Dicen que ante las adversidades se muestra la verdadera cara de las personas, se retiran las máscaras y empiezas a conocer a quien tienes delante. También afirman los entendidos que generalmente la gente es buena por naturaleza aunque los entornos nos pongan muchas "capas de cebolla" encima. Aunque suene a contradicción, Biltine cambió el viaje.. aunque no el que te piensas según lees esto. Hoy, mucho antes de lo que esperaba, ha sido ese día de crisis en esta expedición por el Chad aunque creo tener una opinión diferente de la que puedan haber reflexionado mis compañeros mientras dormimos ya a las afueras de la población. Estoy convencido que ha sido una de las mejores cosas que nos podían pasar, pues se ha roto una de las ballestas (según Óscar, el mecánico de la aventura, lo peor de todo) pero ha ocurrido a las puertas del desierto y no ya en la Meseta de Ennedi donde la solución hubiese sido imposible o muy difícil. Algo o alguien ha querido que fuese en esta jornada... e iba a pasar antes o después.
Apenas hemos avanzado 120 km hoy, pero lo que menos me esperaba era la gran reacción del grupo hasta el punto de creer que la avería cambió uno de los viajes, el de la vida dentro del camión.
- Abeche, bienvenido al territorio Toubu de Chad
- La grave avería a las puertas del desierto y llegada a Biltine
- La tarde en Biltine que cambió el viaje ...
Abeche, bienvenido al territorio Toubu de Chad
Escucho ruidos. Chema ya no está en la tienda cuando empiezo a desperezarne. Son casi las 6 y lleva media hora levantado. Hoy he logrado descansar bastante bien aunque la temperatura pide un buen polar para salir de la tienda y aprovechar para alejarse del campamento a afrontar un aseo más que apañado. En el viaje a Sudán descubrí gracias a Isi y Patri, dos buenos compañeros de aventuras, las esponjas de hospital que se venden en farmacias y con eso, una botella de agua y una toalla, además de la muda, uno se pega un buen "lavao" allí donde no hay más opciones.
Una enorme bola roja comienza a aparecer en el horizonte de espaldas a la orientación del campamento y Gilbert tiene preparados unos huevos, rebanas de pan, café, té y colacao, además de diversos complementos (mermelada, mantequilla...)
Nuestro camión, este Mercedes 1928 AS 4x4 overland con motor v8 y tracción total que se ha portado muy bien hasta el momento, ha sufrido un desafortunado incidente nada más salir del lugar de acampada cuando un tronco se ha enganchado en los bajos. A pesar de que Óscar no ha tardado ni 20 minutos en repararlo, esto era un primer aviso de lo que estaba por llegar, ¿verdad?
No hay mal que por bien no venga y mientras esto ocurría, a falta de conocimientos de mecánica, el resto hemos aprovechado para disfrutar de las caravanas de dromedarios y carretas de la gente de la zona que desfilaban en esta área de los alrededores de Abeche.
Alonso siempre me dijo que Chad es uno de los viajes más duros desde el punto de vista mecánico y ahí entra Óscar, un "grandullón" que tiene tanto de alto como de "bonachón" para hacer un apaño más que suficiente y permitirnos llegar hasta la ciudad.
Abeche es una ciudad fea sin asfaltar donde se acaba la carretera y empiezan los caminos de tierra, segunda de Chad en habitantes, que nos da la bienvenida al dominio Toubu. Alonso nos advierte que las fotos a partir de este momento hay que pedirlas, pues la amabilidad árabe no es un atributo de esta etnia también musulmana. No obstante, es un buen punto para abastecernos de agua, pan y algunas provisiones, antes de partir al África insólita que conserva una forma de vida inalterada y unos paisajes de sabana, hasta las puertas del desierto.
La grave avería a las puertas del desierto y llegada a Biltine
Pero la historia de una expedición no siempre es tan bonita como uno desearía ni tan organizada como un circuito combinado. De forma inesperada, parando en uno de los tantos controles que hemos ido teniendo estos días en la carretera, salta la alarma. Alonso se ha bajado con Haroum para dar los permisos de viaje y ha confirmado sus peores presagios cuando se inclinó para mirar uno de los neumáticos. La ballesta principal de la rueda derecha delantera ha dicho basta y se ha partido a la mitad en uno de tantos baches de estas carreteras. Las caras de preocupación, especialmente la de Óscar, generan bastante incertidumbre y nos dan a entender que no es una avería sencilla de solucionar .. y menos en Chad.
La pregunta no es donde conseguir una nueva, ya que este tipo de camiones Mercedes es bastante habitual en África y por eso Alonso decidió optar por este tipo de vehículo para sus viajes, sino cuando hacerlo. Podríamos pasar hasta una semana esperando por la pieza o intentar soldarla, lo que nos dejaría en el abismo de Ennedi ante una gran inseguridad. De momento Óscar ha propuesto alcanzar el primer pueblo a 30 km llamado Biltine, uno de los últimos que nos deja ante las puertas del desierto, y "escayolar" con tirantes y cuerdas la ballesta como si de un pierna se tratase. ¡Tiene que aguantar!
Los siguientes kilómetros se han vivido con mucha tensión dentro del camión. "Óscar, ¿cuánto de grave puede ser este problema?" "Ufs, un 8.5 sobre 10. A ver si encontramos una ballesta nueva". El desierto se presenta ante nosotros en las peores condiciones posibles y... no se qué pensar. ¿Se habrá acabado aquí la aventura? ¿Tendremos que prescindir de Ennedi? De momento hemos logrado superar el primer escollo...
Biltine no es un pueblo muy grande pero se muestra bastante animado en torno a las 13.00 cuando hemos logrado llegar. Dispone de varios negocios y la única posibilidad en este momento planteable, además de un mercado muy atractivo al que me hubiera encantado ponerle imágenes pero no puedo ya que la fotografía es compleja por la zona donde nos encontramos. Lo mejor, dispone de un gran taller que expone varias ballestas. ¿Servirán? ¡Mierda! ¡Ninguna nos vale! Son de otros tamaños... ¡Hay que soldar!
Ante las caras de agobio de Alonso y Óscar, la inquietud del grupo y la poca certeza de que puede estar pasando por la cabeza de otros miembros de la expedición como Tim o Kerri, Kris propone que nos vayamos a un restaurante con Gilbert y Haroum para dejar a Alonso y Óscar y quitarles una presión de encima. Sabemos que soldar es una muy mala solución pero no parece haber otra.
La tarde en Biltine que cambió el viaje ...
Según escribo esto no puedo estar más seguro de lo que esta tarde nos ha deparado. Es muy posible que hubiese ocurrido igual pero la adversidad lo ha acelerado. Hablo de ese otro viaje, el de las relaciones personales, que todavía nos había mantenido distantes o en subgrupos, algo normal en cualquier aventura pero que en ésta adquiere una vital importancia por el hecho de convivir 24 horas durante tantos días. En Biltine somos la curiosidad, al fin y al cabo ¿qué turistas pueden parar en este pueblo? ¿2 en la última década? Exceptuando niños y hombres en la sombra ataviados con sus chilabas sin mover un dedo, hasta el momento no he sentido en el Chad incomodidad al ser observado como en otros lugares del planeta. Aún así nos ha costado conseguir donde comer. Tras varios restaurantes, donde presiento que se han negado a recibirnos, y atravesar un mercado de animales, un local satisface nuestras necesidades de bebida fría y un sabroso (pero duro) cordero en paletillas que, mezclado con una especie de pimentón picante, lima y un delicioso pan, ha servido para su propósito.
Las buenas noticias nos están esperando cuando regresamos al taller tras un par de horas. !Han encontrado un tipo en el pueblo que tenía una ballesta nueva de nuestro tamaño y ya la están montando! Si todo va bien, podremos seguir nuestro viaje aunque hayamos perdido el margen que traíamos desde Yamena. Alonso ya juega con eso en todas sus expediciones.
"¿Buscamos algún sitio dónde tomar un té?" Tenemos que intentar recuperar el ánimo del grupo y personalmente me siento más animado así que con ayuda de Kris, que localiza una especie de tetería, es buen momento para levantar al grupo o, al menos, intentar distraerlo unas horas.
UN VIAJE A CHAD A VISTA DEL GRUPO:
Decía la abuela Chavetas que no hay mal que por bien no venga o lo que viene a ser lo mismo, que a veces sucede algo malo porque traerá cosas buenas. En mi caso, que creo en las energías (como sabéis de otros diarios), estoy convencido que la rotura de la ballesta fue la oportunidad necesaria para profundizar en las relaciones personales del grupo, algo que todavía no habíamos conseguido. ¿Y qué mejor manera que en lo que tenemos en común todos? "¿Nos inventamos un juego chicos? Que cada uno cuente su mejor viaje y su mejor experiencia por el mundo adelante. ¿Qué os parece?" La propuesta tuvo éxito y lo hicimos en inglés gracias a la traducción de Kris y Enrique para que todos se sintieran dentro de la conversación, mientras nos bajábamos dos teteras de te rojo y verde, a cual más dulce.
Con lo que no contaba, o al menos no había pensado en ese momento, es que las experiencias que podían salir allí fueron de lo más "potente" que he escuchado nunca. Claro, ¿qué puedes esperar de un grupo de personas que eligen Chad como destino? Desde viajes a África 8 meses sola como Kris, vueltas al mundo o el sueño de tachar los 193 países de Mark, que ya lleva 130 con Chad
Casi sin darnos cuenta hemos pasado así buena parte de la tarde antes de regresar cargados de botellas de agua y bebidas frías para los currantes (que se habían multiplicado por cinco) y saber en que punto estábamos.
Allí siguen peleándose y lo harán hasta bien caída la noche entre martillazos, cambio de sentido de la ballesta y alguna cara de desesperación de Alonso y Óscar con la mano de obra "cualificada"
De mecánica no tengo ni idea así que poco puedo contar pero aprovechamos para cenar en medio de coches desmantelados, piezas tiradas de otros arreglos y ballestas rotas, hasta que por fin oímos el deseado "C'est fini". ¡Estaba listo! ¡Lo hemos logrado!
Estamos todos bastante cansados, ha sido un largo día, por lo que Haroum propone salir unos km del pueblo y acampar donde podamos aunque se ha levantado viento y se oyen los coyotes a lo lejos. ¿Listos para afrontar las deseadas etapas por la Meseta de Ennedi? Las puertas del desierto siguen esperándonos y, ahora si, la expedición vuelve a estar con más energía que nunca...
Isaac (junto con la Expedición Kumakonda), desde Biltine (Chad)
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