Si, !! lo admitimos!!, no podemos quejarnos. Viendo el ambiente pesimista desolador que nos rodea, compañeros emigrando a Canadá, Argelia, Suecia, Alemania... y amigos pasándolo mal, a veces resulta complicado hablar de viajes y escapadas, que nadie puede obviar que conlleva un desembolso económico en mayor o menos medida.
NOTA IMPORTANTE: Este es un artículo personal antiguo de cuando escribíamos para la familia que queremos conservar por cariño pero carece de correcta estructura y corrección ortográfica adecuada. Disculpa por anticipado si vas a leerlo aunque forma parte de nuestra esencia 😉
El año ha comenzado trayéndonos un comienzo inolvidable en la preciosa ciudad de Praga y una escapada por el corazón financiero de Europa, Frankfurt, y la bella población de Heidelberg, entre otras experiencias personales. No obstante, una cosa no quita la otra, y no vamos a dejar de ayudar a amigos o apoyar a la familia siempre que podamos como lo estamos haciendo hasta ahora.
Precisamente por todo ello, no es momento de dejar de soñar con nuevas aventuras. Y hablamos de sueños y aventuras, porque creemos que ha llegado la hora de volver a poner entre los objetivos a corto plazo esos sueños raramente alcanzables que poco a poco hemos ido cumpliendo...
Fué en el viaje a Jordania 2006 cuando cumplieramos el primero, tras varios años sin viajar, cuando pondríamos el primer granito de arena y conseguiriamos ver los primeros rayos de sol sobre la increible ciudad rosada de Petra tras penetrar por aquellos espectaculares desfiladeros. Fué un momento impactante, que ha marcado nuestros siguientes viajes ...
... y no sería mucho después, en el viaje a Birmania 2006, cuando el tiempo volvería a detenerse en nuestras vidas y volver a disfrutar de uno de esos instantes que la memoria recuerda con una imagen, la de la vida del puente U Bein de Amarapura en uno de los atardeceres más bonitos jamás vividos.
Posiblemente años después, durante nuestro viaje a Cuba 2008, no se parase el tiempo, pero en Cayo Largo nuestros ojos gozarían de un espectáculo de colores de azules de todas las tonalidades en un lugar privilegiado del planeta.
Pero si de aventuras se trata, sería en Lillo donde descubríamos el verdadero Sexo con los Dioses, una experiencia que nos separaría los piés del suelo para flotar durante unos minutos. La adrenalina se dispara a limites insospechados. Libertad, renovación del alma, una sensación única, indescriptible, jamás vivida antes.
Uno de los aspectos más espirituales sentidos lo viviríamos durante el viaje a Japón 2008, cuando pernoctando en la mágica isla de Miyajima, la noche caía sobre nosotros, el icono del tori rojo flotante ya sin turistas de regreso al continente, y una sensación de intensa paz interior rara vez disfrutada anteriormente bajo un cielo iluminado de estrellas.
Uno de los grandes descubrimientos (y momentos) fué la sensación vivida en el viaje a Siria, Libano y Jordania 2009. Regresando de las tierras mesopotámicas del Valle del Eufrates camino de Aleppo toparíamos con Rasafa, una verdadera ciudad fantasma en medio de un inmeso desierto, donde no llega el turismo, y que escondía unas verdaderas galerías en sus fosos. Una de las mejores aventuras que insuflaría en nuestras vidas esos momentos que vivieran esos grandes arqueólogos de antaño.
A lo largo del 2010 vivimos uno de los cambios personales más profundos de un vida, y con él la necesidad de embarcarnos en una mayor aventura. Una mochila, un pueblo perdido de Uruguay y unos días por Sudamérica, serían la antesala de aquel buque expedicionario que nos llevaría a pisar las tierras Antárticas separadas por 2 dias y medio de navegación por los mares más temibles del planeta, tan lejos del mundo de los hombres, donde la sensación de soledad infinita y de belleza inhospita todavía guardamos en nuestro corazón desde el viaje a Argentina, Uruguay y Antártida 2009.
Tampoco negaremos que los días de "redescubrimiento" de Machu Pichu, especialmente desde la peligrosa subida a Hyuana Pichu, supondrían el cumplimiento de otro de esos destinos soñado en la infancia y que lograbamos cumplir durante el viaje a Perú 2010.
Y si los sueños de pequeño de llegar a Petra, Machu Pichu, las tierras antárticas, momentos espirituales, flotar en el aire o perdernos en una ciudad fantasma, una vez cumplidos, nos parecían insuperables, fué durante nuestro viaje a Maldivas 2011 cuando descubrimos que es posible llegar a esas islas casi desiertas muchas veces imaginadas, donde uno puede escaparse del mundo que nos rodea durante unos días.
Pero los sueños de niño son infinitos, y la mayor aventura hasta la fecha, llegaría durante nuestro viaje a Kenia, Uganda, Ruanda y RDCongo 2011, cuando una temerosa incursión en un país complicado y una subida de 5 horas por una empinada pendiente nos dejaría la mejor noche vivida hasta la fecha al lado de una verdadera caldera procedente del infierno, uno de los lagos de lava más espectáculares del planeta en el volcán Nyiragongo.
Conocer lugares del planeta es algo que llevamos en el virus inocuo que se nos implantó en un determinado momento de nuestra vida, pero cumplir sueños y embarcarnos en aventuras es algo que se ha convertido ya en una necesidad.
Es momento de hacerlo y ya lo hemos decidido. HOY la vida vuelve a pedirnos una próxima gran aventura y ya estamos embarcados en ella.. No sabemos ni por donde empezar para poder cumplirla aunque hay dos personas, un mapa, una web y un libro, que son nuestra fuente de inspiración y ellos ya lo saben. Además hay algo que ya descubrimos anteriormente y es que, CUANDO UN SUEÑO SE PERSIGUE CON INSISTENCIA, SIEMPRE SE LLEGA A CUMPLIR ...
Paula e Isaac, soñando con nuevas aventuras ...
