Olvidado en las rutas preestablecidas de los itinerarios habituales (ya os decíamos antes del viaje que está diseñado a nuestra medida) en el extremo noroeste de Benín, 2.755 kilómetros cuadrados de vida salvaje se abre camino pasando desapercibidos a los pocos visitantes del país. El Parque Nacional de Pendjari, Reserva de la Biosfera de Pendjari es Patrimonio de la humanidad por UNESCO desde 1986 y el Complejo W-Arly-Pendjari al que pertenece desde 2017, nada tiene que envidiar a los parques de Kenia, Tanzania o Sudáfrica con el aliciente de poder divisar, si se tiene suerte, la mayor población de elefantes del África Occidental, el manatí africano, el león, el leopardo o el guepardo, de la forma más virgen y auténtica. A esta reserva vamos a dedicarle casi 2 días.
El Parque Nacional de Pendjari forma parte de un complejo más grande llamado Complejo W, que abarca tres países distintos: Benín, Burkina Faso y Níger. Estamos ante la oportunidad de visitar una parte (la principal) de este enorme área y no podemos más con las ganas.
- Ruta al norte en busca de la fauna salvaje de Benín
- El Parque Nacional de Pendjari, un reserva diferente en Benín
- Safari por el P.N. de Pendjari .. y serenata de "kikis" de leones
- Segunda jornada de safari en el P.N. Pendjari .. y regreso al Benín más étnico
Ruta al norte en busca de la fauna salvaje de Benín
Hemos dormido nuevamente a 30 grados. Varios cortes de luz han vuelto a apagar nuestro aire acondicionado (y ventilador) lo que ha convertido la noche en, mmm, digamos "complicada" ¡This is África! Son las 6:30 de la mañana cuando partimos del motel Du Luc para otra larga ruta de carretera, parando por el camino en el famoso Hotel Tata Somba de Natitingou, un agradable lugar con piscina y un desayunaco "de los que hacen afición" para reponer toda la energía necesaria que Euloge ya sabía que necesitábamos.
Tras ello, Tanguieta es la última ciudad antes de la zona cinegética de Pendjari. Euloge ha parado a recargar aguas y hemos podido respirar un poco de su animado mercado.
A partir de aquí, nuestra mente ya está puesta en la pista de tierra que nos lleva hasta la puerta del parque en Batia. 1h 20min de dura carretera impracticable en época de lluvias donde, aunque difícil, ya podría haber algún encuentro con vida salvaje. La ruta es parecida a la siguiente...
Hasta el lodge todo será "safari" aunque sea con el propio coche...
Y uno se pregunta.. ¿por qué una reserva en Benín si aquí lo famoso son los pueblos? ¿Pendjari? ¿Qué clase de reserva es ésta? La respuesta es sencilla. Existe vida más allá de Kenia (Masai Mara, Nakuru, Samburu..), Tanzania (Serengueti, Ngorongoro), Namibia (Ethosa), Sudáfrica (Kruger), Botswana (Moremi o Chobe) o Parque Nacional de los Volcanes o Virunga de Uganda, Ruanda y R.D.Congo. Incluso dentro de estos mismos países... También Hwange en Zimbabwe, Dzanga Sangha en Congo, todos en Camerún, Gabón o Madagascar, y otra decena de ellos que me dejo en el tintero. Pero yendo más allá, una organización creada en el año 2000 llamada African Parks gestiona 15 parques nacionales y áreas protegidas en Benin, República Centroafricana, Chad, República Democrática del Congo, Malawi, Mozambique, República del Congo, Ruanda y Zambia de los cuales tengo especial admiración por:
- Bangweulu o Liuwa Plain en Zambia
- Liwonde, Majete o Nkhotakota en Malawi
- Odzala-Kokoua en Congo
- Zakouma en Chad (ACTUALIZACIÓN: el cual visitaría en 2020)
- Pendjari en Benín... ¡Y AQUÍ ESTAMOS!
Pendjari, dentro de la red transfronteriza de parques nacionales que se extiende a lo largo de las fronteras de Níger, Burkina Faso y Benin llamada Complejo W-Arli-Pendjari, es la que tiene la considerada única población de leones en África occidental con más de 350 (casi el 90% del total de África occidental) y también leopardos, como depredadores más destacados. Las jirafas casi se dieron por extintas en esta zona pero en Níger parece que han logrado mantener unas 400. No tuvo la misma suerte el rinoceronte negro del África occidental, una subespecie rara del rinonceronte negro, considerado extinto desde 2011.
Estamos esperando a un guía local, obligatorio para acceder al parque, mientras Euloge gestiona los permisos correspondientes. Al poco aparece Thomas, el que será nuestro acompañante. Es un guía nacido en Burkina Faso pero que lleva ya 44 años aquí y es considerado un gran rastreador (aparece incluso en la guía de Joan Riera)
Nuestro primer destino será Mare Bali, un lago artificial en el corazón del parque. ¿Cuál será el primer animal que veremos? En Botswana había sido un elefante, en Uganda recuerdo la jirafa pero en Kenia había sido el que menos esperábamos, un simpático gerenuk. ¿Hacemos apuestas Sele?
El Parque Nacional de Pendjari, un reserva diferente en Benín
La ausencia más absoluta de turismo (masivo y no masivo) hace de Pendjari un "caramelo goloso" para los amantes de la fauna salvaje. Desde que lo gestiona African Parks hace 3 años se ha puesto más controles contra furtivos y parece que se ha incrementado mucho la vida salvaje avistable. Además, la denominada Reserva de la Biosfera de Pendjari es Patrimonio de la Humanidad por UNESCO desde 1986 y el Complejo W-Arly-Pendjari lo es también desde 2017. ¿Qué más se puede pedir? En este caso nuestro primer avistamiento fue... un babuino (por el que nadie en el coche había apostado)
Thomas nos explica que existen ahora mismo 113 leones en lo que es estrictamente el Pendjari de Benín, más de 1500 elefantes que se mueven libremente entre fronteras, 60 guepardos, un número indeterminados de leopardos que no se suelen mostrar y unas 80 hienas que es raro verlas de día, como es habitual, como animales más destacados. En un safari normal se puede ver antílopes, elefantes, babuinos (y patas y mono verde en menor medida), cocodrilos, hipopótamos... De antílope está el búfalo, el antílope más grande de África y curiosamente no hay impalas pero si dipdip y el kob que ya viéramos en Uganda (aunque aquí parece ser que es otra subespecie). Ni que decir tiene que el parque recibió este nombre porque por allí pasa el río Pendjari
PINCELADAS PARA ENTENDER UN VIAJE A BENÍN y TOGO (VOL4): Especies del P.N. Pendjari
El Parque Nacional de Pendjari alberga el ecosistema intacto más grande de África Occidental. Si tuviera que describir el parque con una palabra sería: riqueza. Cabe destacar del parque que, como medida de los programas de protección de especies que mencionamos antes, se está realizando ya un monitoreo telemétrico o específico de algunas especies que son clave para el parque. El objetivo de este monitoreo es contabilizar el número de especies en situación delicada y la presencia de perros salvajes. Estas mediciones se están llevando a cabo con la colaboración de universidades y organizaciones beninesas y extrajeras. Algunas especies más allá de los mamíferos que podemos destacar del parque son:
- La burkea africana, que es el árbol más extendido por todo el parque.
- La cigüeña africana de pico abierto, una cigüeña que no es muy común y se encuentra aquí.
- Afselia africana y la isoberlina doka, dos especies de plantas que destacan por estar presentes a lo largo de todo el parque.
Thomas cree que lo que es el Complejo W-Arli-Pendjari no está viviendo sus mejores momentos, aunque los ha tenido mucho peores, pero actualmente siguen en alerta por la caza furtiva. De hecho, su parte beninesa (P.N. Pendjari propiamente dicho) quiere convertirse en un santuario para proteger a los animales en peligro dentro del parque. Aquí los furtivos siguen cazando pero en menor medida ya que está muy penado y si te pillan vas a la cárcel (hay cámaras pero no hay vallas ni frontera con Burkina).
El parque cierra en Agosto con las lluvias y abre a mediados de Octubre aunque hasta Enero es un parque demasiado frondoso para ver algo por lo que esta época (hoy ya casi Abril) es buena. Se arregla de nuevo la carretera y los animales llegan a subir a montañas. Abre, por tanto, del 1 de Octubre al 1 de Agosto.
Thomas también nos cuenta que las especies que se consideran más en peligro de extinción son los elefantes y los leones a pesar de ser aquí donde se encuentra la mayor reserva de toda África Occidental. También hemos visto que hay otro tipo de problemas como la tala excesiva de árboles y la erosión de los recursos naturales del parque. En fin... es un África más compleja.
Hemos hablado de African Parks pero el Parque Nacional de Pendjari colabora con otro programa, el de la National Geographic Society. En 2017 African Parks empezó a co-gestionar el parque junto con el Gobierno de Benín, que necesitaba ayuda para mejorar la protección de las especies y el cuidado del parque. Ese mismo año también entró la National Geographic Society que participó económicamente con los mismos fines.
Absorbiendo toda esta información, y aunque desde la puerta tenemos 2 horas y 30 minutos de trayecto hasta coger el coche del lodge en el que nos acomodaremos, el safari ha empezado, eso sí en el camino a Mari Bari apenas vemos algún antílope suelto, un grupo de babuinos y un ibis... y poco más. Hay que tener en cuenta que estamos en un parque muy castigado y que también es el final de la época seca por lo que las grandes charcas serán la mejor opción, como así es en el Mari Bari.
En esta charca, qn la que hacemos una parada, hay un mirador desde el que observan como topis, waterback y otros mamíferos bajan al agua donde hipopótamos y cocodrilos acechan. También vemos un facocero con 3 crías y mucho babuino, gallinas de guinea y otras aves. Resulta imposible no acordarme de aquel Safari en Moremi en Bostwana también acompañado por Sele, o aquel Safari por libre en Kenia con Paula, incluso Uganda.
Safari por el P.N. de Pendjari .. y serenata de "kikis" de leones
Es a partir de este punto, el lago natural corazón del parque, cuando empieza la verdadera aventura de Safari por Pendjari aunque todavía vayamos en nuestro propio coche hasta el complejo donde pasaremos la noche. Thomas nos sigue contando que Pendjari debería ser conocido por su increíble vida salvaje pero también por albergar especies que cada vez son más especiales y casi imposibles de ver, más allá de los grandes que todos solemos buscar. Y entre todos ellos aves y flora se llevan la palma.
¡420 especies de aves ni más ni menos! Me voy a arrepentir mucho porque hay algo que no os he confesado y es que en este relato no vais a encontrar las habituales grandes fotos porque no me he traído un teleobjetivo. El motivo es que he cambiado recientemente todo mi sistema de Nikon a Sony, especialmente por los vídeos, y el 70-300 se me ha quedado "por el camino". Aunque visto de otro modo, también va a ser una buena oportunidad para disfrutar de una safari sin estar pegado el ojo al objetivo.
El trayecto hasta el complejo resulta muy productivo. El famoso patas, nidos un baobap de hace 200 años y un maravilloso e imponente calao abisinio. ¡Ahí es nada! Ah, que nadie espere jirafas, hace un siglo que se extinguieron en este área.
Son alrededor de las 15'00 cuando, tras casi 3 horas, llegamos al Hotel Pendjari (hay otro llamado Pendjari Lodge -y un par de lugares de camping- pero parece ser que está en bastante mal estado de conservación). Este recinto fue construido por el Gobierno de Benin hace años pero está recientemente regentado por un director italiano llamado Oscar y desde entonces está cuidando todos los detalles al máximo, incluida una piscina que es un verdadero oasis. Tiene varias cabañas repartidas y, lo mejor, es que no está cerrado por ninguna verja y está ubicado en un punto desde donde salen todos los buenos circuitos del parque. En la zona central hay un gran salón donde Óscar tiene su propia bodega de vino, una gran pasión, y donde hemos disfrutado de una buena cerveza y comida para recuperar energías.
Por lo demás, tiene generador de electricidad que ponen al mediodía y por la noche, un bar donde pedir todo tipo de bebidas y siempre una buena conversación. La cama quizás algo dura pero tras el Motel Du Lac, esto es el paraíso. Por cierto, ya está preparado nuestro 4x4. Empieza el safari de verdad...
¿Y qué vimos esta tarde? La lluvia amenazaba y empezó a caer fuerte, lo que hizo que muchos animales se refugiasen pero aún así babuinos, antílopes, hipopótamos, una preciosa carraca abisinia (un tesoro), facoceros, gallinas de Guinea, pisadas de elefantes y leones (lo cual nos subió la adrenalina) ...
.. águilas pescadoras, cocodrilos, buitres, waterbacks, jaribús, cigüeñas endémicas y hasta un gran calao, pasaron por nuestros ojos, unos más lejos que otros...
Pero ¿quién nos iba a decir que el momentazo del día sería al llegar de regreso del safari al hotel? ¡Un león y 2 leonas al lado de la piscina! ¡Alucinante! Están a menos de 50 metros de nosotros. Pero espera.. ¿qué hacen? ¿Y ese ruido? A intervalos de 10 minutos, 30-45 segundos intensos de rugidos y vuelta a empezar. Están "dale que te pego" a nada de donde vamos a cenar.
Pasamos casi 1 hora allí pegados hasta que la noche empieza a caer y es hora de esas cervezas y cena. Óscar, el gerente, nos cuenta que por la noche estos leones suelen ser habituales de la zona y esperan a que entre las 21.00 y 22.00 baje un grupo de kobs (como en Uganda, el antílope por excelencia de aquí, muy parecido al impala pero algo más pesado) hacia la charca aunque hoy, al estar en fase de cópula, es posible que no les importe. Hace un mes los leones pasaron por el medio del restaurante en el que vamos a cenar.. ¡qué es abierto!
Estamos unas 10 personas alojados hoy aquí, todos tensos a la vez que emocionados por la escena. Sele y yo nos resistimos a abandonar la piscina hasta que, por fin, ya de sueño, decidimos que hay que dormir unas horas porque mañana salimos a las 6.30
Segunda jornada de safari en el P.N. Pendjari .. y regreso al Benín más étnico
¡Menuda serenata! Los leones no han parado en toda la noche y han ido rodeando nuestra posición. ¡Qué palizas! "Corre Isaac, corre, que salimos" El safari de la mañana comienza muy temprano. Búfalos, kobs, jaribú, un especie de duiker, escrementos de hiena... Tienen varios lagos medio secos que es donde se congrega la vida en esta estación seca pero la temporada de lluvias está a punto de comenzar. Los que hoy vemos han sobrevivido un año más.
Los leones siguen su festival de "kikis". Llevan 12 horas seguidas a intervalos de 10 minutos aunque no duran mucho, apenas 1 minuto a lo sumo (flojitos..). La hembra, ya a estas horas rechaza al macho, así que seguramente en un rato irán hacia el río.
El sol comienza a levantar y volvemos a una zona que me provocó sentimientos encontrados ayer. Es una zona preciosa paralela al río que separa Benín de Burkina Faso, casi podemos tocarla, pero que acaba en lo que debía ser un centro de interpretación abandonado. Se llama algo así como Givarnache (no le hagáis mucho caso al nombre). ¿Y por qué esas sensaciones? Es como si la selva se callase en este lugar y existiese una tensa calma. No sabría explicarlo aunque días después le encontré cierto sentido.
La mañana ha acabado con más especies únicas como el águila volatinera, otra preciosa carraca abisinia, manadas de búfalos y monos verdes. La primera hora de la mañana en un safari nunca decepciona, ¿verdad?
Hemos parado en otro mirador como el de Mare Bari y Thomas nos ha contado como funciona el parque. La época más fuerte es Diciembre donde llegan a venir hasta 200 personas pero en Febrero ya baja a unas 70 al mes y sigue el descenso hasta que empieza la época de lluvias. Para más inri, los rastreadores como él cobran un equivalente a 25 EUR y solo si trabajan. Por ejemplo, en Marzo apenas trabajó 3 días y cuando cierra el parque le toca trabajar en el campo. Dura vida la suya.
¿Y dónde está esa mayor población de elefantes del África Occidental os preguntaréis al igual que nosotros? Pendjari no tiene fronteras y eso hace que en esta época puedan estar perfectamente en Burkina Faso o Níger y eso nos ha ocurrido pero ya sabéis que somos personas afortunadas en este tipo de avistamientos de vida salvaje y cuando ya perdíamos la esperanza.. ¡Elefante solitario! Al menos lo tachamos, ¿no?
Tras un desayuno tranquilo y hacer el checkout (17.500 CFA cada uno de comida, cena y cervezas varias), ponemos rumbo de vuelta viendo un bonito antílope caballo que se cruza por el camino, un animal que habita las sabanas espinosas africanas al sur del Sahara y que suele ser bastante agresivo. Pendjari es toda una sorpresa. Eso si, desde Mare Bari a la puerta apenas vemos otro patas, como ayer. Dicen que hay una bonita cascada pero la vida, al menos estos últimos meses de temporada seca, se concentra en los lagos. Nos despedimos de Thomas y ponemos rumbo al Hotel Tata Somba de Natitingou donde comeremos.
¿Cuál es nuestra conclusión? ¿Merece la pena visitar el P.N. Pendjari? Si eres un amante verdadero de los safaris vas a saber apreciar este paraíso de vida salvaje y ausencia de turismo masivo. El tesoro de especies (incluidas aves) que te puedes encontrar, la autenticidad y la virginidad que respira, es algo realmente único. SI, merece la pena. Si es tu primer safari y lo que buscas es una experiencia fotográfica de depredadores o escenas de caza, quizás no sea éste el lugar para empezar, como tampoco lo era Botswana por la intensidad de las jornadas aunque si tenía lo anterior. A nosotros otro mundo mágico nos esperaba, uno que justifica un viaje a Benín, País Somba, pero eso forma parte de otra bonita historia...
Isaac (y Sele), desde Pendjari (Benín)
GASTOS DEL DÍA: 17.500 CFA (apróx 26.51 EUR)
Me encantan vuestros viajes pero yo no soy tan aventurera!!! Solo con encontrarme una serpiente no se donde me metería 😂
Así que fuistes testigos de una noche de pasión? 🤣🤣🤣.. Yo no sé si podría tenerlos tan cerquita y no salir corriendo!!!