Existen lugares maravillosos en el mundo y luego están los escenarios extraordinarios, esos que dejan huella hasta tal punto que no olvidas jamás. El Guelta de Archei es una de esas joyas escondidas del planeta que se presenta como un auténtico oasis en el desierto del Sáhara en plena meseta de Ennedi. Hasta aquí llegan nómadas con sus caravanas de camellos procedentes de largas travesías de varios días en lo que ha sido una parada obligada durante siglos por el afloramiento de las aguas subterráneas en medio de un profundo y bellisimo desfiladero de imponentes paredes verticales. Es uno de los parajes más impresionantes que he visto en mi vida, acrecentado por la "banda sonora" de los cientos de dromedarios, la presencia de los últimos cocodrilos del desierto, una rareza casi extinta en el planeta, o una colección de arte rupestre considerada como una de las mejores de toda África.
Pero el día ha dado para muchísimo más, una de las jornadas más apasionantes que he realizado en cualquier viaje. Depósitos de agua, estrechos cañones, arcos imposibles y formaciones rocosas inverosímiles han dado paso a nuestras primeras cervezas localizadas en el lugar más inesperado
- Trekking del Guelta de Archei hasta un balcón en lo alto del desfiladero
- Guelta de Archei desde abajo, el oasis de camellos más famoso del Sáhara
- El Gran Arco y Arco del Elefante de Ennedi
Trekking del Guelta de Archei hasta un balcón en lo alto del desfiladero
Creo que nunca seré consciente del todo de lo privilegiado que soy de llevar a cabo estas aventuras por el mundo. No dejo de ser un turista más cuyo mejor día de un viaje sigue siendo el regreso a casa pero cuya burbuja de confort tiene un ancho quizás más grande que otros gracias a una infancia viajera, la cual me permite disfrutar de noches de campamento en plena cuenca del Guelta de Archei como el lugar donde nos levantamos hoy, mientras el sol vuelve a iluminar nuestro ya habitual protocolo de puesta en marcha
Aunque ayer el camión quedó enterrado en la arena, no ha hecho falta ni sacar las planchas metálicas que nos acompañan en su parte trasera para salir. Hoy el trayecto apenas será de unos minutos ya que nuestro primer objetivo es buscar el punto de ascenso de un trekking de 1h-1h30 a uno de los palcos más especiales de Chad, subir a lo alto del desfiladero del Guelta de Archei.
La mochila pesa especialmente. Dron, lipos extra, cámara de fotos con sus baterías correspondientes... pero también toalla, muda y neceser por si encontramos la oportunidad de ese baño tan necesario. Resulta buen momento de balancear todo el peso a la cintura.
¡Problema! Cuando llevábamos unos minutos de caminata, me he dado cuenta que he olvidado el móvil en el camión cargando y es necesario para volar a Perejildo. Total, que me ha tocado pegarme una buena carrera. ¡Ahí van las energías! Enrique, Kris y Óscar me esperan. Dentro del grupo siempre se montan pequeños subgrupos y creo que Enrique, Kris, Chema, Carlos (por momentos) y yo hemos hecho el nuestro por afinidad.
Tras una pequeña subida más compleja por un terreno de rocas disgregadas, entramos en una garganta realmente espectacular.
El terreno se torna en la arena de playa más fina que uno se puede imaginar y que ralentiza nuestro paso antes de la última subida. El final del camino es un verdadero homenaje a la naturaleza, un palco labrado sin intervención humana que deja uno de los escenarios más espectaculares e impresionantes de todo Chad y que en si mismo merece un viaje
Estamos en lo alto del desfiladero del Guelta de Archei, la imagen icónica de Ennedi que más hemos visto en fotos, donde vienen caravanas de centenares de camellos a beber del agua subterránea procedente de la época de lluvias que logra emerger en esta superficie y que permanece durante largos periodos de tiempo, dando vida a este paisaje marciano.. y a la forma de vida de los nómadas que encuentran en este lugar su descanso tras largas jornadas de desierto.
De hecho Guelta, es precisamente la palabra que designa ese punto de agua natural y visto desde aquí representa uno de los lugares que más me ha impresionado en mis viajes.
Perejildo, ¿volamos un rato? (Los drones FPV de Chema podrían provocar una avalancha por el ruido y quizás el Mavic Pro es más silencioso). Adentrarse por este cañón bordeando las verticales paredes, mientras la imagen va abriendo decenas de camellos bebiendo impresiona. Algún día veréis este vídeo, prometido.
Tras disfrutar un buen rato de las vistas, Alonso, Kerry, Oscar, Tim y Kris han encontrado un buen lugar donde pegarnos un "lavado" gracias a unos cubos que se han traído. No podemos hacerlo en el agua utilizando jabón pues la podríamos contaminar pero con el calor este aseo ha sido de lo más valorado en el viaje, ya no solo por la comodidad y limpieza sino por refrescarse tras la caminata. Y no, no hemos visto cocodrilos del desierto, una pena pues son una rareza biológica que apenas queda en estas charcas o en lugares como el Guelta de Matmata en Mauritania, una especie que puede permanecer sin comer durante casi todo el año y que son muy respetados por nómadas y pastores. ¡Hora de regresar!
El regreso nos ha llevado otra horita pero sacar un poco de jamón y chorizo al vacío traído de España es de lo más agradecido tras el ejercicio. No podría haber un mejor momento, pena no tener también un vermouth.
Alonso nos propone ir ahora rodeando la montaña con el camión hasta la boca del guelta para verlo en todo su esplendor aunque nos advierte que hay que tener cuidado con las fotos. Los Toubus no son precisamente amigables como los árabes.
Guelta de Archei desde abajo, el oasis de camellos más famoso del Sáhara
Adentrarse entre paredes de más de 120 metros de altura y completamente verticales, caminando por las profundidades del desfiladero, es otro momentazo de este viaje a Chad.
Caravanas de dromedarios, dirigidas muchas veces por niños, se encuentran bebiendo y emitiendo sonidos ya imborrables en mi cabeza. A pesar de que los Toubu no entienden igual la hospitalidad que los nómadas árabes, no hemos encontrado problemas para grabar o sacar fotos. Alonso nos había advertido que en un viaje anterior le llegaron a sacar una daga a alguno del grupo.
Esta playa de arena en la que nos encontramos, cuyo riachuelo se nutre de las aguas subterráneas que hemos visto salir de la pared en el trekking de primera hora, deja instantáneas dignas de un documental.
Desde tiempos inmemoriales, este oasis ha servido para los nómadas que viajan por el desierto durante días y que ahora evitan la entrada de camellos directamente a las aguas poco profundas, obligándolos a beber de sus cubos de sal. Parece ser que éste es el secreto de supervivencia más importante que les permite recorrer largas distancias sin necesidad de hidratarse diariamente gracias a las grandes cantidades de grasa de su joroba y esa dieta salina enriquecida.
No soy capaz de transmitir en imágenes el ruido de los miles de camellos que entran y salen del agua pero es una de las cosas más mágicas que he visto en mi vida, así como las escenas de los chicos nómadas desparasitando y marcando a su ganado más preciado desde que están recién nacidos.
El Guelta de Archei parece ser que se nutre de 4 fuentes y desempeña un papel imprescindible en este ecosistema, siendo fuente de vida de 40.000 personas en este árido desierto, la mayoría Bideyat nómadas o seminomadas como también son conocidos los Toubus. El presidente Déby es uno de ellos.
Antes de regresar al camión, Haroum nos acerca a una cueva de arte rupestre llamada Terkel (o Terkei Barakatra) donde se puede distinguir perfectamente pinturas de vacas, camellos o guerreros y de las que hay varios emplazamientos en toda la zona. Éstas tienen la particularidad de ser las primeras catalogadas en todo Ennedi cuando Henri de Saint-Floris las descubrió en 1933 e hizo públicas en 1935.
Según nos cuenta, estamos hablando de un tesoro que se remonta al 7.000 a.C., tras la última glaciación, y que es un verdadero libro del legado de la zona donde llegaron a vivir jirafas, elefantes, rinocerontes, ... El arte rupestre del macizo de Ennedi es una foto del pasado, de la evolución de la vida en el Sáhara, desde su época verde hasta nuestros días y los estudiosos dicen que tienen un valor excepcional, por su estilo, calidad y cantidad que podemos encontrar.
El picnic de hoy no podía ser en otro lugar, otra ensalada espectacular de Gilbert, el cocinero, que se lo trabaja muchísimo cada día.
La tarde la hemos comenzado en otro lugar de pinturas rupestres llamando Manda Gueli, a pocos kilómetros al este del curso de agua en un afloramiento de roca solitario.
NIOLA DOA, PANELES CON FIGURAS HUMANAS A TAMAÑO NATURAL:
Para los apasionados del arte rupestre, existe un lugar especialmente importante llamado Niola Doa en Enneri Guirchi, en el extremo norte de la meseta de Ennedi cerca de la depresión Mourdi, donde se encontraron varios grupos de figuras humanas femeninas de tamaño natural de gran riqueza decorativa que se cree que interpretan escenas rituales pertenecientes al período "Bovidian" del arte rupestre del Sahara (5.000 a.C.). Niola Doa significa en Toubu "las jóvenes bailarinas" y fue descubierto en 1954 por un oficial del ejército colonial francés llamado Courtet.
Las pinturas principales se encuentran en la pared superior de un refugio ubicado a unos 5 metros que tuvo que tener algún tipo de acceso en su momento. ¿Innaccesible? No hay sitio donde Tim, el "superviviente" del grupo, no llegue mientras Kerry prefiere mirar para otro lado, jaja
Sorprende más allá de ser una colección única en África, el estado de conservación en el que se encuentran algunas como éstas. Su inusual emplazamiento hace que las pinturas se encuentren protegidas y en excelentes condiciones, con jinetes de camellos muy finos y otras figuras de estilo Keymena según Haroum.
La temática del legado de nuestros antepasados da para un viaje en si mismo y el desierto del Sáhara es un mundo apasionante. Los primeros grabados registrados datan de expediciones del ejército francés por Argelia en 1847 y desde entonces ha dado para mucho, realizando una subdivisión en 5 etapas: Periodo de los grafitis (10.000 a 9000 a.C. con grandes bovinos, extrañas criaturas sin cabeza,..), el misterioso Periodo de las cabezas redondas (9000 a 6000 a. C. donde aparecen las famosas personas con casco de buzo), Periodo de los cazadores y los pastores (7000 a 2500 a. C. donde sigue siendo un vergel), Periodo de los caballos o Garamante (2000 a 1200 a. C. con la aparición de carros y ruedas) y Periodo de los camellos (hasta el 100 a. C. con camellos y la llegada de la desertización).
El Gran Arco y Arco del Elefante de Ennedi
Tras otra pequeña parada a coger pan en una pequeña congregación nómada con sus tiendas de estera, nos dirigimos a otro tipo de fuente donde recargar los depósitos del camión, un pequeño pozo. Alonso además ha tenido que pagar estos días por acampar o por disponer de algunos recursos pero los Toubu no han levantado ni la mirada como si los miembros de esta etnia nos viesen como inferiores. Eso si, no para cobrar casi 5.000 CFA por persona y noche que exigen por simplemente acampar donde queramos en su territorio. Si, yo pienso lo mismo, estamos en medio de la nada. En fin..
La escena del pozo, vista desde la parte alta del camión donde he regresado, se ha tornado en el momento más tierno de estas duras jornadas. Mientras Gilbert, Haroum y Alonso suben agua para rellenar garrafas han aparecido dos burritos, madre y cría.
Kerri ha querido darle de beber ante la mirada atónita de Alonso. Al fin y al cabo la vida del desierto es dura y el agua es más valiosa que el oro pero la insistencia de Enrique, Kris y la mia propia desde arriba y la cara de Kerri, la más concienciada con los animales estos días, ha llegado a tal punto que Alonso, que al fin y al cabo dentro de ese "metalero" con aspecto rudo tiene un corazón gigante, se ha ablandado y hemos satisfecho las necesidades de los burros.
"Iron" y "Maiden", como los hemos bautizado, se perdían en el horizonte mientras la impresionante meseta de Ennedi esculpida con el cincel del viento, la arena y el agua durante miles de años, volvía a emerger ante nuestra mirada sobre las inhabitables arenas del Sáhara
UN VIAJE A CHAD A VISTA DEL GRUPO:
Hoy ha sido uno de esos días en los que todo el grupo es una piña. Kerri me ha dado un abrazo nada más levantarnos que me ha encantado, Tim ha estado más activo que nunca (a veces temerario), a Mark se le nota emocionado dentro de su "equipación" envuelto hasta las cejas para no dejar pasar el sol y no tener que usar crema solar o Chema que por fin ha podido volar a gusto sus drones. En la parte de arriba del camión no solo he disfrutado de las mejores experiencias de todos estos días sino que hemos hablado largo y tendido Óscar, Enrique, Kris y yo. Tenía especial interés en conocer la historia de Kris On The Way y el porqué tras una historia tan bonita de 8 meses sola por África había decidido dejar de pagar el servidor y que se perdiesen todos aquellos relatos. Si os digo la verdad, no he acabado de entenderlo pero si me he llevado el compromiso de intentar preguntar si se pueden recuperar. Ya sabéis lo que pienso de Chavetas, para mi es un álbum de una vida viajera, y me he sentido identificado. ¡Me lo has prometido Kris! Enrique sigue siendo el verdadero líder "espiritual" del grupo, no pega "puntada sin hilo" y siempre suele hacerlo con mucho criterio. Acaba de llegar, como quien dice, de un viaje por Sudámerica, ahora está aquí y a su regreso comienza un viaje en 4x4 por Marruecos con otros amigos. ¡Me quiero jubilar así!
Estamos atravesando posiblemente el área más espectacular del viaje por los más estrechos cañones donde apenas queda espacio para el camión. Chema nos vuelve a sobrevolar con sus drones FPV y que marca otro experiención de la expedición Kumakonda
Entre este bosque de agujas talladas en roca, nos acercamos ahora al Gran Arco de piedra donde se encuentra el campamento de Spazi d'Avventura en Ennedi, la empresa italiana pionera en África desde 1977 para un nivel de pasajeros MUY de lujo. De hecho, aquí llegan en avioneta a una pista natural cercana y disponen de seis 4x4, otras tantas haimas y las mejores vistas
Rocco Ravà saluda efusivamente a Alonso. Monica y él se han cruzado varias llamadas en los últimos años y entablan una afable conversación que acaba con un premio inesperado PERO DESEADO... ¡12 cervezas! Si si, cervezas, esas que no hay en todo Chad pero que vamos a poder disfrutar esta noche como fin de fiesta de una de las mejores jornadas de una vida viajera.
La majestuosa figura del Arco del Elefante, otra formación rocosa espectacular a la que no encuentro explicación alguna, nos sirve de despedida de día y último vuelo de dron que se han portado fenomenal hoy.
La idea inicial era acampar aquí pero nos hemos movido unos metros buscando la protección del viento. Campamento montado, aquí dormiremos una noche más en un emplazamiento de un millón de estrellas entre cerveza, vino y chupitos de Ballantine's, una botella sacada por Tim para las grandes ocasiones (y era la jornada perfecta) y que cerramos Alonso, el propio Tim, Kris, Chema y yo más tarde que nunca. Luna llena, quizás algo temblorosa por los efectos étilicos, me recuerdan lo que me dijo Paula hace ya 11 años cuando me embarcaba en aquella aventura a la Antártida. "Busca la luna y me encontrarás para hablar conmigo". ¡Les echo de menos! Uno de los días más felices de la expedición pero, como ya me ocurriera aquel atardecer delante del Everest en Tíbet, la felicidad no es plena si no es compartida por las personas que más quieres. ¿Quién sabe? Quizás algún día cuando Oli crezca...
Isaac (junto con la Expedición Kumakonda), desde el Arco del Elefante en Ennedi (Chad)
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