No son muchas las poblaciones, y menos con cierta envergadura, del territorio groenlandés. Narsaq es la ciudad con más habitantes del sur de Groenlandia y apenas tiene 1500 personas. Eso si, ubicada en una hermosa llanura, sus alrededores son un conglomerado de vida marina, incluyendo ballenas o focas. Aunque el mejor momento del día ha sido la llegada al impresionante campamento de Qaleraliq llamado "Fletanes", donde he enmudecido a los pies de un inmenso glaciar y con el estruendo de los icebergs caer al agua
Estoy dentro de un espectáculo natural sin límites donde cualquier adjetivo se queda corto y cualquier planificación suena absurda, aunque en este aislado paraje permaneceremos las próximas noches e intentaré transmitiros su belleza
- Surcando el Fiordo Tunulliarfik, operación cebolla
- Narsaq, la ciudad de la llanura
- Qaleraliq, el Campamento Glaciar
Surcando el Fiordo Tunulliarfik, operación cebolla
Recién desayunados y con la mochila de 70l lista y una de mano de alrededor de 20l con cámaras y demás tecnología, que me ha regalado "Paula" especial para la ocasión (que me está encantando, ya os hablaré de ella en alguna review), hemos subido a la semirígida que nos adentrará en lo más profundo del fiordo en el que nos encontramos (aquí si, no escatimar en abrigo ya que es necesario -los anorak gordos y el salvavidas los dan allí en cada navegación, no hay que llevarlos-)
No puedo evitar que mi cabeza retroceda en el tiempo con determinados momentos de la aventura. Recuerdo con cariño mi primer descubrimiento de la "operación cebolla" que se convertía en todo un ritual en mi primera experiencia polar y que describía aquel día que desembarcábamos en "Cuverville Island y Orne Harbour en la Antártida".
En Groenlandia quizás todo es más fácil, pues aunque la primera capa (calcetines, malla y camiseta térmica) y siguientes capas (calcetines más gordos, camisas y sudaderas polares, anorak) no nos la quita nadie, el no necesitar botas de agua, polainas ni pantalón de nieve hace que parezcamos más "naturales" al andar y que nadie nos mire extrañados.
RECOMENDACIÓN:
Desde hoy estaremos casi 3 días completos sin electricidad para cargar baterías. Aquellos más fotógrafos o que tengan otras necesidades de energía, deben plantearse llevar baterías de repuesto para estas jornadas. Si no deseas cargar con todo tu equipaje para estos días, en el hostel te facilitarán un petate para que metas lo necesario y el resto lo puedes dejar en un pequeño almacén esperando tu regreso
La ruta que hoy haremos será algo parecido a lo siguiente:
El fiordo Tunulliarfik (en tiempos de colonia escandinava conocido como Eiriksfjord) es el estuario de un río que fluye desde el lago glacial en el interior de estas tierras en busca de los dominios del hielo. Un valle glacial inundado por el mar hace millones de años, que a veces resulta casi inaccesible, rodeado de montañas que se pierden en el horizonte ante nuestra vista. ¿Recordáis nuestra visita a los Fiordos Noruegos? La esencia es basicamente la misma
Surcar su aguas en esta primera hora de trayecto desde Qassiarsuk a Narsaq, acariciar sus gargantas, sentir esa sensación de aislamiento puro... es algo difícil de transmitir con palabras. Es la magia más inalterada y sin adulterar que puede existir en el mundo
A poco de salir observamos el fiordo al que está unido desde el noreste, su afluente el fiordo Qooroq, y un poco más al sur el itsmo de una península donde se encuentra Igaliku, ambos reservados para días futuros pero que ya empezamos a intuir que van a dejarnos hermosos icebergs en próximos días. Nuestra primera meta está más abajo, en la península de Narsaq, una amplia tierra baja cultivable donde ha crecido uno de los más importantes asentamientos
Narsaq, la ciudad de la llanura
Narsaq es una pequeña población encajada entre grandes valles cuyo nombre en groenlandés "Kalaallisut" significa "planicie", lo que dice mucho de lo que vamos a encontrar.
Nada más desembarcar observamos que los mosquitos vuelven a nuestras vidas aunque se puede pasar sin mosquitera, también vemos la segunda Tourism Office (la primera oficina de turismo estaba al lado del aeropuerto en nuestra llegada) donde tomar un café (20 DKK), comprar algunos souvenirs o echar unas postales (30 DKK), conseguir unos mapas e incluso cargar baterías (ya que en el campamento no podremos hacerlo). Aquí también se pueden reservar trayectos en barcos desde ciudades aunque a estas alturas de viaje y vistos también los precios, creo que definitivamente no son una opción viable para optimizar las visitas ya que son rígidos, inflexibles y lentos comparados con la barca semirigida (aunque esta sea algo más fría y haya que ir bien abrigado)
Actualmente son alrededor de 1.500-1.700 personas las que viven aquí estacionalmente y, según parece, es un asentamiento que ya estaba habitado desde hace miles de años, pero no de forma continua.
Cercano a éste se encuentra el Mercado de Pescado, otro imprescindible para entender la vida de un groenlandés, aunque hoy esta cerrado por lo que iremos a buscar esa vida al puerto de pescadores.
Salvando distancias, Narsaq me recuerda bastante a aquel desorden ordenado que era Longyearbyen en Svalbard, quizás más por los colores de las casas y el paisaje que deja en esta época del año, que no por la tipología de las mismas.
En Groenlandia casi todo el mundo tiene una barca para su autoabastecimiento (salmón, bacalao, halibut ..) y no sorprende ver hasta foca o ballena en esta pequeña lonja pues estamos en uno de los puntos donde mayor vida marina se congrega del sur del territorio
Algunas tiendas de pieles, un mercado de cazadores y el telón de fondo de unas montañas codiciadas por los mejores geólogos del mundo por sus extraordinarios minerales, son algunos de los reclamos que presenta Narsaq.
Narsaq realmente nunca ha sido un lugar especialmente turístico, dedicado inicialmente a la caza de focas y transformándose paulativamente en un pueblo de pescadores ya en 1914 e incluso entrando en alguno de sus supermercados nos damos cuenta que importantes marcas ya han llegado al aislamiento.
Miriam ha aprovechado para venir con nosotros en la lancha, ya que el centro médico más importante se encuentra aquí también, al igual que alguna iglesia y un helipuerto de comunicación con las principales ciudades de este área, incluida la capital Nuuk
Yendo ahora hacia el lado norte de Narsaq, y antes de subir, observamos un pequeño colegio para los más peques "inuit". Desde luego si tubiese que vivir en Groenlandia, este lugar podría ser uno de los elegidos, aunque habría que preguntarle a Ramón Larramendi como son sus inviernos
La última visita a la que nos han acompañado nuestros guías Daniel y Eva ha sido a un taller de artesanía local, única oportunidad de todo el viaje (exceptuando la oficina de turismo cercana al Aeropuerto y algunos detalles en el Leif) donde llevarte algún recuerdo. A mi personalmente me ha encantado ver como hacen las tallas en asta, hueso o marfil.
Aunque entre mascaras, tambores, amuletos, velas decorativas y collares, el que me ha llamado poderosamente la atención es el Tupilak, un tipo de criatura mitológica de la cultura inuit representado en forma de monstruo muy habitual en la práctica ancestral de brujería o chamanismo. Realmente representan una pieza de coleccionista imprescindible para cualquier viajero, fabricados en colmillo de narval, madera y/o cornamenta de caribú, y que según se publique este relato seguramente forme parte ya de mi colección de recuerdos particular (además de algunas cositas para mi "Pauli" -total 100 EUR tras regatear- y se puede pagar en DKK o EUR pero no con tarjeta de crédito)
Tras un pequeño picnic cerca del nuevo hostel de que dispone Tierras Polares en esta población (sigo asombrado de la increíble logística de la agencia) hemos quedado a las 17'00 en el embarcadero para volver a la semirigida y completar la última parte de la ruta del día.
Con este tiempo libre, junto a Jose Carlos, nos hemos acercado al supermercado, al famoso bar Artic Blue (que abre a partir de las 18'00), hemos conocido algunos inconfundibles inuits (al borrachín, a una pequeñaja bien simpática) y hemos pateado el pueblo de arriba abajo ...
... hasta que hemos decidido tomarnos unos cafés en el Hotel Narsaq que se encuentra en la parte alta y coger algo de WIFI tras varios días (74 DKK). Ni decir tiene que en 30 minutos los móviles casi se bloquean y empiezo a pensar seriamente que uno de los grandes valores añadidos que tiene Groenlandia como destino es esa "obligatoria" desconexión que "rejuvenece".
Hemos dejado para el final, por su ubicación al lado del puerto A34, el Narsaq Museum dedicado totalmente a la cultura inuit. Sigo fascinado por todo lo que leo y ahora veo en el museo. Me resulta un pueblo fascinante y sorprende desde fotografías antiguas hasta su forma de caza en los fiordos décadas atrás. Obviamente todo ha cambiado ya, pero seguro que en próximos días tengo mucho que contaros
¿Hora de partir? Con puntualidad "groenlandesa" (hay que reconocer que todo está siendo milimétrico) ponemos rumbo a nuestra meta final del día, un campamento muy particular
Qaleraliq, el Campamento Glaciar
Si uno lee guías de Groenlandia se puede ver claro que no hay asentamientos en el curso inferior del fiordo Tunulliarfik.
LA SERIE "VIAJE A GROENLANDIA" YA EN YOUTUBE:
Un viaje como este se merecía la mejor EXPERIENCIA AUDIOVISUAL en nuestro Canal Youtube. Puedes ver aquí la SERIE COMPLETA y a continuación el capítulo de este día sin salir del artículo que estás leyendo (la mejor forma de "sentir" lo que es navegar en esta aventura)…
Es el momento en que la navegación se torna más complicado, con un fiordo lleno de icebergs e importantes estruendos de fondo.
El grupo empieza a ser consciente del lugar en el que nos adentramos y a saber porque he elegido a Tierras Polares entre las opciones valoradas
Desembarcamos casi boquiabiertos por el lugar donde vamos a hacer base las próximas noches, un campamento (Fletanes) frente a tres lenguas de un glaciar en el fiordo Qaleraliq, prolongación del inlandis (el hielo infinito de Groenlandia)
Sin duda, situado en una playa de arena blanca fina, me atrevo a decir que estoy en uno de los paisajes más espectaculares en los que he dormido jamás en mi vida
Arriba, protegido de los desprendimientos en forma de icebergs flotantes en el fiordo del glaciar (serac) y que será la música de fondo que tengamos en forma de impresionantes estruendos solo escuchados antes en la Antártida, se encuentra un valle lunático donde nos cobijaremos en unas tiendas tipo domo que forman el campamento que montan y desmontan cada año y que gestiona Jorge. Exclusivo. Único. Mágico
¿Y qué nos hace a los españoles únicos? Que somos capaces de mover aire, tierra y fuego, con tal de poder disfrutar de !una cerveza! Así hemos logrado, casi por primera vez en el campamento, que en uno de los transportes nos acerquen una caja de 20 cervezas. Toca subirlas, buscar hielo de 2000 años de algún iceberg varado cercano subirlo también y ponerlas a enfriar ...
Aunque ya os hablaremos más del campamento, decir que la vida "social" se realiza fundamentalmente en el domo-comedor.
Aquí cada atardecer alrededor de 20'00 o 20'30 Jorge (del que también hablaremos estos días.. !un crack!) sirve un "perolo" de comida. Hoy ha tocado garbanzos, pero suele combinar con otros días de pasta o arroz. Al fin y al cabo somos muchos para cocinar y Jorge se dedica a gestionarlo todo, al contrario que Rafa en el Leif.
También es buena hora para recopilar fotos, chalar sobre el día o lo que nos espera mañana e incluso echar esas risas que con Ida, Antonio y Jose Carlos caen cada día (y casi cada hora)
Pero Fletanes, como decía antes, es mágico. Por fortuna he estado en muchos rincones salvajes y auténticos del mundo donde el hombre ha podido meter poca mano y Qaleraliq, sin duda, estaría en un top ten imaginario.
Allí sentado, mientras el grupo ya descansa esperando un nuevo día, un atardecer precioso me despide mientras pienso lo afortunado que soy. Un glaciar, tres lenguas, una base "lunar" y pura naturaleza esperan una noche que no llega en esta época del año, pero que es capaz de dejar colores hermosos en el horizonte
Estaremos aquí dos noches y, si la climatología lo permite (y parece que va a seguir portándose) vamos a intentar escalar una de las lenguas glaciares así como intentar subir a una de las cimas cercanas en busca del mejor mirador al desierto infinito del inlandis. ¿Seremos capaces? Os lo seguiré contando...
Isaac, desde Qaleraliq (Groenlandia)
GASTOS DEL DÍA: 124 DKK (apróx 16.26 EUR) [y REGALOS: 100 EUR)]
estoy enganchado a tu dron!!!!!!
Jaja! Mola, ya es un miembro más de la familia este Perejildo, aunque ya he tenido que cambiarle uno de los 4 motores de un castañazo 😛
Es fácil estrellarlo?
No, se controla bien, pero a veces "intentas" cosas que no deberías intentar, jaja. De todos modos es de juguete eh, nada que ver con un Phatom o cosas asi 🙂
ah ok ok
para ser juguete esta muy guay
Si si, la cámara es cojonuda 🙂
Genial el reportaje! Con todo lujo de detalles. Ese dron es una pasada!
Muchas gracias Montse! Un bicazo muy grande y gracias por escribirnos 😉
Un paisaje nada comun!!
Nada de nada... casi lunar, jeje. Un abrazote Maritza
Esto fue allí probando los trajes secos, muy chula la experiencia.
Wowwwwww! Que pasada de experiencia! Esa no la hicimos nosotros pero tiene una pintaza.. estar ahí flotando sobre aquel agua glaciar. Envida insana, jajaja 😛
Así estaba en Junio cuando estuvimos nosotros, inauguramos la temporada, había alguna tienda menos.
Menudo paraje lunar, ¿eh? que espectáculo
Uau! Ese campamento promete!
Impresionante Cristina! No se que decir.. 😛