No son pocas las ocasiones en las que me he encontrado delante de un ordenador buscando fotos de Galápagos (y más información) y son más las que ha aparecido ante mi esa enorme roca en forma de pico que se convertía en todo un icono del destino. Hoy vuelvo a cumplir otro sueño dentro del que ya vivo estos días, adentrarme en ese escenario que siempre había imaginado, el Pináculo de Bartolomé, la roca representativa de una isla con mucho que contar.
Tampoco hemos desaprovechado la oportunidad para desembarcar en la Isla Santiago, donde todavía podemos observar los restos de la última y más reciente erupción volcánica
- Atravesando la isla de Santa Cruz hacia
- El Pináculo de Bartolomé y sus pingüinos enanos
- Santiago, la isla de la lava solidificada
- La panorámica de Bartolomé, un regalo a la vista
- La vida marina del Pináculo de Bartolomé
Atravesando la isla de Santa Cruz hacia
Nuestro objetivo de hoy se encuentra al norte de la Isla de Santa Cruz, por lo que nos va a tocar madrugar y desayunar en el Finch Bay más temprano que estos días atrás, alrededor de las 7. Ayer nuestro yate Lion, tras la excursión a Plaza Sur, quedó atracado en el Canal de Itacaba, con lo cual nuestro trayecto inicial de hoy desde Puerto Ayora es el mismo que el que haríamos para ir al aeropuerto internacional situado en la isla de Baltra, atravesando la isla en alrededor de 1 hora. Posteriormente navegaremos rumbo a Isla Bartolomé..
Lo que más sorprendido es que cuando creemos que ya nada nos puede sorprender, aparece un nuevo día lleno de sorpresas y hoy no iba a ser menos. Repasamos nuestro paso por la base de Santa Cruz.
Excursiones en Santa Cruz:
- Por libre cercanas a Puerto Ayora: Bahía Tortuga, Las Grietas, Estación Científica de Charles Darwin, Playa Mansa, Playa de la Estación, el Mirador..
- Cogiendo un taxi o bus público más alejadas de Puerto Ayora: Garrapatero (playa a 19 km), reservas de Tortugas Gigantes en El Chato o Manzanillo (cercanas a Santa Rosa), Los Gemelos (volcanes cercanos a Santa Rosa), Media Luna (trail de 5 km), Cerro Crocker (el cerro más alto de la isla)..- Santa Fe: Excursión de jornada completa (100-150 $USD). Paraje marciano. Cactus gigante. Iguana endémica. Snorkell con leones marinos.- Plaza Sur: Excursión de jornada completa (100-150 $USD). Paraje marciano. Iguanas terrestres y marinas. Gaviotas de Cola Bifurcada..
- North Seymour: Excursión de jornada completa (100-150 $USD). Anidación de aves (piqueros de patas azules, fragatas…), leones marinos, iguanas marinas y terrestres..
- Bartolomé: Excursión de jornada completa (100-150 $USD). La mejor panorámica con el pináculo al fondo. El origen del archipiélago, campos de lava, pingüinos enanos, piqueros, leones marinos..
Santa Fe, Plaza Sur, la reserva de tortugas gigantes de Manzanillo, la Estación Científica de Charles Darwin o nuestro cobijo en la Playa de los Alemanes donde dormimos cada noche, han sido nuestras principales visitas en Santa Cruz, como anteriormente fuera La Lobería o León Dormido en San Cristobal. Hoy, la isla de Bartolomé posiblemente sea la distancia más larga (1 hora en bus y 2 horas de navegación) a la que nos hemos desplazado de una base.
Otro hermoso día nos lleva a la proa del barco, donde la brisa, el sol y el ver saltar las rayas a nuestro alrededor, junto con el pequeño balanceo del Lion, nos sumerge en una especie de hipnósis que nos lleva embrujados.
El Pináculo de Bartolomé y sus pingüinos enanos
Es posible que en la redacción de estos relatos nuestra pasión por el universo de fauna tan extraordinaria y cercano al hombre haya eclipsado algo tan importante como su entorno. Galápagos es mucho más que leones marinos, iguanas endémicas o pájaros de patas azules. Enclaves extraterrestres o de flora de valor incalculable han servido de telón de fondo inmejorable
El Lion reduce la velocidad. A lo lejos lo vemos. Es el famoso Pináculo de Bartolomé, el icono de Galápagos que tanto hemos visto en fotos y postales durante estos días o por internet. Pero no sólo esta formación geológica, sino el conjunto de bahías, playas y panorámicas de hermosa belleza son las que forman un capricho de la naturaleza que el archipiélago nos regala.
Aunque seguimos siendo muy pocos, hoy vamos a bajar en dos grupos de visita. Nuestro ansia hace que salgamos en el primero junto con Lis (encantados de haberte conocido si nos lees) y que pronto veamos un nuevo "amigo" que no habíamos visto todavía durante todos estos días. ¿Es que el catálogo no se acaba? Parece que no
De forma lenta, con los motores a medio gas, avanzamos con nuestra zodiak hacia los bordes rocosos que sobresalen del nivel del mar del islote de Bartolomé, que toma el nombre de Sir James Sulivan Bartholomew, teniente del HMS Beagle y amigo de Darwin. Aquí asoma un ser de reducido tamaño, apenas 30-40 cm.
Es un pingüino pigmeo de Galápagos, uno de los más pequeños del planeta junto al de Australia y Nueva Zelanda, pero único del mundo que alcanza el Hemisferio Norte (los que habíamos visto a latitudes más altas fueron los de Islas Ballestas en Perú). Al contrario de aquellos simpáticos animalitos que viéramos en nuestro viaje a Antártida, estos buscan temperaturas templadas e incluso sol, entrando en el agua apenas para refrecarse (que es lo que hacía el macho que aparece del agua con un simpático salto delante de nosotros ante la llamada de la hembra)
Bordeamos el litoral hasta el área más cercana al Pináculo de Bartolomé. En esta zona dos piqueros de patas azules descansan a la sombra y prácticamente nos ignoran a pesar de nuestro alboroto. Seguimos sin ser capaces de cazarles esas patitas que tanto deseamos inmortalizar
Seguimos surcando las aguas y, mientras algún leoncito marino ahora llevará gafas de sol (que Lis se empeña en regalarles), encontramos a otra pareja de enamorados.
Parece ser que hemos tenido suerte de captarlos. Apenas un 5% de un total de 2.000 ejemplares (están en peligro de extinción) habitan Bartolomé, Santiago o Floreana, distribuyéndose el resto entre Isabela y Fernandina, y rara vez avistados en las costas de Colombia o Panamá.
Cada día es un tesoro que guardamos en nuestra pequeña gran botella de recuerdos y hoy le ha tocado a este pequeño ejemplar
Santiago, la isla de la lava solidificada
Desembarcamos en la Isla de Santiago y no puedo evitar acordarme de aquellos campos de lava de Savai'i (Samoa) que la colada del volcán Matavanu dejó en su última erupción un siglo atrás. La bahía Sulliván es idéntica
Aunque Santiago es una isla de abundante vegetación y zonas altas de gran humedad, este área ha quedado reducido a una zona inerte de vida pero que, sin embargo, deja una de las vistas más hermosas de Bartolomé
De todo el archipiélago de Galápagos, Bartolomé es uno de los islotes más jóvenes y la zona una de la que más actividad volcánica mantiene, cuya última erupción reciente todavía permite identificar la denominada “pahoehoe”, una costra lisa que las coladas de lava más fluidas presentan al enfriarse.
Nuestro guía nos avisa. Parece que nuestros compañeros ya han acabado en la otra parte de la visita, así que nos dirigimos a algo que nos resultará muy familiar.
La panorámica de Bartolomé, un regalo a la vista
Son 300 escalones desde un pequeño muelle artificial los que separan el nivel del mar de la más hermosa ventana a este paraje que podemos obtener.
Otro paraje marciano, puramente volcánico y aderezado con plantas primogénitas (las primeras que nacen y crean organismos), se presenta a ante nosotros como ejemplo de que la vida se abre camino
Consejo imprescindible:
Además de calzado cómodo, no olvides para esta excursión crema solar de factor importante, sombrero o gorra y una o varias botellas de agua
Negro, naranja, verde o azules de todas las tonalidades son el espectáculo que estas escaleras, con varios miradores preparados para las mejores fotos panorámicas, nos ofrecen según ascendemos
!Y por fin llegamos! !Es la foto! El ángulo perfecto para observar las dos islas del archipiélago de Galápagos, al belleza de sus bahías unidas por estrecho istmo, esa pequeña franja de tierra que abierta al mar y que ofrece las mejores playas que hemos visto en todos estos días
Es la instantánea y también el rincón donde escuchar el sonido de Galápagos. Oir el jugueteo de los leones marinos, el volar de las aves migratorias, el nado de tortugas o pingüinos e incluso el azote del viento a 114 metros de altura.
Es un regalo para la vista. Un tesoro para un viajero. Otro de esos momentos que detienen el tiempo y que han sido muchos desde nuestra entrada hace unos días
Descendemos sobre nuestro pasos. Es un espectáculo de vida. Leones marinos juguetean en el muelle. Iguanas marinas o zayapas de caparazón rojo escarlata nos observan
Pero el día no acaba aquí. Un sol como este no se puede desaprovechar, y el Pináculo de Bartolomé ofrece a su alrededor algo que no se ve a simple vista
La vida marina del Pináculo de Bartolomé
El obelisco natural al que se asemeja esta pintoresca formación geológica esconde en su fondo marino otro submundo, uno de vida acuática sin límites. Un pequeño y sabroso piscolabis y ... !A ponerse el dingui y pataranas! (como llaman al material de snorkel, jaja)
Peces de todos los colores, estrellas de mar (y dicen que hasta caballitos), tortugas marinas, tintoreras y todo tipo de flora incrustada en las rocas que sirve de alimentación para todos ellos, son algunos de los presentes en un paseo que nos lleva también a observar desde una perspectiva privilegiada esos piqueros de patas azules que tanto nos apasionan y que se nos resisten
!Y entonces aparece ellos! No faltan a la cita. Parece ser que si tienes suerte incluso puedes nadar con pingüinos aunque los que nunca fallan son esos leoncitos marinos que disfrutan jugueteando contigo sin temor ninguno
No se despega de nosotros ni cuando vamos perdiendo profundidad y más nos acercamos a la playa de arena blanca, aunque por un momento no distingo a saber quien está disfrutando más, si el joven leoncito o el propio Sele. Salta, brinca, gira, se acerca.. hasta que tras un buen rato da por acabada otra sesión en la cual hemos tenido palco vip
¿Y del resto del día? Ufs, es difícil con este listón comentar algo más de un día tan intenso. Nuestro regreso desde la playa al Lion nos deja una de esas comidas de las que repetirías todo el día (cocinan muy bien, hay que reconocerlo). Las 2 horas de regreso Canal de Itacaba, e incluso el regreso en bus, resultaron extrañas, como si tanto Sele como yo viniéramos ensimismados en nuestros pensamientos, en un intento de absorber y asumir todo lo que estábamos viviendo.
Hoy no dormiríamos en el Finch Bay de Puerto Ayora. En la intersección de Santa Rosa y Manzanillo donde ayer nos adentrábamos a ver las tortugas gigantes de Galápagos, nos esperan Reyna y Roberto, a quienes vamos a conocer y que nos llevan al Monte Mar, 3 villas sostenibles en una finca rodeados de tortugas salvajes libres, donde pasaremos la noche
La historia de una inolvidable cena con chimenea, ese sabroso sashimi y pescado a la brasa que prepara Roberto y el brebaje de Reyna, son objeto de otro relato. Abrimos la cama y entramos rápido en un profundo trance del cansancio que traemos, tal que a veces resulta complicado distinguir la delgada línea que lo separa de la realidad. !Hasta mañana a todos! !Hasta mañana familia!
Isaac, desde Santa Rosa - Islas Galápagos (Ecuador)
GASTOS DEL DÍA: 0 USD (excursión y hotel en resumen final)