Maun, la entrada al Okavango (en avioneta)

¿Cuántas veces habré soñado antes con alcanzar ese río que nunca llega al mar que aparecía en los documentales de Botswana? Es posible que cuando abrí los ojos en Johannesburgo esta mañana todavía no fuese consciente de lugar del planeta al que me iba a adentrar. Sobrevolar el Delta del Okavango en avioneta ha sido una de las mejores entradas que he hecho en todos los viajes, un espectáculo natural cuyo escenario es un verdadero jardín de África, un accidente geográfico de oasis cuyas aguas se esparcen sobre las arenas de un desierto congregando uno de los más increíbles ecosistemas de vida salvaje  del planeta. Estamos en Maún, la entrada al Okavango

Pero antes, 2 horas separaban nuestra entrada al Norte de Botswana de la capital de Sudáfrica donde hemos pasado la noche y donde no madrugábamos demasiado para desayunar.

De Johannesburgo a Maun, el Norte de Botswana

La distancia que separa la prescindible Johannesburgo de la entrada al Norte de Botswana, Maun, es de apenas 2 horas de vuelo aunque ya venimos avisados de que suele ir siempre 30 minutos retrasado.

Un traslado en el suttle del hotel, una facturación rápida en la Terminal Doméstica, un pequeño paseo y un "Out of África" (regalos 16.15 EUR) nos entretienen antes de presentarnos en una amplia sala de puertas de embarques alrededor de las 10.30.

¿Y Gaborone? La capital de Botswana es el centro económico del país pero una ciudad completamente prescindible para el viajero. Salvo que la idea sea entrar por Sudáfrica es, en el Norte de Botswana donde encontramos parte de Kalahari, Chobe y Delta del Okavango, algunas de las reservas naturales más importantes no sólo de Botswana sino de África y del mundo, sin dejar de lado las cuencas Nxai o Makgadikgadi.

¿Todo listo? Son las 11'30 de la mañana cuando nuestro pequeño avión de hélices de Air Botswana despega rumbo a la verdadera aventura

Atravesar Botswana desde el aire ha resultado una experiencia diferente a la que podría imaginar inicialmente. Desierto y áridas tierras solo interrumpido por algunas carreteras asfaltadas y algún pequeño oasis perdido. ¿Qué atractivo podría traer a nadie a este país en medio de África? La respuesta estaba ya a pocos kilómetros de aterrizar donde el agua comienza a fluir por la ventanilla

"Maun, puerta del Delta del Okavango" es el cartel que reza según desembarcamos por la escalerilla sin finguer del anticuado aeródromo de la ciudad y que veríamos durante bastante tiempo por los tortuosos y lentos tramites de entrada (no porque te pidan muchos requisitos, sino porque apenas hay 2 ventanillas y se lo toman a lo "africano")

Pasamos la aduana y recogemos las mochilas. Anabel nos espera. Ella es la cabeza visible de un proyecto, el de Mopane Game Safaris, nacido de la pura pasión y que combina el conocimiento de un país desconocido para el viajero español con ese toque personal que lo ha convertido en un gran descubrimiento desde el momento que lo vimos. Suponemos que tendrá muchas ideas que evolucionar, pero ya esos pequeños detalles como disponer de agua nada más llegar (a 30ºC), disponer de un traslado y alojamiento rápido y una primera explicación detallada, hablan muy bien del "viaje que comienza". 10 viajeros repartidos en dos 4x4 anfibios será el primer grupo de Septiembre pero de ello os hablaré más adelante

Aquellos que vienen de camping suelen utilizar Maun como sitio clave para aprovisionarse aunque la experiencia sea completamente diferente a la que tenemos esperando. ¿Y se puede hacer algo en Maun aparte de escala inevitable? Rotundamente si. No sólo se puede, sino que tras disfrutar de ella considero que se debe... !Sobrevolar el Delta del Okavango en avioneta!

Hay sobrevuelos escénicos en avioneta, avión u helicóptero (dejando a un lado el globo) en determinadas partes del mundo que hay que hacer si o si. Esa sobre las "líneas de Nazca en Perú", "el hidroavión sobre Maldivas", la maravilla de "archipiélago de Vava'u en Tonga" o cualquier de los Mares del Sur e incluso la reciente incursión entre los "Fiordos de Groenlandia" y su desierto blanco infinito. No íbamos a perder oportunidad (120 EUR) de cumplir otro sueño.

Sobrevolar el Delta del Okavango en avioneta

El único río que no quiere desembocar en el mar. Caprichoso deseo que da lugar a posiblemente el más privilegiado ecosistema de África cuya diversidad de fauna atrajo durante decenas de años a los más apasionados científicos, biólogos y documentalistas, mientras otros nos conformábamos con ver atónitos aquellos impresionantes documentales de pura naturaleza.

No es casual que la UNESCO considerara el Delta del Okavango como Patrimonio de la Humanidad el año pasado e íbamos a comprobarlo desde el mismo momento que nuestra pequeña avioneta de dos plazas para Sele y para mi (nuestros compañeros iban en otras, e incluso Isi y Patri se atrevieron con el Helicóptero) despegaba desde la misma pista donde habían aterrizado horas antes

Aquellas extensas áreas desérticas que veíamos por la mañana se transformaban por momentos en grandes pastos de verde intenso llenos de canales de agua y vegetación de todo tipo desde nuestras ventanillas.

La "Joya del Kalahari" llega a cubrir 22.000 km2 en su época de mayor crecida y es capaz de convertir los terrenos más áridos del planeta en un paisaje hermoso de vida gracias a los más de 11.000 millones de metros cúbicos de aguas procedentes de las lluvias de las tierras altas de Angola ubicadas a más de 1000 km y cuyo espectáculo puede ser visto hasta desde el espacio (foto: NASA)

Parece increíble como ese hilo de arroyos en las montañas angoleñas pueden llegar a acumular semejante caudal en los 80km del denominado panhandle del Delta del Okavango, pero más aún lo es su desembocadura a partir del momento que se distribuyen en dos grandes canales

El serpenteante río Okavango, de características geológicas extraordinarias y que deja permanentes aguas inundadas en el norte, se transforma en un delta (0 más bien en un abanico fluvial) que desemboca muy lejos del mar, a la altura de las arenas abrasadoras del desierto del Kalahari.

Es en ese momento cuando la vida se abre camino e incluso podemos observarla a esta distancia desde la avioneta. Grupos de elefantes, jirafas, cocodrilos, hipopótamos o manadas de búfalos son algunos de los  habitantes que desde el aire engloban uno de los paisajes más hermosos que jamás he observado

Especialmente emocionante resulta observar como familias enteras de elefantes, siempre muy disciplinados, se acercan a las zonas más húmedas a estas horas de la tarde. !!Qué maravilla!

Me lo dicen y no me lo creo. Estamos en uno de los años más secos de los últimos tiempos. Seguramente eso se ponga de manifiesto en los próximos días pero desde la altura nunca lo hubiese imaginado. ¿Cómo será el paisaje en la época de mayor crecida?

Islas que aparecen y desaparecen según del nivel de agua, animales salvajes que se trasladan en manadas en función del ecosistema y hasta !!leones nadadores!! que han aprendido a sobrevivir a estas particulares crecidas (se dice que son los más fuertes y grandes de África)

E incluso yendo más allá, verdaderos lienzos del pintor de arte más abstracto.

Estamos ante una de las grandes maravillas de la naturaleza, la que el río Okavango extiende en sus más de 721.000 km2 y que va dejando diferentes áreas constituidas en bosques de ribera más al norte hasta decenas de hábitats dentro del propio delta, donde lagunas, laberínticos canales y pequeñas charcas convierten el Norte de Botswana en el verdadero corazón del continente.

¿Qué podemos esperar en los próximos días? Moremi, una reserva de apróximadamente 3.900 km2 (un tercio del Delta del Okavango) es el Parque Nacional en que el Departamento de Vida Salvaje de Botswana (cuya protección de su vida salvaje es máxima a pesar de algunas noticias de nuestro "amigo el Rey") permite el encuentro entre personas y fauna. Leones, búfalos, elefantes, hipopótamos, jirafas, antílopes de todo tipo serán habituales en nuestra exploración.

¿Y qué más? El "big five" fantasma, el leopardo, es difícil de observar pero está disperso por todo el delta, así como guepardos y ese gran desconocido, los licaones (wild dogs o perros salvajes), que encuentran en este área uno de sus últimos bastiones en el planeta (se cree que apenas quedan unos 5000 ejemplares).

Los amantes de las aves también tienen en el Delta del Okavango un tesoro. Más de 400 especies de aves con ejemplares especiales como las grandes avutardas, el jabiru africano, los buhos pescadores o buitres, aguilas o garcetas

De la avioneta apenas nos enteramos. Es tal la sensación de emoción de sobrevolar un paisaje sobrecogedor que no somos conscientes ni siquiera de algún pequeño "bote" que deja en su camino. Elefante a la derecha, imagen preciosa a la izquierda. Es tal la belleza que ahora sí siento el lugar tan especial al que nos enfrentamos, del cual no había sido consciente hasta estos momentos.

No existe documental, al menos tras un televisor, que pueda explicar con palabras semejante inmensidad. De hecho según nuestro piloto comienza a dar la vuelta sobre si mismo sigo preguntándome como es posible que donde antes solo llegaban unos privilegiados ahora vayamos a ser capaces de hacerlo nosotros.

Los que me conocéis sabéis que adoro (creo que no habría otra mejor forma de definirlo) los lugares y experiencias inalterados, casi intactos, donde la presencia del turismo masivo no haya distorsionado la realidad de un lugar, una cultura, un paisaje, un ecosistema...

Aterrizando ya de vuelta en el aeródromo de Maun, tras casi 1 hora de experiencia, creo firmemente que lo que nos espera por delante estos días va a ser una de esas aventuras que no se olvidan... y aún no ha comenzado

Para aquellos que duden de la avioneta, deciros que ha sido un vuelo muy diferente al de las "líneas de Nazca en Perú", con mucho espacio detrás para dejar las mochilas o lo que necesites y también por delante para moverte y suficientemente ventilada como para no pasar calor, aunque quizás todo ello solo he sido capaz de pensarlo una vez que salía

Toca esperar a nuestros compañeros y dar una pequeña vuelta por Maun, mientras Anabel termina con los últimos preparativos

Maun Lodge, planificando nuestro itinerario

De Maun poco tengo que contaros. Se trata de una población que ha crecido a lo ancho, de casas desperdigadas y donde toda la vida gira en torno a las gasolineras donde se congregan los centros comerciales (de hecho Sele y yo cambiamos en una gasolinera unos 50 EUR a 10 BWP por EUR -llamadas Pulas-)

David, que además nos invita a las primeras cervezas del viaje (y tiene pinta que caerán muchas al atardecer), y Noe ya llevan un día por aquí y nos cuentan que además de una calle principal y algunas cabras poco hay que ver. Posiblemente la voz de un "guitarrista" improvisado sea lo más destacable (por cierto, está prohibido beber cerveza en la calle, pero nos enteramos después -así que no lo hagáis-)

Ya en el Maun Lodge donde nos alojamos, con noche cerrada, nos reunimos por primera vez todo el grupo. 10 personas con un espíritu viajero y muy buen ambiente. ¿Qué nos deparará?

Resulta inquietante pero a la vez emocionante escuchar las palabras de Anabel respecto a lo que nos espera los próximos días. Quizás sean estos los últimos instantes que pasaremos en contacto con la civilización pues durante los próximos 8 días la desconexión será absoluta, algo que creo que va a permitirnos disfrutar todavía más si cabe de la experiencia.

Por supuesto no podía faltar la primera "porra" del safari. ¿Cuál será el primer animal no antílope que veremos? Elefante, babuino, halcón, jirafa, búfalo, león o hipopótamo. !Salen todos!. ¿Quién ganará? De momento la cena.. !Qué hambre!

Es hora de dormir al menos unas horas y dejar a Anabel y Willie (uno de los guías locales que vendrá con nosotros) con los últimos preparativos y en búsqueda de gasolina (!no hay gasolina en todo Maun!  curioso pueblo este..). No engaño a nadie si admito que estoy muy muy nervioso y emocionado. Hacía tiempo que no tenía esa sensación mezcla de incertidumbre y adrenalina que el vuelo sobre el Delta del Okavango desde Maun ha despertado en mi. !Mañana empezamos un safari móvil muy especial!

Isaac (con Sele) desde Maun (Botswana)

GASTOS DEL DÍA: 20 EUR [y REGALOS: 16.15 EUR)]