Si ya han resultado innombrables algunos de los lugares que hemos visitado estos días, no podía ser menos uno de los iconos de Suiza y todas las poblaciones que lo rodean. Interlaken, la ciudad "entre lagos" era la base perfecta para recorrer uno de los lugares más impresionantes del planeta, con paradas en Grindelwald o Lautterbrunnen, uno de los parajes naturales más maravillosos que hemos visto, y con premio al final ,a casi 3.500 metros de altura. Hoy os contamos la visita al Jungfraujoch, el Top of Europe.
Acierto pleno ha sido el Hotel Harder Minerva. Los altísimos precios de los hoteles y alojamientos alternativos en estas fechas festivas (aquí se produce una de las fiestas de nochevieja más importantes de Suiza -y menos tradicional-, ayer, día 1 continuaba y hoy es el Harder Posteche) nos llevó a buscar, por un precio más que asequible, un lugar en una calle tranquila, con WIFI gratuito, con una ubicación excelente y sobre todo "calentito". Sin duda, aunque ya os hablaremos con detalle de él, os lo recomendamos como base aquí.
- Excursión a Jungfraujoch desde Interlaken en tren
- Grindelwald, el pueblo de montaña con el que soñamos
- Jungfraujoch, Top of Europe
- Lautterbrunnen, ¿un chocolate caliente?
- El Harder Potschete de Interlaken (y un buen Rosti)
Excursión a Jungfraujoch desde Interlaken en tren
El madrugón de hoy ha sido importante para salir en el segundo tren que sube desde la Interlaken OST. Nosotros hemos comprado estos tickets online pero si tienes la Swiss Travel Pass coge estos otros tickets pues tienes un buen descuento. Del bono de trenes ilimitados te hablamos largo y tendido en "Swiss Travel Pass: PRECIO, OPINIÓN y ¿merece la pena?"
Interlaken (1), además de ser el punto de intersección de dos lagos, es la base de un paraíso natural de montañas nevadas como son Eiger, el Monch y el Jungfrau, y todos los pueblos, con sus actividades de invierno, que congregan. Nuestro objetivo es el Top Of Europe, y para ello es necesario al menos 3 transbordos. Se puede ir/venir indistintamente por los pueblos de Grindelwald o Lutterbrunenn, para posteriormente alcanzar Kleine Scheidegg desde donde coger el último tren cremallera hasta Jungfraujoch.
Grindelwald, el pueblo de montaña con el que soñamos
¿Y por qué este madrugón? En primer lugar porque queríamos evitar a toda la gente que va a esquiar y las decenas.. mmm no ... cientos de coreanos y japoneses que visitan este lugar, y de hecho lo conseguimos y en todo el día no tuvimos ningún problema con los trenes.
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Excursión a Jungfraujoch desde ZúrichEn segundo lugar porque estamos ante una de las visitas más caras que hemos hecho en un viaje, y queríamos aprovechar, de paso, para parar en algún pueblo de esos con los que todos hemos soñado alguna vez, con sus casas de madera en forma de A y su chimenea funcionando, completamente nevados enmarcadas en cualquier valle de montaña.
Esto es !!Grindelwald (2)!!, donde llegamos en 35 minutos desde Interlaken y que todavía se encuentra en los 1.034 m sobre el nivel del mar (Interlaken a 567 m) pero ya está completamente nevado, y aunque ha crecido mucho con el negocio del turismo (está lleno de hoteles y restaurantes) tiene el encanto que habíamos imaginado.
De hecho, y lo hemos comentado todo el día, no nos importaría pasar aquí unos días algún invierno, en un pequeño refugio con chimenea, sin tele ni internet ni conexión posible con el exterior. Un lugar de desconexión absoluta... aunque tendrá que ser en otra ocasión. Hoy hemos aprovechado para pasear por él, y tomar un buen desayuno cerca de la estación de trenes (23 CHF)
Aquí también hemos comprendido el porqué de los precios suizos (de hecho, los trayectos de tren de hoy valen 198 CHF por persona, aunque no los metemos en los gastos del día sino en el resumen final), nos hemos encontrado una española que trabajaba en un hotel de Mallorca y que lleva 1 año viviendo en Grindelwald, nos ha contado que el sueldo MÍNIMO de un empleado del SUPERMERCADOS LIDL, por ejemplo, son 4000 CHF al mes, que un estudio puede alquilarse por alrededor de 700 CHF y un piso por 1.200 CHF, y que los puestos "peor" pagados son la hostelería y la agricultura. ¿Qué os parece?
Hemos aprovechado también para tomarnos EDEMOX, esa pastilla para el mal de altura que descubrimos en Perú y que funciona a las mil maravillas (aquí tenéis el relato con la explicación en aquel viaje) mientras ya comenzamos a "escalar" la montaña hacia nuestra siguiente parada.
Si tuviésemos que decidir de nuevo como hacer la ruta volveríamos a repetirla así: subir por Grindelwald y volver por Lauterbrunnen por la maravilla de los paisajes en esta bajada. En estos momentos del día ya estamos totalmente sorprendidos con el espectáculo natural que nos rodea (NOTA: Inicialmente el tren que sale va marcha atrás, y posteriormente en la primera estación cambia de sentido. Teniendo en cuenta esto, el mejor lugar para ubicarse en el momento de subir es "de espalda al sentido de salida" y en la ventana izquierda, lo que se convierte en ir en el "sentido correcto" y a la derecha en la subida a partir de la primera estación).
Estaciones de esquí, equipos de telesillas, casas de madera nevadas, árboles vestidos de "invierno", ... se reparten por cada rincón de la montaña mientras superamos grandes desniveles gracias a la cremallera de esta maravilla de trenes rojos que nos trasportan.
La temperatura ha bajado desde los 4-5ºC que salimos de Interlaken, y en nuestra llegada a Kleine Scheiddeg (3), unos 35 minutos también y ya 2.060 m, estamos apenas a 0ºC. Aquí sólo hacemos cambio de tren y nos disponemos a realizar el último tramo, el que nos lleva hasta nuestro destino.
Jungfraujoch, Top of Europe
Por si el paisaje no ha resultado suficiente, a partir de estos momentos nos embarcamos en un viaje por una obra constructiva de hace un siglo con la que no podemos hacer otra cosa que abrir la boca todavía más. El trayecto que separa Kleine Scheidegg de Jungfraujoch comienza con una parada en Elgergletscher que no aporta nada, pero a partir de ahí entramos en un túnel escabado en la montaña de 7,3 km, que llega hasta la mismísima estación subterránea que se inauguró en 1912.
La primera parada la realizamos en Eigerwand (4), a 2.865 m de altura, donde se puede apreciar todo el valle pero nos damos cuenta que se avecina una buena tormenta de nieve para recibirnos.
El Eiger, montaña que atravesamos, forma parte del conjunto de los Alpes berneses de Suiza, fue declarada Patrimonio de la Humanidad junto a Junfrau, Aletsch y Bietschhom en el año 2001. Todavía en la actualidad su cara más vertical que vemos desde aquí supone un reto para los escaladores profesionales más arriesgados.
Tras 5 minutos, el tren hace un llamada de aviso para que regresemos y continuar la marcha. El siguiente punto está a 3.158 m y su nombre es Eismer (5) que significa "mar de hielo" y que resulta ser un mirador justo encima de uno de esos glaciares que sobreviven al calentamiento global y que deja unas imágenes realmente sobrecogedoras.
En diez minutos alcanzamos el objetivo de la excursión. !!Estamos en Jungfraujoch (6), el Top of Europe!!, ¡¡¡un verdadero sueño!!!. Tardaron 18 años en esta impresionante excavación pero hoy representa todo un símbolo del país helvético. Nos llevó, visita de 1 hora incluida en Grindelwald, unas 3 horas y 15 en lograrlo.
Visitarlo, como todo en Suiza, resulta sencillo.. !!solo hay que seguir las flechas azules que pone "Tour"!! y que te va pasando por las diferentes atracciones del complejo, desde la plataforma central que ubica tres plantas de restaurantes, hasta el bar o la tienda, además de la estación.
Si no recordamos mal, son como 8 los puntos que va marcando el itinerario, siendo el primero un escenario 360º desde el que tener acceso a unas vistas aéreas de las montañas en la que nos encontramos.
Sin embargo, nuestras ganas nos llevan, casi directamente, a la primera plataforma de observación en ascensor, el Sphinx (J1), donde, aunque se considera que Jungfrauoch está a 3.454 m, alcanzamos los 3.571 m en lo que se considera el Top of Europe.
Esto no significa que estemos en la montaña más alta de Europa, pues el Jungfrau tiene unos 4.158 m frente a los 4.810 del Mont Blanc y hasta los 5.652 de las montañas del Cáucaso que comparten Rusia y Georgia, pero sí estamos en la estación de tren más alta del mundo, en lo que supone la visita más popular del país.
Aunque en pleno invierno es difícil obtener unas buenas vistas desde aquí, sobre todo por la que está empezando a caer. El viento se está levantando, y la montaña "ruge", parece que la tormenta irá a más en los próximos minutos. Pero, para que os hagáis un idea, en la siguiente foto de Google os mostramos donde estamos ...
En estos momentos la temperatura ya ha bajado hasta los -12ºC y el tiempo empeora por momentos, eso sí, este "mundo subterráneo" de galerías excavadas nos deparara muchas sorpresas. Ya sabéis que Paula colecciona "bolas de nieve" como os contamos el día previa a la partida a Tierra Santa. ¿Qué creéis que encontramos?
Estamos en una especie de museo (aunque su entrada parece más un parque temático) a 3.500 metros de altura, que nos muestra la cueva natural más alta de Europa y varias curiosidades más.
Pero lo que nos ha dejado helados, más que el frío exterior o un Palacio de Hielo que veríamos posteriormente, es conocer la historia de como se realizó semejante megaconstrucción hace ya más de un siglo. Fueron 300 obreros, en 3 turnos de 24 horas, quienes durante 6 días a la semana en 16 años se convertirían en héroes al colocar unos raíles hasta "el cielo" para que actualmente personas como nosotros (y decenas de japoneses) alcancemos estas alturas sin apenas esfuerzos.
El Palacio del Hielo (J2) sí nos decepciona un poco. Unos pasillos que simulan ser de hielo, nos llevan a una zona que se encuentra acordonada por un desprendimiento y donde se exponen esculturas de hielo en forma de osos, pingüinos y hasta el mismísimo Sherlock Homes.
Pero llegaba otro gran momento, un segundo gran mirador, el Plateau (J3) que nos esperaba para salir al exterior con frío, nieve y ventisca pero ... si lo hacían los japoneses, ¿no íbamos a hacerlo nosotros?
Parece difícil imaginar, ante este panorama, que en otra época del año, en esta zona se realicen actividades con trineos, caminatas al refugio, o incluso actúe de solárium para algunos...
!!Guerra de bolasss!! Noooooooooooooooo!! Chulitaaa, tú vas con traje de nieve y yo no lo tengo aquí ...
¡Qué montemos en trineo! Pero si no tenemos y un día como hoy no se podrán alquilar. ¿Cómo que da igual?
Bromas aparte, tanto éste como el mirador Sphinx, en el que estuvimos antes, te llevan hasta donde nace el Glaciar Aletch, que con 23 km de lengua es el más grande de este área, que nos hace recordar aquella aventura inolvidable en el Molchanov a la Antártida de la que ya han pasado 4 años.
!! Qué frío !! Ya no aguantamos más aquí fuera. En algún momento se han alcanzado los -28ºC así que mejor no arriesgarse más, que todavía nos queda mucha ruta.
Visitamos, ahora, el área de restaurantes y aprovechamos para tomar unos capuccinos calientes (9 EUR), comprar algunos recuerdos (43,59 EUR y 6 CHF) y enviar una postal desde el buzón de correos más alto de Europa (2,40 EUR sello y postal) antes de coger el siguiente tren que alcanza la cima, en lo que consideramos ya una visita imprescindible.
Lautterbrunnen, ¿un chocolate caliente?
Al que piense que la visita al Jungfrauoch, Top of Europe, termina aquí (entre ellos nosotros) le espera una gran sorpresa. Nuestro paso por Kleine Scheidegg es ahora testimonial, apenas para cambiar de tren y pasar mucho frío por el viento que se ha levantado.
A partir de ahí el trayecto que nos lleva a Lautterbrunnen nada tiene que ver con el que nos trajo de Winderwald.
Lo que era nieve y viento se va transformando poco a poco en un paisaje que ya no sabemos como describir, una vez agotados los calificativos de "pueblos de cuento" "maravillosos" "precisosos" ...
Inmensos valles con pequeños y estratégicos conjuntos de nubes, árboles nevados, grandes acantilados, montañas de paredes verticales, cañones de ríos completamente congelados ...
Nuestro tren rojo, que contrasta con el blanco trayecto que nos rodea, va pasando estaciones como la de Allmend, Wengen o Wengald mientras se aproxima a una localidad muy famosa en otra época del año por sus preciosas cascadas (hay hasta 72).
Lauterbrunnen (7) es una auténtica maravilla. Sin el viento ni la nieve que caía, con el sol asomando a estas últimas horas iluminando los picos de la zona, y con el tren abriéndose paso en este descenso que parece irreal, entramos por su estación 2 horas y 5 minutos después de partir.
Aquí vuelve a llamarnos la atención, aunque no lo habíamos comentado, las máquinas de "Hotel Reservation" que ayudan a todos aquellos que se aventuran en fechas complicadas como éstas y buscan un cobijo en la aldea.
Nosotros mientras aprovechamos para tomarnos un chocolate caliente, que junto a los bocadillos que traemos, forman una comida improvisada (13.20 CHF) para un día diferente.
El Harder Potschete de Interlaken (y un buen Rosti)
Pero... ¿qué le pasa a este pueblo?, ¿están siempre de fiesta? Hoy ha sido (aunque ya no lo hemos visto) el famoso Harder Potschete que se celebra todos los años el 2 de Enero, donde con música folclórica y personajes vestidos de ogros, Hardermann y su esposa toman las calles gritando, como "si no hubiese un mañana".
Nosotros aprovechamos para descansar del madrugón de hoy y para cenar un plato que aún no habíamos probado. Se trata del famoso Rosti, una sartén con patatas acompañadas de carne, verdura o queso y huevo, se sirve en forma de tortita y está realmente exquisito acompañándolo con una cerveza. No es excesivamente caro (43.50 CHF) y se trata de una antigua comida de agricultores del Cantón de Berna, hoy convertido en plato nacional. No le podemos pedir nada más a este día...
La ruta que seguiremos mañana poco a poco nos irá acercando a Ginebra desde donde partimos en tres días. Posiblemente mañana nos alojemos a orillas del Lago Lemán, pero ya os lo contaremos.
Paula e Isaac, desde Interlaken (Suiza)
GASTOS DÍA: 79,70 CHF (aprox 67,83 EUR) y 9 EUR [y REGALOS: 8,40 CHF (apróx 7,15 EUR) y 43,59 EUR]