Días como hoy son los que a uno le hacen cuestionarse si la diferencia entre "Nuevo Mundo" y "Viejo Mundo" fue tal cual nos cuenta la historia. Si bien es cierto que la Griega Clásica asentó la ciencia y el arte en una parte del planeta, mientras, una Civilización como la Maya fue capaz de desarrollar técnicas de urbanismo, arquitectura y hasta matemáticas y astronomía. Hoy hemos llegado a uno de esos lugares mágicos donde cobra sentido el verbo "viajar". Entramos "en la boca del pozo de los Itzáes"…Entramos en Chichén Itzá.
La Ciudad Prehistórica de Chichén Itzá
Es muy temprano cuando ponemos rumbo a nuestra meta del día, a unos 200 km de Cancún. Antes, pararemos en Valladolid, a 50 km de nuestro destino final, que es una turística ciudad colonial con muchísimos atractivos.
Uno de éstos, es la Iglesia más famosa ubicada en la plaza principal Francisco Cantón, la Iglesia Católica de San Gervasio, del S.XVI.
Aunque la parada no fue demasiado larga, ya que todos estábamos deseando entrar ya en el complejo arqueológico de Chichen Itzá, el cual abordamos 40 minutos después.
Chichen Itzá es una de las más importantes ciudades Mayas del periodo postclásico que comentábamos el DÍA 1 de viaje, antes del inicio de la decadencia Maya. Es una fusión de las culturas Mayas y Toltecas, como muestran las múltiples representaciones del dios de la serpiente emplumada o Quetzalcóatl y las estatuas de Chac Mool. Ya estamos dentro...
La primera impresión que nos llevamos es la de un magnifico complejo arqueológico perfectamente conservado y cuidado. Se nota que aquí se han metido fondos de la UNESCO, ya que Chichen Itzá es Patrimonio de la Humanidad por UNESCO desde 1988.
No es difícil imaginar, cerrando los ojos por un momento, la magnitud que pudo tener como ciudad muchos siglos antes. El complejo se puede resumir en algo así...
Lo primero que nos encontramos nada más entrar es unos de los Juegos de la Pelota (Ball Court) al fondo. Y es que los mayas eran grandes deportistas y el juego de la pelota era uno de sus deportes. El campo estaba delimitado por dos grandes terrazas y en el centro, un gran templo sin bóveda.
El esplendor de Chichén Itzá
Caminamos por el sendero y...!!!! OHHHHH !!!. Habría literalmente que pellizcarse y frotarse los ojos para despertar del sueño en el que no metemos al llegar al principal símbolo de la ciudad, el impresionante Castillo o Pirámide de Kukulkan, de base cuadrada y lados perfectos de 55,50 metros.
REGRESAMOS A CHICHÉN ITZÁ CON UN DIARIO DE VIAJE MUY COMPLETO:
Muchos años después a este diario de viaje (que queda ya más por nostalgia) regresamos al Yucatán, esta vez a Riviera Maya, e hicimos uno mucho más completo y actualizado con toda la información necesaria para elegir tus vacaciones, hoteles y/o excursiones. Puedes navegar por én en la guía de viaje a Riviera Maya o directamente a Chichén Itzá en "Chichén Itzá, la gran ciudad Maya
Es una de las construcciones más imponentes que jamás hemos visto. No nos extraña que haya tantas leyendas detrás de ella.
En la cima, tras subir por cualquiera de sus cuatro escaleras radiales, se encuentra el templo propiamente dicho. Son nueve pisos construidos escalonadamente y 91 peldaños, los que nos separan de éste. Curiosamente 91 peldaños por 4 caras son 364 que unidos a la plataforma superior suman los 365 que forman un año.
Pero no sólo es fascinante hacer esa comprobación, lo más impactante es que se ha comprobado que en los días de equinoccio, en marzo y septiembre, los rayos de sol proyectan un cuerpo ondulante de serpiente que desciende hacia la base. Los mayas eran precisos matemáticos y astrólogos, lo cual fue todo un descubrimiento para el mundo.
Cuenta la leyenda de Sac Nicté (o leyenda de la caída de Chichén Itzá) que el príncipe de Chichén Itzá llevaba una vida paralela con la princesa de Mayapán. La princesa estaba comprometida a matrimonio con el príncipe de Uxmal, pero antes de celebrarse la boda, el príncipe de Chichén Itzá que se había enamorado de la princesa, la raptó y emigró con todo su pueblo, de tal forma que cuando la gente de Uxmal llegó a reclamarle, encontraron vacía la ciudad. Al menos en esta ocasión no fue la religión, sino el amor, lo que llevó al abandono de una ciudad que debió vivir épocas gloriosas.
Avanzando por el recinto, llegamos del Mercado (The Market) y varios Juegos de la Pelota (Ball Court), así como varías especie de iglesias y otro tipo de cámaras.
Podemos observar también restos de pequeños templos, la pirámides de las monjas y multitud de símbolos toelcas y mayas, pues una de las virtudes que tiene Chichén Itzá fue la combinación pilares y columnas de los toltecas con impresionantes bóvedas de piedra de los mayas. Siguiendo por el sendero vemos la Plataforma de Venus, la Plataforma de las Águilas y los Jaguares y Tzompantli.
Al Norte llegamos a un gran pozo natural de más de 60 metros de ancho y 20 metros de profundidad, que no es otra cosa que el Cenote de los Sacrificios, siendo uno de los dos grandes proveedores de agua de Chichén Itzá (hay más de 3000 en todo el Yucatán). En él, además, se realizaban ofrendas al dios Chaac, señor de las lluvias. En su interior se han encontrado multitud de objetos, piezas de jade, gemas, tesoros, esqueletos, tejidos,...
Uno de los puntos más destacados de la ciudad, es el Templo de los Guerreros (Temple of the Warriors), una complejo cuadrado de 40 m de lado con cuatro macizos superpuestos cubierto de decoraciones múltiples, de humanos y animales, pilares en forma de serpientes e incluso el dios Chac-Mool. Al lado se encuentra la plaza de las Mil Columnas (Thousand Columns)
Se dice que este templo fue construido sobre un antiguo edificio. Ahora, su templo en la parte superior está dividido en dos grandes salas, que seguramente en su antigüedad estaban protegidas por una gran bóveda. Lo cierto es que este Templo de los Guerreros es de los templos más bellos de todo el complejo.
Finalmente, no podíamos despedir el día, sin visitar el impresionante Observatorio o Caracol, un singular monumento formado por una torre cilíndrica con unas escalinatas de acceso, que parece una réplica perfecta de las actuales cúpulas de observatorios astronómicos. Dentro se pueden ver siete orificios rectangulares muy pequeños, con utilidad astronómica parece ser.
El día se acaba y la visita no nos ha dejado indiferentes. El legado que ha dejado la Civilización Maya para el mundo merece la pena visitarlo una vez en la vida, al menos. No nos extraña que lo hayan nombrado el Chichén Itzá como una de las 7 Maravillas de la Humanidad.
Sigo siendo para mí un misterio que pudo provocar la decadencia y la desaparición precipitada de los mayas tras tantos años de esplendor y de increíbles legados. Leo y entiendo que en este caso no fueron los españoles los que acabarían con la bonanza de una cultura como les pudo pasar a aztecas o Incas, ya que cuando llegaron la decadencia maya ya estaba en su peor momento. Leo hasta teorías que explican que los mayas pudieron desaparecer del mundo en naves espaciales. Quizás la visita en los próximos días de Tulum nos aclare alguna cosa más (DIA 14 del viaje) y ojala algún día podamos visitar otras maravillas como Tikal (Guatemala), Palenque, Uxmal o Yaxchilán (México) o Copán (Honduras).
Mientras, Chichén Itzá ha abierto para mí la mente para entender que existieron Civilizaciones increíbles y que no sólo las grandiosas civilizaciones egipcias o europeas (Griegos, Romanos...) fueron capaces de desarrollar técnicas hasta el momento desconocidas. Desde el Observatorio de un lugar privilegiado en el mundo, hasta mañana...
Isaac & Familia, desde Cancún (México)