Kebo Dzigbe es la meta de uno de los trekking más mágicos y escénicos que hemos hecho en un viaje. Tenía que ser esta parte del viaje a Togo la que nos llevase por el área cercana a Kpalimé, centro turístico de un entorno de naturaleza privilegiado realmente espectacular, de bosques tropicales y pueblos llenos de encanto encaramados en la montaña cuyos colores anaranjados contrastan con el verde intenso que no nos ha abandonado en las 3 horas de ascenso en torno al Monte Agou, el más alto del país con sus 986 metros. La jornada ha acabado en la capital de Togo, Lomé, una ciudad de la que perfectamente podría haber prescindido pero que nos ha servido para recuperar fuerzas y afrontar otra etapa del viaje.
El paisaje ha cambiado radicalmente. De aquella Venecia Africana de Ganvié y las colinas dominadas por los Taneka, pasamos al P.N. Pendjari y su sabana de vida salvaje, para vivir de primera mano un País Somba único cultural y arquitectónicamente. Hoy, sin embargo, no sentimos abrumados por esta explosión de colores de la región selvática de Kpalimé.
- Kpalimé, la región de naturaleza en torno al Monte Agou
- Trekking por el bosque tropical a Kebo Dzigbe, la ruta de los pueblos "naranjas"
- Lomé, capital de Togo y su Gran Mercado.
Kpalimé, la región de naturaleza en torno al Monte Agou
La nueva jornada de este viaje a Benín y Togo nos ha despertado a las puertas de ese África más salvaje y natural que tanto nos apasiona. Cambiamos de registro para intercalar un día mucho más activo, una ruta de trekking que va a resultar más intensa de lo esperada inicialmente y que nos lleva a un cambio de color y de hábitat que constatamos. Kpalimé era, antes del colonialismo, un pequeño pueblo aislado rodeado de bosques tropicales. Sin embargo, este emplazamiento sufrió diversos cambio de colonos y de manos alemanas pasó a británicas y posteriormente a francesas. Hoy por hoy, Kpalimé es un destino turístico, incluso ligeramente mochilero (por la cantidad de hostels de ese tipo y la atmósfera generada) que sirven de acceso a su privilegiado entorno tropical, una región de naturaleza en torno al Monte Agou, el más alto de Togo, que bien merece la pena conocer.
Tras madrugar y desayunar bien, sabiendo lo que nos esperaba, hemos comenzado un pequeño trayecto de carretera a la primera parada del día. La ruta que vamos a hacer hoy es parecida a la siguiente...
El coche quedará aparcado en el punto de inicio del ascenso que Euloge nos ha dispuesto pero de Kpalimé salen otras tantas rutas de senderismo y trekking factibles para hacer y que suponen una completa inmersión en la naturaleza:
1 Rutas por el Monte Agou: cerca de la frontera con Ghana y de algo más de 980 metros de altura.
2 Rutas por el Monte Kloto: fauna, paisajes naturales increíbles en otro área cercana.
3 Ruta por las cascadas de Kpalimé: hay muchas en esta región donde la naturaleza es la gran protagonista: Tomegbe, Kpoeta, Woatti, Woma, Aklowa, Amegape...
4 Ruta al Monasterio de la Ascensión de Dzogbegan: fundado en 1961 por monjes franceses, un monasterio con mucha historia.
5 Rutas por Château Vial: significativamente reciente, se construyó durante la década de 1940 por los franceses, y situado en las colinas del norte de Kpalimé. Pertenece al gobierno del país, Togo, y se usa, principalmente, para reuniones y sesiones del gobierno.
Cargados de 2 litros de agua cada uno, unos plátanos y frutos secos, más el fuerte desayuno, solo faltaba un guía especializado en botánica al que Euloge estaba esperando para comenzar el ascenso.
Ah, otra parada imprescindible se encuentra al norte de la ciudad, haciendo frontera con Ghana y se llama la Reserva Forestal de Misahöhe, un área de alrededor de 5 hectáreas que se encuentra en la montaña. En esta reserva existen especies como los árboles de iroko, el higo falso, la corona plana, la macaranga y muchas otras más. Están censadas sesenta y siete tipos de aves y un gran abanico de especies arbóreas y forestales.
Trekking por el bosque tropical a Kebo Dzigbe, la ruta de los pueblos "naranjas"
Son alrededor de las 8.20 cuando iniciamos una ruta de trekking (o hikking por momentos) en lo que fueron en su día bosques impenetrables mientras nuestro nuevo compañero nos va explicando algunas de las especies que nos vamos encontrando. Os las explicaría pero es posiblemente la temática con la que menos permeable soy en los viajes (mi amigo Juve estaría encantado)..
Este es un buen momento para hablar de la etnia Ewe que habita estas colinas porque será importante en lo que aún queda por venir en este viaje, especialmente lo relacionado con el Reino de Dahomey. Cuenta la leyenda que Abigboma, hija del rey de Tado, que reinaba en estos parajes, fue raptada por una pantera con la que sufrió el "sindrome de Estocolmo" y tuvo dos hijos y entre sus descendientes hubo una etapa donde tres hermanos (dos de ellos gemelos) iniciaron las peleas por el reinado, llevando a dos de ellos a emigrar. Eran Ardra y Do Gbaguan. El primero fundó el reino de Porto-Novo, que visitaremos, y el segundo sería el que daría origen al terrible reino de Dahomey.
Con esta historia llegamos ante tres ficus sagrados, también conocidos como "higueras sagradas", un símbolo para seguidores del budismo, el hinduismo y el yainismo. Si os fijáis, parece que el ficus de la derecha y el de la izquierda se están "dando un abrazo" con sus ramas. Son los dos gemelos y el otro hermano
Seguimos ascendiendo y las vistas cada vez son más y más impresionantes. El calor está haciendo esta ruta más difícil (y eso que hemos madrugado) de lo que nos resultaría con un clima un poco más suave.
Cada cierto tiempo vamos haciendo paradas, aprovechando algunos pueblos de tonos vivos que se cruzan en nuestro camino
Nos hidratamos y seguimos. Las horas de ascenso dependen de nuestro ritmo.
PINCELADAS PARA ENTENDER UN VIAJE A BENÍN y TOGO (VOL7): La etnia Ewe
La mayor parte de los pertenecientes al grupo étnico de los Ewe se encuentran en Ghana (alrededor de 3,3 millones de personas) y en Togo (2 millones de personas), sobretodo en las zonas costeras. Hablan el idioma ewe y siguen la religión mayoritaria en la zona de África Occidental: el vudú. Los ewe creen en Si, un concepto que significa “matrimonio espiritual” entre un dios y una persona religiosa. De esta etnia destaca que tienen diferentes danzas para según cada momento: Adevu, lo hacen los cazadores para que la caza sea más fácil; Agbadza, una danza de guerra que, aunque ahora ya no se usan con estos fines, antes servían a modo entrenamiento para los guerreros; y muchas otras como Atsiagbekor (juramentos antes de la guerra), Bobobo (política), y muchas más.
Estamos en una África que nos recuerda a lo salvaje, a donde el hombre todavía no ha hecho "de las suyas", al menos más allá de asentamientos respetuosos integrados en la naturaleza, contrastando con su color anaranjado, por lo que intentamos molestar lo menos posible a nuestro paso. Al fin y al cabo es su vida y su día a día.
¿Estamos todos bien? ¿Un descanso a la sombra? Pf, el calor resulta pesado y la humedad va haciendo mella en nuestro estado físico. Las vistas, obviamente, contrarrestan todos estos "contras" que no son contras, son parte del viaje.
Euloge debe pensar a estas alturas y por "decimoquinta" vez en el viaje algo así como "estos blanquitos..."
Y ahora si.. ¡POR FIN! Son en torno a las 10.30, tras poco más de 3 horas de ascenso de unos 600 m de desnivel cuando llegamos al gran objetivo: el precioso pueblo mágico encajado en la montaña de Kebo Dzigbe.
Posiblemente estamos ante el punto donde mayor contraste deja ese color del naranja de los ladrillos de las casitas con el verde intenso de la vegetación.
Como ya comienza a ser costumbre la gente nos saluda, amable y simpática y nosotros dejamos de ser un poco turistas para sentirnos muy bien acogidos y recibidos.
Dicen que en los días más claros, con estas espléndidas vistas, puede verse el lago Volta cerca en Ghana a lo lejos. Hoy no hemos tenido esa suerte a pesar de la buena climatología.
Subimos un poco más para ver el pueblecito desde arriba que, literalmente, se encuentra encajado en un bosque tropical denso. Sacamos fotos y nos deleitamos con las vistas antes de acercarnos a la carretera donde están aprovechando los lugareños para comer algo y comerciar. Euloge ha ido a buscar el coche y volverá en 30 minutos. Menos mal, nos quedan pocas fuerzas como para hacer el camino de regreso. Euloge, ¿te hemos dicho ya todo lo que te queremos? jajaja
Ahora si, son alrededor de las 12'00 cuando retomamos la carretera principal rumbo a la capital.
Lomé, capital de Togo y su Gran Mercado.
Hemos llegado a la capital de Togo, Lomé, en torno a las 14.00. Estamos ante uno de los puertos más importantes del Golfo de Guinea y una ciudad que tiene uno de los mejores mercados de fetiche que podemos ver en este viaje. Eso si, lo primero que hemos hecho es parar a comer en un restaurante con algo más de variedad que estos días. Esa buena chuleta de cerdo y un postre más artesanal, acompañados de otra cerveza fresquita, no han durado mucho en el plato (10.500 CFA)
Tras eso nos hemos alojado en el ONOMO Hotel, un hotelazo en instalaciones aunque con una atención y trato al cliente muy mejorable. No obstante, tras varios días de ruta por el nivel de hostelería del Benín y Togo interior, volver a la costa en un lugar así se agradece como "kit-kat" para recuperar energías.
Lomé no sólo es la capital de Togo, sino que también es la ciudad más grande del país, la más poblada y su centro administrativo e industrial. La economía de la República de Togo se basa fundamentalmente en la industria del petróleo y la exportación de productos típicos del país como el cacao, el café y las semillas de palma. Así, Euloge nos ha propuesto conocerla y dar una vuelta por sus lugares más emblemáticos y, por supuesto, aunque cansados, no íbamos a negarnos, empezando por un mercadillos de artesanía con máscaras memorables.
Quizás por ser la capital de la ciudad es uno de los sitios en los que más monumentos, edificios y visitas hay para hacer. Un listado de los principales atractivos que ver en Lomé podría ser el siguiente:
1 Museo Nacional de Togo: repleto de objetos que cuentan la historia del país a través del arte y de sus tradiciones.
2 Monumento Paloma de la Paz: poca descripción hay que hacer.
3 Gran Mercado de Lomé: un mercado enorme con absolutamente de todo.
4 Catedral de Lomé: el nombre completo es Catedral del Sagrado Corazón, de estilo gótico alemán.
5 Mercado de fetiches: uno de los grandes atractivos de la cultura africana y que a los occidentales más nos llama y que veremos mañana de salida.
6 Palacio de Congresos: edificio gubernamental.
7 Ministerio de Justicia (edificio antiguo): un edificio grande con arcadas y balcones que te dará más perspectiva de la ciudad.
8 Monumento a la Independencia: como recuerdo a la ansiada independencia que consiguió Togo (y Benín también) en 1960 de la colonización de los franceses.
9 Costa de Lomé: menos turística, transitada y masificada y lugar perfecto para dejarte caer entre pescadores que salen a faenar.
No obstante, hemos paseado un rato por el Gran Mercado, especialmente buscando las calles más centradas en artesanía donde tienen máscaras que jamás encontraríamos en España de Costa de Marfil o Nigeria (Sele tiene una inmensa colección) o, en menor medida, de Benín o Ghana y alguna lejana como Angola. Sin embargo, el objetivo era una Gedelé y no ha habido suerte.
El resto del mercado es muy prescindible además de que tengo que reconocer que, por primera vez en todo el viaje, he sentido ese mal rollo en cuanto intentas sacar una foto con el móvil aunque no sea más que genérica. No es lo que hemos vivido estos días. La Catedral del Sagrado Corazón, eso sí, digna de fotografiar (le pese al que le pese)
Según ha atardecido hemos decidido que hoy cenaríamos en el ONOMO Hotel como "homenaje" mitad de viaje (16.000 CFA) y mitad capricho, con aros de cebolla, spaguetti carbonara y cerveza, y para poder pegarnos una buena ducha tranquilos, reorganizar mochilas y hablar con la familia con buena conexión ya que Paula y Nico, y sobre todo esa pequeña Olivia, están ya deseando tener noticias mías. Kpalimé y el trekking por el bosque tropical al mágico Kebo Dzigbe han sido una excelente jornada, preámbulo de lo que todavía está por llegar.
Isaac (y Sele), desde Lomé (Togo)
GASTOS DEL DÍA: 26500 CFA (apróx 41 EUR)