Safari en el Parque Nacional Etosha: nuestra EXPERIENCIA

Etosha significa “gran lugar blanco” en referencia a su gran salar que en época de lluvias se transforma en un lago, ecosistema ideal para aves acuáticas. Pero para nosotros fue mucho más .. y eso que tengo que empezar admitiendo que mis expectativas no eran muy altas. Hacer un safari en el Parque Nacional de Etosha, uno de los santuarios de vida salvaje más increíbles de Namibia, suele representar uno de los "highlight" imprescindibles y hoy hemos descubierto el motivo, incluido el mejor sundowner.

Te cuento nuestra experiencia, todo para planificarlo, qué animales nos sorprendieron (el encuentro con el leopardo fue simplemente BRUTAL), qué sensaciones nos transmitieron y los consejos que te podemos ofrecer para que tú también lo vivas con intensidad.

Ruta del día: P.N. Etosha

Hemos atravesado El P.N. Etosha de sur a norte, haciendo un completo safari por todo el parque. Esto no suele ser habitual pero el hecho de mover nuestro hotel y no hacer base en uno solo, nos ha permitido abarcar, unido al safari de ayer por la tarde, toda la extensión (Clic Google Maps).

Recuerda que este diario es una de las salidas de este Viaje a Namibia en 12 días de Mopane Safaris con el que venimos desde Windhoek.

P.N. Etosha, el gran referente de safaris en Namibia

Si hay un lugar en Namibia referencia de vida salvaje, ese es el Parque Nacional de Etosha. Se trata de uno de los parques más grandes y diversos del mundo, donde contemplar a los animales más emblemáticos de África en su hábitat natural.

El parque se centra alrededor de la gran depresión salina llamada Etosha Pan, que es un área seca durante la mayor parte del año pero se llena con agua durante las fuertes lluvias estacionales. Cuando esto sucede, atrae una gran cantidad de aves acuáticas.

¿Qué significa Etosha?

Etosha significa "el gran lugar blanco", por el color de la sal que cubre la inmensa depresión que ocupa gran parte del parque. Esta laguna salada seca se convierte en un espejismo cuando se llena de agua tras las lluvias, atrayendo a miles de flamencos rosas que le dan un toque de color al paisaje.

Pero Etosha no es solo sal, también es bosque, sabana y matorral, donde conviven más de 100 especies de mamíferos, 340 de aves y 110 de reptiles. Aquí se puede ver de cerca a elefantes, rinocerontes, leones, jirafas, cebras, gacelas y muchos más.

Entre ellos se encuentran 4 de los famosos “big five”: elefante, león, leopardo y rinoceronte (el búfalo se puede ver en otras partes de Namibia pero aquí no). También se pueden ver jirafas, cebras, gacelas, ñus, hienas, chacales y muchos más. ¡Y ya estamos aquí! Listos para entrar tras un rápido desayuno en el Etosha Safari Camp, unos minutos antes de la apertura (que se produce con el amanecer).

En este punto del relato es donde voy a intentar explicar el porqué no tenía grandes expectativas con el P.N. Ethosa. Por fortuna (o no, porque ya he perdido la parte de inocencia), he podido disfrutar de parques de vida salvaje por el mundo como el P.N. Pendjari en Benín, el P.N. de Zakouma en Chad, el P.N. de las Murchison Falls en Uganda o, por supuesto, Masai Mara en Kenia, entre otros. Pero, sobre todos ellos, la gran experiencia durmiendo entre vida salvaje del viaje a Botswana, también con Mopane. Todos ellos, con algo en común, que puedes perderte por caminos sin ir por una carretera "encorsetada".

Y esto es precisamente Ethosa, un parque en el que lo mejor son sus charcas artificiales, que se llenan con agua bombeada y atraen a los animales sedientos, especialmente al atardecer. Allí se pueden observar escenas increíbles de convivencia y tensión entre las diferentes especies. Hasta que, de pronto, vuelves acordarte de que estás entre vida salvaje, y tras ver algunos antílopes, avestruces y abandonar el área de Okakuejo que vimos ayer, nos adentramos en Halali y vemos esto...

Una grandísima manada de leones con cachorros entre los matorrales, descansa tranquilamente con la primera luz de la mañana cuando varias hienas caminan en su dirección. Todavía no se han percatado de su existencia.

Todos los leones fijan su mirada en la hienas, que no dudan en darse la vuelta inmediatamente. ¡Qué daño hizo el Rey león! Hora de ver los primeros elefantes

En este área de Halali, que también cuenta con sus "waterholes", existe un campamento algo menor que el que vimos ayer en Okaukuejo. En total son 3 con Namutoni, ya cerca de la salida Este/Norte, a la que llegaremos más tarde. Aquí vemos todo tipo de aves (abutardas, grullas,..), cebras, oryx, sprinboks, stenbooks, ñus, impalas de cara negra (endémico, no hay otro)...

Las escenas de un grupo de cebras es especialmente bonito en este área arbolada de Halali.

Por supuesto, vamos parando en todas las charcas de agua en las que George va viendo vida con algo más que avistamientos, escenas preciosas. Siempre suelo decir que lo bonito de un safari son esas escenas de vida salvaje que no tendrá nunca un zoo.

Otro momentazo ha sido el encuentro con una familia de chacales a los que poco les ha importado el ver varios coches acercándose. El agua de una charca en la carretera de las lluvias de anoche, les ha servido para continuar su camino.

La carretera en esta zona acumula varios puntos con bastante agua pues Namibia en Abril acaba de terminar su época de lluvias.

Ethosa es un Parque Nacional en el que cualquiera puede recorrerlo en su propio vehículo o en un safari guiado, además de disfrutar de la magia de la noche africana desde las plataformas que dan a los pozos de agua iluminados, donde los animales acuden a beber y a refrescarse, si te alojas dentro. Eso sí, hemos visto algunos vehículos que no eran 4x4 y los bajos sufrían bastante en alguna zona.

El Parque Nacional Etosha ofrece una oportunidad única para observar la vida silvestre en su hábitat natural y disfrutar del impresionante paisaje africano y así hemos seguido toda la mañana, por supuesto sin olvidarnos de las jirafas.

Superado el salar, que parece un verdadero "desierto blanco" sin vida, exceptuando algún oryx perdido buscando minerales, entramos en un área con menos vida, también coincidiendo con el calor del mediodía. Eso no ha evitado que siguiéramos viendo escenas preciosas como la del apareamiento de un tuco con ese precioso baile.

El área de Goas nos ha parecido especialmente atípico y singular, lleno de antílopes adaptados a un terreno rocoso en el que solo se puede acceder con 4x4 y donde apenas hay coches.

Aquí es donde hemos visto más impalas de cara negra, esta subespecie endémica que se caracteriza por tener marcas faciales negras distintivas alrededor de sus ojos y frente a las orejas. Los machos tienen cuernos curvados hacia atrás y en forma de lira, que utilizan durante las peleas para establecer dominio y para defenderse de depredadores. De hecho, hemos visto varias peleas entre ellos.

¿Y en cuanto a aves? Amantes de ellas, aquí tenéis otro paraíso. Gallinas de guinea, tórtolas, halcones, abutardas, sisones, tucos....

... águilas colebreras, gallinas de guinea, carracas y hasta cernícalos ojiblancos.

También hemos encontrado el red hartrlebeest, el segundo antílope más rápido que existe (tras el antílope americano) y muy parecido al famoso topi.

Y preciosas escenas de jirafas entrando ya en el área de Namutoni.

Son alrededor de las 15'00 y hemos llegado por los pelos al que definen como un campamento de descanso en el borde del desierto de sal llamado Etosha pan en la región de Oshikoto. Ensalada de pollo y unos sandwich, con unas buenas cervezas, y adelante... (💵 150 NAD). Por cierto, no he comentado que existen áreas habilitadas con baños prefabricados y habíamos parado en una previamente, no sin cierto respeto.

Safari de tarde en el P.N. Etosha: leopardos, dik dik y elefantes

Recuerdo con cariño el primer animal que vimos Paula y yo (Isaac) en nuestro primer encuentro con vida salvaje. Fue un gerenuk en Samburu (Kenia), un antílope único que habita en las regiones áridas y semiáridas del Cuerno de África que distingue por su cuello largo y delgado, así como por sus largas patas, lo que le permite alcanzar alturas considerables para alimentarse de hojas y ramas. Cuando lo comenté nadie lo conocía pero rápido me vino a la cabeza cuando vimos este otro pequeño animalito en el camino. Es un dik-dik de Kirk.

No solo uno ... ¡Es una pareja! Se trata del antílope africano más pequeño, casi diminuto, cuyo nombre viene del sonido que emite, y puede llegar a medir entre 30 y 70 centímetros de altura y pesar alrededor de 3 a 6 kilogramos. Suele ser muy tímido y asustadizo y es difícil de ver, además de encontrarse en peligro de extinción. No lo habíamos vuelto a ver desde aquella jornada en la Reserva Nacional de Samburu, el mismo día que vimos al gerenuk.

Avanzamos hacia el norte entre más kudus, jirafas, elefantes, mangostas y gallinas de Guinea.

Es increíble la capacidad que puede llegar a tener un grupo cargado de energía positiva. Lo digo en cada safari y en cada uno se cumple. Ir con David también es éxito garantizado. Es como si tuviéramos un imán para ello. ¿Qué nos faltaba para la porra? Todos deseábamos ver un leopardo, nos daba igual cómo... pero el cómo no daba igual realmente.

Un coche nos avisa que le ha parecido ver un leopardo. Y allí aparece, majestuoso. El animal más bonito del mundo, con ese andar elegante, con actitud de búsqueda de su presa. Otea el horizonte y nos ignora, apenas a unos metros de nosotros

Durante 20 largos minutos, camina paralelo a nosotros, en busca de su presa, hasta que finalmente decide internarse en un zona a la que nuestro querido George no puede acceder. ¡Ha sido un gran momentazo de este safari por Ethosa!

Con el subidón, llegamos a una zona de lagos, de pisadas de elefantes y de flamencos. Nuestra jornada está más que cumplida pero Paloma quería más. Su sueño era ver esa escena de elefantes que nos faltaba.

Cerca ya de King Nehale Lya Mpingana Gate, en una de tantas charcas de agua, el escenario es perfecto. ¡Y aparecen! Primero uno, luego una familia, luego decenas y decenas de familias de elefantes avisando de la distancia.

¡Qué barbaridad de escena! De las mejores que hemos tenido en un viaje. No recuerdo una igual desde Los elefantes del río Khwai o el Parque Nacional de Chobe, ambos en Botswana.

George comienza a ponerse nervioso y eso significa que el atardecer está empezando a caer y hay que llegar a la puerta Norte antes de que cierren o sino podemos ganarnos una buena multa. Por el camino, otra escena que no he sido capaz de fotografiar... ¡UNA MAMBA NEGRA! Se ha puesto hasta "farruca" delante del vehículo. Jamás había visto una así. Es absolutamente letal...

Vamos dejando jirafas, abutardas y más especies en lo que ha sido uno de las jornadas de vida salvaje más especiales que he vivido. Ahí van mis prejuicios previos...

Vamos bien de tiempo y eso significa ... ¡Sundowner! Eso tras haber sido capaces de avistar hoy hasta 35 especies en total. ¡Safari de los buenos!.

Datos prácticos y preguntas/respuestas para tu safari en el P.N. Ethosa

Sundowner y uno de los lodges más espectaculares de Namibia

George nos para en la última charca para sacar esas cervezas de la nevera que no pueden faltar en un atardecer.. ¡El Sundowner! Esta tradición popular de disfrutar de bebidas y aperitivos al aire libre mientras se contempla la puesta de sol es común en safaris y lodges en países africanos como Sudáfrica, Kenia, Tanzania, Botswana y Namibia, entre otros y ¡nunca falta a la cita!.

El sol rojo de atardecer africano, que no había querido todavía mostrarse así, hoy si lo hace, cayendo a plomo sobre el horizonte. Es una escena maravillosa

Atravesamos la puerta de King Nehale con 10 minutos de margen. Otros no han tenido tanta suerte.

Pero ¿qué es ésto que ven mis ojos? Wowww

HOTEL EN EL P.N. Etosha | Etosha King Nehale

¿Y si os digo que este alojamiento de la cadena Gondwana (que no hemos abandonado en toda la aventura) es de lo más ESPECTACULAR que he visto en mi vida? (y no he estado en pocos). Sin duda, irá directamente a nuestro TOP. 40 bungalows completamente nuevecitos, a 1 km de la puerta norte, en ausencia total de turismo alrededor. ¡Un tesoro!

Recibiendo el nombre de un importante líder tribal del pueblo Ovambo, este lodge se ha inspirado en el rico legado cultural de la región y transmite una calidez acogedora que se refleja en el cuidado de cada detalle, desde el diseño de interiores, la selección de la comida o las pequeñas sorpresas que se encuentran a cada paso.

Os dejo una review detallada en "Etosha King Nehale, opinión de un hotel de diseño (al norte)".

Anochecido y duchados, hemos quedado en el maravilloso comedor con detalles en cada rincón, con esa zona de arena y hoguera para tomar algo antes o después y con ese piscolabis que son los "gusanos de mopane fritos" (que me he atrevido a probar y no estaban malos del todo). Botellita de vino incluida, una de esas noches que no olvidas...

Así termina nuestro noveno día de aventura en Namibia. El Parque Nacional de Etosha ha superado todas nuestras expectativas y nos ha regalado una experiencia inolvidable. Mañana nos espera un día largo pero ya le hemos dicho a Ana que nos hubiéramos quedado aquí varias jornadas. ¡Menudo paraíso! El equipo Mopane está más emocionado que nunca... y la noche, tampoco defrauda para ello.

Isaac con el grupo Mopane, desde el P.N. Etosha (Namibia)

💵 GASTOS DEL DÍA: 150 NAD (apróx 9.31 EUR)