Detrás de este fin de semana que se presentaba prometedor, en cuanto a diversión se refiere, tengo que decir que las cosas no siempre salen como uno lo espera, y de hecho así ha sido.
Primero comida fuera como ya comenté, después el sábado por la noche fuegos artificiales en la playa con paseo y copa incluida. Hasta ahí todo parece que va bien, pero ¡ay triste despertar! a las 6 de la mañana con vomitona incluida, y así durante el día siguiente y más, acompañada de fiebre y otros malestares. Lo dicho dos días hecha una piltrafa.
Bueno pero es mejor contar otras cosas mas amenas de nuestro reciente viaje a Perú, aunque parezca ya tan lejano. Diré que fue un viaje emocionante en todos los sentidos y uno de los mejores que hemos hecho, pero también tuvimos nuestros más y nuestros menos debido a una huelga, supuestamente de transportes, aunque más bien, parecía de otras muchas cosas.
Un buen día nos encontramos yendo hacía Puno (junto al lago Titicaca) y sin poder seguir la ruta por carretera, a causa de los piquetes. Menos mal que ese día fue poco tiempo, pues sólo tuvimos que pintar con mi pintalabios en el parabrisas "Viva el paro y viva Santa Lucía" cosa que hizo mi querido Toñín rápidamente y esto nos permitió seguir nuestra ruta, no sin antes conseguir los aplausos y un "Viva el Gringo" por parte de los huelguistas, que pasará a la posteridad.