17 de Nisan de 5773. Jueves Santo para el Cristianismo. 5.00 de la mañana. Nos acordamos de la abuela chavetas y su manera particular de despertarnos por la mañana.. "A quién madruga Dios le ayuda" nos decía siempre. No sabía que razón iba a tener un día como hoy, un día que ella hubiese disfrutado como nadie, y seguro que lo ha hecho viajando con nosotros, como siempre hace.
El enorme portón de una Basílica Cristiana se alza ante nosotros. Estamos apenas a unos metros de entrar y ya desde dentro emana un halo mezcla de misticismo y espiritualidad que podemos llegar a sentir de una manera sobrecogedora. No obstante este momento del día no lo vamos a relatar cronológicamente. Su gran simbolismo en el Jerusalén que hemos recorrido hoy requiere ubicarlo en su debido instante....
Si el día de ayer conocimos los orígenes de una mágica ciudad y sus rincones más judíos, hoy esa contextualización histórica va a servirnos para comenzar otro de esos días imborrables en los recuerdos de cualquier aventurero. ¿Os acordáis ayer cuando hablábamos de la época de dominio de los Romanos, en pleno esplendor del Segundo Templo, y antes de la diáspora de los judíos? Es posible que este momento histórico no fuera de gran importancia inicialmente para el pueblo judío aunque como veíamos posteriormente sería clave en su dispersión. Sin embargo, fue esta la época en que nacía en Belén el personaje más influyente religiosamente hablando del mundo, Jesús.
- El Monte de Los Olivos, congregación de lugares sagrados
- Las mejores vistas a la ciudad, un mirador a la historia
- La tumba de los profetas más ancestros
- Cementerio Judío y seguimos el descenso.
- El huerto de Getsemaní, el jardín de la traición
- La Tumba de María, el subsuelo más estremecedor
- El Valle de Kidran y las tres tumbas
- Regreso a la Ciudad Vieja más Cristiana
El Monte de Los Olivos, congregación de lugares sagrados
Ayer iniciamos el día en el Monte del Templo para continuar caminando por el Monte de Sión y la Ciudad de David y adentrarnos en el Jerusalén de los Judíos. Hoy sin embargo, vamos a comenzarlo en un área que todos tenemos en nuestra cabeza, el Monte de los Olivos, por el que bajaremos al Valle de Kidron para adentrarnos en el Jerusalén más Cristiano
Son las 7 de la mañana cuando atravesamos la Puerta Nueva saliendo de esa primera visita que os contaremos más tarde. Esta Puerta, que no viéramos ayer, es la más reciente de todas las existentes ya que data de 1887, y se construyó para permitir el acceso de los peregrinos directamente al Barrio Cristiano. No obstante, durante la guerra árabe-israelí sería sellada y no fue hasta 1967 cuando se abriría de nuevo hasta la actualidad.
El día nuevamente es precioso, de sol explendido, y nuestro cuerpo ya se estremece de lo que acabamos de vivir, con lo que el día promete ser de esos que no se olvidan. Así, bordeamos las murallas hacía el Este buscando la Estación de Autobuses Árabes (muy cerca de la Puerta de Damasco), ya que el número 75 será el que cojamos aunque hoy vamos a aprovechar una de las grandes diferencias entre un bus israelí y un bus árabe, el "poder de la improvisación".
Según bajamos, vemos llegar un bus blanco y azul con el número 75 e inconscientemente hacemos un gesto con la mano para que nos pare. Lo que hubiera sido ignorado en cualquier lugar aquí se convierte en una parada improvisada. Nos subimos y nos entendemos para pagarle 5,20 ILS por persona al conductor. Va al Monte de los Olivos en poco más de 20 minutos. !Objetivo cumplido!
Creemos que pocas personas en el mundo no habrán oido alguna vez hablar del Monte de los Olivos. Seas creyente o no, todos asociamos este emplazamiento al lugar donde Jesús realizaba frecuentemente sus oraciones y donde se vivieron muchos capítulos narrados en el Nuevo Testamento, teniendo gran importancia también para los judíos. Será aquí donde comenzaremos nuestro día más cristiano con una ruta descendente llena de áreas sagradas ...
RELATO DE ISAAC. Días como hoy es muy difícil plasmar los sentimientos y sensaciones de Paula y los míos en un mismo relato. Es posible que algún día Paula se anime a contarnos que pasaba por su cabeza, e incluso su corazón, en determinados lugares sagrados, pero mientras tanto seré yo quién os cuente nuestro descenso por el Monte de los Olivos y el siguiente capítulo del Vía Crucis, desde el punto de vista de un "no creyente".
Tierra Santa, y especialmente Jerusalén, es un lugar donde el punto de vista personal es más importante que ningún emplazamiento. Si ya normalmente dos personas no son capaces de ver lo mismo por su estado de ánimo, momento del día, climatología, etc.. aquí influye ALGO MÁS.
Mientras pensamos todo esto el Bus 75 ya ha llegado a la parte alta donde nos bajaremos. Ojo! Los conductores del bus si les dices "Ascension Church" consideran la Mezquita de la Ascensión y no la que buscamos, que está justo al lado del reciento del Hospital Augusta Victoria donde el bus da una vuelta de 180º y hace una parada (o la pides). Aquí cerca decidimos hacer nuestro desayuno (32 ILS), en un "cutre" pero con cierto encanto negocio lugareño.
Ahora si, con energía renovadas, entramos en un tranquilo recinto que da acceso a la Iglesia de la Ascensión (1) cuyo horario es de 8-17'30 (gratis) aunque no vamos a poder acceder a su torre de 45 metros que dicen que tienen unas grandes vista del Desierto de Judea, aunque bien es cierto que después de atravesarlo todos estos días, y tras las vistas desde Masada, tampoco es algo que nos quite el sueño.
Estamos en uno de los lugares más simbólicos del Monte de los Olivos, la roca donde Jesús posó sus pies en la Tierra antes de ascender a los cielos, aunque bien es cierto que al contrario que en otros lugares que visitaremos hoy, este capítulo de las escrituras si queda un poco más a la fe del visitante.
Es agradable caminar por esta tranquila área a estas horas de la mañana. De hecho aprovechamos para coger algún que otro bollo en una especie de panadería palestina de esas que hacen las delicias de Paula (12 ILS) y casi sin darnos cuenta pasamos por delante de otro punto de interés, aunque este menos para nosotros.
La Mezquita de la Ascensión (2) es el lugar donde los Cristianos Romanos construyeron un templo denominado Imbonom (390 d.C.), destruido posteriormente por los persas (614 d.C.) y reconstruido por los cruzados hasta que Saladino, en 1187, lo transformara en Mezquita. Aquí también se puede observar claramente la piedra de la Ascensión. También seguramente en la preciosa Iglesia Rusa que puede verse desde la ciudad vieja de Jerusalén y que destaca por encima de estas dos en lo alto del Monte. En cualquier caso, toda esta parte se engloba en lo más esotérico del camino de hoy.
Seguimos bajando y justo de frente encontraremos la Iglesia del Pater Noster (3), abierta de 8'30-11'45 (gratis) y también conocida como la Iglesia de la Eleona o Gruta/Basílica del Padre Nuestro, ya que se encuentra junto a la cueva donde se cree que Jesús habló a sus discípulos.
El recinto, sobre todas las cosas, da una sensación de paz total, especialmente a estas horas de la mañana. Unos preciosos y cuidados jardines nos llevan caminando a través de paredes llenas de un texto repetido en diferentes idiomas por todas sus salas. Es el Padre Nuestro que Jesús hablo a sus discípulos cuando éstos le dijeron "Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos". Por supuesto, no falta el Español.
Adyacente a este recinto se encuentra también el Monasterio de Clausura de Carmelitas (4) , fundado en 1868 por la princesa e la Tour d'Auvergne y que ciertas zonas nos recuerdan mucho al precioso Monasterio de Santa Catalina que viéramos en Arequipa.
Aunque posiblemente la zona que nos resulta más reconfortable es la parte de atrás, con buenas vistas de la ciudad y un jardín muy cuidado. El sol comienza a pegar fuerte como todos los días desde que estamos en Israel a partir de ciertas horas.
Volviendo al patio principal pasamos por un muro que contiene un "Padre Nuestro" muy particular... !!en Gallego!!. Si es que llegamos a todos los lados, ¿verdad Paula? Debe haber más de 30 idiomas entre todas estas paredes...
Pero pronto nos damos cuenta, que las visitas de hoy van a suponer algo distinto a lo que cualquier país nos ha podido deparar espiritualmente antes. Si el Monasterio de San Jorge, la ciudad más antigua de Jericó o los subsuelos de algunos lugares sagrados como la de San Pedro de Gallicantu ayer sirvieron de prolegómeno, es bajar a la gruta donde se cree que oraba Jesús con sus apóstoles y el ambiente se torna en una cierta intranquilidad, como si todavía hubiese los fantasmas del pasado observándonos a nuestro alrededor.
Las mejores vistas a la ciudad, un mirador a la historia
Abandonamos el lugar y seguimos descendiendo por el monte, hasta la altura del Hotel Seven Arches, donde no nos queda duda del porqué estamos en el mejor mirador (5) de Jerusalén.
Jerusalén es una ciudad para patear, donde un coche de alquiler o un bus es más un incordio que una ventaja. Decenas de buses "descansan" en las carreteras exteriores a la ciudad vieja, y llegan hasta este mirador edulcorado por decenas de turistas a cualquier hora
Tras el enorme cementerio judio del que luego hablaremos y que se extiende por gran parte del Monte de los Olivos, se alza la preciosa cúpula dorada de la Explanada de las Mezquitas donde estuvieramos ayer.
Si tuvieramos que elegir un icono o un símbolo de la ciudad, sin duda nos quedaríamos con este, por su belleza y por todo lo que representa
Pero el gran encanto de Jerusalén desde este mirador es poder observar tantos lugares sagrados de las tres principales religiones monoteistas del mundo en apenas unas cuartas de distancia: la Mezquita de Al Aqsa, la Iglesia de la Dormicion, ...
San Pedro de Gallicantu y las iglesias del Barrio Cristiano, incluido el impresionante Santo Sepulcro, que se alzan en la zona más a lo lejos de nuestra vista
La tumba de los profetas más ancestros
No nos queremos despistar, ya que en las cercanías del mirador, bajando apenas unos metros, se encuentra un lugar que me hace especial ilusión, la Tumba de los Profetas (6), que solo abre de Lunes a Jueves, de 9 a 15 y cuyo precio es la propina que uno quiera dejar (20 ILS).
Estamos en un lugar no muy mencionado en las guias ni los relatos viajeros, que conocimos gracias a nuestros amigos Vane y Roger de Viajeros Callejeros, y que nuevamente se encuentra en los subsuelos de la montaña. Así, bajamos unas peligrosillas escaleras y una especie de cueva sin iluminación nos recibe
Aquí no hay lamparas, ni luces, apenas un par de velas que nos da el lugareño que nos da la explicación de un lugar donde se encuentran las tumbas de los principales profetas de tiempos ancestrales.
Esta es una de esas visitas que me gustan realmente, otra vez sin gente. Estamos teniendo muchisima suerte en todo el viaje. Quizás algo tétrica, llegando a "tocar" las tumbas donde yacen Hageo, Zacarías y Malaquías que tantas veces había mencionado la "abuela chavetas" y tan poco significado tenía para nosotros
Cementerio Judío y seguimos el descenso.
Regresamos al camino de descenso, en su parte más pronunciada. En esta zona se alojaba Antonio Banderas en la curiosa peli de "The Body" que aprovechamos para ver estos días antes de dormir "metiéndonos" en el papel. A la izquierda comenzamos a ver otro lugar de gran significado
El actual aspecto de roca blanca sin vegetación que nos sorprendia a primera hora de la mañana de ayer y no lograbamos identificar, es uno de los mayores cementerios judios (7) del mundo. Aquí adquiere todo el significado las explicaciones que nos dio el amable lugareño de la Tumba de los Profetas, cuando nos decia que Zacarías profetizaba ya desde hace miles de años que llegará El Día del Juicio Final y de aquí se levantarían los muertos.
Aquí también, al igual que viéramos en el Memorial de Ben Gurion, las piedras sobre las losas hacen de flores, y honran a sus difuntos.
Descendemos unos metros más y llegamos a la Iglesia Dominus Flevit (8), abierta de 8'30-17, construida en el lugar donde se dice que Jesús vio la ciudad de cerca y se puso a llorar por ella.
En estos momentos se está celebrando una misa, por lo que es un buen momento para disfrutar de sus jardines, de sus vistas, y tomar un respiro antes de continuar nuestro viaje. Estamos en un emplazamiento fundado por los peregrinos medievales
Dominus Flevit, "el señor lloro"
Estamos en una iglesia sencillita, como casi todas las que hemos visto en el viaje y que más orgullosa tiene a Paula, lejos de las exhuberancias vistas en otros lugares del mundo (un claro ejemplo de ostentación llevada al límite: el Vaticano) y que tiene su principal reclamo en una cruz en una ventana transparente que señala el lugar que Jesús vió. Realmente, una preciosa panorámica
Seguimos la ruta cogiendo unas postales (4 ILS). Unos metros más abajo se encuentra posiblemente la iglesia que exteriormente resulta más atractiva de toda nuestra caminata, y que ya distinguiamos ayer desde lo lejos por sus destacadas cúpulas doradas tipicas rusas. Es la Iglesia Rusa de María Magdalena (9), cuyo limitado acceso Martes y Jueves de 10 a 12 hace muy dificil su visita
El motivo de recorrer el Monte de los Olivos un Jueves desde las 8 hasta las 12, es que nos ha permitido con toda la tranquilidad del mundo ir dejándonos llevar por su historia sin estar presionados por el agobio de los horarios, y aquí estamos, ante una verdadera maravilla arquitectonica
El interior tampoco defrauda en absoluto, con multitud de simbolos en honor de Maria Magdalena, posiblemente el personaje más controvertido de la historia de Jesús ya que se la ha asociado papeles desde prostituta a esposa de Cristo.
Esta edificación, desde donde tenemos también una preciosa foto, fue construída por el Zar Alejandro III a finales del S.XIX, y sus exteriores de gran convento (de ahi los limitados horarios) son dignos de visitar.
El huerto de Getsemaní, el jardín de la traición
Prosigue nuestro paseo para acceder a la izquierda a uno de los puntos que emocionan a Paula sobre manera (y no voy a negarlo, también a mi). Es el Huerto de Getsemaní (10), lugar emblemático por ser el lugar donde Jesús se retiraba con sus apóstoles además del sitio donde fue apresado tras la traición de Judas.
El lugar está meticulosamente cuidado y vallado, conservando oliv milenarios y desprendiendo una paz muy especial
Paula ... ¿Paula? Me despisto un momento y veo correr a Paula a lo lejos. Un religioso ha sacado unas ramitas de olivo y las ha dejado para que la gente pueda llevarselas de "recuerdo". No hay objeto material que pudieramos comprar que la haciese más feliz (bueno, yo consigo una colección de billetes antiguos de las que me gustan por 50 ILS tras mucho regateo).
Allá vamos, cargados de ramitas para las mamis, para nosotros y para unos rinconcitos muy especiales de personas que ya no estan a nuestro lado, "regalos" solo comparables a la belleza de algun que otro rinconcto de este maravilloso jardin
El Jardin de Getsemani hoy por hoy está adyacente a la Iglesia de la Agonia (11) o de Todas las Naciones (8'30-11'30), construida sobre las ruinas de otras dos en el lugar donde se cree que Jesús rezó antes de ser juzgado y crucificado
Hoy son los Franciscanos los que regentan este lugar y sus mosaicos representan a Jesús cargando con el sufrimiento del mundo (de ahí la Agonía) y la roca donde se supone que Jesús rezo, area rebosante de misticismo y espiritualidad incluso para alguien no creyente como yo
La Tumba de María, el subsuelo más estremecedor
Pero si me preguntaran con qué lugar me quedaría de todo Jerusalén, si solo pudiera visitar uno, y aunque Paula creo que no podría descartar ninguno porque se la ve realmente emocionada, para mi sería el siguiente al que llegamos, a la derecha del anterior según descendemos y ya bajo la cota del terreno incluso en su acceso, la Tumba de María (12), abierta de 6 a 12
Creo que jamás seré capaz de explicar lo que sentí al entrar por aquellos escaleras SIN NADIE A MI ALREDEDOR. Lugares como la tumba de los profetas, la prisión de San Pedro de Gallinatu o el Huerto de Getsemani habian logrado ponerme la carne de gallina por el ambiente que alli se respiraba, pero según descendía por los escalones que nos llevaban a lo más profundo del subsuelo de aquel emplazamiento, mi cuerpo se estremecía más. No puedo ni imaginar lo que pasaba por la mente y el corazón de Paula en esos instantes, mientras dejábamos a los lados lo que eran pequeños acceso a antiguas casas dl viejo Jerusalén.
Nadie podria dudar que estamos en uno de los enclaves más importantes para el Cristianismo, pues el halo que desprenden cada piedra de esta apagada y triste calle subterránea, escasamente decorado, solo es comparable con el cargado ambiente de largos siglos de humedad en los que estuvo inmerso.
Y en el centro, nada más abordar el último escalón, un pequeño habitaculo en el que una puertecita da acceso al lugar más emocionante que podíamos encontrar...
.. la estructura donde la Virgen Marí fue inhumada una vez muerta, por los discipulos.
Nunca sabré que ocurrio en aquel lugar, ni Paula me lo querra decir tampoco, pero a veces mi sensación es como si hubiese algo que Paula podía ver, sentir, presenciar, que yo no era capaz de comprender.
La escasa decoración bien es cierto, que está complementada con filas inmensas de antiguas lamparas de latón, que si cabe dan una sensación todavía más ... mmm.. ¿tétrica? un lugar venerado inicialmente por los Bizantinos, y sobre cuyos cimientos edificaron los Cruazados dejando el legado que podemos ver hoy por hoy
Sin duda, no dejaríamos de recomendar a áquel que se lo pueda permitir hacer el recorrido en sentido descendente, dejando este lugar para el final, pues hace emerger realmente unos sentimientos dificiles de explicar.
A unos metros de la puerta, a su derecha, una pequeña gruta llamada Gruta de Ghetsemani o Getsemani (13), y nuevamente solos, nos hace de despedida.
Se trata de uno de los lugares religiosos más originales, bonitos y espirituales que hemos disfrutado. Una pequeña cuevecita con apenas unas sillas de madera y unos símbolos, que hacen las delicias de cualquier religioso.
El Valle de Kidran y las tres tumbas
Ufs! Llegado este momento, además de hacer bastante calor (siempre sofocado por el refresco de todos los lugares visitados), el Valle de Kidran o Cedron nos sirve de paseo de nuestra propia meditación. Un camino muy agradable por ese valle que sirve de separación entre el Monte de los Olivos y la Ciudad Vieja y la Ciudad de David.
También llamado Valle de Josafat, es mencionado en multitud de ocasiones en la Biblia como el valle de las bendiciones. De hecho este nombre se asocia al valle donde el Rey Josafat venció a la coalición de los reinos de Moab, Ammón y Edom.
Hoy por hoy, además del encanto del paseo que si siguieramos al final uniriamos con la ruta de ayer en la Puerta Dung y la Ciudad de David, nos acerca a la Tumba de Josefat, el Pilar de Absalom (14) o la tumba de Zacarías (no confundir con el profeta), en buen estado de conservación si tenemos en cuenta que estamos hablando de un momento de la historia de hace más de 4000 años
Es curioso conocer que Absalom fue descrito siempre como un cobarde, controlador, asesino o traidor que conspiró contra su hermano Salomón y su padre David para hacerse con el trono de Israel. Quizás por ello existió una tradición de tirar piedras contra su tumba perdida por el tiempo, pero que daño la estructura original.
Más adelante, indudablemente inconfundible por su parecido a ciertas estructuras de Petra o de la recientemente vista Avdat en el Desierto del Negev días atrás, podemos distinguir un recinto arqueológico nabateo con dos columnas dóricas donde recibieron sepultura varios miembros de la influyente familia Beni Hazir y adosada la tumba de Zacarías con forma piramidal.
Hora de ascender por las escaleras que nos llevan desde el valle al perimetro de las murallas de la Ciudad Vieja dejando la mejor vista de éste en su engañosa profundidad
Regreso a la Ciudad Vieja más Cristiana
Hoy vamos a acceder por la Puerta de los Leones, una que todavía no conocíamos y que lleva este nombre por las dos esculturas de animales de aspecto feroz que la flanquean
Bien es cierto que parece ser que en realidad son tigres, símbolo heráldico del Sultan Beybars del S.XIII, y que también recibe otros nombres como la Puerta de San Esteban, mártir cristiano lapidado en un área cercana. Entramos al casco historico, a los mercados. Entramos a la Via Dolorosa
Y aquí, nada más entrar y siguiendo nuestra ruta, se encuentra la Iglesia de Santa Ana (16) donde no pensábamos entrar porque su horario es de 8-12 y de 14-17, pero parece que están echando a un grupo grande y una sonrisa no le desagrada a nadie. !!Allá vamos!!
En pleno corazón de la ciudad vieja se encuentra este recinto que inicialmente parece un patio convento, pero su zona arqueológica es digna de ver especialmente por la biblica piscina de Bethesda. Aquí se dice que fue el hogar de Joaquin y Ana, los padres de María
La Iglesia de Santa Ana, de arquitectura cruzada del año 1140, es algo más grande que las que estamos acostumbrados a ver estos día,s pero son sus subterráneos los que nos vuelven a soprender, que os vamos a decir que no hayamos contado!!!
Y es que a estas alturas de la mañana hay alguien que requiere de nuestra atención más que nadie, son nuestros estómagos que ya empiezan a protestar y un lugar excelente para satisfacerles es la Pizzeria Basti (100 ILS pizzas, entrantes, unas excelentes limonadas de menta y postres) al final de la calle (tras volver a cambiar a 4.69 en el recorrido), muy cerquita de aquí y desde donde vemos que la tarde de Via Crucis que nos espera va a ser de lo más ... INTENSA
(Continua el DIA 8 (II): Via Crucis en Jerusalén)