Llueve en A Coruña. La temperatura no es muy alta y la humedad hace que se te calen todos los huesos (los "huesitos" como decía la abuela chavetas). Hoy me he levantado y, casi sin querer, he pinchado en el marcador que me lleva hasta esta web. Aquí sigue, con ese diseño que tanto me gustó antaño, muy personal y lleno de recuerdos.
NOTA IMPORTANTE: Este es un artículo personal antiguo de cuando escribíamos para la familia que queremos conservar por cariño pero carece de correcta estructura y corrección ortográfica adecuada. Disculpa por anticipado si vas a leerlo aunque forma parte de nuestra esencia 😉
En un día como este antes estaría encerrado entre largas listas de obligaciones y banalidades. Hoy no...
El "casi sin querer" no es del todo cierto. De los multiples emails que tengo sin contestar (espero sinceramente que me disculpeis), me emocionó muchisimo uno que me llegó el pasado Viernes (que también contestaré), de una auténtica chavetas, Rocío, y que ha hecho que vuelva a mirar de reojo la página. A mi también se me habían convertido en obligaciones el bajar del avión y estar ya en el siguiente viaje. Ahora no...
Fué el 4 de Octubre (!! hace ya 2 meses !!) cuando escribía aquel "El punto de inflexión" que quizás no todo el mundo ha entendido. La parte buena de estos 2 meses, es que ese espiritu no se ha perdido por el camino, una vez integrado al "día a día" que nos come. La parte negativa, es que algunas promesas son dificiles de alcanzar.
Yo soy de los que hace suya esa frase que dice que "algunos de los mejores momentos de una vida vienen fruto de una serie de errores". Posiblemente en mi vida, los que más me han hecho sentir, vienen de eso, de errores, y creo que nunca los olvidaré pues forman parte de lo que me hace fuerte hoy. !Gracias!
Quizás son los grandes detalles, los grandes momentos, los que se recuerdan (un viaje, un momento en la vida..), los que dejan huella o los que hacen arrojar una lagrima pero son los pequeños los que hacen que los anteriores puedan existir, los que marcan la diferencia, los que esconden esas sorpresas que uno no espera, los que mantienen una llama encendida o engrasan el motor del día a día.
Pero cuando esos pequeños detalles no son tenidos en cuenta, y esto es lo que no se dice, posiblemente una gran apuesta, ARRIESGARSE, es lo que hace despertar algún "somnoliento" (pero no puede arriesgar uno solo, sino todo es en vano). Y también es gracias a ellos que cuando llega el momento, lo sabes, y no viene de la cabeza, sino del corazón, por mucho que "alguno" haya intentado demostrar lo contrario...
Y entre tanta reflexión, el pasado 23 de Noviembre fué el 98 cumpleaños de la abuela chaveta. Faltó ese fuerte abrazo pero ella estuvo allí. El resto lo dejo para mi, y aunque no escribí por aquí como otros años, si "lo celebré" con ella (un video basado en otro que hay por internet), como siempre, porque a ella le gustaba así (y siempre decía que viajaba con nosotros en esta web que ella renombró) ...
Creo que una de las grandes conclusiones que he sacado de esta última temporada de mi vida es que no se puede dudar de uno mismo, y menos quedarse por el camino. Creo que a veces hay que hacer lo que nos conviene, incluso dejando parcialmente de ser feliz, por llegar a esa felicidad que uno se ha imaginado y por la que se lucha. Al fin y al cabo, la vida es un cruce de caminos, en lo personal y en lo profesional, y el gran problema es la indecisión de quedarse atrapado en él y no saber tomarlo. Es ahí cuando esas "promesas dificiles de alcanzar" se convierten en la meta por la que luchar y con la perseverancia y empuje (que nunca debemos perder) sabemos elegir.
Palabras y más palabras que nadie entenderá. Aquí quedan para algún día leer y recordar. O quizás aquí se queden..
Mientras, siempre que lo necesites, te seguiré mirando detrás de esa, "nuestra" luna ...
Isaac, con ganas de volver a escribir (en breve) sobre viajes ..