Recorremos por último día la carretera contigua al Nilo ya a menos de 100km de Jartum, ese mismo río que ha serpenteado por un desierto sahariano de rocas y arenas abriendo camino a tierras fértiles a lo largo de siglos de historia y que, en esta zona de Sudán, no iba a ser menos. Si Meroe son esas pirámides olvidadas algo más conocidas, el Nilo permitió el desarrollo de dos importantes ciudades durante el período Meroitico caídas en el ostracismo y de las que hoy visitamos los yacimientos arqueológicos de Naga y Massawarat es-Sufra
¿Os soy sincero? No había oído hablar de ellas en mi vida... y no sabía lo que me estaba perdiendo.
- Naga, la ciudad en ruinas del periodo meroítico más grande del país
- Massawarat es-Sufra, el Gran Recinto de ¿entrenamiento de animales salvajes?
- Despedida en el Corinthia de Jartum (y mil problemas para salir)
Naga, la ciudad en ruinas del periodo meroítico más grande del país
Como si de un viaje en el tiempo se tratase, esta aventura por Nubia que acaba hoy en Jartum comenzó por las arenas del desierto de Bayuda, morada de las tribus nómadas Bisharin, para recorrer el legado de la Civilización Egipcia en aquel impresionante templo de Soleb, acercarnos a una cultura poco estudiada del primer reino unificado con Kerma como capital (salpicado por una visita prehistórica a los petroglifos de Messaida) y ya meternos de lleno en la época de los Faraones Negros del Reino de Napata y posterior retirada a Meroe donde hoy visitamos sus últimos yacimientos cercanos, sin olvidar vestigios de la Nubia Medieval cristiana e, incluso, alguno de la época islámica de una tierra que tantos siglos les costó tomar.
Hemos abandonado muy pronto nuestro hotel de Meroe. Hawari, Hani y Aseen, un nuevo conductor que ha llegado hoy para el trayecto largo y sustituir a Ameer y al fugaz Mahmoud, preparan ya los coches a los que les hemos pedido una mejora de la competencia para nuestro futuro viaje por Sudán, jaja
No vamos a llegar a Meroe pero da gusto estirar las piernas a estas horas de la mañana .. y mucho más sentirte privilegiado rodando por las extensas estepas que nos separan de Naga completamente solos. Estamos en el Wadi El Milk donde unas formaciones rocosas arrojaron fósiles de dinosaurios de tiempos pasados.
El desierto de Bayoda en este área se llena de acacias, montañas negras y arena dorada. La carretera da paso a las pistas que se dejan intuir .. aunque yo creo que me perdería igual si no fuera por nuestros chóferes. Es hora también de guardar ya a Perejildo, nuestro Mavic Pro, que se lo ha pasado en grande todo este viaje "volando" por Sudán.
Tras parar por el camino a un pobre hombre enfermo y facilitarle unas gotas de suero para los ojos (desgraciadamente Sudán es Sudán y en este paraje quien enferma, muere, algo difícil de asimilar en nuestro día a día), llegamos a nuestro primer destino de hoy. Naga fue una próspera ciudad estratégica de comercio del Reino Kushítico de Meroe, puente entre el Mediterráneo y África. De ella existen escritos de las primeras expediciones de 1822 pero no fue estudiada en profundidad hasta 1958 y excavada definitivamente hasta 1995.
Hoy Naga, en pleno desierto de rocas, representa uno de los yacimientos arqueológicos más grandes del país con dos asombrosos templos bastante bien conservados en honor a Amon y Apedemak, así como otros santuarios meroíticos de entre el S.IV aC y el S.IV dC, zonas urbanas y varios cementerios
Impresiona mucho el Templo de Apedemak, conocido como el Templo del León, donde ya en la misma entrada se representa al rey y a la reina matando esclavos, posiblemente clanes invasores del desierto, con la imagen de Dios con la cabeza de león
El edificio es maravilloso y sus bajorrelieves dignos del mejor museo del mundo .. o mejor pensado, estamos ya en el mejor museo del mundo al aire libre. Todo se considera el mejor ejemplo de arquitectura kushita de la época ya que, al contrario que en las representaciones egipcias, algunos relieves del rey y la reina tiene clara influencia del arte africano con detalles como cabezas redondas, hombros anchos e incluso las caderas de la reina inusualmente anchas.
Antes del propio templo, otro legado es digno de admirar. Es el denominado quiosco, un mestizaje de estilos egipcio, romano y griego en el mismo edificio. Por un lado se encuentra la entrada perfectamente identificada como egipcia pero las columnas se disponen con capiteles corintios y las ventanas de claro estilo romano. En el mismo se encontró una estatua de Isis, diosa del antiguo Egipto que tuvo extensión en el mundo grecorromano.
Al otro lado de la planicie está el otro lugar sagrado. El templo Amon fue fundado por el rey Natakamani y alberga todavía muchas estatuas de carneros como las que vimos en Jebel Barkal, en estos momentos en plena restauración por el duro trabajo de los arqueólogos. La entrada al templo está decorada con bajorrelieves impresionantes así como las paredes del mismo.
Parece ser que en 1999 el equipo de arqueólogos encargado de la excavación desde 1995, descubrió un altar intacto único tanto en Nubia como Egipto en el santuario interior, con sus iconografías y jeroglíficos que identificaban con el rey Natakamani y su esposa Amanitore. En total, el templo tiene 100 metros de longitud y se pueden ver también muchas estatuas del faraón.
Antes de abandonar el recinto, nos acercamos a ver los viejos pozos de agua que refrescan los asentamientos de los Bisharin, una tribu que sobrevive al clima de forma asombrosa. Pedimos permiso pero no nos dejan hacer fotos, lo cual respetamos. Son beduinos de un subgrupo de los Beni-Amer y Hadareb, que intentan sobrevivir a la climatología y las condiciones adversas de un vasto territorio de unos 300.000 km cuadrados en Sudán (también en Egipto o Eritrea). Los rasgos y belleza hasta de las más pequeñas son realmente increíbles.
Aunque se mezclaron con los árabes y adoptaron su religión, se trata de uno de los grupo étnicos no-árabes más grandes y herederos del nieto de Noah, Cush (hijo de Hamón) desde hace más de 4.000 años, descendientes directos del Egipto de los faraones. Hoy apenas son criadores de camellos y ganados en busca de tierras húmedas donde abrir un pozo y cultivar malamente sorgo y, los más afortunados, algodón
Los "wuzzies", como los conocen sus vecinos etíopes, viven en tiendas de pelo de cabra y ramas de madera seca, se alimentan de leche de camello, carne y grano y suelen vivir en clanes de hasta 12 familias y mantienen tradiciones como la "ceremonia del café" (donde se reúnen a compartir asuntos públicos). Nos hubiera encantado conocerles mejor, especialmente sobre sus creencias en espíritus invisibles como los jinnis malévolos capaces de tomar formas de animal, pero la ruta del día es larga y hay que llegar a Jartum si no queremos perder el vuelo nocturno.
Massawarat es-Sufra, el Gran Recinto de ¿entrenamiento de animales salvajes?
No muy lejos de Naga, en una zona de valle protegido por colinas, se encuentra Musawwarat es-Sufra. Se trata de un complejo actualmente en ruinas que se remonta al siglo III a.C. y que fue mencionado por primera vez en 1822. El mismo equipo de arqueólogos de Naga se ocupó de sacarlo a la luz de las arenas a partir de 1995.
Allí David y Noe se encuentran con un viejo conocido, el mismo guardián de su anterior viaje, el cual los reconoce y les recibe con una gran sonrisa. Es el último día que Noe podrá sacar su pequeña impresora de fotos de la que ha ido dejando recuerdos entre "viejos conocidos" en un lugar tan hermético con el turismo.
El Templo del León de Massawarat es-Sufra es un templo rectangular de una sola cámara con pilón y seis columnas, construido por el rey Arnekhamani y dedicado a Apedemak. Aquí las inscripciones difieren de otros emplazamientos, siendo las representaciones de elefantes y leones los predominantes
Lo que hace especial este conjunto de templos de época meroítica es la estructura principal del sitio, el denominado Gran Recinto con numerosos edificios "laberinto" distribuidos en más de 45,000 metros cuadrados. Eso, unido a diversos pasajes, numerosos relieves de animales y estatuas de hasta elefantes, hacen pensar que este lugar era en realidad un campamento de entrenamiento de animales salvajes, incluidos elefantes.
Esto explicaría también la gran ventaja que los kushitas tuvieron en sus campañas guerreras y que llevó en siglos posteriores a alcanzar la victoria hasta en batallas con los romanos como viéramos ayer.
LOS ENIGMAS DE NUBIA (VOL11): La decadencia de los kushitas
Cerramos este capítulo de enigmas de Nubia con la desaparición de los grandes farones y reinas de Meroe. Se sabe que fue el apogeo del Reino de Aksum, un importante reino comerciante del noreste de África entre los siglos I d. C. y VII d. C., y su invasión hacia el año 350 el que acabó con los kushitas ya en declive y desencadenó la Nubia Medieval con Old Dongola como capital cristiana pero.. ¿por qué esa decadencia cuando Meroe llegó a ser centro importante de fabricación y comercio de hierro, además de oro, incluso con los propios romanos? Entre las hipótesis se plantean los desastres naturales como las sequías así como la deforestación provocada por la masiva tala de árboles para alimentar los hornos de hierro, otro capítulo más del pasado que no queremos aprender en la actualidad. La historia siempre se repite.
Además de un gran elefante perfectamente identificado, existen varios dibujo murales e incluso un graffiti del príncipe Pückler-Muskau
Tras Charles Bonnet y Hans-Ulrich Onasch, dos grandes arqueólogos de Sudán que nos han recibido estos días, hoy nos hace especial ilusión encontrarnos con un español. Jorge es de Madrid con familia en Toledo y trabaja en Londres. Nos oye hablar en castellano y se acerca a charlar con nosotros. Su temporada acaba pronto pues empieza la época de más calor pero nos explica orgulloso que este recinto, con 10.000 grafitis, es el mayor de Sudán. Incluso nos señala un relieve de una pareja teniendo relaciones que había pasado desapercibido a nuestros ojos que se cree que eran los dioses para dar fertilidad al reino. El considera que Sudán es el paraíso de un arqueólogo pero también mete en el "saco" a Somalia y Etiopia.
Se siente satisfecho porque tiene la impresión de que este año ha crecido el turismo. Desde que está aquí en Octubre, nuestro grupo es el quinto que le visita (¿antes cuántos venían? ¿dos?). Nos despedimos. El equipo ya tiene preparado un lugar entre una arboleda para el último picnic en Sudán. Ainss, cuanto los echaré de menos, ya sea entre un palmeral a orillas del Nilo, un "bar de carretera", bajo una acacia o en este lugar tranquilo de Massawarat es-Sufra
Largas horas de carretera nos esperan por delante. Lo que iban a ser 2h30 se convierten en 4h hasta que caemos rendidos sobre la cama de nuestra habitación del Grand Holiday Village que nos acogió en la ida
Despedida en el Corinthia de Jartum (y mil problemas para salir)
David y Noe nos tenían preparada una sorpresa más en forma de cena especial para despedir una aventura inolvidable. Si ya de por si no era poco el hecho de que la amistad que les une a Ahmed nos hubiera permitido hacer un viaje personalizado con Raidan Travel Tours, una de las tres grandes agencias receptivas de Sudán, incluyendo esa noche extra en Meroe que fue la guinda final, el Corinthia nos espera.
El Corinthia es ya un edificio emblemático en Jartum, financiado por Qatar, que tiene una peculiar forma ovalada moderna y que disfruta de excelentes vistas del Nilo.
Además, su panorámico Restaurante Mugran ubicado en el piso 16 presume de un diseño espectacular y el mejor buffet de la ciudad, lo cual disfrutamos porque este lugar ha sido el elegido por Ahmed para hacernos una cena de despedida. ¡Hasta pronto amigos!
Es curioso descubrir que este lugar tenía unos precios de alrededor de 50 euros por persona no hace mucho pero con la devaluación de la moneda, apenas llegaría a 4 euros ahora mismo. Con las mismas nos hemos despedido con pena de todos (ha sido un extraordinario equipo, desde Hawari, Hani o Ameer hasta Sharaf y nuestro querido guía Mohamed -¡muchisimas gracias!-), hemos dado las propinas correspondientes (y el resto de dinero en souvenirs para casa -apenas gastamos ni 40 euros en todo el viaje-) y nos hemos puesto en el aeropuerto en torno a la madrugada pero ese capítulo lo dejo para el episodio final. Atrás quedan los yacimientos arqueológicos de Naga y Massawarat es-Sufra, un perfecta jornada final para un viaje irrepetible.
Isaac (junto con la Expedición Pobes), desde Jartum (Sudán)
GASTOS DEL DÍA: PROPINAS
Mira, al final, como tú dices, cuando ya no esperas más, siempre hay algo que te sorprende!! Espero que este viaje habrá colmado tus ansias "exploradoras"!!
Feliz viaje de regreso!!
Vaya broche final para el viaje!!!
Una vez más, un DIEZ por Noe!!!!! Me ha ocurrido en tantos lugares del mundo, tomar fotografías con la gente de allí... en Europa, sí, muchas veces... pero en la India te las pedían ellos, especialmente fotos de sus hijos, los chamanes, las abuelas vestidas de fiesta, en las piras funerarias, en Irán ponían a sus bebés en tus brazos para hacerse fotos contigo, te pedían conversación o te invitaban a su iftar de Ramadán en un parque y foto también, en Marruecos aunque ahí con ese tono vacilón que tienen y al que yo entro siempre, en Egipto con los guardianes de los templos... y esas fotos? Te las traes tú a tu casa, son suyas pero nunca las tendrán. Un DIEZ, un diez por Noe.