Cuentan que Tours fue una vez capital del Reino de Francia y, desde luego, reúne todas las condiciones de patrimonio histórico, cultural y gastronómico a orillas del Loira. Los principales atractivos que ver en Tours han ocupado prácticamente toda la tarde en una jornada que comenzó en el bello Castillo de Azay-le-Rideau, otro de los imprescindibles, y que nos llevó paralelos al río hasta la agradable Langeais y su admirable fortaleza con la torre más antigua del país y a los impactantes jardines (más allá del propio castillo) de Villandry.
¿Adivináis dónde dormimos según recopilamos estas líneas? En una habitación excavada en el interior de una cueva troglodita adjunta a una mansión del siglo XVIII y con vistas a los meandros del Loira. ¿Se puede pedir más?
- Planificando la ruta del día: Azay-le-Rideau - Tours
- ¿Qué ver entre el Castillo de Azay-le-Rideau y Tours?
- Castillo de Azay-le-Rideau, el castillo que flota en el agua
- Langeais y su fortaleza de piedra más antigua de Francia
- Castillo de Villandry, los jardines más bellos del Loira
- Qué ver en Tours, la ciudad de arte e historia del Loira
Planificando la ruta del día: Azay-le-Rideau - Tours
La jornada de ayer terminábamos muy cerca del Castillo de Ussé. Vamos a explicar detalladamente cual fue nuestra planificación para elegir las paradas también de hoy (como hemos venido haciendo todas las jornadas). El itinerario del día ha sido el siguiente (clic para verlo en Google Maps)
La ruta de la jornada ha empezado muy cerca de donde hemos dormido, a 20 minutos en el Castillo de Azay-le-Rideau para llegar a Langeais, a otros 15 minutos y sin abandonar el río Loira, a comer. La tarde ha comenzado en otro tesoro del Valle del Loira, el castillo (y especialmente jardines) de Villandry a 15 minutos. Una cueva troglodita de lujo nos ha servido de alojamiento antes de visitar la bella ciudad de Tours, también a orillas del Loira y a 25 minutos de la última parada.
Distancia recorrida en la jornada: 65 km
Coche utilizado en el viaje: Toyota Yaris de alquiler (reservado previamente por internet con Rentalcars by Booking)
Hotel elegido para dormir en Tours: Les Hautes Roches (una cueva troglodita convertida en hotel)
Excursiones alternativas al coche desde París en Español: Castillos del Loira en 1 día, Castillos del Loira y Mont Sant Michel de 2-3 días o Castillos del Loira y Normandía de 3-4 días
¿Qué ver entre el Castillo de Azay-le-Rideau y Tours?
En una jornada muy tranquila, las paradas han sido Castillo de Azay-le-Rideau, Langeais, el Castillo de Villandry y Tours pero si quieres valorar más opciones te listamos por orden de parada (muchos no aparecen ni en las guías habituales -con los más interesantes-):
- Castillo de Azay-le-Rideau, imprescindible y uno de "Los 12 mejores Castillos del Loira (que no te puedes perder)"
- Langeais, un pueblo tranquilo que alberga una fortaleza con la torre más antigua de Francia
- Crissay-sur-Manse, otra opción hacía el lado contrario de un pueblo detenido en el tiempo en el valle del Manse
- Castillo de Villandry, los mejores jardines del Loira y otro de "Los 12 mejores Castillos del Loira (que no te puedes perder)"
- Tours, la ciudad de arte e historia en el Loira de parada obligada
Como veis, la jornada ha sido relajada pero si deseáis algo más ambicioso, tiene opciones para ello aunque recordad que ¡no tenéis que verlo todo!
Castillo de Azay-le-Rideau, el castillo que flota en el agua
Atrás han quedado el primer día y medio de mal tiempo y da gusto despertarse en La Chancellerie, nuestra casa de campo del siglo XVIII, y emprender la marcha temprano para aprovechar el día con este sol. El desayuno lo hemos hecho sobre la marcha en una especie de cafetería en la que servían café y chocolate (5 EUR) y donde nos han dejado traer pan cortado en tostadas y mermelada de una confitería de enfrente (4.42). Mejor no preguntéis, cosas de Paula, jaja.
No eran ni las 9'15 cuando la todavía dormida población de Azay-le-Rideau nos daba la bienvenida y, sin apenas gente, nos permitía aparcar (sin coste) y adentrarnos en uno de "Los 12 mejores Castillos del Loira (que no te puedes perder)", el Castillo de Azay-le-Rideau (10.50 EUR cada uno) y que tiene su propio artículo dedicado en "Visita al Castillo de Azay-le-Rideau (con precios y mapa)" (próximamente).
Azay-le-Rideau está considerado como uno de los más extraordinarios ejemplos de la arquitectura renacentista francesa y no hemos desaprovechado la oportunidad de verlo (está recién restaurado en 2017 tras 34 meses de reformas) por dentro porque tiene pinta de ser de los que más se llena (consejo: ir a primera hora, lo hemos visto con muy poca gente). Además, para su reamueblamiento se ha hecho una labor de investigación exquisita logrando reconstruirse tal y como era en el siglo XIX cuando pertenecía a los marqueses de Biencourt
El salón, la habitación central o los retablos, dan una idea general de lo que era la forma de vida de esta familia en ese momento con decoración neorrenacentista, chimenas recargadas, finas cortinas, cuadros, moquetas, piezas de coleccionista.. y una escalera central helicoidal imponente que puede verse desde fuera, un rasgo principal y característico del castillo.
Pero donde luce de verdad el Castillo de Azay-le-Rideau es desde fuera, con su alta azotea de pizarra, sus ventanas acordonadas o sus torreones medievales puntiagudos
Al estar cimentado directamente sobre el río parece que flota sobre el agua dejando reflejos muy fotogénicos
También el entorno quedó completamente renovado en 2014 mejorando los caminos adyacentes y restaurando como en el S.XIX con árboles de coníferas u otras más exóticas como cedros, cipreses o secuoyas
Al final entre unas cosas y otras hemos estado de visita unas 2 horas así que hemos aprovechado para conocer un poco el pueblo y tomarnos un café y un té antes de seguir nuestra ruta (5.50 EUR)
El objetivo para nuestro TomTom (que sigue funcionando igual de bien que el primer día y ya ha llovido) es Langeais aunque desde que se ha liberado el roaming en Europa ya podríamos haber ido con el Google Maps directamente si hubiéramos querido.
Langeais y su fortaleza de piedra más antigua de Francia
Tras atravesar el puente colgante de Langeais (reconstruido tras la II Guerra Mundial), encontrar donde aparcar aquí tampoco resulta difícil (nuevamente, múltiples parking habilitados y gratuitos) aunque resulta una ciudad un poco más sobria en comparación con los pueblitos que hemos ido viendo con apenas unas calles empedradas con más encanto. Eso si, Paula es capaz de detectar tiendecitas de las que nos gustan con mucha facilidad, ¿verdad? (73 EUR en regalitos)
Además de la fortaleza que visitaremos tras comer, lo más destacable de Langeais son tres casas históricas del S.XVI y las iglesias de San Juan Bautista y de Saint-Laurent, de los siglos XI y XII.
Aunque nosotros ya hemos elegido nuestra "mejor visita" a estas horas...
RESTAURANTES EN EL VALLE DEL LOIRA | LANGEAIS: Pont Levis
Restaurante sencillo pero muy agradable con un menú cerrado que puedes ver en la tabla de pizarra
La comida estaba deliciosa (especialmente la carne en salsa de varios vinos). Nos costó junto con café y cerveza 38.70 EUR los dos lo que, considerando que estamos delante de la atracción principal, puede ser razonable
El Castillo de Langeis (9.80 EUR cada uno) nada tiene que ver con los célebres renacentistas que hemos visto estos días sino que su particularidad trata de una mezcla bien conservada entre el estilo medieval y el estilo renacentista, contando hasta con su puente levadizo.
Sus salas, habitaciones y demás estancias son, cuanto menos, curiosas ya que mezclan aspectos de la vida medieval con piezas y tapices de los siglos XV y XVI, muebles góticos y los objetos de arte renacentistas. También incluye escenas interactivas que sirven para "enganchar" a los más pequeños, y en su exterior, hay una casita de árbol de casi 10 metros en la que los niños pueden divertirse
La singularidad de esta fortaleza, más que su propio interior, es que conserva el torreón de piedra de la fortaleza defensiva inicial que, a día de hoy, es uno de los más antiguos de Francia. Sus orígenes datan de cuando Foulques Nerra se apoderó de Langeais en el año 994 y decidió construir una fortificación en este emplazamiento rocoso para vigilar la vía romana que conectaba Tours y Saumur. Gracias a una escalera de leños en "dudoso" estado se puede subir a lo alto de la plataforma y disfrutar de las mejores vistas de los jardines, de la fachada principal y del pueblo
Una curiosidad, antes de partir al siguiente destino, es que la ciudad es famosa por haber acogido el matrimonio de Anne de Bretagne y Charles VIII a finales del S. XV
Castillo de Villandry, los jardines más bellos del Loira
Villandry es el claro ejemplo de lo que venimos comentando estos días. Extensos parking gratuitos y preparados para acoger a unos cuantos cientos (o miles) de coches nos esperan para no perder ni 1 minuto en aparcar. Lo extraño es que, a pocos días de ser Agosto y casi a las 16'00 de la tarde, apenas encontramos gente para visitar una de las joyas del Valle del Loira y otro de "Los 12 mejores Castillos del Loira (que no te puedes perder)" y que tiene su propio artículo dedicado en "Visita al Castillo de Villandry (con precios y mapa)" (próximamente).
Previo cafecito y postre extra (9.50 EUR), entramos solo a los jardines de Villandry por 7 EUR cada uno (hay opción de Castillo+Jardines también por 11 EUR pero no queremos saturar el día).
¿Por dónde empezar? Digamos que de la antigua fortaleza solo queda el torreón y que la primera construcción que apostó por la arquitectura actual surge de Jean Le Breton en 1532 que decide construir un castillo renacentista con jardines. Tras pasar por varias manos, es justo destacar a Joaquín Carvallo, español, y su mujer Anne Coleman, como los grandes valedores de los espléndidos jardines franceses que podemos disfrutar una tarde como hoy
Un total de 6 jardines en terrazas sucesivas forman un espectacular lienzo cuidado hasta el milímetro, con todo tipo de especies vegetales de las que no os podemos hablar porque no somos muy expertos, laberintos, estanques, riachuelos, ...
Cada jardín tiene un tema diferente, desde el Jardín Ornamental más enfocado a diferentes alegorías al Jardín de Agua o Jardín del Sol
Subiendo por unas escaleras laterales se llega a una especie de mirador que es el mejor lugar para contemplar el llamado Huerto Decorativo, un verdadero "tablero de ajedrez multicolor que parece haber sido bordado" según leemos y no podría tener mejor definición.
Antes de salir, aprovechamos para comprar unos marcadores del castillo (5.45 EUR), unas postales (0.40 EUR) y sellos para enviar (1.20 EUR). También para tomar las últimas notas del día (para los que preguntáis cuando hacemos estos relatos, ya empiezan en el viaje)
25 minutos nos separan de Tours pero antes de visitarla vamos a alojarnos.
Qué ver en Tours, la ciudad de arte e historia del Loira
Existen una veintena de alojamientos de todo tipo en Tours donde alojarse. Sin embargo, tras la experiencia de dormir en un castillo en Saumur y en una casa de campo del S.XVIII en Huismes, queríamos seguir ese particular viaje por la historia y hoy nos esperaba una sorpresa para Paula que no sabía nada hasta llegar.
LA EXPERIENCIA DE DORMIR EN UNA CUEVA TROGLODITA:
Desde nuestro paso ayer por Turquant, el pueblo de casas trogloditas, no hemos dejado de ver estas cavidades hechas en las laderas de piedra caliza que han formado parte de la tradición desde tiempos preshistóricos y que ahora sirven como talleres, bodegas e incluso hoteles de lujo. Es el caso del Les Hautes Roches, donde una mansión del siglo XVIII hace de recepción y restaurante para recibirnos
Alrededor de ella, 12 habitaciones excavadas en la roca del acantilado y orientadas al sur con vistas a los meandros del Loira, son el fruto del sueño de Philippe Mollard que se propuso rehabilitar estas cuevas adjuntas a la Abadía de Marmoutier
Se trata del "primer hotel de lujo Troglodytique de France", un laberinto de habitaciones que eran antiguamente celdas monásticas y que hoy son suites de lujo y cuentan con todo tipo de detalles
Mención aparte tiene el restaurante, que parece ser un referente en cuanto a gastronomía del chef Didier Edon con una Estrella Michelín, aunque nosotros decidimos solo utilizarlo para el desayuno ya que había que equilibrar el presupuesto de la noche en la habitación troglodita en el Les Hautes Roches. ¡Toda una experiencia!
Técnicamente, el alojamiento no pertenece a Tours sino que se encuentra en la población paralela al río Loira por el otro margen llamada Rochecorbon, así que deshacemos los 15 minutos para dejar el coche en el parking Indigo del 113 Place Anatole (4.80 EUR el tiempo que estuvimos ¿3-4 horas?), mejor imposible para comenzar la siguiente ruta caminando por la bella ciudad francesa, como siempre con mapa (clic si quieres verlo en Google Maps) ...
Con esa idea de que Tours había sido una vez capital del Reino de Francia durante más de un siglo y conocedores de la gran congregación de patrimonio histórico, cultural y gastronómico a orillas del Loira, admitimos que no podíamos imaginar que además esa ciudad moderna te ofreciese una atmósfera tan animada entremezclada con callejuelas o monumentos medievales estupendamente conservados.
Así comenzamos la ruta dejando de lado la Basílica Saint-Julien 1, actualmente en reformas por problemas de derrumbamientos (ACTUALIZACIÓN 2020: no encontramos información sobre si ya está abierta al público), y encaramos la animada rue Colbert donde se encuentra unos pasos más adelante el famoso Hotel Goüin 2, una mansión del S.XV cuya fachada de estilo renacentista temprano se mantiene intacta, digna de ver, además de tener siempre atractivas exposiciones.
La misma calle nos adentra en el casco antiguo de Tours ya adoquinado y rodeado de casas de madera y plazas llenas de vida, lo que le dota de una atmósfera medieval muy acogedora. Especialmente una vez llegas a la plaza Plumereau 3 que viene a ser el icono de la ciudad, rodeada de casas típicas de postales y llena de terracitas donde era casi imposible coger sitio
Los alrededores dejan lugares emblemáticos como la Maison de Tristan o diversos museos (el más destacado el de Historia Natural) y otras tantas plazas como la plaza de Grand Marche 4 mucho más relajadas para poder disfrutar de una terraza. ¿Qué tal vas Paula? ¿Olivia pide algo dentro de tu barriga? ¿No? Pues seguimos un poquito más
Es a partir de Rue des Halles cuando entras en la parte que más patrimonio histórico congrega, empezando por la Torre de Carlomagno 5, junto a la torre del reloj, el único legado de un templo en honor a San Martín, santo de una ciudad que fue un importante centro de peregrinación.
Ya desde ahí intuimos otro coloso, la Basílica de San Martín de Tours 6, edificada sobre la cripta de san Martín tras ser hallada en 1860 por Léon Papin-Dupont en las bodegas de las casas construidas sobre el emplazamiento de la antigua basílica y que nos trae a la memoria aquel templo monumental de “San Alexander Nevsky” en Sofía, salvando distancias obviamente. Aquellos que vengan con mucho más tiempo, tiene numerosos recorridos históricos en torno a estos lugares
Casi sin darnos cuenta, dejando a desmano la plaza Jean Jaures con sus fuentes y el hotel de Ville (ayuntamiento de Tours) y pasando al lado del Gran Teatro, nos ponemos delante de los jardines del Museo de Bellas Artes 7 y, especialmente, la Catedral Saint-Gatien o Catedral de Tours 8. Se trata de un templo que sustituyó el antiguo edificio románico incendiado y que data de entre los S. XII y S.XVI. Lo cierto es que, aunque no tiene mucho renombre entre las grandes catedrales góticas de Francia, posee una colección de vidrieras impresionante así como grandes órganos, preciosos rosetones y la tumba de los infantes de Carlos VIII y de Ana de Bretaña. Durante las noches de verano, su fachada se convierte en el escenario de un llamativo espectáculo de luces
El hambre aprieta pero decidimos cerrar el circuito con los principales atractivos que ver en Tours, además de disfrutar de su ambientazo, en el Castillo de Tours 9. Sinceramente, es absolutamente prescindible con todo lo que estamos viendo a no ser que te interese alguna de sus exposiciones de arte moderno o pequeñas colecciones de arqueología.
¡Hora de cenar! Con eso de que los días son muy largos ya a finales de Julio en Francia y no anochece hasta bien pasadas las 22'00, casi no nos damos cuenta que Oli tiene que alimentarse, jaja. Dicen que Tours no solo es la ciudad del arte y la cultura sino también de la gastronomía y eso es así gracias a sus especialidades regionales (rilletes, rillons, fouaces, ..). También dispone de un par de tradicionales guinguettes muy animadas, lo que viene a ser una especie de taberna al aire libre con música: Guinguette de Tours sur Loire y Guinguette de Pont Wilson
RESTAURANTES EN EL VALLE DEL LOIRA | TOURS: La Souris Gourmande
Restaurante que encontramos ya de regreso por la rue Colbert donde empezamos (y que tiene multitud de típicos restaurantes franceses). Su especialidad son los platos de queso pero tienen absolutamente de todo a precios muy económicos en un pequeño local muy acogedor
Yo he optado por un buen entrecot pero la que ha acertado de verdad es Paula que se ha pedido una hamburguesa artesanal realmente espectacular.
Eso, acompañados por unas cervezas, postre y café ha costado 44.50 EUR. Muy recomendable
No ha anochecido cuando regresamos a nuestro alojamiento con encanto. Esta suite excavada en la roca de un acantilado con vistas al Loira no podemos desperdiciarla, ¿verdad? Atrás quedan el Castillo de Azay-le-Rideau, Langeais, el Castillo de Villandry (especialmente sus jardines) y la bella Tours en una jornada preciosa de este viaje por el Valle del Loira. Mañana el castillo más bonito, ¿lo dudáis?
Paula e Isaac (y Oli), desde Tours (Francia)
GASTOS DEL DÍA: 128,32 EUR [y REGALOS: 80,05 EUR]