Puerto Vallarta, Jalisco mira al Pacífico

Han pasado ya dos años desde que la vida viajera nos deparara aquella aventura por los Mares del Sur, esas islas de la Polinesia, Melanesia y Micronesia que ni podía imaginar Vasco Nuñez de Balboa cuando divisaba este inmenso Océano desde tierras más abajo de la que nos encontramos ahora. El destino me ha devuelto a esa brisa marina que incluso me resulta familiar. Y es que Puerto Vallarta es donde Jalisco mira al Pacífico, un Estado que nos recibe con grandes pretensiones.

Como siempre, ni me he enterado del vuelo. Admito que soy un gran afortunado en ese aspecto pero es que el vuelo en clase Premier de Aeroméxico también ha ayudado. Cómodo, tranquilo, puntual, excelente comida.

Es la primera vez que viajo con ellos pero no será la última. Alrededor de las 4'45 aterrizábamos en México D.F., con margen suficiente para enlazar con el vuelo hacia Puerto Vallarta que saldrá puntualmente también a las 7'35.

En México D.F. nos toca pasar los controles en este Aeropuerto Internacional que no difieren mucho de los controles de aduana de Riviera Maya pasados el año pasado (aduana, coger maleta, pasar maleta por rayos X, darle al botoncito verde/rojo para ver si te toca registro de maleta, dejar maleta en transito... !IR A SALA VIP!!).

Puerto Vallarta es hoy por hoy un destino turístico de playa, ocio, actividades de todo tipo y hoteles todo incluido. Quizás por ello vemos tantos traslados concertados con los hoteles desde el Aeropuerto, que apenas queda a 6 km.

 Pasado esto, en menos de 30 minutos estábamos entrando en nuestro paraíso para estos primeros días.

Hotel Vamar, nuestro pequeño paraíso en el Pacífico

He de reconocer que si inicialmente hubiese valorado la ruta de este recorrido, hubiese dejado la zona de playa para el final pero ... !!que acierto!! El stress de trabajo al que vengo sometido ha hecho que nada más ver el lugar que nos alojaría los próximos días me hicieran los ojos "chiribitas"

El Hotel Vamar, o más concretamente el Vamar Vallarta All Inclusive Marina & Beach Resort, es un verdadero paraíso a orillas del Océano Pacífico. con más de 250 habitaciones de estilo contemporáneo, balcones privados con vistas a la marina, 3 restaurantes, 3 bares, playa privada, piscinas, spa, pista de tenis y todas aquellos servicios que uno se puede imaginar (¿barra húmeda chicos?)

La habitación, inmensa por cierto, tienen un toque modernillo y !!de todo!! pero ya haré una reseña más destacada a mi regreso. ¿Que pide mi cuerpo tras tantas horas de vuelos? Desayuno y !!!!PISCINAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

Las playas parecen más pequeñas en este área, pero las piscinas y sus hamacas creo que van a ser un buen "punto de encuentro" para el grupo todos estos primeros días.

Puerto Vallarta, donde Jalisco mira al Pacífico

Con las pilas cargadas, es hora de salir a hacer la primera toma de contacto con Puerto Vallarta, y para ello tenemos una ubicación privilegiada, a unos pasos de la marina, y muy cerca del Malecón

La marina es la zona más exclusiva y cara de toda la ciudad. Yates, lanchas y otro tipo de embarcaciones, son el corazón de un perímetro de tiendas de lujo, bares, restaurantes, supermercados y centros comerciales

No es de extrañar que los hoteles más exclusivos, como en el que nos encontramos, estén ubicados en este área, donde además se consigue una atmósfera relajada durante todo el día y hace que muchas parejas salgan a pasear.

Es curioso ver que también tiene un faro que hoy hace más la función de bar que de faro propiamente dicho

Continuamos el paseo por el Malecón, que aunque nada tiene que ver con el concepto de Malecón de La Habana que viéramos en el viaje a Cuba 2008, si guarda su encanto y es que da el alma y corazón a Puerto Vallarta, con sus palmeras, su entorno, su gente, su ambiente y su brisa al mar en el área de playa

Solo interrumpido por algún "bloguero loco" en busca de una "pequeña instantánea", jajaj

Y lo cierto es que está lleno de pelícanos, pero muchas curiosidades más. ¿Alguien quiere sentirse en Cuba?

Este kilómetro y medio de paseo lleno de esculturas, restaurantes, café, bares, anteriormente se conocía como Paseo de la Revolución aunque en la actualidad su nombre es Diaz Ordaz o simplemente Malecón

Discotecas que parecen zoos, algunas cadenas conocidas e incluso el Buba Gump conocido por nosotros en antiguos viajes

Una puesta de sol o incluso la posterior vida nocturna debe ser una gozada de disfrutar aquí. Grupo, ¿fotooo?

También hemos pasado por el edificio de la Presidencia de Puerto Vallarta, que viene a ser el equivalente a nuestros ayuntamientos, un edificio con mucho colorido, aunque es la Iglesia de Guadalupe, al que nos hemos acercado en este paseo, el verdadero icono de la ciudad y así lo demuestra el ambientazo que hay alrededor de las calles laterales así como en la Plaza de Armas de su entorno.

Rodeada de esos tejados rojizos y palmeras, aparece como edificación destacada desde 1851 con la llegada de Guadalupe Sánchez, aunque de eso os hablaré con más calma mañana

Se puede decir que Puerto Vallarta se mueve al son de sus campanadas, especialmente en los servicios o cuando hay eventos destacados

La intensa mañana a !!32 grados de sol!! nos lleva al Faro de Matamoros, también en el centro y con otro excelente panorama de los tejados de Puerto Vallarta a los pies de la bonita Bahía en la que nos ubicamos

En la actualidad este faro tiene un uso meramente panorámico pero desde que en 1932, cuando Pedro Alcazar lo inauguró, tuvo más de 45 años de funcionamiento guiando los barcos que se acercaban a sus dominios (hasta 1978)

También en este paso llegamos a la "Casa Kimberley" como se conoce a la casa que Richard Burton regaló a Liz Taylor y provocó situar Puerto Vallarta en el foco de atención internacional en ese momento, aunque por mucho que se empeñe la Lonely Planet, hoy no deja de ser una ruina de lo que fue, e incluso ha tenido problemas burocráticos que ha obligado a reformar. !No la piséis!!

Esta parte del trayecto transcurre entre calles empedradas y hermosas callejuelas ajardinadas, de lo que fue el antiguo Vallarta, más hermoso y auténtico, lejos de los resort de lujo. Ese lugar que todo viajero debe conocer huyendo de la zona norte más Todo Incluido y americanizada

En este caminar me ha sorprendido gratamente la Isla de Río Cuale, uno de los siete ríos que desemboca en este emplazamiento privilegiado que forma la Bahía de Banderas

El capricho de la naturaleza hizo que alrededor del año 1926 el río se bifurcara en 2 brazos en su desembocadura, dejando este pequeño oasis de tranquilidad en el medio, hoy apenas comunicado por dos puentes

Desde aquí, atravesando el Puente de la Iguana, alcanzamos la zona alta del centro. Desde aquí, gracias a la altura que alcanza, podemos sacar una panorámica muy bonita de la ciudad

Acabamos el paseo en el Mercado Municipal, muy colorido a estas horas del mediodia, y ya con el hambre apretando.

Toda esta zona, además de ser una de las mejores áreas de compras de la ciudad a precios asequibles, dispone de multitud de puestos, bares y restaurantes para aquellos que deseen hacer una paradita en una dura jornada de compras.

Destacar que en Puerto Vallarta tienen especial importancia las Galerías de Arte fino, establecimientos muy diferentes a otras localidades mexicanas y un !!puente colgante!! que hay que atravesar (o brincar)

Ni decir tiene que nos ha tratado de maravilla toda la mañana la asociación de Vallarta Centro, una red hotelera en la mejor zona donde alojarse. En uno de ellos, el Hotel Río, en concreto en su restaurante Coexist Café, es donde hemos comido y bebido para gozar (como dicen aquí). Tequila, ostras al roquefort y unos camarones !!espectaculares!! además de enchilada y !!más tequila!!

Aquí nos despedimos momentáneamente de nuestros acompañantes y ponemos rumbo al Sur

Un Puerto Vallarta para enamorados

Para el que no lo sepa, Puerto Vallarta es un destino ideal para parejas de enamorados o recién casados en su luna de miel. De hecho, al igual que en Riviera Maya donde estuviéramos el año pasado, hay excelentes paquetes con todo incluido especialmente pensados para ellos.. y esta tarde vamos a acercarnos a conocer sus zonas más románticas.

Al sur de Puerto Vallarta, además de una serie de playas continuas excelentes para el baño, la orografía hace que existan diferentes puntos desde donde obtener las mejores vistas de la Bahía de Banderas y de la ciudad. Este es el caso de nuestra primera parada, en el Mirador de Arcos

Este área demás se le conoce como reserva ecológica donde lo más hermoso lo deja unos islotes rodeados por las aguas del Pacífico y gran abundancia de vida marina. Quizás su principal atractivo está en esa mezcla de jungla y playa que ha hecho que varios artistas utilizaran este paraje para sus escenas

Siguiendo la carretera hay otro famoso mirador, el Mirador de Conchas Chinas, cuyo nombre proviene de las conchas onduladas que se encuentran en el lugar, aunque aquí no paramos y vamos directamente al Mirador de Mismaloya, 

Muchos dicen que aquí fue donde el destino de Puerto Vallarta cambió transformándolo en un atractivo turístico. John Huston, tras descartar otras localizaciones, fijó sus miras en este lugar para rodar "La noche de la Iguana" y desde entonces el destino cambió. Hoy por hoy hay un lugar precioso para casarse o poder disfrutar del mayor descanso que la paz del lugar puede darte

El resto de la tarde lo pasaremos paseando por la conocida como Zona Romántica (Basilio Basillo, Olas Altas y Nuevo Muelle) o también Viejo Vallarta, donde las calles se estrechan, y la actividad y ambiente se vuelve mayor a estas horas del atardecer.

Calles empedradas, pequeños locales, bares, cafeterías, restaurantes hasta llegar a la Zona de los Muertos, atracción número 1 del barrio, pasando incluso por una especie de berbena

Puestos de comida, y multitud de gente espera el atardecer. Existe un curioso contraste en este nuevo muelle, que además resulta realmente especialmente fotogénico

Este nuevo muelle resulta un atractivo turístico ya en Puerto Vallarta. Se dice que esta zona del Pacífico no hay dos atardeceres iguales, y cada día te sorprende con algo nuevo

Mientras el grupo, tras una pequeña rueda de prensa improvisada, ya tiene una mesa a pie de playa para cenar. Hoy podemos entender un poco más la frase anterior, y es que el cielo torna en un degradado de colores precioso mientras anochece

He de reconocer que según escribo estas lineas, en frente de Javier y junto a Adri, que también han bajado a la recepción del Vamar Vallarta que ya nos cobija, hoy estoy cansado. No se si causa del jetlag o un día largo, pero hay algo que me ha quedado muy claro. Puerto Vallarta es mucho más que ese Todo Incluido que uno lleva en su cabeza. El verdadero encanto de este lugar no está en sus resorts ni su clima, está en sus miradores, sus calles empedradas, sus rincones perdidos y su excelente ambiente. Puerto Vallarta me tenía muy equivocado en mi percepción, y hoy he descubierto un poquito más de ella. !!Mañana os cuento más!! (y prometo limpiar el sensor de la cámara)

Isaac, desde Puerto Vallarta (México)