Castillos del desierto

Si alguno de los 12 días del viaje tiene que ser de relleno, espero que haya sido éste. Lo cierto es que no ha sido un día nada especial si no llega a ser por el hecho de que nos adentrabamos en el desierto jordano (muy lejos de lo que debe ser el desierto irakí o sirio) y nos acercabamos al pais más peligroso de la actualidad, irak (eso si, muy lejos de allí... no os preocupeis familia).

Hoy he conocido a Joseba y Margari (ACTUALIZACIÓN: Con los que luego iría a Birmania en Diciembre). Son dos apasionados viajeros (madre e hijo) de Bilbao que ya conocen medio mundo (India, China, Vietnam, Egipto, Perú,....). Lo cierto es que me han caido muy simpáticos y tienen muchas conversaciones. Me acompañaran todo el camino así como nuestro guia, un jordano separado de una panameña que habla bastante bien español.

Y menos mal, porque hemos hecho muchos kilómetros por la carretera que lleva a la frontera con Irak. Un enorme desierto separa Ammán de esta frontera. Un área medio desértica de zonas rocosas y otras arenosas, que se extiende en cientos de kilómetros. Aquí encontramos castillos y fortalezas, la gran mayoría construidas en el siglo VII y VIII.

Nuestro primer destino ha sido Qasr Al Azraq, lo que fué en su día una fortaleza romana. Se recontruyó posteriormente en 1237 sirviendo para la guerra contra los Turcos.

En sus inicios fué una importante parada de las rutas de caravanas, un lugara para tomar agua y descansar, en el desierto de piedras de basalto. De ahí el color, de basalto negro. Curioso color. En 1917 sirvió a Lawrence de Arabia en su rebelión árabe-británica contra los Turcos.

que data del 711-715 y es de origen Omaya. Su uso era puramente de ocio y placer para los más afortunados. Según los guías locales, es posiblemente el castillo más interesante de toda Jordania. Claro, normal, como allí tienen prohibido el "beber" y "tener relaciones sexuales" pues envidian a los "afortunados". En fin....

Este castillo además sirvió de fortaleza para cazadores y para baños. Con motivo de los frescos del S.VIII, fué declarado de la humanidad y está bajo la tutela del UNESCO. Tiene varias partes bien diferenciadas: el sistema externo para sacar el agua del pozo y la sala de las audiencias comunicada con la sala del trono y con las termas.

El último castillo que fuimos a ver, antes de regresar a Amman, fué Qasr Kharaneh. Ciertamente más que un castillo parecía un palacio, mucho mayor que los anteriores. Esta fortaleza no tenía obligaciones militares, sino que era la mansión privilegiada de los emires para los días de caza de gacelas o para descansar. También de paso de caravanas en el transito entre Amman e Irak. Data del 661-684.

En la época de Yazid II (720-724) sufrió una segunda intervención. También sufrió una restaración dirigida por S. K. Urice entre los años 1977-1981. Un detalle importante que se puede observar es que las ventanillas de los dos pisos del edificio no son troneras militares sino agujeros para la ventilación y la iluminación de los ambientes.

Y el día no da para mucho más. Otra palicilla de vuelta hacia Ammán y de allí para el hotel donde aprovechamos para cenar todos juntos y utilizar un rato internet para dejar a la familia tranquila. !!! Estoy bien, jejeje !!!!

Mañana más ... y mejor (espero)

Isaac, desde Amman (Jordania)