Tengo que admitir que a estas alturas de viaje, Namibia ya ha superado mis expectativas. Pero ha sido en Walvis Bay donde me he dado cuenta del increíble viaje que estoy haciendo. La preciosa bahía de la costa atlántica de Namibia, a bordo de un catamarán, me ha aproximado a la vida marina local de pelícanos, flamencos, focas, ballenas... Pero ha sido por la tarde, en Sandwich Harbour, allí donde las dunas del Namibia alcanzan el Océano Atlántico, cuando he logrado ese OXÍGENO que estaba buscando desde que iniciaba aquel vuelo a Namibia con Ethiopian Airlines hace algunos días.
Partimos desde Swakopmund, que ya nos sorprendiera ayer y durante un día completo hemos estado viviendo esa Costa de los Esqueletos sobre la que profundizaremos mañana.
- Ruta del día: Crucero por Walvis Bay - Sandwich Harbour
- Crucero por Walvis Bay, relax en la bahía de Pelican Point
- La fauna marina de Walvis Bay: checklist de animales que se pueden ver
- Aperitivo a bordo del catamarán de Walvis Bay (y más ostras)
- Sandwich Harbour, donde las dunas del Namib alcanzan el Océano Atlántico (EXPERIENCIÓN)
- Salares, lagos rosados y arenas movedizas
- Allí dónde las dunas del Namib alcanzan el Océano Atlántico
- Picnic en Sandwich Harbour (con más champange)
Ruta del día: Crucero por Walvis Bay - Sandwich Harbour
Para disfrutar de la experiencia completa de un crucero por Walvis Bay, es importante madrugar y llegar a puerta con las salidas de los barcos. La tarde la hemos dedicado a recorrer Sandwich Harbour, pasando por Pink Lake y un gran salar. La ruta ha sido similar a la siguiente (Click para ver en Google Maps):
🗺️ RUTA DEL DÍA
🏨 HOTEL ELEGIDO
Un hotel boutique donde sirven ostras y champange para desayunar. ¡Wow! En pleno centro de Swakopmund. Tienes ya disponible la review en "The Delight Swakopmund, la mejor opción de la ciudad (opinión)"
Quizás es por estas cosas por las que empezamos a viajar y aquí seguimos, en una de las salidas de este Viaje a Namibia en 12 días de Mopane Safaris.
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Crucero por Walvis Bay, relax en la bahía de Pelican Point
Tendríais que ver mi cara cuando vi ese desayuno. ¿Ostras y champange para desayunar? ¿Pero en qué sitio del mundo nos hemos metido? La cara de felicidad de Pepe lo dice todo. Algo me dice que hoy se va a comer en apenas unas horas todas las ostras de la población de Namibia, jaja..
Hoy tenemos una excursión que comienza en el puerto de Walvis Bay (a 30 km), un crucero por la bahía que nos llevará hasta Pelican Point, un histórico faro de 35 metros de altura que pone fin a un área protegida privilegiada en vida marina.
No obstante, esa bruma "tétrica" que invade la Costa de los Esqueletos y que ya intuimos ayer, vuelve a hacer acto de presencia. Está claro que el nombre no es de casualidad...
Estamos llegando a un área de salinas, llanuras costeras y playas con grandes colonias de lobos marinos, las bandadas de flamencos más grandes del sur de África y de avistamientos de ballenas, delfines y mola molas. Aquí, en el animado puerto de Walvis Bay nos espera un catamarán.
Por suerte o por desgracia (al menos para mi factor de sorpresa), he disfrutado de muchos paseos en barco similares en espectaculares fiordos, por lenguas glaciares, por paisajes de colonias de diferentes especies o navegando con delfines y ballenas, y mi "inocencia viajera" ya no es la que era.
Así, me lo he tomado como un paseo de relax, tranquilo y necesario tras tantos días de emociones, por las aguas tranquilas de una bahía en la que los animales están tan acostumbrados a las embarcaciones, que se dejan "caer" por la borda. Primero esos lobos marinos tan simpáticos...
.. y posteriormente una "invasión" de pelícanos que utilizaban el catamarán de pista de aterrizaje. ¡Wow!
Tengo que admitir, que entre eso y alguna bebida caliente que amenizaba estos primeros minutos, la experiencia ha sido, cuanto menos, divertida. Me he acordado mucho de mi pequeña Oli y sus "pelícanos de Cuba" que venían a visitarla a la playa.
A mayores, la bahía te ofrece naufragios, colonias y algunas panorámicas interesantes que te hacen la idea de lo que este lugar ha sido y es ahora.
Pero, ¿qué hemos visto? Pues bastante "bichería"...
La fauna marina de Walvis Bay: checklist de animales que se pueden ver
Walvis Bay se encuentra al norte del Trópico de Capricornio, protegido por la lengua de arena de Pelican Point, lo que la resguarda de las fuertes corrientes oceánicas. La bahía es un lugar privilegiado en cuanto a la fauna marina se refiere, rica en plancton y vida marina.
¿De dónde viene el nombre "Walvis Bay"?
Históricamente, esta riqueza de placton y vida marina atrajo a una gran cantidad de ballenas francas australes, de ahí su nombre que significa "Bahía Ballena" en afrikáans.
Los viajes en barco por Walvis Bay son una de las actividades más populares y emocionantes de Namibia, y es fácil entender por qué: te permite admirar de cerca algunas de las criaturas más fascinantes del mundo marino.
Esta zona costera africana alberga dos especies autóctonas: el delfín de Heaviside o de Benguela y el delfín mular del Atlántico.
Tienen una naturaleza juguetona e inquisitiva, lo que significa que nadan felizmente junto a nuestros botes y se exhiben saltando fuera del agua.
Las que se pueden avistar en el área de Walvis Bay son la ballena franca austral y la ballena jorobada, ambas catalogadas como especies en peligro de extinción.
📅 La temporada de observación es generalmente de junio a noviembre, ya que estas majestuosas criaturas son migratorias.
La palabra "Mola" viene del latín "mola-molis", que significa "piedra de molino", lo que es una descripción bastante precisa del cuerpo redondeado de esta especie.
Este pez en forma de bala es el pez óseo más grande de nuestros océanos y es raramente visto por pocas personas.
Esta bahía es famosa por ser un hogar temporal para miles de flamencos cada año. Es una imagen impresionante ver a estas aves elegantes balanceándose en el agua mientras buscan su comida.
En Pelican Point se puede encontrar una colonia de focas extraordinariamente grande (aquí lo llaman focas pero son lobos marinos). Pudimos observar de cerca a estos mamíferos, que a menudo, al ser tan juguetones y curiosos nadaban hasta los bote.
Experimentamos la presencia cercana del pelícano blanco oriental mientras volaba junto al barco y aterrizaba con sus enormes alas de dos metros y su pico largo y colorido.
Existe una experiencia de kayak, para los más aventureros, que te acerca mucho a las colonias
No he entendido muy bien porque todo el mundo habla de focas cuando son leones marinos lo que estamos viendo. La diferencia la aprendí en el viaje a la Antártida y es fácil de entender. ¿Tienen orejas? Sí. Entonces no son focas.
Realmente parece ser que estos lobos marinos y los del Cabo Cross que veremos mañana son una especie de león marino.
Aperitivo a bordo del catamarán de Walvis Bay (y más ostras)
Hemos puesto rumbo de regreso y nos han convocado en la parte interior del catamarán. ¿Motivo? Ostras frescas, vino espumoso, sabrosos aperitivos y postres junto a más bebidas. ¿Quién se lo pierde?
El regreso está más centrado en divisar barcos y plataformas petrolíferas atracadas en la bahía, así como muchos que han quedado desahuciados por diferentes motivos.
También podemos observar más de cerca esas colonias de flamencos que no faltan a su cita ya, tras desembarcar y tomar un cafecito rápido porque no espera otra cita (💵 12 NAD).
Sandwich Harbour, donde las dunas del Namib alcanzan el Océano Atlántico (EXPERIENCIÓN)
Arrancaba este artículo diciendo que lo que hoy me esperaba no lo imaginaba ni en mis mejores sueños. Uno idealiza desde niño un viaje a Namibia por ese desierto del Namib, esas tribus himbas o ese fascinante P.N. Ethosa.
Salares, lagos rosados y arenas movedizas
Pero, quizás por falta de profundizar, desconoce que existe un lugar mágico que comienza desde que sales por la carretera sur por Pink Lake en dos preparados 4x4 que nos estaban esperando. El día, como ayer, también ha abierto a estas horas del día y pega un sol que estuvo oculto por la mañana.
Pelícanos y charranes caspios dejan paso a grandes extensiones de depósitos de sal y uno de los 3 humedales que produce el 90 por ciento ésta en el África subsahariana. Así, los microorganismos que liberan una sustancia llamada betacaroteno (una sustancia de color rosa rojizo) como parte de su proceso de fotosíntesis convierten todo este área en grandes lagos rosados que acompañan a los grandes salares.
Pero lo mejor estaba por llegar una vez que abandonamos la península. A unos 40 km al sur de Walvis Bay se encuentra un área de conservación dentro del Desierto del Namib que es solo accesible en 4x4 y con los permisos necesarios. Su nombre es Sandwich Harbour, haciendo referencia a un antiguo puerto y su laguna.
A Ana, que ayer supo reaccionar muy rápido a la anulación de nuestro vuelo escénico (y hoy con perspectiva tengo que decir que esto LO HA MEJORADO), hoy se han unido 2 espectaculares guías, de esos que pagarías oro por ellos en cada viaje. Empáticos, bromistas, ágiles y haciendo de cada minuto de la excursión un momentazo mejor que el anterior. Así descubrimos un área de arenas movedizas.
La explicación sobre la arena (que no es arena, son granos de muchas procedencias) es simplemente una clase magistral. Estamos ante dunas en movimiento debido al viento del oeste que se han ido formando por los granos arrastrados por el río Orange desde Lesoto y el mismísimo Kalahari (de ahí su alto contenido en hierro) y Namaqualand, recogiendo de diferentes terrenos áridos y salvajes, y depositándolos en el mar para ser arrastrados por la corriente de Benguela.
Éstas que vamos a recorrer ahora mismo son las más jóvenes pero hacia el interior, la erosión y la oxidación de cientos de miles de años, les hace coger ese tono rojizo que vimos días atrás. Lo que no vimos es este simpático gecko que ha venido a visitarnos.
Por favor, ¿qué ven mis ojos? ¿Qué mágico lugar es este que está apunto de llegar?
Allí dónde las dunas del Namib alcanzan el Océano Atlántico
Si has llegado hasta aquí leyendo, estarás deseando descubrir el motivo que me llevó a comenzar a viajar. El 4x4 circula a gran velocidad por la costa, paralelos literalmente a pocos metros del mar, hasta donde las dunas ya no nos dejan avanzar.
Sandwich Harbour hoy por hoy hace más referencia a la laguna que al puerto olvidado. Hemos llegado al límite en el que ya no se puede avanzar y estamos completamente rodeados de arena y mar. Este entorno es el hogar de enormes colonias de aves, más de 200.000 aves entre golondrinas de mar, flamencos, cormoranes y pelícanos, algunos de los cuales han volado paralelos al coche un buen rato.
¿Qué tienen los desiertos que hipnotizan? Creo que es uno de esos lugares que siempre me han transmitido magia, sea en la parte del mundo que sea. Pero esta no es la vista que buscamos. En ese momento el 4x4 comienza a ascender, a surcar, a convertir la experiencia en pura adrenalina.
El objetivo, la vista MÁS MARAVILLOSA que puedes obtener un viaje a Namibia y, posiblemente, una de las más especiales de una vida viajera.
Subido a en lo alto de la duna, en ese paisaje de ensueño donde se funden el desierto del Namib y el océano Atlántico, he encontrado esa estampa idílica de desolada belleza que buscaba al iniciar este viaje. ¡OXÍGENO! ¡SOLEDAD! Aislamiento del turismo masivo.
Estamos en el desierto más antiguo del mundo declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el hogar de algunas de las dunas más altas del planeta, en un escenario de contrastes entre el mar azul y las doradas arenas de una costa de 300 kilómetros inmersa en el Parque Nacional Namib-Naukluft.
Por supuesto, estos momentos no serían lo mismo sin una cerveza bien fresquita, ¿verdad?
Picnic en Sandwich Harbour (con más champange)
Con la adrenalina por las nubes, retornamos sobre nuestros pasos entre este mar de dunas en busca de un buen lugar abrigado del viento, volviendo a ver esas preciosas familias de oryx que habitan este desierto mágico y algún chacal perdido. La vida siempre se abre camino...
Es hora de un buen picnic merecido que preparan con mimo nuestros excepcionales guías.
Ya hubiera sido gracioso volver a ver más ostras pero no faltaba de nada, ni siquiera un merecido brindis con champange para celebrar el lugar donde nos encontramos.
No hubo palabras en el regreso a Walvis Bay para reencontrarnos con George y posterior camino a Swakopmund. Supongo que todos íbamos ensimismados "degustando nuestro momento" hasta la llegada a la antigua colonia alemana que todavía alberga edificios históricos con cariño.
De hecho, no hubo ganas ni de salir a cenar. Algunos acabamos en el precioso lobby del The Delight Swakopmund con una botella de vino, recordando nuestra experiencia en el crucero por Walvis Bay y muy especialmente ese Sandwich Harbour donde las dunas del Namib se funden con el Océano Atlántico, la estampa mágica de este viaje.
Isaac con el grupo Mopane, desde Swakopmund (Namibia)
💵 GASTOS DEL DÍA: 12 NAD (apróx 0,72 EUR)