Ramas de acebo y abeto adornan cada fachada. Decenas de puestos navideños invaden el pueblo creando una atmósfera única y especial. Si ya esta villa es un escaparate medieval hermoso en cualquier época del año, hoy nos ha trasladado (como si del fantasma del pasado se tratase) a un mundo que nos fascina. Hoy os contamos que ver en Colmar en un día en cualquier época del año, pero en especial, en Navidad.
Hemos dormido genial en esta ubicación privilegiada que es el Hotel Saint-Martin (ARTÍCULO COMPLETO SOBRE EL HOTEL AQUÍ), así que con los primeros rayos de luz hemos puesto ruta en busca de un buen desayuno.
- Qué ver en Colmar en un día en cualquier época
- El Colmar de los Curtidores y los Pescadores
- Qué ver en Colmar en Navidad
Qué ver en Colmar en un día en cualquier época
Ya sabéis lo que nos gusta diseñar rutas. Hoy no hemos madrugado demasiado, cuando la luz ha empezado a entrar por nuestra ventana y nos hemos dado cuenta de la nevada que ha vuelto a caer con la bajada anunciada de las temperaturas, nos hemos ido a desayunar (9 EUR) fuera (en el hotel cuesta 12 euros por persona, quizás más para disuadir que otra cosa).
La ruta que hemos hecho (mapa incluído para que cualquier viajero se oriente) ha sido parecida a la siguiente ...
Muy cerca del hotel tenemos Maison des arcades (1) o también conocida como la antigua casa parroquial Protestante, una edificación construída con estilo renacentista alemán en 1606, que consta de tres plantas
Pero nuestra primera parada la hacemos en la Iglesia de San Mateo (2) o Eglise Saint Matthieu, que aunque originalmente perteneció a los Franciscanos (1292), desde la reforma luterana está disponible para los protestantes (1575). Es de entrada gratuita y en ella se celebran algunos de los conciertos del Festival Internacional de Música de Colmar, un evento que se desarrollará del 4 al 14 de julio de 2020
Sin duda, lo que más sorprende de caminar por sus calles, es respirar ese ambiente medieval mezclado por ese espíritu de Navidad que respiraremos más por la noche.
Colmar nació de asentamientos a orillas del Rin de tiempos inmemoriables, de lucha entre romanos y germanos hasta alcanzar el estatus de ciudad imperial en 1266 bajo el mandato de los carolignios, en plena época Medieval, atmósfera que todavía conserva
Hoy, ya finalizando la época de mercadillos navideños, luce como un verdadero cuento incluyendo hasta el último detalle en cada marco, puerta o ventana de las, ya de por si, bonitas casas medievales, restaurantes, tiendas o plazas de la ciudad
El paseo nos lleva hasta el Museo Unterlinden (3) ubicado en un convento de monjas dominicas del S.XIII, uno de los más visitados de toda Francia, y que conserva piezas de incalculable valor (como dos obras de Picasso), aunque cuando lo visitamos estaba de reformas, por lo que se había trasladado a la Iglesia de los Dominicos de la que hablaremos más tarde.
Nosotros, sin embargo, que sabéis que no somos de museos, nos dirigimos hacia la Rue des Tetes, donde se encuentra la famosa Maison des Tetes (4) o Casa de las Cabezas, datada de 1609 -estilo renacentista-, y una verdadera maravilla arquitectónica con sus más de 150 cabezas esculpidas en la fachada. Hoy por hoy es un hotel
¿Hace frío Paula? Esta nevando y no para. La temperatura roza los -10ºC con la ola de frío que ha entrado esta noche. Sin embargo, ver el pueblecito con nieve lo hace todavía más encantador y hace que todas las tiendas estén también iluminadas
Muy cerca tenemos la Iglesia de los Dominicos (5) de construcción interminable desde 1283 por orden Rodolfo I de Habsburgo hasta bien entrado el siglo XIV, aunque como está con uso de museo, lo que más nos gusta es su mercadillo navideño por el que ya pasamos anoche.
Resulta curioso entender como la opulencia y el poder dieron paso a la más estricta pobreza hasta que la Revolución Francesa le dio la utilidad de almacén de grano durante todo el S.XIX hasta devolverla a su culto en 1898
El excelente ambiente y la atmósfera se tornan en aglomeración en torno a la Catedral de St-Martin (6), posiblemente centro neurálgico de Colmar, de estilo gótico (menudo batiburrillo de estilos).
No vamos a aburriros con información detallada que podéis encontrar en wikipedia pero deciros que su interior es realmente impresionante, especialmente sus vidrieras del S.XIII con escenas de la ascensión de Elías, la última cena, o la vida de Abraham e Isaac. Lo que si aprovechamos para hacer es tomar un café calentito en un local cercano y recobrar calor (6 EUR)
Buscando una pequeña parada en nuestra ruta, nos alejamos un poco del centro y nos dejamos caer por la Place Rapp (P), una zona muy diferente de Colmar donde podemos ver la estatua de Jean Rapp, un famoso general de división francesa, un protector acérrimo del emperador Napoleón y los Champ de Mars. La decoración invernal, entre abetos y puestos navideños, deja paso a una gran pista de patinaje para deleite de... !!Paula!!
Esta zona verde de Colmar (el parque más grande) es hoy completamente blanca y está preciosa. Suponemos que cuando todos pensamos en Navidad nos viene a la cabeza los árboles, los adornos, los Reyes Magos, Papa Noél y !!la nieve!! ¿Qué falta en Colmar? Creemos que nada
Definitivamente no es una área que nos recuerde al pueblo de cuento que hemos venido buscando, así que volvemos hacia la Rue des Marchands, la de bellos edificios tradicionales que ha mantenido sus encantos a lo largo de los años, su casco histórico y sus distritos más antiguos.
El Colmar de los Curtidores y los Pescadores
Bajar la Rue des Marchands, es adentrarse en el Colmar de las casas más pintorescas que lo hace realmente especial y más tiendecitas que nos hacen parar cada poco
Especialmente una especie de boutique que permanece todo el año (y no sólo en este época) que perfectamente podría haber ido a nuestra colección de "7 tiendas de Navidad para adornar el árbol"
A la ya vista "Casa de las Cabezas" se unen la Casa Pfister, la Casa Koifhus, la Casa de la Policia o Casa Adolfo.
Dejando a un lado el Museo Bartholdi (7), podemos ver al otro Corps de Garde (8) o Casa de la Policia, levantado en 1575 y que deja un paso estrecho que conecta con la Plaza de la Catedral y la calle Mercaderes.
La Schongauer House (9) o "Zum Schwan" destaca por su mirador y sus dinteles tallado y es conocida por albergar el taller del artista Martin Schongauer que realizó sus mejores obras en esta villa. Tampoco están nada mal las tallas de la casa de enfrente
Pero para gustos colores, y para nosotros la ganadora a la más bella es la Casa Pfister (10), de arquitectura renacentista y construída en la primera mitad del siglo XVI por el sombrerero Ludwig Scherer, por sus impresionantes frescos. !!Una maravilla!!
El final de la Rue des Marchands nos sitúa en plaza de la antigua aduana o Ancienne Douane (11), donde aparece el río y están los puentes llenos de flores tan típicos de las postales de Colmar y donde todo se transforma nuevamente ahora en un ambiente de magia y fantasía. También se encuentra la fuente Schwendi, hoy entremezclada con los mercadillos.
Este área también se denomina el distrito de los Curtidores, apareciendo y desapareciendo el río según caminamos. Se llama así porque fue el lugar donde se instalaron éstos en la ciudad, de casa con entramados típicos de madera sobre fondo de tonos pálidos o blancos.
Casi sin querer, llegamos a otra de las postales más conocidas y que vimos el día de ayer iluminada tras visitar otros pueblecitos como "Eguisheim, un pueblo de Francia con encanto". El distrito de los Pescadores (12) o la Petite Venise (pequeña Venecia) es un barrio de casitas que compiten entre si a pies del río Lauch, en el que mucha gente va en barca a estas horas (un agradable paseo, ¿a qué si?)
Estamos en un antiguo barrio donde los pescadores ejercían su actividad, entre preciosos canales que hoy reflejan la fantasía del lugar, atravesado por famosos puentes, como el de los Cisnes, donde dicen que las parejas deben darse un beso.
¿Un paseo en barco Paula? Hoy no queda ninguna, aunque tampoco el día se presta para ello. Lo que si se presta es para pasar de regreso hacia el área de nuestro alojamiento por el Mercado Cubierto o el "Mercado de San Miguel de Colmar" (salvando distancias).
Se trata de un mercado de fruta, todo tipo de comida y otros productos que ha ido transformándose para ofrecer rincones donde "tapear" (incluso hay uno llamado "tapas") y degustar vino alsaciano
La ciudad rebosa vida, alegría y colorido a estas horas y nosotros, con nuestra ruta terminada (el que quiera hacerse una idea, de forma tranquila puede visitarla en 4-6 horas parándose mucho) buscamos algo que comer y finalmente hoy optamos por unos perritos y sopa caliente por la calle y "echarnos una de esas siestas españolas" que tanto necesitamos tras un año duro.
A las 17 comienza a anochecer y será hora de ver "el otro Colmar"
Qué ver en Colmar en Navidad
La noche cae sobre la ciudad de Colmar y, nuevamente, todo se transforma. Lo que hasta ahora era un ambiente medieval de todo tipo de edificios y arquitecturas, ahora se convierte en uno de los mejores lugares del planeta para el amante de la Navidad.
Las calles tienen un ambiente estupendo, aunque lejos de lo que hemos leído de aglomeraciones (en estas fechas se camina muy agradablemente, posiblemente de manera diferente a lo que es el puente de Diciembre, y quizás debido a que estamos en los últimos días de mercadillos)
Horarios y fechas de los mercadillos Navideño en Colmar:
Puedes comprobarlo directamente en la web de la Navidad en la Alsacia por si varía otro año, aunque suelen mantenerse las mismas fechas. Aquí no hay un único mercadillo, sino !!5!!, que son el de la Plaza de los Dominicanos (de ropa), el de Place Jeanne d´Arc (vinos, charcutería… y decoración), l´Ancienne Doudane (cosas de Navidad), interior du Koïfhu (cubierto de arte y antigüedades) y de los niños en la Petite Venise (de decoración y atracciones para los pequeños !y Paula, jaja!)
- Fechas: Desde el 24 de Noviembre al 29 de Diciembre de 2022
- Horarios: De 11am a 7pm de Lunes a Jueves, de 10am a 8pm de Viernes a Domingo (excepto 24 y 25 con horarios más cortos)
Análogamente a la mañana, Colmar ha cambiado, y nuestra ruta también. Vamos a visitar el Colmar de la Navidad en una ruta parecida a la siguiente..
El mercadillo de la Place Jeanne d'Arc (1) es quizás el más pequeño, y el más orientado a temas gastronómicos. Aún así, podemos encontrar numerosas tiendas y detalles que aluden la Navidad
El mercadillo la Plaza de los Dominicanos (2), previo cafecitos (6 EUR) es más orientado al mundo de los textiles, ropa e incluso velas aromáticas. Es bastante grande y continúa por un lateral de la Iglesia.
Antes de continuar por nuestra ruta de mercadillos, no podemos evitar volver a pasar por la pista de patinaje de la mañana, repleta de gente a pesar del frío, y con muchas atracciones (montaña rusa de niños, tiovivo y puestecitos de comida) a su alrededor. No es un mercadillo, pero merece la pena tenerla en cuenta
Los caminos del casco viejo de Colmar ahora parecen otros, como si hubiesen cambiado el guión, si cabe todavía más hermosos y mágicos, con multitud de luces y adornos que compiten entre si hasta en las casas más antiguas y famosas
El mercadillo interior du Koïfhu (3) es completamente diferente a los demás, ya no sólo porque está en interior, sino porque está centrado más en piezas de valor, joyas, arte e incluso antigüedades.
Para nosotros el mejor (otro potricol para Paula por 16 EUR), sin duda, y el más animado es el mercadillo l´Ancienne Doudane (4) así como también el más orientado a los objetos navideños combinado con puestecillos de comida de todo tipo (vino y sopa caliente, dulces y pasteles, bocadillos, perritos, ..)
Finalmente, acabamos el recorrido ya con la temperatura bajando a los -10ºC en el mercadillo de la Petite Venise (5) que combina atracciones para los más pequeños con un poco de todo.
Esta zona también es, posiblemente, la más atractiva para las fotos nocturnas pues sus restaurantes con terraza y sus canales "venecianos" iluminados son muy escénicos
El frío y la llamada de la "cena" nos ha llevado hasta un lugar justo en frente de nuestro alojamiento, el Hotel Saint-Martin(ARTÍCULO COMPLETO SOBRE EL HOTEL AQUÍ) (!!una excelente recomendación para futuros viajeros!!) llamado Brasserie Schwendi, de los pocos que se puede entrar sin reserva
Suele tener cola de espera pero va muy rápido (nosotros apenas hemos tardado 5 minutos) y se trata de una curiosa taberna que recuerda mucho a las de Centro-Europa donde además de las especialidades alsacianas existe todo tipo de Rosti. Nosotros hemos optado por un escalope de pollo con nata, una tarte flambée y un postre que combina vainilla, chocolate y biscocho típico de aquí (no nos pidáis reproducir el nombre -está destacado en la carta-). Eso, y unas cervezas por 38 EUR
El plato del día - Tartes Flambées:
Hoy hemos probado una especie de pizza también llamada Flammekuecha, con base muy fina de pan elaborada con harina y agua sobre el que se colocan los alimentos que se quiera (como la pizza). Se condimenta bastante y suele llevar panceta, cebolla cruda y nata liquida, para hornear durante 10-15 minutos
Colmar es un pueblo de cuento. Si, definitivamente. Es mágico, embaucador, pura fantasía. Es un pueblo extraordinariamente conservado de edificios del gótico alemán al renacimiento o de pintorescas casas tradicionales alsacianas. Una villa de canales que baña el río Lauch, de montañas que lo rodean y en el que, cuando cae la noche, aparece su atmósfera más encantadora. Colmar nos despide otra noche... ¿A qué esperas para entrar en tu propio cuento de Navidad?
Isaac y Paula, desde Colmar (Francia)
GASTOS DEL DÍA: 75 EUR (y REGALOS: 21,50 EUR)