Si tuviera que definir la costa sur de Islandia me resultaría difícil. Un mundo de contrastes se congregan en pocos kilómetros para monstrarnos playas de arena negra dominadas por imponentes trolls en forma de rocas en Reynisfjara, cascadas que dejan a uno boquiabierto como Skógafoss, Seljalandsfoss o alguna escondida, carreteras que esquivan las laderas del temible volcán-glaciar Eyjafjallajokull que paralizó no hace mucho toda Europa o lenguas glaciares en retroceso como Sólheimajokull, asequible con crampones para todo el mundo.
Continúa la expedición Tierras Polares ya de lleno por la zona sur de la isla donde hemos tenido una jornada con muchas sorpresas
- Ruta por la costa sur de Islandia
- En crampones por la lengua glaciar Sólheimajokull
- Reynisfjara, la playa negra de los trolls
- Skógafoss, Seljalandsfoss y Gljúfrabúi, la cascada escondida
- Skógafoss, la cascada del cofre de oro
- Seljalandsfoss, la cascada con cueva interior
- Gljúfrabúi, la cascada escondida y mi favorita
Ruta por la costa sur de Islandia
Tengo que reconocer que me ha tocado un grupo extraordinario más allá del propio Damián. Desafortunadamente, el tiempo no está acompañando demasiado en este extraño territorio del norte de Europa y lo que debían ser parajes invernales se han convertido en una primavera de lluvia adelantada. No obstante, y aunque las esperanzas de ver auroras boreales son pequeñas, Julio, Laura (que se parece mucho en rasgos a mi abuela Vale), Bego, Elisabeth, Chus, Jorge y Hugo no decaen en su siempre energía positiva y eso es muy de agradecer cuando viajas en grupo. La ruta de hoy ha sido parecida a la siguiente...
Hoy no cambiaremos de base y volverán a ser las cabañas del Asgardur Inn (hot pots incluidos) los que nos cobijen una noche más. De hecho, no son ni las 9'00 cuando todos estábamos desayunados ya en el edificio principal y preparados para poner rumbo a una experiencia de esas que se consideran únicas cuando uno viaja a estas latitudes. ¿Adivináis para que son estos crampones?
Efectivamente, la primera parada en nuestro camino será la lengua glaciar en retroceso del Sólheimajokull para realizar una caminata con crampones entre formaciones de hielo, grietas y glaciares colgantes.
En crampones por la lengua glaciar Sólheimajokull
No es la primera vez que camino con crampones por una lengua glaciar. Lo hice por primera vez en Ymerbukta en el viaje a Svalbard y lo repetí en Qaleraliq en el viaje a Groenlandia, posiblemente la mejor experiencia que he tenido nunca de este tipo. Aún así, sigo teniendo problemas cada vez que tengo que pasar esos cordones por el lugar correcto. En fin, hay cosas que uno nunca aprenderá. Lo que sigue imponiendo respeto es ver la grandeza de una lengua glaciar según te acercas a ella...
Sólheimajokull nos recibe lloviendo y, aunque es asequible para todas las personas, se presenta durillo para sacar algunas buenas fotos. !Me faltan manos!
Todas las lenguas glaciares por las que hemos subido tienen un patrón común.. !están en pleno retroceso cada vez más rápido! Hoy, además de Damián, nos acompaña un guía profesional que se conoce el glaciar de "cabo a rabo" y hace varias salidas cada día. El punto de entrada al hielo antes se encontraba en el parking y ahora está a casi 20 minutos a pie. Efecto del calentamiento global lo llaman...
Si ayer resultaba impresionante caminar entre las rocas abiertas que deja la grieta del Parque Nacional de Thingvellir en pleno Círculo de Oro de Islandia, hoy son las "casi" perfectas formaciones completamente moldeadas por el glaciar las que dejan esculturas de hielo, aristas y grietas ante nosotros
Tras una accesible caminata donde han tallado hasta unas pequeñas escaleras en el hielo para los tramos más difíciles llegamos a la parte horizontal de la lengua. El piolet casi ha servido más para equilibrarnos que para otra cosa
Es precisamente en este lugar donde uno puede observar que la inmensidad del gran glaciar Mysdalsjökull se extiende hasta las arenosas llanuras dejando contrastes en azul, blanco pero también negro de los restos volcánicos que el volcán Katla dejó en la erupción de 1918. ¿Cuándo la próxima?
El regreso se hace algo más duro que la subida porque se ha puesto a caer una buena tromba de agua y llegamos calados al parking. Sin embargo todo tiene solución y aunque tengamos picnic en la furgoneta esperándonos, hoy toca probar esas extraordinarias sopas del día islandesas (espectaculares) que te ponen en todos los sitios y, ¿por qué no?, un chupito de Brennivín al que se invita Hugo que viene a ser algo así como la bebida nacional mezcla de patata fermentada, comino, semillas de alcaravea o angelica.
Reynisfjara, la playa negra de los trolls
Si hay una imagen que traía en la cabeza antes de venir a Islandia es la de tres grandes moles de piedra que emergen sobre el mar, visibles desde una playa de arena negra con grandes columnas basálticas en forma de escenario. Algo parecido a la siguiente foto...
Obviamente, la que mi mente alberga tiene mucha más luz, un mar embravecido y la playa está casi virgen. Hoy, a pocos kilometros de Vik I Myrdal (un pequeño pueblecito), encontramos la belleza de la playa negra de Reynisfjara cerca de los acantilados de Dyrholaey, la considerada como una de las más hermosas playas no tropicales del mundo
A Reynisfjara no le falta de nada. A los trolls de piedra llamados Reynisdrangur (ya os hemos comentado que los islandeses creen en todo este tipo de seres mágicos) se une algo más impactante. ¿Cómo es posible que junto a una playa existan estas formaciones basálticas casi perfectas?
Reynishverfi, como se denominan las columnas de más de 60 metros, son el resultado de un complejo proceso de erupciones volcánicas que rompieron los hielos milenarios de la última gran glaciación produciendo verdaderas esculturas encajadas en los acantilados de 340 metros entre las montañas
No menos impresionantes resultan las grutas y cuevas a las que se puede acceder cuando la marea lo permite. Si hiciera bueno, sacas la toalla y no hay viento de levante que te mueva de aquí, jajaja
Como sigue diluviando hemos pensado que ¿por qué no combatir la lluvia con más agua? Sesión de tarde... !cascadas!
Skógafoss, Seljalandsfoss y Gljúfrabúi, la cascada escondida
Islandia es un paraíso para los amantes de todo tipo de cascadas y era hora de comprobarlo. Tras visitar ayer una de las más espectaculares, Gullfoss, hoy tocaba "dejarse caer" por las que la ruta circular nos deja en su costa sur. ¿Por qué tantas cascadas? Movimientos tectónicos y erosión han ido configurando durante siglos "aliviaderos" para muchos ríos y torrentes de agua en su camino al mar procedente de la nieve al derretirse. Si a eso le añadimos el particular paisaje y acantilados tenemos todos los ingredientes perfectos.
Skógafoss, la cascada del cofre de oro
Cuenta la leyenda que la cascada Skógafoss, cercana al pueblo de Skógar, oculta un secreto. Hace mucho tiempo, un vikingo de la zona, enterró en una caverna interior un cofre de oro que volvió a ser visto años después antes de desaparecer para siempre. Sea como fuere, a estas horas de la tarde luce hermosa delante de nosotros
Con sus más de 25 metros de anchura y un salto de agua de 60 metros, acercarse a ella resulta imposible sin una buena remojada (para un rato que sale el sol, jaja). Ojo con las cámaras
Lo que no esperábamos era ver era una "elfa" vestida de "sirena" literalmente empapada bajo la cascada. Cosas que solo se ven en Islandia
Seljalandsfoss, la cascada con cueva interior
Seljalandsfoss es una de las cascadas más populares y una de las grandes maravillas naturales de Islandia también con un salto de agua de 60 metros. El origen de su caudal proviene directamente del volcán/glaciar Eyjafjallajökull que todos conocemos
¿Y qué tiene de especial? Que una pequeña cueva en su interior permite caminar con una perspectiva diferente
Objetivo cumplido... ¿o no? Damián nos pregunta si queremos descubrir un pequeño secreto que no todos los visitantes que se acercan hasta aquí conocen.
Gljúfrabúi, la cascada escondida y mi favorita
A muy pocos metros de la anterior, oculta entre las montañas y tapada por una pequeña formación rocosa que impide ver su salto, se encuentra Gljúfrabúi, una cascada escondida que empiezas a divisar en el momento que te acercas
Quizás Gljúfrabúi ni es tan famosa ni es tan conocida como las anteriores o la de Gullfoss que vimos ayer pero es, desde estos momentos, mi favorita. En verano resultará más fácil adentrarse en ella pero un día como hoy que lleva tanta agua requiere de unas botas altas para poder atravesar su riachuelo de entrada pisando rocas o bien pegado a la pared
¿Merece la pena? Sin duda que si, el objetivo es uno de esos lugares que te hace sentir lejos de la masificación, en un rincón "secreto" bajo un constante caudal de agua y una de las más hermosas fotos del viaje
Suficientemente empapados, es buen momento para poner rumbo hacia las cabañas del Asgardur Inn y pasar un buen rato en el hot pots antes de la cena. Por cierto, Damián cocina para "chuparse los dedos" y muy variado. Sin recurrir a la pasta, arroz o garbanzos habituales en este tipo de viajes, hemos pasado ya por un buen bacalao, verdura y hoy !una carne a la miel extraordinaria! Eso si, me ha tocado probar el dichoso "tiburón fermentado" pero de eso os hablaré en otro artículo (no se si deciros que lo probéis porque hay que hacerlo o directamente que os lo saltéis)
Sigo probando cervezas más allá de la Viking, ya sabéis lo que me gusta la parte gastronómica también de cualquier viaje. Estupenda la Kaldi, pseee la Boli. Mañana nos espera un lugar que tengo idealizado desde hace mucho tiempo. Su nombre es Jökulsárlón, el mayor lago glaciar de Islandia. !!A dormir!!
Isaac, desde Hvolstrod (Islandia)
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