Llegan como siempre las fiestas de Navidad y parece que todas las cosas discurrieran por diferentes sendas. Deberíamos comer de lo mejor, deberíamos ser solidarios, deberíamos olvidar todo lo malo acontecido durante el año, tenemos que hacer regalos, tenemos que jugar a la lotería por tradición, etc… y efectivamente nos dejamos llevar por todos y cada uno de estos símbolos, tratando de que todo se torne especial y más humano.
No soy de las que dicen “a mí no me gustan estas fiestas”, por supuesto que me gustan, en mi particular sentido de ellas. Me gusta reunir a la familia en torno a la mesa, me gusta adornar la casa, me gusta que venga Papa Noel, sobre todo el nuestro particular, que se puede uno imaginar de quién se trata. Es de las cosas mejores de la vida saber que tienes una familia, que está ahí, que no estás solo, que compartes tu camino en compañía.
Entristece saber que hay multitud de gente para los que la Navidad significa soledad, abandono, o simplemente carencia de todo lo imprescindible. Gente que también tiene una familia a la que quizás no le pueda proporcionar, ni regalos, ni tan siquiera una cena decente por falta de recursos.
También hay gente que está apartada de sus seres queridos, en la más triste de las miserias, “el abandono”, “el olvido” y que pasará esos días recordando quien sabe qué momentos que fueron felices o icluso habrá quién no tenga nada para recordar.
Es el momento en que uno se siente afortunado, inmensamente afortunado por tener dos abuelas, unos hijos, un marido, unos hermanos, aunque uno esté más cerca que el otro y hasta un perrito para compartir la vida, lo bueno y lo malo de ella, lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros, pero compartir al fin, que es de lo que se trata, de hacer efectivamente especiales estos días por el simple hecho de estar vivo y de estar rodeado de lo que otros soñarían tener, y darte cuenta de que tu lo tienes y debes valorarlo.
Por todo esto “Viva la Navidad” y “Viva mi familia” y aunque no sea suficiente, mis mejores deseos para toda la humanidad.
Viva¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡. Cuantas verdades escritas en tan pocas lineas. Mil besos