Inlandis, un mirador al desierto blanco

Dicen que si se fundieran las capas de hielo groenlandesas, subiría el nivel de los océanos !más de 7 metros! Esa masa helada, también llamada Sermersuaq, presenta en el casquete polar Groenlandia un verdadero mar helado, un infinito desierto blanco, y hoy lo hemos visto desde un mirador privilegiado... un mirador al Inlandis

Antes, la ascensión al gran lago Tasersuatsiaq (vaya nombrecitos) nos ha permitido ver las primeras evidencias de fauna salvaje aunque sin llegar a observarla directamente

Indice

En este artículo de la guía de Groenlandia (19 posts) podrás leer lo siguiente:

• La vida en el Campamento Glaciar Fletanes
• La soledad del lago Tasersuatsiaq
• Inlandis, un mirador al desierto blanco
• Un descenso "entre algodones" (árticos)

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La vida en el Campamento Glaciar Fletanes

Sigo sorprendido por el contraste de paisajes que nos está deparando la aventura. Hemos pasado de verdes y azules intensos, al blanco de los glaciares o incluso valles de aspecto desértico que me recuerdan mucho a los de Svalbard que viéramos mi fiel compañera de viaje Paula y yo el año pasado (!se te echa de menos Paulita! se que eres más de calor pero esto te encantaría)

Hoy, por primera vez, el sol nos ha abandonado. Ha amanecido un día enrarecido que se ha notado en la temperatura desde primera hora y me atrevo a decir que hasta en el espíritu alegre del grupo que ya se ha puesto a preparar todo para salir. !Ni los mosquitos se han atrevido a asomarse!

La vida en un Campamento Glaciar (o lunar) no es muy diferente a la que llevábamos en el Leif Hostel. Considerando que nos acostamos relativamente pronto, se puede decir que descansamos bien sin grandes madrugones, hacemos un desayuno tranquilo y comenzamos a preparar las mochilas para la jornada. Quizás la diferencia fundamental sean las comodidades de un baño de agua caliente, suplidas en muchas ocasiones por un riachuelo a los pies de la base o incluso alguna atrevida (¿verdad Ida?) un baño glaciar. Los que no faltan son Ida, Antonio y Jose Carlos, que hacen de cualquier día irrepetible

La soledad del lago Tasersuatsiaq

Arena, el peor aliado para una caminata. Ese es el terreno elegido para comenzar un ascenso extraño

Navegación entre icebergs, caminatas por el hielo, paseos árticos y visitas a ruinas vikingas... cada día nos depara una sorpresa

Entre todos los itinerarios que Tierras Polares tiene he optado por el "Maravillas de Groenlandia en 8 días" por tiempo disponible y por tipo de viaje de aventura para introducirme en este territorio, que combina experiencias como las de estos días con trekking suaves y asequibles donde la condición física no requiere más que ser una persona activa y amante del aire libre (quizás exceptuando el del Valle Glaciar de las Mil Flores, algo más exigente) y que combina esto con actividades culturales. !Imposible pedir más! Esta es nuestra ruta de hoy...

Todo ello se hace palpable desde el primer momento en que abandonamos el desértico valle "lunático" donde esta nuestro campamento y alcanzamos la tundra verde frondosa camino del lago

Usaba antes la palabra "extraño". Hemos abandonado el nivel del fiordo para encontrarnos un ¿lago elevado? Efectivamente Tasersuatsiaq es una acumulación de agua formada del deshielo glaciar que ha quedado atrapada entre una especie de presa de sedimentos. ¿Extraño? ¿Curioso?

Pero el frío gélido de las primeras horas de una triste mañana iba a tardar poco en cambiar. Una pequeña parada de apenas 10 minutos da lugar al paso del sol y con él los primeros mosquitos. ¿Por qué no habrá más plantas como esta? ¿Sabíais que Groenlandia tiene flores "carnívoras" come mosquitos?

"Mosquiteras armadas" !!Todos listos!! Rumbo a nuestro objetivo del día

Dejamos a un lado el imponente lago Tasersuatsiaq y continuamos nuestro ascenso a una montaña que nos lleva hasta los 400 metros de altitud, abandonando hermosos parajes que mezclan azules intensos con restos del hielo glaciar perenne del pasado invierno.

Inlandis, un mirador al desierto blanco

Si bien el ritmo sigue siendo perfecto para todos, rocas y áreas donde la vegetación hace complicado seguir un sendero, son obstáculos que ralentizan nuestra marcha

No tardamos en ser conscientes del paraje en el que estamos entrando desde el momento que aparecen las lenguas glaciares que vemos desde el campamento.

Estamos en un área de Caribús (¿os acordáis los renos enanos de Svalbard que viéramos el año pasado?) y aunque estos días está haciendo mucho calor podemos observar restos de su paso por este área seguramente en primavera.

Y entonces !llegamos!. El hielo infinito, el segundo casquete polar después de la Antártida, el desierto blanco de Groenlandia... el Inlandis.

Habíamos llegado a un mirador privilegiado donde el horizonte solo deja un infinito blanco

He de reconocer que aunque hemos alcanzado lugares tan cerca del cielo como el infierno, el famoso volcán Nyiragongo en R.D.Congo, a estos apenas 400 metros de altura me he llegado a sentir como deberían hacerlo los dioses que crearon este singular trono en la naturaleza, un mirador donde contemplar el agreste e inhóspito pero a la vez hermoso y majestuoso patrimonio natural para la humanidad

Si algún día me preguntan cual ha sido el mejor picnic de mi vida (rara cuestión), sin duda pensaré en Groenlandia. ¿Con cuál quedarme? Hoy en aquel balcón de naturaleza. Unos comen, otros duermen, piensan o respiran aire puro...

2.500 km en los que adentrarse y no encontrar otro color más allá del blanco. !Qué mérito tiene proyectos como el trineo de viento de Ramón Larramendi! (y que locura a la vez)

Aunque como todo buen mirador al aire libre (y a una cierta altura), el viento helado no permitía quedarse eternamente

Un descenso "entre algodones" (árticos)

También, si tuviese que elegir un regreso en alguno de nuestros trekkings, sin duda ese sería el de hoy, por el lado contrario al que hemos subido y viendo ahora el lago en todo su esplendor.

De hecho, hasta hemos aprovechado para refrescarnos un poco en esas aguas tan "calentitas" procedentes del hielo glaciar del invierno (vamos, que los pies se torcían hasta más no poder)

Definitivamente los Caribús van a tener que esperar. La razón que más nos ha convencido es que con estas temperaturas que disfrutamos estos días se han ido hacia zonas interiores más frías en lugar de estar bebiendo en el lago como en otras ocasiones. Que le vamos a hacer, nos conformaremos con seguir su huellas..

Pero si el mirador ha sido el mejor momento del día, el sol ha hecho que los riachuelos que van hacia la playa de nuestro campamento dejen ahora instantáneas preciosas según baja la tarde

Incluso en esa "alfombra verde" mullida y esponjosa que permite ver el algodón ártico en todo su esplendor

Tampoco aquí vemos árboles ni plantas de gran tamaño. Desde mediados de noviembre hasta finales de enero el sol escasea en estas latitudes aunque si podemos dar fe que en los meses de verano es intenso.

El Campamento Glaciar Fletanes nos espera una noche más, hoy con algún miembro más ya que acaban de volver un grupo de belgas de estar varios días acampados en el hielo

Habrá que "pelear" la cena (es broma, con semejante cacerolo de pasta, repetí hasta 4 veces) y unas cervezas (5 EUR)

Cuentan que los inuit, en los días de cielo azul, son capaces de alcanzar a ver la costa norte del hielo infinito con la mirada. No seré yo quién lo ponga en duda, pero la mía solo da para observar los nunataks o islas de roca aflorando que vimos desde el avión cuando aterrizamos hace ya varios días. !Mañana quizás veamos más!

Isaac, desde Qaleraliq (Groenlandia)

GASTOS DEL DÍA: 5 EUR