¿Qué ver y hacer en tu viaje a Irán? Siguen siendo muchos los correos años después de nuestro viaje a Irán (del que pronto publicaremos el diario). Se dice que de la tradición de Persia (además de Irak, Afganistán, Tajikistán y Uzbekistán) se recogieron en el 899 una serie de relatos de fantasía y aventuras transmitidos oralmente formando uno de los escritos más famosos del mundo, cuyo núcleo principal lo forma un antiguo libro persa llamado Hazar afsana que cuenta historias de Persia, Arabia.
Quizás en el actual Irán de la Revolución Islámica no hayamos encontrado el entorno en el que se desarrolla el contexto de las Mil y Una Noches, y el velo negro de las mujeres oscurezca un territorio con una población realmente amable y cariñosa hacia el viajero de la que hablaremos en futuros artículos. Lo que no nos queda duda es que Irán ofrece al caminante unos escenarios llenos de colores y quimeras, que llega a ser capaz de detener el tiempo hasta tal punto como no habíamos logrado antes en ningún viaje. Y es que nuestro reloj de arena ha sido capaz de pararse en instantáneas realmente enriquecedoras. ¿Repasamos esos 12 imprescindibles que ver y hacer en tu viaje a Irán?
- 1. Un perdido caravanserai dentro del bazar de Kashan
- 2. Un pueblo anclado en el tiempo llamado Abyaneh
- 3. Una panorámica desde un minarete de la Mezquita del Shah en Isfahan
- 4. Un precioso atardecer en la histórica Persépolis
- 5. Una historia en vivo de un mausoleo en Qom, Shiraz o Mashhad
- 6. Un escarceo temerario entre azoteas de adobe en Yazd
- 7. Una ciudad fantasma llamada Kharanag
- 8. Una taza de té en una cueva prehistórica de Meymand
- 9. Una forja a hierro y fuego en la aislada Kerman
- 10. Una ciudadela caída en el olvido llamada Bam
- 11. Una noche en los Kaluts del desierto de Lut
- 12. Una historia de un hammah centenario en Qazvin
- ¿Para cuando el diario de viaje?
1. Un perdido caravanserai dentro del bazar de Kashan
Viajar sin rumbo establecido guarda muchas veces sorpresas improvisadas que no lograrías de otra forma. Lo que no podíamos esperar es que paseando por el laberíntico, pero tranquilo a la hora de comer, bazar de Kashan, traspasando unos enormes portones de madera, se presentase ante nuestro asombro una enorme estancia posiblemente considerada como una obra maestra de la arquitectura en sus tiempos.
La amabilidad ante el viajero se plasma en cada momento de nuestro viaje, y así, en la pequeña tetería que guarda este lugar, somos invitados a un té por un joven iraní interesado por el mundo exterior mientras acaba sus estudios.
La red de caravanserai en Irán es extensa, ya que estamos ante un país en que estos pequeños o grandes mesones de acogimiento al viajero floreció en las antiguas redes comerciales de la Ruta de la Seda
2. Un pueblo anclado en el tiempo llamado Abyaneh
Un pueblo de tonos rojizo intenso se alza entre los valles cercanos a la ciudad de Natanz. Sus "abyanukis", generalmente personas de avanzada edad, mantienen sus trajes tradicionales lejos del velo negro impuesto por el gobierno a las mujeres y hablan su propio dialecto antiguo.
No hay detalle que no sorprenda al viajero que decida visitarlo como imprescindible entre sus "cosas que ver y hacer en un viaje a Irán". Sus casas de intenso adobe, su casi absoluto silencio solo interrumpido por el caminar de unos viajeros, su pequeño mausoleo en la otra punta del pueblo .. o su particular forma de vida, secando dátiles y recogiendo agua de los canales de la zona más profunda de la cuenca.
La mejor vista que alcanza a apreciar los contrastes de este lugar se encuentra al otro extremo, subiendo la colina.
EL BLOQUEO DE INTERNET:
Como ya sabíamos, Internet está censurado en Irán hasta tal punto que ni Gmail, Facebook, Twitter, Instagram o Whatsappf uncionan. Aunque el artículo estaba pensando en China ES VALIDO PARA IRÁN > os contamos como poder navegar libremente sin restricciones ni bloqueos en "¿Cómo conectarse a Facebook, Whatsapp o Instagram en China? VPN
Aquí, desde los restos de un antiguo caravanserai deteriorado por el paso de los años, se logra valorar e incluso respetar la vida de un pueblo realmente anclado en el tiempo.
3. Una panorámica desde un minarete de la Mezquita del Shah en Isfahan
La belleza de Isfahan, de su emplazamiento, de sus bazares e incluso de su preciosa plaza Naghsh-i Jahan, hicieron que múltiples estancias fuesen declaradas Patrimonio de la Humanidad por Unesco, y que otros tantos músicos y poetas hablasen de ella durante siglos.
Hoy por hoy, la belleza que muestra se puede magnificar con un pequeño "soborno" a uno de los guardas que cuidan la Mezquita del Shah, al sur de la plaza, y que permiten observar la panorámica privilegiada que ofrece desde uno de sus minaretes.
Allí, desde sus alturas, hasta el propio Ali Qapu de 6 pisos parece pequeño. También lo es Lotfallah aunque su preciosa cúpula de cerámica y mármol donde el azul es el color dominante entre verdes, amarillos, rojos y turquesa, aún con ausencia de minarete, guarda unos de las mejores obras de la cultura irani
4. Un precioso atardecer en la histórica Persépolis
La luz rojiza del atardecer sobre las ruinas deja una estampa para enmarcar desde las tumbas más altas. Es la guinda de un pastel que comenzaba varias horas antes cuando sobrepasábamos los imponentes toros alados de la Puerta de las Naciones por la que siglos antes habían pasado numerosos ejércitos.
Persépolis es el icono de Persia, de Irán. Es el sueño de Dario I El Grande que hacia el 512 a.C. emprendería esta capital ceremonial que sería continuada por su hijo Jerjes I y su nieto Artajerjes I.
Quizás fue su majestuosidad y esplendor el que llevaría años después al gran Alejandro Magno a destruirla, como símbolo de su hegemonía, pero hoy todavía se puede contemplar su Apadana, sus Palacios, sus Escaleras, sus mosaicos y relieves, su Harén y sus columnas
5. Una historia en vivo de un mausoleo en Qom, Shiraz o Mashhad
Estamos acostumbrados en la actualidad a recorrer vestigios del pasado e imaginarnos por un momento en pleno apogeo de la Civilización Maya, o en la Babilonia más antigua o, ¿por qué no?, en la época en que Jesucristo caminaba por el Templo de Jerusalén, pero no deja de ser eso, imaginación.
¿Y si por un momento entrásemos en uno de esos escenarios llenos de vida? Qom, Shiraz o Mashhad lo consiguen. Nos "colamos" en Qom y en su místico mausoleo de Fátima, la hermana de Imán Reza, cuya cúpula dorada y su espiritualidad en vivo ofrecen al viajero una experiencia singular. Pero también en el Mausoleo Shah Cherag de Shiraz, que contiene las tumbas de dos hijos del séptimo imán, donde el colorido de sus azulejos y la intensidad de sus cúpulas contrasta con la vida familiar que sus más devotos congrega en las moquetas.
Mashhad es fervor religioso, es peregrinación, es el lugar más sagrado del Chiismo junto a los anteriores, dónde descansan los restos de Iman Reza, el octavo imán y cuyo santuario a rebosar de devoción y vehemencia es el emblema perfecto de la visión de la propia historia en pleno S.XXI
6. Un escarceo temerario entre azoteas de adobe en Yazd
Entre los desiertos Dasht-e Kevin y Dash-e Lut emerge la ciudad oásis de Yazd, de pintorescas callejuelas de color adobe y múltiples edificaciones de gran valor arquitectónico.
Aunque no es lo más prudente, asomarse a sus azoteas mientras cambia la luz del sol a última hora de la tarde ofrece uno de esos instantes mágicos, de esas cosas para hacer en Irán imprescindibles, entre baghires y otros sistemas de ventilación que adaptan a la población al extremo clima del entorno, mientras a lo lejos comienzan a iluminarse las múltiples mezquitas (incluida la más alta del Viernes) y escuchamos la llamada a la oración desde el minarete de la más cercana.
Yazd, además, es la capital del Zoroastrismo, cuyo rito más extremo se puede ver a las afueras en las temibles torres del silencio, usadas para dejar los cadáveres a la intemperie para su descomposición gracias a la gran comunidad de buitres que habitan la zona.
7. Una ciudad fantasma llamada Kharanag
El estrecho y claustrofóbico minarete en medio de las ruinas de la antigua ciudad de Kharanaq deja en su cota más alta las mas impresionantes vistas de una ciudad inanimada, sin habitantes, sin vida.
Estamos en una población abandonada a su suerte, cuyas edificaciones de barro aguantan el paso de los siglos de manera prodigiosa, y dejan entrever lo que debió ser en su día, manteniendo intactas sus gruesas puertas de madera, sus despensas o sus antiguas localizaciones.
A lo lejos, los verdes campos irrigados se comunican con la mezquita de cúpula azul turquesa intenso mediante un endeble puente de arcos que sobrevive el clima más extremo.
8. Una taza de té en una cueva prehistórica de Meymand
Alcanzamos Meymand casi por casualidad en la ruta Yazd-Kerman. Sus más de 12.000 años de historia parecen no haber alterado en absoluto la vida de su anciana población. Áridas tierras y clima extremo hace que numerosas casas excavadas a mano en la roca a forma de cueva sirvan de cobijo y asentamiento para la supervivencia de sus habitantes.
En la parte superior de una de las áreas principales recibimos la llamada de una octagenaria mujer. Nos invita a tomar un té y visitar sus aposentos. Es una propuesta irrechazable.
Hace tiempo que adquirió la viudez y apenas guarda una foto del que fuera su marido junto a una deteriorada cocinilla, una decrépita vajilla y una austera decoración. Sin embargo, allí hace su vida, y la calidez del hogar es algo que un viajero nunca puede subestimar.
9. Una forja a hierro y fuego en la aislada Kerman
En las calles de Kerman se entremezcla la tez oscura de la población baluchi con los más nativos del lugar. Su farsi se torna más complejo, y la comunicación resulta un enrevesado trabalenguas a veces sin solución.
No obstante, sus laberínticas callejuelas custodian los secretos mejor guardados. Rincones donde los oficios más ancestrales se mantienen inalterados y dónde el metal sigue calentándose hasta la incandescencia para someterse al proceso de forjado
Un horno de carbón constituye la fragua perfecta donde calentar las piezas de metal que son golpeadas incesantemente hasta que adquieren su forma definitiva.
10. Una ciudadela caída en el olvido llamada Bam
El 26 de Diciembre de 2003 un terremoto de 6,2 grados en la escala Richter asolaría Bam y las zonas aledañas, dejando solo muerte y desolación. Más de 40.000 personas y una ciudadela entera caería en el olvido.
Han pasado casi 10 años desde entonces, y las pocas noticias existentes nos llevaron a conocer de primera mano el estado de restauración de uno de los emblemas de Irán... !!y no defraudó!! Como dice mi buen compañero de viaje, si imaginásemos por un momento que esta ciudadela fuera devastada por una horda mongola y la viésemos con esa perspectiva, quedaríamos maravillados, convirtiéndolo en otra de esas cosas para hacer en Irán a día de hoy.
Arg-e Bam, la ciudadela de la ruta de la seda que gozaba de prestigio por sus telas y ropajes, es hoy un obligado paso para viajeros enamorados de este tipo de recintos arqueológicos, a pocos kilómetros ya de la frontera con Pakistan.
11. Una noche en los Kaluts del desierto de Lut
Algo tienen los desiertos que embrujan a todos los que los pisamos. Cuando descubrimos la existencia de un lugar "marciano" al noreste de Kerman, donde antiguamente se asentó algún improvisado campamento, no lo dudamos, conseguiríamos pasar una noche allí. Ya fuera en un Caravanserai abandonado o bien en una tienda de campaña, nos poníamos manos a la obra para conseguir un jeep y alguien que nos guiase.
Lo que no esperábamos es que una kilométrica carretera únicamente atravesada por camioneros de larga distancia, dejaba pasó a extraterrestres formaciones de apariencia afilada y cimientos de barro, dónde el silencio vuelve a recordarme al profundo y penetrante murmullo de algunos lugares de los inhóspitos parajes del continente helado de la Antártida.
Un improvisado fuego y una inoportuna tormenta de arena dejan paso a una aventura nocturna, y ésta a una ubicación privilegiada entre rocas de barro vulnerables a la arena, viento y paso del tiempo, en el lugar del planeta cuya superficie alcanza el record de temperatura registrada.. !!70ºC!!
12. Una historia de un hammah centenario en Qazvin
Cuando el ayatollah Khomeini interrumpió la occidentalización llevada a cabo por el Sha e instauró la ley islámica en 1979, muchas de los derechos adquiridos pasaron a mejor vida. Se abolieron escuelas mixtas, legislaciones a favor de la mujer e incluso el uso de los hammah, hamman o baños turcos, que se fueron transformando en teterías, restaurantes o incluso museos.
No obstante, escondido en las calles menos conocidas de la ciudad de Qazvin, a 150 km de Teherán, sobrevive un centenario baño público, de aspecto cerrado, sombrío y húmedo, cuya función social y de reunión se mantiene viva.
Es precisamente este viejo "hamman iraní que sobrevivió al tiempo" oculto en lo más profundo de unas escaleras en el subsuelo de una antigua edificación, cuyo costo apenas supera los 80 céntimos de euro, el que nos traslada a los orígenes de los prohibitivos lujosos spa tan conocidos en nuestra época.
¿Para cuando el diario de viaje?
Muchos son los que nos escribís para preguntarnos por los preparativos (vuelos, visados, seguro), información práctica y el propio diario de viaje, además de alojamientos o gastronomía (la GUÍA completa). !Tenéis toda la razón del mundo! Hemos tenido tanta acumulación de viajes que lo tenemos todavía sin publicar con detalle pero esperamos poder sacarlo cualquier día. Mientras podéis acudir a todos los detalles de mi buen compañero de viaje El Rincón de Sele o la vivencia en directo ubicado en la sección del ¿Otro diario"? del menú lateral:
+ DÍA 1-8: Teherán, Qom, Kashan, Isfahan e Shiraz
+ DÍA 9-14: Yazd, Pasargada, Persépolis y Kermán
+ DÍA 15-21: Desierto Lut, Mahan, Mashhad y Qazvin
Aunque si estas instantáneas y escenarios resultan realmente un privilegio, más lo son su gente, de la que hablaremos en próximos relatos (ACTUALIZADO: Ya puedes leer "Tras el Irán de los velos negros")
Isaac, desde todavía el corazón de Persia