15 Comentarios Lucerna y el romanticismo suizo DIA 4 Vaduz - Malbun - Mainfeld - Zug - Lucerna 30 Dic 13 Este artículo pertenece al diario/guía de viaje a Suiza y Liechtenstein que contiene un total de 15 artículos (no olvides mirar el menú para navegar por él) El encanto de Liechtenstein, su Castillo, sus montañas nevadas, no nos ha dejado indiferente, y hemos pasado la mañana buscando esa idea imaginaría que todos tenemos de Heidi y su abuelito por aquí, hasta que gracias a Maka de Mi Patria Son Mis Zapatos (y la mala costumbre de no nombrar a quién no tiene un blog, también queremos agradecerle a Vanessa Zamora, una gran viajera, toda su ayuda para nuestra ruta), hemos caído en el pueblo de Maienfeld ya de regreso a Suiza, donde parece que le llegó la inspiración a su creadora. Zug y, en especial, Lucerna, donde dormimos ahora mismo, han vuelto a traernos la magia de estas poblaciones de Europa que tanto nos conquistan. En teoría hoy no íbamos a madrugar tanto, pero tenemos como la hora cambiada en nuestro cuerpo ya. Además, el que nos alojó no nos incluía desayuno, con lo cual nos dijimos.. ¿qué hacemos que no estamos ya de ruta? Allá vamos, montaña arriba, a conocer algo más del sexto país más pequeño del mundo. Últimas horas por los pueblos de Liechtenstein ¿Dónde está el punto más alto? ¿Malbun? Pues eso marcamos en el navegador-GPS. Parece ser que aquí se encuentra una estación de esquí donde se puede practicar multitud de actividades y, cuando dejamos atrás el Castillo de los Príncipes, y vimos el bus 21 que subía con una especie de adaptador para esquíes y tablas en su costado, sabíamos que no íbamos equivocados. Lo que no nos imaginábamos es que este recorrido en búsqueda de no sabemos muy bien el que, se iba a convertir en una de las rutas más bonitas que habíamos hecho. Los 0ºC de Vaduz, se convertían en -5ºC a nuestro paso por Steg y tras atravesar algún largo túnel en la montaña, los -9ºC en Malbun, último punto al que podíamos llegar y donde ya había gran actividad a estas horas de la mañana. Pero a nosotros lo que nos gustan son los pueblitos de cuento nevados de la montaña, así que seguimos por los caminos serpenteantes donde ya habían pasado los quitanieves (pero con cuidado) y fuimos viendo emplazamientos realmente privilegiados. Especialmente bonito resulta ver el amanecer de las montañas del otro lado del valle del Rhin, también nevadas, y con el día azul que nos ha tocado ahora transformadas en un cúmulo precioso de colores. Pero viajar con la tripa vacía debería estar prohibido. A inicios de la subida, en un pueblo llamado Triesenberg, hemos visto varios sitios para desayunar además de una preciosa edificación que destaca entre las casas nevadas, su Iglesia. ¿Qué te parece esa casita con esas vistas en el precipicio de la montaña? !!Es perfecta!! !!A desayunaaaaaaaaaar!! Un desayuno "a la altura" (13.90 CHF) Hacia otro lado de Liechtenstein existe otra población que destacan en todas las guías (tampoco hay demasiado más, aunque hemos de reconocer que nuestra experiencia está resultando maravillosa tanto ayer como hoy). Su nombre es Blazers, así que la marcamos como nuevo destino sin saber demasiado que nos vamos a encontrar. Tras un par de vueltas con el coche, localizamos en una colina una de las joyas del país y el verdadero motivo por el que nos encontramos aquí, el Burg Gutenberg, un castillo en ruinas pero maravillosamente conservado. Aunque quizás aquí vamos a discrepar un poco, y es que en los pies de dicha colina damos con una de esos tesoros difíciles de pasar desapercibidos, la Pfarrei St. Nikolaus und St. Martin, una Iglesia Parroquial datada de 1912 (sucesora de la antigua incendiada en 1805-1807) y construida en estilo neo-románico, aunque sufrió posteriores transformaciones y renovaciones de las capillas posteriormente Mainfeld, el hogar de Heidi Aunque cualquier de los parajes anteriores podrían haber servido perfectamente para la inspiración de la escritora Johanna Spyri, resulta que fue en una pequeña localidad llamada Mainfeld en la que lo hizo, y parece ser que queda aquí cerquita ... Es en este momento cuando abandonamos la frontera "invisible" de Liechtenstein para ya no mirar atrás (nunca se sabe si volveremos algún día) y seguir nuestra ruta por la Suiza de las montañas. Ya habíamos leído que en estas fechas la casa donde vivían Heidi y su abuelito y que inspiraron la novela, que actualmente es un museo, no abre, pero seguro que el paseo y las laderas que todos imaginamos en nuestra cabeza desde pequeñitos merecen la pena. Nada más entrar al pueblo ya se ve un desvío hacia la montaña que pone Heidihof, donde hay un aparcamiento para buses y otro para coches, donde comenzar la caminata. Nos es difícil pronosticar que debe ser un lugar bastante turístico en otras fechas. El sendero de gravilla y tierra es mucho más pequeño de lo que podíamos imaginar, y en apenas 10 minutos estamos llegando a lo que buscamos y aunque no esté Heidi, a veces pienso que los "Chavetas" la "llevamos puesta", ¿verdad Paula? Entre este entorno privilegiado de los Alpes Grisones, de praderas de colores verdes intensos, árboles, montañas nevadas y casas de dibujos animados, se alza una casa blanca, con tejado y ventanas de madera, troncos de leña acopiados, un banco y otros utensilios. En la parte trasera, un pequeño patio con un paseo de piedras te lleva a la entrada del museo (cerrada como hemos dicho antes en esta época del año), pero de donde parece que va a salir la pequeña niña alegre de los dibujos japoneses que derivaron de la obra traducida a 50 idiomas de Spyri, Disfrutamos del paraje hasta que decidimos que más adelante seguiremos nuestras incursiones de montaña, y en lugar de comer por aquí que no tiene mucha pinta de haber nada, vamos a intentar alcanzar una población que nos han recomendado llamada Zug que no está muy lejos de aquí. volviendo a los pueblitos medievales que iniciáramos ayer. La temperatura ha subido ya a lo 3-4ºC (el sol está ladeado y jamás alcanza posiciones verticales en este área del planeta en Diciembre) y la verdad es que es una gozada poder conducir cruzando montañas a través de túneles, bordeando las decenas de lagos y teniendo como telón de fondo cimas de nieve casi perpetúa, parajes que se transforman cada pocos kilómetros en los que las praderas verdes que dominaban los paisajes de ayer retornan a nuestro "cinematón". Zug, volvemos a las ciudades medievales La ciudad de Zug, ubicada a orillas del lago de su mismo nombre, conserva todavía dentro de una moderna ciudad una parte antigua donde sobrevive parte de las antiguas murallas, cuatro torres y varios edificios históricos importantes. Aparcamos aquí alrededor de las 12'30 (3 CHF), y realizamos una ruta parecida a la siguiente (mapas de Planetware.com) Lo cierto es que la zona más bonita, a la que se accede por la Torre del Reloj, está comprendida por dos calles paralelas a la ribera del Lago. En ellas, además de la Capilla de Nuestra Señora, y algún museo, lo más bonito son los edificios que todavía conservan ese carácter excepcionalmente medieval que tanto nos gusta. El más espectacular, y mira que están bien conservados, actualmente transformados en restaurantes, tiendas y otros usos, es el del Ayuntamiento, que data del Town Hall. Pero si hay algo realmente ancestral, más antiguo que cualquier recuerdo medieval, eso es !!comer!! .. y nos morimos de hambre. Por aquí hay varios restaurantes con precios prohibitivos pero casi de casualidad vamos a dar con uno (C) que dispone de un menú del día asequible consistente en sopa o ensalada y segundo plato a elegir entre pizza gigante, una pasta y pollo con una salsa riquísima. Por favor, !!vaya poniéndonos también una cervecita!! (54.50 CHF) Satisfechas las necesidades, un paseo agradable a orillas del lago (V) y un par de plazas bonitas nos devuelven a salir por la Torre del Reloj y a conocer otra parte de Zug más cultural. Hablamos de la Iglesia de St. Oswaldo, dedicada al santo que fue Rey de Northumbría,de estilo gótico tardía y que en su interior tiene un mural del Juicio Final de 1866. A pocos metros, un teatro más moderno y el Burg dotan la zona de un cierto encanto. En su día toda esta zona estuvo amurallada pero en 1885 se derribo casi toda para expandir la ciudad por lo que hoy apenas podemos observar varias torres a nuestro alrededor (la del poder, la de la pólvora, etc..). La que si resulta portentosa a lo alto de la colina, es la Iglesia de San Miguel, visita final que nos lleva a recoger el coche y poner rumbo a un nuevo destino ... Hoy queríamos acabar el día en Lucerna, y casi sin querer se nos está dando muy bien, por lo que finalizaremos el día aquí alojados yendo por autopista (os recordamos que el coche de alquiler tiene la "viñeta" que lo permite -tenéis toda la información en "Alquiler de coche en Suiza: comparativa y precios"-) en apenas 30 minutos. Hasta estos momentos circular por las carreteras suizas ha resultado intuitivo, sin apenas coches y sencillo para ir a un ritmo que nos permita ir parando donde queremos. Es en Lucerna donde nos encontramos los primeros atascos y, sobre todo, problemas de aparcamiento, aunque tras insistir un poco conseguimos aparcar a 100 metros del hotel que nos cobijará. Lucerna, romanticismo suizo Podríamos hablaros de la época romana de Lucerna, de los pueblos alemanes, del emperador Segismundo o de porqué en 1419 esta ciudad fue la primera en llevar a cabo un juicio por brujería contra un hombre, pero ... lo que nos ha llegado de esta ciudad va muy lejos de sus orígenes o sus monumentos. Pasear por Lucerna es un auténtico canto al romanticismo, es uno de los "callejeos" más inspiradores y sugerentes que hemos disfrutado. Pero antes nos alojábamos en el Hotel Restaurant Stern Luzern, un sencillo establecimiento en el que la recepción es el propio bar, pero con buen gusto y encanto. ¿Y nuestra rutilla? Algo parecida a la siguiente (este mapa no tenemos ni idea de donde lo sacamos, que me perdone el dueño si se pasa por aquí): Nos encontramos justo al lado de la Franciskanerkirche (1) o Iglesia de los Franciscanos, originaria del XIII y de tipología gótica y un poco más adelante el lugar donde se celebró el mercadillo navideño estos días y al que no hemos llegado por poco, aunque el Palacio Cantonal de Ritter o Ritterscher Palast (2) no se lo han podido llevar. Pero Luzerna tiene su mayor encanto en el río Reuss que divide la ciudad en dos partes, la nueva en la que estamos alojados y la antigua, al otro lado y que se ve realmente maravillosa a estas horas de la tarde A un lado dejamos la Iglesia de los Jesuitas o Jesuitenkirche (3), del siglo XVII, que preside este área pero que veremos mejor desde el otro lado y nos dirigimos paralelos por el paseo realmente animado según atardece en la ciudad. Al igual que viéramos en Zurich el primer día del viaje a Suiza y Liechtenstein 2014, la Estación Central de Trenes (4) tiene un encanto particular y de ello tenemos que sentirnos orgullosos los españoles, ya que fue Santiago Calatrava el que tuvo que ver en su arquitectura, aunque el portalón antiguo todavía destaca en el centro de la plaza. También curioso es el centro cultural y de congresos KKL LUZERN (5), del arquitecto Jean Nouvel, de aforo 1800 personas y con la mejor acústica del mundo. Pero deshacemos los pasos andados porque a nosotros lo que nos gusta es el área que hemos pasado, y donde se encuentra el verdadero símbolo de la ciudad, el Puente de la Capilla o Kapellbrucke (6) Esta joya de madera se construyó en la primera mitad del S.XIV y es parte de la fortificación de la ciudad. Sorprende ver todavía escenas de Suiza en su interior en el puente de madera más antiguo de Europa y el segundo más largo con 204 metros de longitud. Más cerca del lado moderno se alza la Torre del Agua o Wasserturm, del año 1300 y de 34 metros de longitud que excepto como almacén de Ron o Cerveza ha debido servir de todo.. prisión, archivo, cámara del tesoro, etc.. Isaac necesita un cafecito para entrar en calor, así que buscamos una tetería (15.40 CHF) en el maremagnum de calles que es el Casco Viejo e Histórico de Lucerna, mientras cae la noche. A partir de ahí nos dejamos perder hasta que nos encontramos con una cuesta que parece llevar a la Muralla Musseg o Musseggmauer (7), de la que quedan un total de 9 torres defensivas del 1386 y aún alguna se puede visitar. Pero el romanticismo de Lucerna se extiende a todo su Casco Histórico, animadísimo, lleno de tiendas, restaurantes a cual más encantador, puestos de castañas con ese olor tan habitual en esta época del año, y plazas de edificios medievales históricos. Así volvemos a pasar por la plaza del Ayuntamiento o Rathausplataz (8) que tiene un bonito pesebre en estas fechas navideñas Desde aquí se ve la Jesuitenkirche y los puentes iluminados en una estampa de la noche suiza más romántica. La Hirschenplatz o Plaza del Ciervo (9), donde en algunas de las edificaciones sacadas de un cuadro estuvo en algún momento Goethe, la Weinmarkt o plaza del Vino y sus magnificas casas antiguas y fuente central o la Mülhenplatz o Plaza de los Molinos, de forma alargada, nos van llevando hasta otro puente especial. Construido en 1408 pero mejorado con la presa de aguja del año 1859-60, estamos ante una maravilla de la técnica en pleno río Reuss. Un conjunto de tablones junto a un mecanismo logran regular el nivel del lago dirigiendo el agua hacia los molinos de la ciudad, en lo que se conoce el puente de los Molinos o Spreuerbrucke (10) Pero no queda ahí su valor, ya que un total de 67 representaciones artísticas creadas por Meglinger entre 1626 y 1635, dotan de colorido nuestro cruce al lado moderno de la ciudad, rumbo ya hacia el alojamiento, que no es ni mucho menos el Hotel Castillo Gütsch que nos observa desde lo alto a gran distancia. No engañamos a nadie si decimos que hoy si estamos cansados. Ha sido un día largo y ya acumulamos algunos días así que hemos decidido coger algo en una panadería (por los pelos, aquí todo cierra a las 18'30.. !!cuánto tenemos que aprender!!) y prepararnos unos bocatas en el hotel (9.10 CHF) dejando atrás el dique de agujas. Familia, amigos, lectores, seguimos fenomenal. Recordad que mañana es Fin de Año y si todo va bien nosotros lo pasaremos en Berna, aunque esa historia tardaremos algo más en contárosla porque nos acostaremos muy tarde... así que si no nos leemos antes !!FELIZ ENTRADA DE 2014 PARA TODOS!! Isaac y Paula, desde Lucerna (Suiza) GASTOS DÍA: 95,90 CHF (aprox 81,62 EUR) Use Scan QR Code to copy link and share it Balzers coche de alquiler Liechtenstein Lucerna Malbun Meinfeld por libre Suiza Triesenberg Vaduz Zug 2013-12-30 +Isaac Martín