Tras la resaca de la Nochevieja en Berna, un día más tranquilo nos ha llevado a orillas del Lago Thun, y a la ciudad del mismo nombre, a Spiez y finalmente Interlaken, aproximándonos de esta forma a uno de los parajes más maravillosos de Europa, los Alpes Berneses, muy diferentes a los que se pueden ver en otra época. Hoy os contamos que ver en Thun, Spiez e Interlaken para que los tengas en cuenta a la hora de diseñar el itinerario de tu viaje. ¡Comenzamos!
Este pueblo que veis en esta foto es Thun, ¿chulo?
- Itinerario del día por Thun, Spiez e Interlaken
- Thun, la ciudad fortificada
- Spiez, un emplazamiento privilegiado
- Interlaken, la base de los Alpes
Itinerario del día por Thun, Spiez e Interlaken
Hoy nos ha costado levantarnos un mundo y no teníamos grandes expectativas ante un día que en España solíamos considerar como "fantasma". Sin embargo, las orillas del Lago Thun están rodeadas de pueblos con un encanto singular que pueden llegar a alegrar el peor día de cualquiera y, además, separados apenas unos cuantos kilómetros...
El día comenzó como terminó la noche de ayer, brindando por el año nuevo en el desayuno aún con cierta resaca. El Hotel Landhaus ha sido hasta el momento el alojamiento más acogedor en el que hemos estado y nos da pena irnos.
De Thun nos separan menos de 30 min, tras pagar el parking (17.10 CHF) y creemos que también una futura multa, ya que el flash que hemos recibido al salir de Berna no debió de ser el de nuestra Nikon por lo que tendremos, a nuestra vuelta, una "receta" a sumar a los gastos (íbamos a 58km/h en un sitio de 50km/h). Es lo que tiene la "empanada" del año nuevo...
Thun, la ciudad fortificada
Abandonamos la autopista y podemos intuir a lo lejos lo que nos deparará el primer punto del día. Un precioso Castillo domina una población en una ubicación fascinante, con las montañas nevadas de fondo y un islote que dejan los diversos canales del río a su paso.
La Town Hall es lo primero que encontramos en sus calles desiertas nada más aparcar el coche. De los parking no hemos hablado demasiado pero básicamente suelen estar limitados por horas (éste es de 30 minutos máximo pero creemos que hoy nadie lo controla, así que igual dejaremos el coche un poquito más). Los hay hasta de 24 horas máximo, o los que funcionan de lunes a viernes o a sábado y los que funcionan todos los días de la semana y del año. Con un par de palabras en alemán acabas haciéndote rápido con ellos.
Hay que reconocer que allá por donde hemos pasado todos estos días no ha dejado de sorprendernos sus cuidadas fachadas, su gusto por los iconos, las pinturas, los ventanales o su estilo tan medieval que caracteriza estos pueblos. Es su seña de identidad, y a nosotros nos encanta.
La calle principal de Thun es Hauptgasse, y a partir de ella salen, paralelas, dos calles más siendo una de ellas: Hofstettenstrasse. Componiendo lo fundamental que hay que ver en el Casco Histórico de Thun, a mayores de que Hauptgasse posee su sello personal.
Si ayer en Berna los locales más atractivos tenía su lugar en el subsuelo, hoy nos hemos encontrado una especie de terracitas en altura de lo más pintoresco, aunque, tal día como hoy, completamente vacías.
Así que casi por casualidad nos hemos topado con un pasadizo con unas escaleras que subían a los dominios del Castillo y no nos lo pensamos dos veces. El sol iluminaba cada vez más todo el entorno, y desde las alturas era la mejor forma de percibir el encanto de un lugar muy recomendado para el turismo.
En apenas 5 minutos estábamos entrando en el símbolo de la ciudad... habíamos leído que en esta época del año solo abría de 1 a 4 pm, pero nos lo hemos encontrado ¡¡¡abierto!!!. En la caseta de la taquilla tampoco había nadie (cuesta 10 CHF) así que hemos seguido tranquilamente hasta dentro.
El Castillo de Thun es famoso porque fue construido a finales del S.XII y ampliado posteriormente en el S.XV, en los cinco pisos que lo componen hoy, conserva casi inalterada la llamada sala de los Caballeros (una de las pocas de la época Medieval).
Hoy por hoy es un Museo Histórico que contiene armas, cerámica y otros artilugios de la antigüedad, pero especialmente contiene una vistas magníficas del pueblo desde alguna de sus torres que es lo que más nos gusta de este espectacular Castillo.
Desde aquí obtenemos la foto con la que la abrimos el artículo, (Thun no está en pleno Lago sino en las bifurcaciones de la desembocadura del río, lo que lo hace más espectacular, si cabe) la estación de ferrocarriles que trae turistas desde 1879 y las tierras y montañas del Oberland Bernés.
Thun significa "ciudad fortificada", adquiriendo sus derechos de ciudad en 1264. El resto del Castillo, además de encontrarse en reformas, no tiene mayor interés por dentro (por fuera es una verdadera reliquia medieval), pero desde aquí podemos ver nuestra siguiente parada a la que accedemos caminando todavía en "las alturas", la Pfarrkirche.
Al salir del Castillo hemos visto como en la taquilla, antes vacía, ahora hay una señora atendiendo a un japonés, con lo que nos hemos dado cuenta que no es que hoy fuese gratis la entrada al Castillo, es que la taquillera habría salido un momento por algún motivo. En fin... que sin querer nos hemos ahorrado unos euros. La próxima vez pagamos, prometido.
Todo este área es como un balcón a un nivel superior de la ciudad, que sin duda en su día sirvió de la mejor línea de defensa para un pueblo fundamentalmente medieval.
La torre octogonal de la Iglesia de Thun se puede ver desde cualquier punto de la ciudad. En su interior, una construcción de 1330, adornada con pinturas del 1430 y reconstruida en 1738, destaca especialmente por sus estucos de madera y el habitual órgano que no puede faltar.
Descendemos nuevamente a los pies del río, y estamos de nuevo en la calle Hofstettenstrasse y su "puente" de encuentro entre ambas bifurcaciones que dejan el Lago como escenario de fondo.
Unos metros hacia atrás, volvemos a acordarnos del Puente del Dique de Aguja de Lucerna al encontrarnos el Puente de madera y esclusa de Thun preciosos a esta hora del medioda. Hay que reconocer que nuestros antepasados eran unos genios con muchos menos medios que nosotros.
Decorado con flores y construido completamente en madera, actúa como presa dejando pasar por sus compuertas el agua retenida y creando saltos de agua que hacen perder energía al río.
Deambulando por el pueblo, ya más animado (la gente empieza a despertar de su letargo de Año Nuevo), encontramos cosas curiosas como esta llamativa barra de un restaurante, situado en la plaza principal, completamente de hielo y con unas botellas de champán y unas copas congeladas en su interior.
Es hora de dejar la preciosa localidad de Thun y poner rumbo a nuestro próximo destino, a pocos minutos de aquí: Spiez
Spiez, un emplazamiento privilegiado
Aunque sabemos que dan nieve para los próximos días, si antes de salir de A Coruña nos hubiesen dicho que podíamos esperarnos en Suiza en pleno invierno, jamás hubiésemos dibujado una foto como ésta...
Spiez, una vez aparcados (1,20 CHF), dominada también por su particular Castillo, se enmarca en un paraje de colinas y viñedos en pleno Lago de Thun, donde la cordillera de Niederhomkette se alza a lo lejos de un animado embarcadero que muestra la calidad de vida que disfruta esta población.
Tampoco jamás imaginábamos antes de venir que podríamos disfrutar de un piscolabis (8,50 CHF) en una terraza de un pueblo de Suiza a pleno sol. Sí, hoy es 1 de Enero, no 1 de Agosto, !!no os estamos engañando, lo prometemos!!
El paseo que bordea el Lago lleva a una especie de embarcadero regular donde algunos lugareños esperan el transporte que seguramente les lleve a la otra punta. Sin embargo, los negocios locales, restaurantes y pizzerías están completamente cerrados. Es posible que ésta sea una zona más de veraneo, y que los amantes de las actividades de invierno se concentren en Interlaken.
Los atractivos principales de Spiez se concentran en un área muy pequeña a los que se accede subiendo una cuesta de una carretera paralela al paseo. Se trata de la Schlosskirche, la Iglesia-Castillo, en la misma colina.
Parece ser que tiene su origen en el S.X o XI con una arquitectura lombarda propia de la época y relacionada con el reino de la Alta Borgoña pero posiblemente, y como nos está pasando estos días, son los parajes naturales, desde este punto, los que más nos llaman la atención..
Hoy estamos bastante cansados, como os podéis imaginar, así que vamos a intentar alojarnos en Interlaken no demasiado tarde, para pasar las próximas dos noches y que, por suerte, está muy cerca de aquí.
Interlaken, la base de los Alpes
Tras darle bastantes vueltas en su momento (por los precios básicamente) será el Hotel Harder Minerva el alojamiento elegido, cuya situación es tan céntrica que un día festivo como hoy nos ha llevado a dar algunas vueltas para encontrar un sitio en el que dejar el coche estos días.
¿Por qué nos ha costado tanto? El Fin de Año aquí debe ser una fiesta importante, hoy aún hay bandas de música y muchísimo ambiente en la calle principal, de casi 1 km.
Como si de un carnaval se tratase, varias bandas de música montan "jarana" mientras anochece y multitud de puestos de todo tipo se acumulan en los alrededores.
Pero nosotros, o digamos Paula, estamos interesados más en otras cosas. Y es que el piscolabis que hemos comido antes nos ha sabido a poco, y Paula pide postre (6.50 CHF). ¿Adivináis que la ha atrapado? Si, de nuevo el chocolate...
Tras descansar un rato, y escribir un poco los relatos de ayer, hemos decidido buscar un sitio chulo para cenar. El pueblo de Interlaken cuenta con numerosas cafeterías y restaurantes de todo tipo (chinos, thailandeses, mexicanos, pizzerías, ...) además de las habituales tiendas de souvenirs, chocolates y relojes. Nosotros hemos optado por uno italiano (53,20 CHF), ya que las mesas empiezan a escasear antes de dar un paseo tranquilos.
En la calle, y a pesar de que la temperatura ha bajado bastantes grados (estamos a los pies de tres colosos como el Eiger, el Monch y el Jungfrau), multitud de gente disfruta de un vino caliente, queso fundido (en puestos muy singulares que no habíamos visto) y otro tipo de actividades.
Nuestro día hoy si acaba algo más pronto tras comprar un agua en un supermercado (1,50 CHF) y, desde la base que mañana nos llevará a lo más alto, nos despedimos en el primer día del año 2014 que promete muchas y grandes aventuras. !!Hasta mañana familia, amigos y lectores!!
Isaac y Paula, desde Interlaken (Suiza)
GASTOS DÍA: 88,00 CHF (aprox 74,89 EUR)