que también sirvió como instrumento de ejecución de los condenados a muerte, que eran lanzados desde sus casi 50 metros. En fin...
La madraza Mir-i-Arab, cuyo significado es "príncipe de los árabes", tampoco se queda atrás con sus dos enormes cúpulas azules que se elevan como oasis que desafían el caluroso desierto de Kyzil Kum, en su día más que ahora. En teoría no se puede acceder a su patio y, tras varios intentos en que el guarda nos pilló, efectivamente damos fe que es así.
Como contábamos en la historia, data de entre 1530 y 1536, de la época del shaybánida Ubaydullah, y aunque habíamos leído que estaba en desuso, parece ser que todavía sigue sirviendo como escuela y residencia de enseñanza islámica
Finalmente está la mezquita Kalon o Mezquita del Viernes, una de las mezquitas más impresionantes de todo el Turquestán, dondecon solo entrar en su patio te haces la idea del lugar en el que te encuentras, solo superada en tamaño por la que veíamos todos los días desde nuestro hotel en Samarcanda, la de Bibi Khanum
El estado de la misma, cuya original data de tiempos de los persas samánidas en el 795 pero tras la destrucción por completo por Genghis Khan se reconstruyó a partir del siglo XV y se terminó en 1514, está inmejorable. Sin duda, hasta el momento, es la más increíble que hemos visto (¿se nos quedan cortos ya los adjetivos?)
Su patio emana esa atmósfera que encontramos en muchos lugares de Irán, preparado para la oración, con su fuente y su árbol y un enorme espacio bordeado por columnas
Según lo volvemos a mirar, entendemos lo que Genghis Khan llegó a pensar para no derruirlo, una duda me asalta.. ¿se podrá subir al minarete? Menudas vistas debe haber desde allí. Desde el de Isfahan, cuya subida también era.. digamos.. poco legal, resultaba imponente. Sin embargo descubrimos que estos días hay una inspección de sus cimientos e interior y que no está permitida su entrada, lo cual también nos alegra, así sabemos que sus joyas están en constante revisión.
RESTAURANTES EN UZBEKISTÁN | BUJARÁ: Restaurante Chasmai-Mirob
Situado en los tejados. Habíamos leído en tripadvisor (y creo que también Sele y Rebe acabaron por aquí en su viaje) que, enfrente de la plaza y subiendo unas escaleras, hay un pequeño restaurante con terraza en el tejado. Es inconfundible Desde este momento se ha convertido en nuestra base para estos días en Bujará. Amables, rápidos, buena cerveza y "decente" comida (digamos que el plov no acaba de entusiasmarnos). Comemos y bebemos por 30.000 USZ incluyendo cervezas
Desde este momento se ha convertido en nuestra base para estos días en Bujará. Amables, rápidos, buena cerveza y "decente" comida (digamos que el plov no acaba de entusiasmarnos). Comemos y bebemos por 30.000 USZ incluyendo cervezas
Se trata de un restaurante familiar con una terraza superior con las mejores vistas del minarete, la madraza y la mezquita aunque en la parte de abajo parece que los vecinos de al lado están de obras y amenaza con taparles parte de la vista.
Bujará nos confirma además que Uzbekistán nada tiene que ver con otros países musulmanes, especialmente los árabes, en el sentido de la limpieza. Tienen un exquisito concepto de mantener las calles pulcras y eso es de agradecer.. !y más con esta hermosa panorámica!
Así, descansamos hasta que creemos que hemos recuperado fuerzas suficientes. Dormir pocas horas (recordad que ayer llegamos tarde de Samarcanda en "el tren del infierno") no puede ser bueno y esto ha pasado factura a Paula que anda algo pocha. !No olvidéis un buen botiquín SIEMPRE! El suero nunca falta en nuestra maleta y hoy se convierte en un buen aliado para seguir la ruta.
Buscando los orígenes de Bujará
Huyendo del calor y cargando más agua (2.000 USZ), atravesamos el casco histórico de Bujará en busca de los exteriores de la ciudad amurallada atravesando los primeros jardines. Tanto en Samarcanda como Bujará no hemos parado de ver el uso de paraguas como sombrillas para las mujeres.
La tarde nos lleva hacia la búsqueda de los vestigios más antiguos de este oasis nacido en pleno desierto que sirvió de alivio para miles de caravanas en tiempos de la Ruta de la Seda
El Complejo Khodja Zaynuddin (17)
Caminar por Bujará es detenerte cada pocos pasos. La mezquita-khanaka Khoja Zain al-Din se encuentra sobre una de las lagunas más antiguas todavía virgen. Sin embargo la hemos encontrado cerrada.
Las madrazas de Madari Khan (6) y de Abdulla Khan (7)
Abandonamos el cobijo de la ciudadela y nos dirigimos al parque Samani donde no se ve ya ni un grupos de turistas, no sabemos si por el calor y la hora o porque aquí ya no llegan. Aquí encontramos dos madrazas enfrentadas construidas por Abdullah Khan
La madraza de Madari Khan (6) construida para su madre data del 1567
La madraza de Abdulla Khan (7) es posterior, de 1580, y la hizo para si mismo. Aquí podemos ver alguno de los contrastes que deja el Uzbekistán del S.XXI, donde un pequeño y antiguo automóvil Lada de origen ruso descansa a los pies de los pomposos ornamentos de la época de mayor esplendor de la ciudad
Retrocediendo unos pasos encontramos el arco de entrada al parque, un excelente lugar para relajarse y refrescarse, lleno de vegetación y extraordinariamente cuidado.
No lo sabíamos todavía pero nos estábamos acercando a otro de los tesoros secretos de esta maravillosa ciudad en nuestra alfombra mágica
Mausoleo de Ismail Samani (8)
Hablábamos en la mezquita Kalon de los persas samánidas. Ismail Samani fue precisamente el fundador persa de la Dinastía Samánida que renunció al Zoroastrismo por el Islam y por eso este mausoleo es de gran importancia para entender la historia de la ciudad. De hecho, es el MÁS ANTIGUO de Bujará
Una avenida rodeada de árboles, que alivian nuestro calor, nos conduce al mausoleo del conquistador de Bujará en el 874 cuyos restos descansan en una pequeña construcción rectangular, con una cúpula esférica y otras cuatro flanqueando la principal, todo ello rodeado de pequeños arcos y relieves de ladrillo propios de la arquitectura musulmana del S.X
De su interior (5.000 USZ cada uno pero finalmente nos dejan pagar solo una), donde entramos completamente solos, aunque desconocemos la simbología, destacan elementos sasánidas y zoroástricos como el círculo y los cuadros anidados que parece ser que significan eternidad.
Sin duda, para nosotros, ese gran descubrimiento que no te esperas y que transmite nuevamente la magia de teletransportarte a otros momentos de la historia tan habitual en este viaje
Mausoleo de Chasma Ayub (9)
Sin abandonar el recinto y un poco más adelante, nos encontramos con otro austero mausoleo que nada tiene que ver con los más imponentes que vimos en Samarcanda, el Chasma Ayub (1.000 USZ). Aquí cogemos también unas postales (5.000 USZ) y otro regalito (5.000 USZ)
Cuenta la leyenda que se construyó en los siglos XII-XVI sobre una fuente que Job hizo brotar golpeando la tierra con un bastón aunque hoy apenas queda un pozo y mucha imaginación.
¿Merece la pena entrar? Pseee, digamos que no demasiado pero tampoco cuesta casi nada la entrada. Eso si, si desde aquí siguiéramos hacia final del parque llegaríamos al Bazar Kolkhozny y los restos de las murallas de una ciudad milenaria, siempre interesante, solo interrumpido por un complejo-memorial al Iman Al-Bukhari, demasido moderno entre tanta historia.
¿Un té Paula? ¿Cerveza? Jeje. Antes de andentrarnos al parque hemos visto una bonita chaikana cerca de Bolo-Hauz donde aprovechamos para otro descanso (11.000 USZ)
La mezquita Bolo-Hauz (10)
¿Y la foto del día? Hoy ha sido una madre, orgullosa de su hija (o hijo, no nos quedó claro), la que nos ha pedido si podíamos sacarnos una foto con la pareja vestida de novios que estaban en plena sesión fotográfica por los jardines. Otra curiosidad, ¿por qué las novias nunca hablan y van tan serias? ¿tienen algún tipo de costumbre que seguir?
Regresamos sobre nuestros pasos caminando al lado de una mezquita en la que recuperamos el fervor religioso. Ya hemos comentado que Uzbekistán es un estado laico que nada tiene que ver con el fanatismo religioso de otros países de su entorno y donde cuesta poder ver alguna escena similar pero Bobo-Hauz, recién restaurada este año, es una de esas excepciones.
La verdad es que resulta muy bonita, más con aspecto de palacio con su galería con columnatas de madera talladas que de la mezquita tradicional. Resulta que era un lugar de oración para los propios emires y su entorno, construida en 1712 para la madre del gobernante Abul Fayud Khan, y todavía conserva su piscina original.
Zindan (11)
Rodeando el arca (de la que os hablamos en el siguiente punto), justo detrás de la misma regresamos a los tiempos más modernos de la ciudad pero también más crueles.
Zindan (que significa "vieja prisión") es una cárcel perteneciente a los siglos XIX y XX, que acogió presos políticos, ladrones, criminales y hasta espías, en muy malas condiciones y donde se les torturaba hasta la muerte.
Las salvajadas que pudo vivir este lugar, en muy mal estado de conservación y perdido por unas calles traseras, llegan a historias como la de un “pozo negro” donde a los presos se les dejaba sin luz, ni comida y se les arrojaban escorpiones o serpientes, comentiéndose horrosas torturas.
La visita apenas engloba 2 o 3 salas y un pequeño museo, quizás poca "chicha" para el importe de su entrada (3.000 USZ cada uno y 3.000 USZ las fotos)
Ciudadela El Ark (12)
La última visita de un día muy completo pero más por la acumulación de lugares que por caminata (todo está muy cerca), es la residencia de los emires de Bujará hasta la invasión rusa y, desde fuera, resulta muy fotogénica
Todo lo que hemos leído sobre su interior (especial agradecimiento a los chicos de cometeelmundo.net) habla de un estado en ruinas salvo unos cuarteles reales que hacen de museo y desaconseja completamente su visita
Así que hoy vamos a aprovechar para coger energías, cenar en la ambientada plaza Liabi-Khauz y acostarnos pronto en nuestra particular madraza transformada en alojamiento con encanto
Bujará de noche sobre la alfombra mágica
El sol comienza a caer y la vida local envuelve varias zonas del casco viejo, especialmente la plaza. Resulta increíble como puede llegar a transformarse. Si ya es bonita de día, ¿qué decir de noche?
RESTAURANTES EN UZBEKISTÁN | BUJARÁ: Restaurante Lyabi House Bukhara
Situado justo al lado del estanque de la plaza (de hecho esas mesas son solo para uso turístico y tiene otras para los locales). Posiblemente también el más famoso, donde aprovechamos para cenar los famosos (y sabrosos) shashlik y algo de pasta (48.000 USZ)
A partir de cierta hora ponen actuaciones en directo aunque el volumen resulta excesivamente alto. Por cierto, que si la abeja era maya, !las avispas son uzbekas! Mosquitos no vemos ni uno pero avispas hay bastantes -aquí también- y si eres de los que sufres con ellas pueden fastidiarte una bonita cena (no es nuestro caso)
La habitación del Amuler Hotel que antes albergó a sabios estudiantes ya nos da cobijo según escribimos estas líneas.
LA SERIE DE "UZBEKISTÁN Y TURKMENISTÁN" YA EN YOUTUBE:
Aquellos que prefiráis la EXPERIENCIA AUDIOVISUAL más completa tenéis en nuestro Canal Youtube la SERIE COMPLETA DE UZBEKISTÁN Y TURKMENISTÁN y, a continuación, el capítulo de este día sin salir del artículo que estás leyendo (Bujará en alfombra mágica)…
Bujará, este cruce de caminos, nudo comercial importante en la Ruta de la Seda, se ha descubierto hoy ante nosotros como ese lugar mágico de leyenda, de preciosas cúpulas azules y bóvedas que sobresalen en el desierto y como el oasis a la que ansiaban llegar las caravanas de camellos. Sus hammams, caravansar, madrazas o mezquitas, la mayoría del s.XVI, perduran en el tiempo pero donde, de entre todos los imprescindibles que ver en Bujará (o Bukhara), destaca un faro de casi 50 metros, el minarete Kalon, desde el que despedimos una noche más en Uzbekistán
Paula e Isaac, desde Bujará (Uzbekistán)
GASTOS DEL DÍA: 131.000 UZS (apróx 20.15 EUR) [y REGALOS: 25.000 (apróx 3.85 EUR) y 5 USD (apróx 4.72 EUR)]