Canarias, Chile, Nueva Zelanda.. Aunque el fondo del mar debe ser otro mundo por descubrir, son las estrellas (y los destinos que permiten observarlas) las que desde pequeño evocaban mis deseos más lejanos. Yo quería ser astronauta de niño aunque con los años eso derivaría en recortar artículos de prensa sobre el tema que guardaba en una caja (¿seguirá existiendo esa caja?). El cielo nocturno deja uno de los regalos de la naturaleza más extraordinarios, a la vez que relajantes, que el ser humano tiene y nuestra expedición por este vasto territorio del Chad nos lleva a disfrutar de noches de acampada en algunos de esos escaparates más puros del planeta como ha sido hoy en la histórica región de Guera.
Hemos completado nuestros primeros 400 km por las únicas carreteras asfaltadas de todo el país. Estoy seguro que pronto nos acordaremos de esta "comodidad" cuando las arenas del desierto sean un obstáculo en nuestro camino.
- Ruta por Chad, un país entre el desierto y la sabana africana
- La Región de Guera, uno de los cielos estrellados más puros del planeta
Ruta por Chad, un país entre el desierto y la sabana africana
5.30, madrugón al que nos tendremos que acostumbrar. Ducha de agua fría en la Mision Católica (y gracias, porque será la última) y desayuno, antes de ponernos en marcha. "Ah, se me había olvidado deciros que cuidado por la mañana al quitar las tiendas. No es temporada porque hace menos calor pero hay pequeños escorpiones que se pegan a la parte de abajo". Alonso en estado puro. ¿Expedición? ¿Aventura? "Chema la quitas tú, ¿verdad? ¿Todos listos?
La Expedicion Kumakonda parte con 9 viajeros a los que se unirán algunos más cuando afrontemos la parte de Zakouma en torno al DÍA12 de viaje. Kris, Carlos, Enrique, Tim, Kerri, Mark, Marteen, Chema y yo, completados por el equipo de Alonso, Oscar, el guía local llamado Haroum (de origen Toubu ya que sin él no podríamos visitar Ennedi) y Gilbert, el cocinero.
Alonso me contaba ayer que la misión Católica Centre d'accueil de Kabalaye le gusta especialmente no solo por lo cómoda que resulta, con su gran patio interior, habitaciones y amabilidad de Albertine, sino por su ubicación a la hora de salir en esta jornada. Además, siendo domingo, apenas hemos encontrado tráfico así que salir de la ciudad ha resultado inusualmente sencillo, incluso para hacer un par de paradas para comprar pan y los últimos víveres del día.
No obstante, el aspecto turístico de esta expedición no me debe hacer pasar de puntillas por el país que nos encontramos. 5º País del mundo en pobreza, sin salida al mar y atravesado por la franja de Sahel, la más vulnerable a los cambios climáticos, de hospitalarios nómadas árabes dedicados al pastoreo, que divide, un norte de desierto de Sahara y las montañas de Tibesti (otro viaje en si mismo) de feroces guerreros Toubus y beduinos musulmanes, de un sur de sabana africana con población cristiana y animista cada vez con menos tierras cultivables (el 80% de los trabajadores de Chad son agricultores) y encima, propensas a los ataques de langostas que florecen con este clima, la disminución, cada vez más notoria, de precipitaciones o las permanentes sequías. La hambruna hizo que El Programa Mundial de Alimentos declarara el estado de emergencia a inicios de 2018 y, al contrario que Sudán (con su embargo) existe un cierto alivio, muy pequeño, de agencias gubernamentales intentando luchar contra la inseguridad alimentaria (FUENTE foto: AFP Photo/AFP Graphics)
Pero este "cinturón del hambre" africano no solo es territorio de pobreza y desnutrición (el 87% de la población vive por debajo de la línea de pobreza) sino también fuente de epidemias de enfermedades como cólera o malaria y refugio de grupos yihadistas como el Estado Islámico del Gran Sáhara o Al Qaeda que provocan violencia por los conflictos armados. Chad, sin embargo, a pesar de sus "vecinos", se encuentra en una relativa calma consistente en mantener a Francia contenta mientras estrecha relaciones con China (tras quitar el reconocimiento de soberanía de Taiwan), constructores de una red de carreteras en Yamena con la empresa Guangdong Construction International Construction Co, o Estados Unidos con quién ha demostrado ser un socio valioso contra el terrorismo (lo quitó de su "lista negra" y levantó el veto de viaje en 2018 como a Sudán, quedando Irán, Libia, Siria, Somalia, Yemen, Corea del Norte y Venezuela).
Sin embargo, para salir de ese veto tuvo que proporcionar asilo a 200,000 refugiados de Darfur en su frontera oriental que unidos al otro gran punto no visitable por su conflicto con Boko Haram, el lago Chad, arroja cientos de miles de exiliados en un país en situación alimentaria casi insostenible. Mientras, nosotros ya estamos a casi 100 km de la capital en torno a las 8.15 y hemos hecho una primera parada en una ruta del día similar a la siguiente...
En esta frontera imaginaria con el gran Sahel, que tocaremos en próximos días, el paisaje se muestra árido. Alonso nos contaba que los grandes grupos de pastores Toubu son la etnia predominante en Chad y posiblemente los grandes valedores de que este país sea un rincón relativamente estable en un África compleja. Ellos no pactaron en su momento con Al Qaeda como sí lo hicieron los Tuareg y los cuatros países de su dominio. Libia, Níger, Sudán y Chad permanecieron estables hasta que los intereses de Francia por abrir accesos al Mediterráneo desestabilizaron la primera y, de Níger, mejor no hablar. Aunque estas historias, de intereses lejanos a los países africanos, nunca se cuentan en las noticias que nos llegan.
Los Toubus son una comunidad temida por etnias vecinas, con fama de saqueadores de caravanas en su día, apoyadas por el presidente hasta tal punto de expulsar recientemente a sus vecinos sudaneses hacia el otro lado de la frontera por un conflicto tribal. Suelen ser nómadas o seminómadas aunque esta transhumancia solo la hacen los hombres con su rebaño buscando los pastos del Sahel, mientras que otros como los Fulani que conocimos en Benin, la hacen de forma permanente con las mujeres y niños.
La vida en el camión es muy llevadera y disponemos de casi todo lo que pudiéramos necesitar, empezando por cargadores y energía para todos los aparatos, repartidos en la parte delantera y enchufes traseros. También hay un depósito de agua tratada con lejía aunque Chema y yo (y otros del grupo) hemos decidido llevar agua mineral para prevenir problemas en un viaje tan duro.
Las ventanas son lo suficientemente amplias como para poder ir viendo todo nuestro entorno desde diferentes ángulos y como buena expedición promovida por españoles, algo me dice que los sitios elegidos este primer día pocas variaciones van a sufrir a lo largo del viaje.
Unos leen, otros escuchan música, la mayoría observamos un entorno fuera de la burbuja cotidiana, muy desconocido para nosotros.
Son alrededor de las 12.00 cuando hacemos la parada para comer en este nuevo horario de luz al que tendremos que acostumbrarnos. Lonas y manteles bajo una acacia serán nuestra compañía en los próximos días mientras Gilbert prepara la comida, hoy ensalada de tomate y atún y una sabrosa sandía.
¿El entorno? Creo que todavía no soy consciente de la región geográfica en la que me encuentro, muy semejante a mi querida Sudán donde las lluvias brillan por su ausencia, inviable para la agricultura, y los dromedarios, cebús y vacas son la fauna autóctona por excelencia.
Somos viajeros en un país con unas condiciones extremas de vida donde conviven 200 grupos étnicos con algunos tan destacados como los Wodaade, Alidjan, Dabgelaet o propios Toubu de los que os hemos venido hablando.
La Región de Guera, uno de los cielos estrellados más puros del planeta
En Chad se habla francés y árabe pues fue colonia francesa hasta 1960, aunque otros tipos de dialectos como los sudaneses están a la orden del día. También tiene el grave problema, que se agudiza en todos estos países, con el plástico.
Su presidente, tras 20 años de guerra, logró estabilizar el país, hasta ahora como se hace en todos estos lares, a base de dictadura aunque teniendo en cuenta que posee la extensión de 2,5 veces España y apenas 7 millones de habitantes. La fortuna respecto a otros vecinos es que el sur es todavía cultivable y boscoso y ha encontrado reservas petrolíferas. Allí se encuentra el 80% de la población y será el final de esta expedición para los afortunados que vayan hacia Camerún.
El grupo ha caído rendido. La siesta española es algo que se contagia fácilmente y Kerri, Tim, Mark y Marteen son los primeros...
... mientras Kris y Carlos intentan ir documentándose un poco con la vieja Petit Fute en francés. No hay más guías, ni siquiera en inglés.
UN VIAJE A CHAD A VISTA DEL GRUPO:
A lo largo de todas mis bitácoras suelo recurrir a estas cajas para contar esos "otros viajes": el de los misterios, el de las anécdotas, el de la vivencia de Paula o el de la información más objetiva. En éste, sin embargo, creo que voy a hablar de relaciones personales. Es en este momento cuando creo que estamos viviendo 3 viajes en 1, el que nos lleva através de los escenarios de Chad que deseamos impacientemente, otro de la experiencia de camión que nos tiene a todos expectantes y, finalmente, el que no me imaginaba de ninguna manera, el de las relaciones personales, el del pequeño "Gran Hermano" que todavía en esta jornada apenas establece tímidas relaciones entre nosotros, mucho más ensimismados buscando nuestro sitio en esta aventura. El último supone todo un reto para mi. Mi abuela Chavetas me dijo alguna vez que no hay nada más bonito en la vida que saberse relacionar con los demás y, aunque admito que el grupo inglés va a suponer una barrera grande, no será por ganas. Decir que, Chema me ha engañado. Él se define como una persona tímida al que le cuesta soltarse y ya ha dado sus primeros pasos con Enrique.
Alonso ya nos comentó que Chad es el país más duro mecánicamente que ha afrontado nunca. Camerún es Nueva York en comparación y el Golfo de Guinea de los más fáciles de África. Solo hay que ver los restos de neumáticos o camiones abandonados a su suerte o la carga que soportan los que nos acompañan, para imaginar el porqué lo dice... y eso que todavía vamos por asfalto.
Tras alguna parada para el rezo de nuestro guía, comenzamos a ver los primeros grandes grupos de dromedarios del viaje.
Son alrededor de las 16.00 cuando Alonso decide que es buena zona para parar. Estamos a la puertas de Bitkine y es nuestra primera jornada de acampada por lo que será necesario explicar algunos conceptos. El área es una verdadera maravilla, con montañas que sobresalen en el árido paisaje con formas hermosas debido a la erosión de millones de años y el imponente Monte Guera que se erige a 1.600 metros para desafiar la imaginación de los hombres con su montura cónica, imposible hasta para la naturaleza.
Estamos en la región de Guera, un lugar cuya población, ya antes de la llegada de los franceses, eran esclavistas aliados del sultán Waddai. Por supuesto de esto se servían los jefes, pues quien no pagaba tributo era secuestrado y obligó a muchos habitantes a huir a los lugares más remotos de estas montañas que hoy lucen preciosas.
Los Diongor o Migami que habitan en la cordillera de Abou Telfane pertenecen al grupo Hadjaraï, un término arabizado de origen waddaiano que significaría "pagano", practican la agricultura de mijo, sésamo, maní y verduras, además de la cría de animales. Inicialmente se muestran curiosos, algo reacios a nuestra presencia, pero rápidamente Alonso y Haroum presentan nuestros respectos.
Chema y yo aprovechamos para poner los 3 drones a punto y volar un rato en un escenario tan magnífico mientras que algunos del grupo se acercan al poblado cercano atraídos por la música de tambores de un entierro. Entre unas cosas y otras no tardamos en estar rodeados de medio pueblo a su regreso, atraídos por la curiosidad .. y los permisos de viaje que muestra nuestro guía nuevamente.
El proceso de montaje de tiendas, pensadas para compartir de 2 en 2, parece muy sencillo. Colchonetas -que viajan sobre el techo del camión- y pertenencias dentro, mesa montada fuera y todo listo para la cena, el que seguramente sea uno de lo grandes momentos de cada día. Mientras atardece, Gilbert ha preparado un arroz con tomate y sardinas que, no se si por el hambre o por mi poco recatado paladar, me ha parecido extraordinario. ¿Será tan buen cocinero como nos decía Alonso estos días atrás? Mientras, el poblado poco a poco ha ido abandonándonos y solo quedan unos niños que se resisten a dejar de curiosear ante una visita que rara vez aparece.
La noche estrellada es maravillosa a pesar de la luna (sin las fotos hubieran sido increíbles). Vuelves a sentir el privilegio de disfrutar de un alojamiento de millones de estrellas que de vez en cuando regalan estas aventuras. Tenemos montadas las 8 tiendas y son alrededor de las 20.30 cuando, tras una buena sobremesa hablando de etnias y misterios, nos retiramos al que será nuestro hogar las próximas jornadas, hoy montado en la bella Región de Guera, bajo uno de los cielos más puros del planeta.
Isaac (junto con la Expedición Kumakonda), desde la Región de Guera (Chad)
GASTOS DEL DÍA: 0 CFA
