En 1935 moría una de las figuras más destacadas y conocidas en nuestro destino de hoy. Actualmente, en el lugar donde se estrelló accidentalmente reza una placa que dice: "Existen dos clases de hombres: aquellos que duermen y sueñan de noche y aquellos que sueñan despiertos y de día... esos son peligrosos, porque no cederán hasta ver sus sueños convertidos en realidad". Yo no me considero peligroso, pero como ahora, me sorprendo a veces a mi mismo soñando de día.
NOTA IMPORTANTE: Esta guía/diario se realizó en la v2 de esta web (2007), cuando escribíamos sólo y exclusivamente para la familia, por lo que no tiene la calidad deseada. No obstante, te servirá para llevarte una impresión general y encontrar más información sobre el país en la guía de viaje a Siria, Libano y Jordania de 2009. Está en nuestros planes regresar pronto a Jordania para "remasterizarla".
Se llamaba Thomas Edward Lawrence, pero es más conocido como Lawrece de Arabia, y fué el protagonista de las principales batallas árabe-británicas contra los turcos en la I Guerra Mundial, como dijimos el DÍA 2 DEL VIAJE.
Nos resistiamos a irnos del valle del Wadi Musa, pueblo en el que nos alojabamos. La vista que teniamos desde la cima de la población tras abandonar el hotel era muy impactante.
El paisaje de nuestro viaje había cambiado por completo. Atrás quedaron la exhubertante vegetación de la zona del Río Jordan. Tierra, montañas rocosas y arena nos comenzaron a rodear nada más salir de las proximidades de Petra. Ibamos camino de uno de los desiertos más particulares del planeta, el desierto del Wadi Rum. Wadi Rum significa "Valle de la Luna".
Nada más llegar a la entrada de este area protegida, quedamos anonadados con uno de los paisajes más bellos del mundo. Este desierto no es como todos los que conocemos, es un desierto de hermosos paisajes montañosos y tierra rojiza. Su magía quizás viene de esos colores, generados al desaparecer el agua del Mar Rojo que antes lo annegaba. Los Siete Pilares de la Sabiduría nos dan la bienvenida.
Como comentabamos al principio, la verdadera historia de Lawrece de Arabia comenzó aquí, en este desierto. La revolución árabe iniciada por este legendario arqueologo junto a Faisal Bin Hussein en 1917 tenía como escenario la linea de Ferrocarril de vía estrecha que comunicaba Damasco con Medina. Esta linea se está intentando retomar actualmente.Un jeep nos espera. Beduinos locales, los únicos que pueden tener "cacho" en este negocio, nos conducirán por el rojizo desierto. Pasamos montañas de extrañas curvaturas, la famosa vía del tren asaltada tantas veces antes comentada y caminos de arena...
Una de las primeras paradas que hacemos es en una especie de campamento beduino. Allí podemos observar antiguas inscripciones talmúdiques y nabateas que datan del siglo II a.C. Los nabateos tomaron contacto con los pueblos tamudes y grabaron petrogriflos ruprestres de animales, personas y textos que sugieren las primeras formas del idioma árabe. Amablemente nos invitan a tomar un té y reposar un poco, pues el calor que está pegando hoy es fuerte.
Nuestro siguiente destino es una especie de Óasis donde apenas perdura el agua. El árido valle desértico torna en múltiples colores en esta zona.
Lo cierto es que es confortante pasar un rato allí, a la sombra, con la brisa fría que sale de aquel corredor entre la montaña. Incluso vemos vegetación arraigada a sus más profundas raices para poder "chupar" agúa que emana de esta zona. Los nabateos también trabajaron en su día este desfiladero.
¿Habías visto alguna vez una duna rojiza tan bella como ésta? Decía Lawrence de Arabia que el Desierto del Wadi Rum es “inmenso, solitario…como tocado por la mano de Dios”. Nadie podria haberlo definido mejor.
El calor no cesa. Mi cámara no deja de recoger instantáneas de cualquier rincón que vemos. El recorrido que llevamos no deja de impresionarnos. Además de la arena y de las montañas, el paisaje se engrandece con los asombrosos contrastes de colores rojo, azul, amarillo.... más bonitos según avanzamos. !! Duna para arriba !! !! Duna para abajo !! ¿Verdad Joseba? jajaja
Nuestro paseo se acababa. Me dió muchisima rabia porque podría haber estado todo el día allí. Incluso me quedo con la espinita de no haber podía ver algunas formaciones, como el puente rocoso de Burdah (foto del excelente blog http://foto-fede.blogspot.com/) o el puente rocoso de Wadak (foto de Cristina en su Picasa -offline-). Volveré algún día, seguro (ACTUALIZACIÓN 2009: Y así fue años después en "El Desierto de Wadi Rum")
De vuelta al centro de visitantes de la entrada, aprovechamos para retomar fuerzas y comer algo y chalar algo con nuestro guía, que poco he contado de él. Jammal es una persona bastante agradable y simpática pero de mirada triste. Como si echase de menos algo o tuviera un dolor que no puede evitar mostrar.Nada más comer, nos acercaron al que iba a ser nuestro campamento para dormir. Está ubicado en un enclave bastante protegido de viento y tormentas. Allí unas Haimas preparadas nos esperan. Por la noche habría una barbacoa con música. Está bastante preparado. Seguro que dormir en la soledad del desierto sería una opción muchiisimo mejor.
Pero no nos podiamos ir del desierto sin utilizar el transporte privado por excelencia, el camello. Comenzó a atardecer y nuestro "taxi" nos llevaba lejos, a la cima de una colina cercana al campamento, para ver una bonita puesta de sol.
El sol comenzaba a esconderse, y allí arriba, casi sólo, pasé uno de los momentos más ensimismado y ausente del día. Nota mental: apuntar desierto como experiencia única para futuros viajes.
La noche ya fué otro cantar. Una turistada (barbacoa con música europea) que hizo perder un poco el encanto al Wadi Rum. Pero nadie te quita de escaparte, evadirte por un momento, y tumbarte en la arena a contemplar un cielo completamente despejado y lleno de estrellas.Petra es la perla de Jordania, pero si hay algo que realmente me llevo conmigo de este viaje, es este día. No esperaba un desierto tan sumamente bello. Algún día volveré, en otro plan. Lo se.
Isaac, desde Wadi Rum (Jordania)