Phra Nang Beach, mejor playa de Tailandia (y Diamond Cave)

Tailandia es un país en el que puedes encontrar un sinfín de tesoros, os los hemos ido mostrando a lo largo de estos artículos (y los que nos faltarán) pero hoy os vamos a hablar de uno de los más buscados. ¿Cuál es la mejor playa de Tailandia? Phra Nang Beach es la respuestas de los que más conocen el país y no seremos nosotros los que os diremos lo contrario. Ojo que hay "truco" para visitar esta preciosa playa. ¡Os lo contamos! Así como una bonita cueva llamada Diamond Cave, muy cerca.

Y otra gran pregunta es "¿Phuket o Krabi?" En unos días iremos a Phuket pero si buscas relax y paraíso, ya tenemos respuesta: Railay. Posiblemente Phuket te brinde más ambiente que relax, pero las playas más tranquilas y rodeadas de naturaleza y tesoros por descubrir están en Krabi.

Ruta del día: Railay - Phra Nang Beach

Los días en Railay, aunque parezca lo contrario, no se parecen en nada, hay cosas que sí se repiten como su maravilloso y riquísimo desayuno y los paseos mañaneros que dan vida pero siempre hay algo diferente que puedes hacer.

Planificación y reservas con antelación

Hoy le tocaba el turno a la visita a una de las playas más famosas de Tailandia y a una de las muchas cuevas con las que cuenta Railay.

LUGARES VISITADOS

Railay Beach

Phra Nang Beach

Diamond Cave

ALOJAMIENTO

Situado en Railay West, la zona buena de playa, solo por sus amaneceres desayunando en un privilegio de paraíso o sus atardeceres, ya está pagado. Económico, con piscina, restaurante, en frente del mar y encajado entre acantilados.

Phra Nang Beach, ¿la mejor playa de Tailandia?

Phra Nang Beach está catalogada por muchos como la mejor playa de Tailandia y, estando situada casi al lado, no íbamos a perdérnosla. Se encuentra al sur de Railay Beach, muy cerca de nuestro Sand Sea Resort, y de otra población muy conocida como es Ao Nang. ¿Y por qué nos parece la mejor?

Un playa larguísima, arena suave, aguas claras y cristalinas y, además, poco profundas lo que facilita el baño, parte de sombra y parte descubierta, todo esto acompañado de un escenario único, rodeada de naturaleza por un lado y de pequeñas islitas por otro con un peñón característico en medio del mar.

Tras desayunar (lee nuestro relato de ayer "Railay View Point, el mejor mirador de Railay Beach" y mira lo que es un desayuno, jeje), nosotros hemos podido acceder a ella andando, ya que nos quedaba a un paso pero también queda muy a mano de Ao Nang, un lugar en el que se aloja mucha gente que viene a esta parte de Tailandia, se accede por barco y en 20 minutos ya estarías en esta maravillosa playa. También la puedes hacer una de las 7 Mejores excursiones desde Krabi (y SIN AGLOMERACIONES).

Desde nuestro hotel el paseo es una chulada, pasando literalmente debajo de la montaña, como si estuvieses caminando por una cueva, incluso por las curiosas formas parecidas a las estalactitas. Oli se lo pasa pipa imaginando que está en una cueva y es una aventurera, jajajaja. Y el final, todavía mejor...

¿El truco? Más que eso es un recomendación pero aquí más que en otro lado: ¡Ir pronto! poder disfrutar de poca gente en la playa y sentir de verdad que estás en la mejor playa de Tailandia. De otra forma, no será así porque es tan visitada que empezarán los desembarcos y encontrarás gente a cualquier hora que vayas. Para nosotros, en estas condiciones, es -sin duda- la mejor playa...

Pero Phra Nang Beach te ofrece más cosas que sol y calor, se puede, además, visitar dos cuevas, una de ellas muy conocida en esta parte de Tailandia: Phra Nang Cave (un poquito más adelante os hablo de ella), ya que cuenta con una zona de cuevas a los pies de la montaña al inicio de la playa, hacer escalada, sentarte en la orilla simplemente a admirar la playa pero sobre todo disfrutar de sus aguas claras, tranquilas y poco profundas, hacer snorkel y poder admirar sus corales, etc..

Isaac y Oli se lo pasaron pipa, no salieron del agua y eso que al sol no le habíamos dado ni tiempo a salir ya que habíamos ido temprano para evitar en lo posible la gran cantidad de gente que, seguro, a media mañana habría.

Pero una de las cosas que más nos llamó la atención fue el altar que se levantaba en la Phra Nang Cave, una cueva muy famosa al igual que su playa. Y es que en ella la gente local deja ofrendas en forma de pene. Sí, lees bien, de penes de diferentes tamaños y con diferentes colores y materiales, dedicadas a potenciar la fertilidad de los miembros de su familia.

Cuenta la tradición que los marineros de la zona llevan penes tallados en madera como ofrenda a Phra Nang, diosa de la Fertilidad que se halla dentro de la cueva, para pedirle una buena fertilidad. Esta cueva estaba llena de estos objetos y, claro, Oli a preguntar que era lo que había allí. Ejem,.. con 5 años recién cumplidos pues se lo explicamos lo mejor que pudimos. Esta parte de la cueva recibe el nombre también de Princess Cave.

Parece ser que en Tailandia es muy habitual aunque para mi era la primera vez. Hasta ese momento "mis ofrendas" conocidas eran velas, incienso, flores y comida y, en nuestra ruta por este país, fuimos cumpliendo en los templos que visitábamos (aunque un tema aparte es lo que nos contaron acerca del incienso en Tailandia).

De cualquier manera me encantó ver este altar, forma parte de una cultura tan rica de un país muy especial...

Por fin salió el sol y pudimos ver la playa y el escenario en el que está situado en todo su esplendor. Mientras unos se dedicaban al baño, otras dábamos paseos por la orilla de esta preciosa playa.

La visita a Phra Nang Beach, para nosotros la mejor playa de Tailandia (pero todavía habrá que regresar en otra época para ver las del Golfo de Tailandia), tocaba su fin ya que estaba empezando a llegar la gente de las excursiones y aunque tranquilamente hubiésemos pasado el día aquí, decidimos "levantar el campamento" y volver a nuestra querida Railay Beach.

Railay Beach, relax y tranquilidad unos días

De Railay ya os hemos hablado largo y tendido pero, como suele suceder en los lugares en los que el único objetivo es relajarse, acabas creando tu propia rutina de relax. La nuestra después de hacer, en este caso, la visita a Phra Nang Beach, era disfrutar de nuestro hotel, de su piscina, su playa y, por supuesto, de su cerveza local....

La playa de Railay, aunque en las fotos no se pueda apreciar, esta dividida en la zona de baño y la zona de "aparcamiento" de los long tails, preparados para llevar a la gente a las diferentes excursiones. La de baño era suficiente para la gente que frecuentábamos esta playa, mayoritariamente los que nos alojábamos en los poquitos hoteles de esta parte de Railay.

Una de las ventajas de la playa es que está poco frecuentada y eso está genial. Pasear por su orilla es una maravilla. Bañarse es un gustazo. Y, aunque hagan por momentos bastante ruido, también da como calma la estampa de los barcos esperando a la gente.

A "una que yo me sé", la piscina era la mejor parte del Sand Sea Resort y, mientras esperábamos que diese la hora de comer, aprovechaba a darse unos bañitos y disfrutar lo máximo posible de este sol y calor que nos regala Tailandia.

Para comer elegimos de nuevo la calle principal, la única que hay en realidad pero la verdad sobran los sitios para hacerlo ya que hay muchos con comida muy variada como os contamos en el artículo anterior, ¿chicos, hoy pizza para comer y descansamos un poco de comida tailandesa (aunque, la verdad, no nos hemos cansado en más de 2 semanas de ella)? (💵 740 THB)

Diamond Cave o Tham Phra Nang Nai

De playas no solo vive Tailandia, también de uno de sus habitantes más numeroso y conocidos como son los monos que nos visitaban hasta en la terraza de "casa". Pero de ellos habría que distinguir entre los monos "normales" o monos grises y los monos langures. Con los normales tienes que tener cuidado porque enseguida quieren quitarte las cosas que puedas llevar encima. Los langures no son, ni de lejos, tan agresivos como los otros y están en peligro de extinción.

No se dejan ver tan fácilmente y los puedes encontrar en donde menos te lo esperes. De camino a la Diamond Cave solo vimos una familia de monos grises. Esta cueva, también conocida como Tham Phra Nang Nai, es muy pequeña y accesible incluso para los más peques y, sin pensárselo dos veces, allí se fueron Oli e Isaac a visitarla (💵 200 THB, a Oli no la cobraron)

En solo 25 minutos ya la habrás visto paseando tranquilamente y observando todo lo que se encuentra en ella desde la entrada que es un camino formado por tablones de madera que están bastante desgastados (por lo que hay que ir con cuidado)...

En la entrada encontrarás un cartel informativo con el recorrido y algunas normas que hay que cumplir dentro de la cueva.

El recorrido interior es ciertamente enriquecedor, con diferentes colores y una bonita iluminación para poder ver las formaciones tan originales que se han formado a lo largo del tiempo.

Oli encantada contemplando esas preciosas estalactitas y sintiéndose exploradora una vez más. No es la cueva que más te va a impresionar por el mundo adelante pero ¡merece la pena!

Yo no soy mucho de cuevas así que dejo a los "super aventureros" que vayan solos y me dediqué a descubrir el sitio tan chulo al que iríamos después. Así, los esperé a la salida de la cueva y hasta aquí nos vinimos, en la zona de Railay East, al otro lado de las playas...

Se trata de un restaurante donde tomarse una cerveza o un batido (💵 300 THB), muy tranquilo, en el Avatar Railay Resort. Dicen que como restaurante deja bastante que desear pero para tomar un algo, estuvimos fenomenal.

Railay Beach en Tailandia: diferencias entre West y East

Si Railay West es el paraíso, esta parte de Railay East es en realidad de un manglar que no tiene fin de playa aunque haya algún resort hacia este lado (se limita a la piscina). Hasta este lado llegan también barcos y lanchas rápidas que traen a los viajeros a sus respectivos hoteles. Eso sí, se puede disfrutar de un mini paseo marítimo donde se encuentran algunas tiendas así como la farmacia y lavandería, donde hemos aprovechado para dejar ropa (💵 140 THB).

¿Volvemos hacia el otro lado? Railay Beach West es la playa por excelencia, la que está enmarcada en un escenario único, con unos protagonistas que idealizan el lugar y desde donde contemplar un atardecer inolvidable que estaba a punto de suceder...

No pudimos elegir mejor, desde luego lo recomendamos totalmente y es que Railay Beach West te permite vivir momentos únicos y acumular grandes recuerdos...

Ah, y ya faltaba. Si bien os hemos comentado que suele ser habitual alguna tormenta al final del día, no la habíamos sufrido todavía. Hoy sí hemos sido testigos de una de las "trombas de agua" más grandes que recuerdo. Fue solo un ratito pero lo que en ese momento cayó fue suficiente para que la naturaleza bebiese para bastantes días. Oli alucinaba, no había visto caer tanto nunca, primero con rayos y truenos y luego con la lluvia a mares..

Yo, en ese momento no podía quitarme de la cabeza los long tails que acababan de salir con gente que volvían a sus hoteles de Ao Nang y que habían pasado el día en Railay Beach. Habrían llegado empapados aunque eso no sería nada en comparación con el "canguele" que te puede dar el navegar debajo de una tormenta como ésta. ¿Verán algo? Pero esto es Tailandia, así como vienen se van, duran muy poquito y enseguida sale el sol o en este caso las estrellas..

Hoy hemos decidido cenar en el mismo hotel "regularcín" y "caro" (💵 900 THB). ¡Mejor la calle de atrás! ya que después de este rato de lluvia, estarían bastante mojadas las "calles" de Railay y así de paso probábamos la comida aquí, aunque con el desayuno que nos daban cada mañana, ya nos hacíamos una idea de cómo sería.....y sí, es un acierto comer o cenar en el Railay Beach, eso sí, es algo más caro que los restaurantes de la calle principal.

Los días se repiten en Railay Beach, desconectamos el móvil

La mañana siguiente amaneció preciosa y hemos aprovechado para seguir descansando e intentar desconectar lo máximo posible de los "aparatos electrónicos". Por eso, apenas tenemos algunas fotillos como recordatorio del DÍA 16, parecido a los anteriores, en el que Oli acaba haciendo una amiguita, Lola.

¡El mundo es un pañuelo! ¿Sabéis quién eran sus padres y que nos reconocieron minutos después? Álvaro, uno de los "creadores" de la famosa agencia Paso del Noroeste y su maravillosa familia, su mujer Cristina, Lola y el pequeño Bruno. Después de las respectivas presentaciones y darnos cuenta de que nos conocíamos sin saberlo, hemos compartidos unos días geniales, haciendo cosas juntos y con ganas se seguir haciendo más. Tuvimos tiempo también para hacer "otro tipo de cosas", bueno algunas que disfrutaron de un ratito de peluquería (💵 200 THB) y de pintado de uñas y tan a gustito que se quedó...

No me quiero repetir pero en la calle principal (y única) de Railay tienes todo tipo de tiendas y servicios. Hemos hecho compra en el super (💵 280 THB, cervezas incluidas que en el resort no hay), tomado unos capuccinos (💵 160 THB) y comprado algunos regalos más (💵 350 THB). Abundan, eso sí, los locales de masajes y tatuajes pero claro...estamos en Tailandia. Al final, casi también hemos probado todos los restaurantes (💵 1.180 THB).

El pescado, siendo nosotros de Galicia, pues estaba muy muy normal pero sí que lo pedimos varias veces porque, sin estar riquísimo, a Oli el pescado le encanta. Nosotros combinábamos más cada día, sobre todo Isaac, para poder ir probando la gran cantidad de platos que había en las cartas de los restaurantes (💵 540 THB) y así completar el "Comida típica tailandesa: 12 platos que comer en Tailandia"

El plato por excelencia de Tailandia, el pad thai estaba delicioso, no nos cansábamos de pedirlo, al igual que éste: el Khao Pad, otro delicioso plato típico de arroz frito hecho con pollo o cerdo, verduras y, a veces, cubierto con un huevo frito.

Como veis, creo que hemos acertado con el destino. Mañana, tras unos merecidos días de "ritmo lento", de la mejor playa Phra Nang Beach o cuevas como Diamond Cave, comenzamos las excursiones. Nuevas islitas y mucho que contaros, así que....¡seguimos!

Isaac, Paula y little Oli, desde Railay en Krabi (Tailandia)

💵 GASTOS DE DOS DÍAS: 4.540 THB (apróx 123,37 €) [y REGALOS: 350 THB (apróx 9,51 €)]