Hoy tengo tiempo de pensar y pensar en todo lo que me rodea, tengo todo el tiempo del mundo con este esguince desafortunado que hace que no pueda cumplir con mi rutina habitual.
Esta lloviendo a cantaros y hace un viento estrepitoso que toca en mi ventana como si quisiera conversar conmigo.
Mi fiel perro no separa su cuerpecito ni sus ojos de mi, es una eterna compañía que jamás te defrauda. El, para ser feliz, solo nos necesita a su lado, siempre pegaditos, bueno también se muere por su comidita que no la perdona por ningún concepto ni por ninguna otra cosa. ¡Es un glotón! ¡que le vamos a hacer!, pero a cambio te da su cariño incondicional.
Esta quietud y soledad hace que eche mas en falta a todos los que quiero. Te hace reflexionar sobre tus días y los momentos que compartimos con otros.
Por suerte, dentro de un rato, se que volverá de su trabajo mi incondicional compañero de viaje que hace que todo parezca más fácil para mi.
Pienso en mi hija haciendo su lucha y peleando en el camino elegido en su adoptada Italia, junto a su "amore" y siento siempre la misma sensación ¡cuanto me gustaría que estuviera mas cerca de mi!, pero casi nada es como uno desea.
También pienso en mi hijo, de momento muy próximo a nosotros, y digo de momento porque tampoco se sabe que ruta tendrá que tomar en su destino. El también está haciendo su lucha, como es natural, con la suerte de tener una compañera de camino que comparte sus proyectos y sueños de futuro.
Echo de menos a mis compañeras de trabajo que, como es normal, pasamos tantas horas juntas que hemos conseguido crear un cariño especial entre nosotras, un buen rollete que hace que el trabajo sea mas liviano cada día por el simple hecho de compartirlo.Lejos de mí también están mis hermanos. No es verdad, a uno de ellos, a pesar de la distancia, siempre lo encuentro realmente a mi lado, de una u otra forma, vía teléfono, o en corre corre de fin de semana para vernos. Es el otro el que realmente nunca estará, porque no quiere estar junto a nosotros.
Parece un día aparente para la nostalgia y así es, pero nada mas lejos de mi intención es lamentarme. Bastantes cosas reales hay por ahí para lamentarse, que todos conocemos y en las que no quiero ahondar porque son demasiado tristes y las estamos oyendo como un repicar de campanas todo el santo día.
Parece que el mundo se viniese abajo en mil pedazos y por los cuatro costados, pero hay que darse cuenta de que en nuestras manos está que todo cambie, cambiar sobre todo las voluntades para arreglar las cosas.
¡Parece mentira que el ser humano esté lleno de capacidades, tanto para lo bueno como para lo malo! y se empeñe siempre en sacar lo peor de si mismo.