Dicen que Nubia significa oro, ese que los egipcios bajaban a buscar en pleno apogeo de su civilización y el mismo que dora las arenas del desierto en estos lares de Sudán en el que un atardecer mágico como el vivido en Messaida puede aparecer donde menos te lo esperas. Abandonamos nuestra base en Soleb para emprender la marcha entre caminos de polvo y arena, cruzar al otro lado del Nilo en ferry y descubrir la Tercera Catarata o un conjunto único en Sabu-Jaddi de inscripciones milenarias grabadas en roca como quién escribe la historia en su cuaderno de bitácoras.
Desde que abandonamos el asfalto no hemos vuelto a saber nada de algo parecido a la civilización, apenas pasando por pueblos olvidados de casas de ladrillo de adobe cocido y forrados de paja, eso si, con bonitas puertas decoradas y una tinaja de agua que ofrecer al viajero.
- Sesibi, el último legado egipcio antes de cruzar el Nilo
- Transbordo en ferry y Tercera Catarata
- Sabu-Jaddi, un conjunto único de petroglifos en Sudán
- Atardecer mágico en Messaida, momentos que paran el tiempo
Sesibi, el último legado egipcio antes de cruzar el Nilo
No se si llegaremos a echar de menos nuestra casa tradicional nubia de Soleb pero la verdad es que el viejo Hamid nos ha tratado de lujo todos estos días y el alojamiento ha sido mucho más que acogedor.
Hay muchas cosas que no suelo contar en este tipo de diarios pero si lo he dejado caer durante todos estos días.. ¡Qué buen ambiente respira este grupo! Incluso en los días de trayectos más largos como puede ser hoy, el ambiente es una maravilla. En ello influyen también Sharaf, el cocinero, y especialmente Hawary y Hani, que junto a Ameer son mucho más que simples chóferes. Mohamed también nos ha cogido el punto y se muestra mucho más permisivo que en los primeros días de mercado. Total, ¿qué va a pasar? ¿qué nos pongamos a bailar en medio de la mismísima NADA más absoluta?
La ruta del río nos lleva hoy hasta Tombus aunque por el camino hay muchas paradas interesantes según "remontamos" el curso del Nilo
Ubicado a pocos kilómetros del templo de Soleb, y junto a Kosheti y Sadinga que viéramos ayer, existe otro templo menor de la Dinastía 18 llamado Sesibi, construido por Akhenaton en el S.XIV a.C. (el de Soleb era legado de Amenhotep III)
Antes de entrar al recinto, unos pequeños llaman nuestra atención y vuelven a poner de manifiesto lo mal que lo está pasando esta gente. Mohamed vuelve a no poder interpretarles, su dialecto es ininteligible para él.
Volviendo a Sesibi, el templo fue completamente destruido después de la muerte de Akhenaton y no solo eso, fue considerado hereje por lo que pocas piezas se conservan. A mayores, el recinto no ha corrido la suerte de Soleb con la expedición italiana que lo reconstruyó y ha contado con poca ayuda para apenas levantar 3 columnas y no tiene visos de recibir mucha más en el futuro
Alrededor se cree que hay una antigua ciudad de planta cuadrada apenas sin excavar aunque lo que llama nuestra atención sigue siendo la población local que se acerca ante nuestra presencia.
¿Os he dicho ya lo guapas que me parecen las nubias? Posiblemente de las mujeres más bellas que he visto en mis viajes por el mundo.
Transbordo en ferry y Tercera Catarata
Por primera vez en varios días, hemos encontrado una pista recién preparada para el tránsito. Hacía tiempo que no sentíamos la sensación de velocidad que aprovechan nuestros vehículos 4x4 para recortar tiempos, lo cual se agradece aunque sea apenas por unos minutos.
Nuestra exploración en este lado del Nilo acaba aquí. Si queremos seguir nuestra ruta remontando el río toca cruzar al otro lado. "¿Y qué me estás contando?" te preguntarás. Algo que puede parecer tan obvio como cruzar un puente en cualquier parte del mundo no es tan fácil en Sudán. De hecho, ésto ya lo vivieron Noe y David hace unos años, cuando el ferry que vamos a utilizar ahora no estaba operativo por fallo un técnico y, sin previo aviso, tuvieron que retroceder 200 km al puente más cercano para poder realizar el "salto".
Por suerte, tras tomar un té/café mientras esperamos que el ferry regrese del otro lado del Nilo, en esta ocasión no hay problemas y entramos caminando en lo que no deja de ser una vieja barcaza (no nos extraña que se estropeara la otra vez) donde no caben más de 5 de vehículos.
Por un momento, parece que no va a lograr remontar las poderosas aguas del río en este punto pero poco a poco va logrando avanzar y en no más de 20 minutos estamos en el otro lado. Un agradable paseo, sin duda.
Desde aquí apenas hay unos kilómetros hasta la base de una colina de los que fue fortificación cristiana del siglo XIII aunque hoy por hoy hay que echarle mucha imaginación. En un lateral existen unos petroglifos muy interesantes pero el terreno se ha venido abajo y Mohamed no ve muy seguro acceder así que nos conformamos con una foto lejana
Desde lo alto de la fortificación la panorámica de la Tercera Catarata del Nilo es espectacular. También desde aquí es un buen lugar para entender que lo que se denomina catarata realmente es lo que nosotros entendemos como saltos de agua o rápidos. El concepto está más relacionado con la imposibilidad de remontar con las embarcaciones que no por el hecho de que haya grandes desniveles que salvar
El suelo está lleno de piezas de cerámica que podrían estar en cualquier museo de no ser porque están destrozadas como ocurría ayer en la Isla de Sai. Sea como fuere, entre unas cosas y otras nos ha dado la hora de comer y Sharaf y Mohamed nos proponen utilizar las mesas de un pequeño "bar de carretera" más adelante donde además podemos comprar ¡unas cocacolas! (135 SDG) y volver a degustar las extraordinarias berenjenas rellenas de nuestro cocinero. Yo daría mi vida por una cerveza con este calor pero...
Ya con el café, uno observa a su alrededor la vida del sudanés y el local en el que nos encontramos, necesitando una buena cura de prejuicios para entenderlo. Al fondo, unas mujeres y unos niños ven ensimismados una tele en blanco y negro que pierde la señal cada poco rato. En otra mesa, unos tipos grandes que parecen ser camioneros ríen y comen algunos platos traídos de una cocina cuyo aceite da miedo mirar. Al fondo, una sala que parece ser de descanso, expone una especie de somieres sobre cuatro hierros donde alguno reposa escuchando música con su móvil. Y mientras nosotros, como "buenos" turistas, haciendo fotos a los nuevos billetes sudaneses que obtenemos para nuestra colección (porque no sabemos ni donde gastarlos).
Miedo da reflexionar sobre todo ello, sobre la política del país... y más sobre la terrible situación que vive Sudán y de la que apenas nos percatamos.
Sabu-Jaddi, un conjunto único de petroglifos en Sudán
Si bien estos días hemos disfrutado de yacimientos arqueológicos egipcios a la Nubia Medieval cristiana, hasta este momento no habíamos encontrado las famosas evidencias prehistóricas de Sudán. Se dice que los primeros hombres del Paleolítico (aquellos Australopitecos Afarensis de hace 3.500.000 años) son originarios de Etiopía, Kenia y Sudán aunque no fue hasta el Homo Erectus, su uso del fuego y sus herramientas más elaboradas (unos 1.000.000 años) o ya el Homo Sapiens (hace 200.000 años) cuando arte y representaciones aparecerían para dejarnos evidencias. El Mesolítico (Hace 10.500 hasta el 5.000) con la organización, agricultura y mundo nómada nos lleva hasta la etapa de las consideradas grandes Civilizaciones como Kerma que veremos mañana. ¿Y si os decimos que en Sudán podemos ver grabados rupestres en el Wadi Farja, cerca de Sabu, en lo que se considera un conjunto único con más de 1600 dibujos en roca llamado Sabu-Jaddi?
Estamos aguas abajo de la Tercera Catarata, dato que es importante porque hasta hace poco hubo muchas manifestaciones y protestas por los planes para la construcción de la central eléctrica Kajbar que ahora parecen descartados y que se hubieran llevado por delante verdaderos tesoros, entre las aldeas de Sabu y Jaddi. Todo este wadi, cañón de agua ahora seco, era un vergel hace miles de años.
Esto hace que ante nosotros se muestre una colección única de grabados en roca que representa rebaños, leones, barcas, jirafas, con un nivel de detalle increíble y que no tiene sentido para nuestro escenario actual.
La desertización de todo este área (no olvidemos que estamos en el Sáhara Oriental) hizo que estos petroglifos realizados hace más de 5.000 años representen una realidad que existió en aquel momento pero que hoy se considera extinguida con esa amplia gama de animales salvajes y también domésticos, combinados con representaciones de barcos del Nilo.
El cañón es espectacular y podríamos estar horas observando el nivel de detalle de cada "cuadro".
LOS ENIGMAS DE NUBIA (VOL6): El extraño meteorito de diamantes que cayó en Sudán
Corría el 6 de Octubre de 2008 cuando los cielos del desierto de Nubia efervecieron trayendo un pequeño asteroide del más allá. La Universidad de Jartum, dirigida por el Instituto SETI con P. Jenniskens a la cabeza, organizó una búsqueda ese mismo Diciembre logrando durante todo el mes recuperar muestras de hasta casi 4 kilos de peso.
¿Y qué tenía de especial? El conocido como Almata Sitta era un meteorito de tipo ureilita con características anómalas entre las que se encuentran incrustaciones de diamante y que justifica la hipótesis de la existencia de protoplanetas que acabaron colisionando y formando los planetas rocosos (como la Tierra) en un sistema solar primitivo unos 10 millones de años. En concreto, esta roca extraterrestre procedería de un protoplaneta con un tamaño superior a Mercurio. Ahí es nada..
Está empezando a caer el sol y es hora de volver a nuestros "amigos" los senderos de arena y polvo que nos siguen acompañando al otro lado del río.
Lo que no sabíamos todavía es que el momento que estaba por llegar, lograría detener el tiempo en el lugar más remoto del viaje
Atardecer mágico en Messaida, momentos que paran el tiempo
En un momento del camino giramos hacia la izquierda abandonando la compañía del Nilo y nos adentramos unos 8 kilómetros en un escenario diferente. El polvo y la arena abren paso a un emplazamiento marciano de rocas volcánicas con una gran dosis de erosión que forman una especie de pequeñas colinas escuadradas en el terreno. Los coches se detienen y Mohamed nos indica que subamos.
Casi inapreciable (tanto que yo no soy capaz de advertirlo hasta casi chocarme con él), se encuentra una pequeña iglesia medieval llamada Messaida (o también Masida) construida en lo alto de las rocas que ha colapsado completamente. Sin embargo, un imponente grabado en la roca de una figura masculina africana vestida con una falda estampada, rica joyería y armas sugiere que este lugar sagrado se ha apropiado de otro anterior pues se cree que puede estar datado de época napatea, meroítica o post-meroítica. Demasiado periodo de incertidumbre, ¿verdad?
Alrededor se encuentran más representaciones como un toro, una leona y otros peor conservados. Sin embargo, el atardecer está llegando y este paisaje lunar sugiere mirar hacia otro lado.
Es hora de enviar a Perejildo, nuestro Mavic Pro, a darnos una perspectiva de este lugar desde el aire.
¿Quién me hubiera dicho antes de partir que ese momento que busco en los viajes que detiene el tiempo lo iba a encontrar en un lugar tan remoto y olvidado? Es este atardecer y no otro, subido en una duna cercana a una antigua iglesia cristiana abandonada y colapsada, el que recordaré como ese instante en el que el sol nos regaló un escenario único en una compañía inmejorable (bueno, Paula, Oli y Nico hubieran estado muy bien aquí también)
Como casi todos los días, el resto del camino ha sido con las luces de los coches encendidas y buscando nuestro destino final, en este caso la población de Tombus. Allí nos espera una nueva casa local nubia que está en estupendo estado también y cuenta con electricidad y limpieza.
Hemos aprovechado para quitarnos unos cuantos kilos de arena, una buena ducha fría y poner a cargar todo el equipo de vídeo y fotografia, mientras Sharaf nos preparaba otro deleite de cena.
Sin embargo, como siempre digo, no todo es bonito en Sudán y hay que contarlo. La perspectiva de un viajero es muy parcial y por la noche hemos estado hablando con Mohamed de la realidad que vive el país en otras cuestiones, especialmente un tema delicado como es la ablación. Más de 200 millones de mujeres en todo el mundo todavía sufre esta horrible y brutal mutilación genital por razones puramente religiosas y Sudán, a pesar de que algunas comunidades han ido abandonado esta práctica, sigue a la cabeza porque si no se hace corren el riesgo de ser repudiados socialmente. Es más, Mohamed nos dice que incluso puede pasar que estés en contra de hacérselo a tu hija y te vayas de casa y a tu vuelta haya sido un vecino el que haya hecho esa crueldad sin tu permiso. También que las familias siguen arreglando matrimonios y cuando eso ocurre, la mujer no puede salir de casa en 2 meses. En fin, mejor quedarnos con ese maravilloso atardecer mágico y esa ruta por Sesibi, la Tercera Catarata del Nilo o conjunto único de petroglifos de Sabu-Jaddi, porque sino ... ¡Mañana más Expedición Pobes! ¿Os apetece?
Isaac (junto con la Expedición Pobes), desde Tombus (Sudán)
GASTOS DEL DÍA: 135 SDG (apróx 2,50 EUR)