800 km de Sur a Norte y Norte a Sur, viaje perfecto. Benín y Togo, dos países divididos por esa traza vertical tan habitual como absurda de ex-colonias africanas, capaces de abarcar en su extensión el África negra más pura y rural, la de los pueblos, mercados y gentes, paraíso de antropólogos, que conservan algo único en el mundo, una mayoritaria práctica del animismo por encima de otra religión. Su máximo exponente fue exportado por un infausto pasado, el del esclavismo, por islas del Caribe, Norteamérica y Sudámerica especialmente, pero su cuna se encuentra más arraigada que nunca todavía en estos emplazamientos del Golfo de Guinea. Estamos ante las raíces de la historia de la cuna del vudú donde fetiches, mercados multicolor, sacrificios y templos sagrados estamos seguros que nos dejarán asombrados a nuestro paso.
Comenzamos un viaje que hace tiempo llamó a nuestras puertas pero cuya partida estaba destinada a retrasarse por un motivo claro. Benín y Togo no son un destino en el que coger un transporte público de un pueblo a otro te permita absorber más allá de pinceladas, si cabe más breves que la visión parcial que un turista se lleva allá donde viaja. Las etnias, los rituales, las danzas mágicas y los más increíbles secretos se encuentran en lo más profundo del camino, ahí exactamente donde queremos estar en el momento adecuado.
- Así nace un viaje a Benín y Togo, la cuna del vudú
- Breve historia de Benín y Togo
- Llegada a Cotonou.. a las 5 de la mañana
Así nace un viaje a Benín y Togo, la cuna del vudú
Escribo estas primeras líneas observando las tierras gallegas que me acogen desde hace años perderse en la distancia en el habitual vuelo hacia Madrid desde el aeropuerto de A Coruña, previo piscolabis (4.15 €). No puedo evitar decirlo, comienza una gran aventura pero ha sido la partida más dura que recuerdo en toda mi vida. Oli, con sus 16 meses, está riquísima. Lo entiende todo, es alegre y risueña, baila, juega, salta.. no se cansa. Nos agota, a Nico también, pero es la niña más bonita del mundo (¿qué va a decir su padre?). Allí quedaba agitando su manita y diciendo adiós con su mamá Paula (eres un amor) mientras cogía pedía mi taxi (17.55 €) al aeropuerto. Aún recuerda los gondoleros y su habitación de Venecia cuando le preguntas...
Pero esta nueva historia comenzaba hace varios años. Corría Julio de 2013 cuando Benín y Togo se situaban en nuestro foco de destinos. Aquel año Sele y yo acabaríamos en Iran por libre, un viajazo entre los viajes, pero la elección inicial nos llevaba al Golfo de Guinea. Si no ocurrió, la justificación fue que tras mucho investigar no vimos que pudiéramos llegar entonces, ni por libre ni con agencias locales del momento, allí donde queríamos. Benín y Togo son la cuna del vudú, una de las religiones más antiguas del planeta, y entenderla, comprenderla, vivirla, iba mucho más allá que un traslado parcial por el terreno. Los viajeros, turistas, mochileros o como quieras definirte (hace mucho que dejé de catalogarme porque yo busco experiencias y no me subscribo a una forma de viajar, a la que me plazca en cada momento -incluyendo la pulsera todo incluida si hace falta-) no dejamos de pasar de puntillas por los destinos, absorbiendo lo que podemos, y eso no cambiará.
¿Y por qué ahora si? La razón tiene nombres y apellidos, Euloge y Xavi. A pesar de tener blog, curiosamente no son nuestra primera fuente de inspiración para elegir un viaje (si importante) sino que lo son los foros. Nunca una lista de la Lonely o algún medio prescriptor influirá demasiado, como mucho recordará algún destino olvidado, pero sí la opinión de otras personas/viajeros "del pueblo llano".. y ahí aparecía un nombre. Euloge atraía el entusiasmo de los pocos viajeros atrevidos recién llegados de Benín o Togo, o incluso Burkina Faso, Mali, Costa de Marfil y Ghana y lo hacía porque como experto conocedor llegaba a donde otros no lo hacían, lejos de los bailes paripé para turistas. Junto con Xavi en España crearon, no hace demasiado, Loana Travel y aquí estamos nosotros, ya en Madrid en mi reencuentro con Sele (El Rincón de Sele) anual, esta vez para tomar rumbo sur hacia Cotonou con Air Maroc, una compañía de juguete que es como el juego de la pistola con una bala... y su fama de overbooking, maletas perdidas y escalas con retrasos interminables.
No obstante no podemos decir ni una mala palabras pues, tras comer (11.95 €), nuestro vuelo cumple y son las 18.45, apenas 5 minutos de la hora programada, cuando partimos rumbo a Casablanca, nuestra escala intermedia.
Breve historia de Benín y Togo
Leo en los libros que me traigo a este viaje, especialmente la Guía de Benín de Joan Riera, que la República de Benín formó parte del imperio portugués para, en 1892 ser colonizado por franceses hasta 1960, donde consiguió la libertad y su independencia. Togo también se independizó este mismo año, sin embargo pasó por etapas de colonización alemana, francesa y ocupación británica.
Ambos países, situados en la parte Occidental de África, comparten el francés como idioma oficial y la memoria histórica de más de 50 lenguas autóctonas que son utilizadas por gran parte de la población y que contribuyen a mantenerse unidos a sus raíces. La lucha interna que lidera actualmente la población de ambos países es contra la globalización que "intenta alejarlos" de sus tradiciones y costumbres, de su esencia, de su vida, de su etnia... ¡del vudú!
Pero.. ¿dónde están sus orígenes? Se sabe por la arqueología que toda la zona ha estado habitada desde tiempos inmemoriales y también que las etnias actuales provienen de las grandes migraciones de Burkina Faso y Nigeria, especialmente los yoruba que constituyeron reinos desde Camerún desde el S.V, exceptuando algunos como los fulani, cuyo origen por su parecido se asocia a los grandes éxodos procedentes de Egipto por su parecido a egipcios, etíopes y del norte de Sudán. Sea como fuere, son los portugueses João de Santarém y Pedro de Escobar en 1471 los primeros europeos exploradores en llegar.
La escala en Casablanca ha sido muy light. Se trata de un aeropuerto moderno, limpio, con poca gente hoy, donde hay hasta un restaurante de sushi aunque ese bocadillo de tortilla de atún, que marca cada inicio de aventura desde tiempos de la Abuela Chavetas, no ha faltado.
El vuelo a Cotonou hace parada técnica en Lomé, capital de Togo, por lo que sigo sumergido en mis libros ya que todavía quedan unas horas. ¿Entonces fueron los yoruba los que trajeron el vudú? No, fueron el pueblo fon desde Tado, un pueblo ewe en el actual Togo al que intentaremos llegar y que tiene una bonita historia detrás, la leyenda del Reino de Aliada.
Conoceremos estos días también más sobre el reino de Dahomey, el iniciador de las cacerías de esclavos allá por el siglo XVII, y los tiempos de colonialismo y posterior independencia, pero sobre todo, tribus y danzas (holis, fon, taneka, fulanis, somba ..), el mundo vudú (templos, rituales, sociedades secretas, sacrificios y trances...), paisajes, mercados, edificaciones inéditas y ese África negra más auténtica que buscábamos desde hace tiempo en nuestros viajes.
Llegada a Cotonou.. a las 5 de la mañana
Son las 5 de la mañana. ¡Estamos agotados! Sin embargo, todos nuestros temores sobre Air Maroc no se han cumplido así que un buen consejo en la actualidad para evitar el overbooking es hacer el check-in online con antelación y... ¡no llevar nada de abrigo! La "hostia de calor" (con perdón) nada más salir del avión y caminar hasta el bus que nos lleva a la terminal ha sido de las que hacia ya tiempo no recordaba (y es de madrugada)
CAMBIO DE MONEDA EN BENÍN Y TOGO:
Como os decía en el artículo introductorio "Viaje a Benín y Togo en 16 días (ideas y preparativos)" el franco CFA es la moneda común no solo para Benín y Togo sino para otros 6 países de África Occidental como son Burkina Faso, Costa de Marfil, Guinea-Bissau, Mali, Níger y Senegal. Sabiendo el cambio en la capital (muy parecido), un buen consejo es que lo hagas ya en el aeropuerto si llegas a horas razonables, al contrario de lo que se puede pensar de que el cambio aquí siempre es más desfavorable. En este caso no es así. Ah, te darán billetes de 10.000 pero intentad conseguir también billetes pequeños y monedas porque lo necesitarás en mercados y poblados
La aduana es lenta pero hay poca gente y como el trámite del visado es online y lo traemos de España, no tardamos demasiado (Ojo, visado múltiple porque volveremos desde Togo y hay que llevarlo siempre encima porque nos lo volverán a pedir). Las maletas ya esperan tras el control y Euloge, el que nombra Riera en su libro, también. Euloge y Xavi son los grandes "culpables" de que, por fin, estemos aquí y la impresión no puede ser mejor desde el primer momento. Él, así como otros guías en español que tienen (Omar...) son expertos en Benín, Togo, Burkina, Costa de Marfil. Senegal... Como ellos dicen "la única agencia del mundo especializada en el golfo de Guinea, expertos centrados en un solo territorio y con guías nativos que hablan idiomas locales así como español" aunque yo añadiría en el África Occidental que no entraña jugarse la vida (Mali, Niger o Nigeria están muy complicados).
¡¿COMOOO?! ¿QUÉ DICES EULOGE? El corazón empieza a latirnos fuerte cuando Euloge nos adelanta una sorprendente noticia. Mañana, cuando durmamos unas horas y pensemos con claridad, va a proponernos "algún" cambio en el itinerario inicialmente pactado. La razón, un festival ÚNICO al norte que hay que llegar sí o sí y se produce en tierra Taneka cada 10 años. ¡Eso es exactamente lo que buscábamos! pero nunca nos imaginamos que lo tendríamos nada más llegar.
Son las 6.07 cuando acabo estas líneas ya desde la La Maison de Canelya donde nos alojamos, apenas a 10 minutos del aeropuerto. Hemos quedado a las 9. La habitación es buena y tiene aire acondicionado. Caigo en un profundo sueño.. el que ha traído hasta aquí. Benín y Togo, la cuna del vudú y nuevas páginas inéditas en mi libro viajero, se abren ante nosotros...
Isaac (y Sele), desde Cotonou (Benín)
GASTOS DEL DÍA: 33.65 EUR
