"Costas frías" es el nombre que le pusieron los primeros hombres en llegar en el S.XII ¿Rusos? ¿Vikingos? Quién sabe. El caso es que la temperatura ha descendido unos 20ºC nada más llegar. Estamos en en tierras polares, más allá del Círculo Polar Ártico... Esta noche comienza la expedición más allá de latitud 78º, allí donde no veremos la noche. ¿Expedición? Entramos en un área insólita, aislada y en muchos momentos desconocida... Tras nuestro paso por los fiordos, comienza "Svalbard, viaje al Ártico Noruego"
Pero el día comenzó varias horas antes, en el lujoso The Thief (ACTUALIZADO: Ya puedes leer nuestra opinión del hotel The Thief) de la capital de Noruega, Oslo, y un completo desayuno. Sabíamos lo que nos esperaba.
- Un sueño: El Ártico Noruego
- Longyearbyen, la puerta de las Svalbard y el Ártico Noruego
- Sterna, nuestro hogar en las Svalbard
Un sueño: El Ártico Noruego
Recuerdo perfectamente como si fuese ayer, el día que embarcamos en el Profesor Molchanov en la que considerábamos nuestra primera expedición, la Expedición a la Antártida de un viejo buque ruso (que "jubilarían" un año después) en las aguas más temibles del planeta, el Paso Drake, alcanzando el Continente Helado, el Sexto Continente, el desierto blanco...
Aquel día pensábamos que algo así jamás se repetiría, que todo sería un sueño que quedaría atrás una vez despertásemos de vuelta en Argentina, o bien en España, y repetiríamos a base de fotos y vídeos el resto de nuestra vida. Sin embargo, algo ha querido que hoy estemos aquí y no podemos engañar a nadie, con esa "intranquilidad o nerviosismo" en el cuerpo de las grandes aventuras.
Resulta casi ridículo contaros un día como hoy el como llegar al Aeropuerto de Oslo desde el centro, algo que apenas tiene complicación cogiendo el tren que sale desde NationalTheatret (hay varias paradas repartidas por el centro) y que nos deja en 30 minutos en la estación correspondiente.
Antes nos habíamos despedido del excepcional equipo del The Thief, muy agradecidos por el trato brindado, una experiencia de la que definitivamente os hablaremos a nuestro regreso. Al mediodía ya estábamos esperando nuestra salida en el Aeropuerto Internacional de Oslo, con las últimas llamadas de despedida
Nuestro vuelo sale a las 16'20, pero definitivamente nuestro alma ya ha llegado a su destino. Antes paramos en Tromso, una parada técnica para dejar gente, salir y volver a entrar. El trayecto ha sido de apenas 1 horas 35 minutos
En Tromso llueve. Llueve, hace frío y diluvia. Hoy no es el mejor día que ha gozado las tierras altas de Noruega, ya por encima de la línea polar.
Alcanzar Svalbard, en este viaje al Ártico Noruego, es adentrarse más de 1.000 km al Norte del Círculo Polar Ártico, en la latitud 78ºN y 20ºE, en lo que supone un precioso conjuntos de islas montañosas, laberínticos fiordos, múltiples glaciares e icebergs y sus tonalidades de colores. Alcanzar Svalbard es "sentarse" arriba del globo terráqueo, en uno de los puntos más lejos donde le hombre puede llegar.
William Barents en 1596. Nos quedaremos con ese nombre y esa fecha. Este holandés es el "descubridor" oficial de este paraíso ártico, lugar que encontró buscando su propio Paso del Noroeste.
Longyearbyen, la puerta de las Svalbard y el Ártico Noruego
Leemos antes de que avisen por los altavoces para prepararnos para aterrizar, que estas islas funcionaron como base ballenera internacional durante los S.XVII y XVIII, y sirvieron como base de muchas expediciones árticas. En 1929 pasaron a manos de la Corona Noruega, aunque con permiso para explotar sus riquezas mineras y pesqueras de todos los firmantes.
Asomamos la vista por la ventana y quedamos petrificados antes el paraje que nos va a "cobijar" los próximos días de nuestra vida. !!Es un desierto!! !!Un desierto blanco y helado!!
Hemos tenido múltiples aterrizajes por el mundo, pero el que disfrutamos ayer desde la esa pequeña ventanilla del SAS que nos traslada, con el sol de "casi-medianoche" de telón de fondo es ESPECTACULAR
Tundra, montañas, fiordos, ríos, y una geografía inigualable nos rodea. Estamos realizando un sobrevuelo escénico por el que pagaría oro cualquier persona...
20'15 de la ¿noche? !!Primer shock!! Aquí no existe la noche. Ese concepto se pierde en Abril y no se recupera hasta finales de Agosto. Es la hora en la que aterrizamos en el Aeropuerto ¿internacional? de Longyearbyen. Estamos cerca de la localidad más grande y apenas tiene 2.000 habitantes y dos lugares para alojarse (por eso resulta casi imposible llegar hasta aquí). Las otras son Barentsburg, de comunidad rusa (apenas 500 habitantes) o Ny-Alesund (25 hab), Svea Gruva (240 hab) y Hornsund (11 hab). !Estamos en tierra!!
Longyearbyen nos esperaba, y en él, nuestro grupo de expedición ...
Sterna, nuestro hogar en las Svalbard
Teníamos una reveladora conversación recientemente con Luca Bocci (Visit Norway) en el que nos descubría que realmente llegar a las Svalbard no es difícil por su exclusividad o punto de vista económico. Lo es porque es casi imposible conseguir hospedaje en los pocos lugares que lo ofrecen. Y esto pasa tanto en verano, como en invierno (por ser uno de los mejores sitios del planeta para divisar auroras boreales).
Ésto lo hemos comprobado nosotros mismos estos días, pues desde hace meses es imposible reservar nada aquí. Longyearbyen es un pueblo con apenas un par de hospedajes, muy tranquilo a estas horas del día (o noche), por donde damos un primer paseo de reconocimiento y tomamos el primer contacto con quienes serán nuestra gran familia estos días
La expedición de exploración estará compuesta por los 3 tripulantes de los que ya os hablaremos estos días (Albert Bargués, David y Fernando), el guía de Tierras Polares especializado en exploración y que garantizará nuestra seguridad (Yute), un documentalista llamado Guille, una fotógrafa llamada Ana, otros dos viajeros a los que comenzamos a conocer, Paula e Isaac. Total ... !!10 personas!! !!Un equipo perfecto!!!
La foto típica de la capital, esa que aparece en las postales, es la de las casitas de maderas de colores llamativos que se colocan sobre la avenida más grande de la que goza la ciudad.
El invierno tiene pinta de ser duro, aunque dicen que los habitantes lo adoran más que el verano. No lo sabemos, pero hemos hecho nuestra última cena en tierra, en una animada taberna (donde está medio pueblo) llamada Kroa.
Nosotros tenemos nuestra solución al alojamiento, y es que nuestro hogar es flotante y se llama Sterna, un velero de competición adaptado para la ocasión y que nos permitirá llegar a lugares tan remotos e inexplorados como deseemos y las condiciones nos lo permitan. Es hora de embarcar
Hoy ya dormiremos en nuestro camarote. lejos de los lujos de los grandes cruceros, pero rebosante de autenticidad.
Familia, amigos, lectores, desde el momento de esta publicación y que partamos de Longyearbyen NO TENDREMOS ACCESO A INTERNET NI COBERTURA MÓVIL. Intentaremos "sacar" algo gracias al sistema Iridium vía Satellite, pero no prometemos nada. La desconexión será casi absoluta. Los lugares casi inaccesibles. Los parajes extraordinarios. ¿El Oso Polar? Creo que es el deseo de todos... parece difícil, pero seguro que no está esperando en algún lugar recóndito cuando menos lo esperemos Como dice Albert, si está allí, que sea sereno. !Hasta pronto a todos!
Isaac y Paula, desde Longyearbyen - Svalbard (Noruega)
GASTOS DEL DÍA: A nuestro regreso
